El mercado local también tiene sus requerimientos y el sistema informático de redes neuronales abre nuevas oportunidades. Estar al día en el lenguaje y las capacidades de esta tecnología es una necesidad intrínseca para acceder al mundo que se está forjando

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos: Gentileza / AFP

La inteligencia artificial (IA) es para muchos la bisagra que llevará al mundo al nuevo estadio dentro del sistema de pro­ducción capitalista, por lo que anuncian que la cuarta revolución industrial ha lle­gado.

En la actualidad el mundo tiene ante sus manos la posibilidad de acceder a redes informáticas que pue­den realizar desde el plano arquitectónico de una casa, imitar sin equívocos la voz humana, elaborar el resu­men de un texto litera­rio, programar una aplica­ción, pintar un cuadro bajo demanda y hasta componer una canción.

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Las actividades que hasta hace pocos años parecían exclusivas de la capacidad humana hoy ya están siendo realizadas por máquinas. En este escenario, siendo la IA una herramienta para el mundo que está naciendo, surgen algunas preguntas: ¿está Paraguay apostando para formar parte de esta nueva revolución?, ¿utili­zan la industria y el comer­cio locales estas herramien­tas que está transformando la economía global?

LO NUEVO QUE SORPRENDE

“Hay una gran diferencia entre la IA de hace cuatro años y la IA de ahora. La IA ‘posta’, la general, todavía no existe, esa IA que pueda pensar por sí misma y apren­der por sí misma no existe. Claro, está en desarrollo. OpenAI la está haciendo, Google la está haciendo, los chinos la están haciendo. La IA de ahora es una red neu­ronal (informática) capaz de hacer una actividad que un humano hace, pero ella la hace mucho más rápida­mente y con ínfimo margen de error”, explica Augusto Ruibal, CTO de la empresa paraguaya 10 Grounds, que maquila software con mano de obra 100 % local.

En noviembre se cumplirá un año de que, con su apa­rición, ChatGPT, la aplica­ción de chatbot de inteligen­cia artificial desarrollada por OpenAI, transformara el imaginario respecto a lo que la IA ya es capaz de hacer, superando expecta­tivas y hasta narrativas de ciencia ficción.

HERRAMIENTA PARA LA PRODUCCIÓN

“Hoy día, en 2023, si es que vos sos programador y no usás Copilot o alguna que otra inteligencia artificial entrenada con código de programación, estás afuera. Copilot es una herramienta que vos instalás en tu edi­tor de texto que usás para programar. Uno está escri­biendo y la aplicación te autocompleta el código. Maneja todos los lenguajes de programación y te res­ponde en tiempo real, pro­grama por vos. Hoy en día la IA para los programado­res es como el calzado para los atletas, como la raqueta para los tenistas, es una herramienta más que tenés que tener”, señala Ruibal.

Los primeros en echar mano a la IA para la pro­ducción terminan siendo los que están vinculados directamente con el cono­cimiento tecnológico: en este caso, los programado­res. Estar al día en el len­guaje y las capacidades de esta tecnología es una nece­sidad intrínseca para acce­der al mundo que se está for­jando.

“La inteligencia artificial para la informática te trans­forma de un día para otro en un mejor programador, te ahorra tiempo de pensar y te corrige, que es lo más importante de todo y, por ende, producís mejor, pro­ducís más rápido”, agregó el tecnólogo.

El uso de la inteligencia artificial en el ámbito de la salud promete una atención más rápida a los pacientes

PRIMEROS PASOS

“En lo académico, el Con­sejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ha financiado interesan­tes proyectos de investi­gación que aplican IA a la salud, desde visión artifi­cial hasta análisis de datos. Desde lo comercial, las pri­meras empresas que han usado IA desarrollada en el país, al menos para aná­lisis de datos, son empre­sas del sector bancario y de telecomunicaciones. Sin embargo, gradualmente empieza a aplicarse en otro tipo de empresas que mane­jan suficiente volumen de datos”, comenta Sebastián Grillo, doctor en ingeniería de sistemas informáticos por la Universidad Federal de Río de Janeiro e investi­gador del PRONII.

“El uso de machine lear­ning (aprendizaje auto­mático) en el Paraguay no es nuevo, hace varios años grandes empresas como las Telcos ya lo vienen usando para diversos motivos. Estuvimos con mi socio trabajando en una de ellas. Vimos el gran potencial de crear en Paraguay una empresa enfocada en ana­lítica de datos, tuvimos la oportunidad de hacerlo y no dudamos en empezar. Aún nos queda muchísimo por madurar, nos consideramos aún una startup”, refiere Roberto Rubin, CEO y fun­dador de la empresa nacio­nal DATO Solutions.

La popularización de Chat­GPT y otros proyectos plan­teó un gran salto adelante en tanto a la posibilidad de la implementación coti­diana de estas redes entre­nadas. Así también, se abrió el escenario para la incur­sión de esta tecnología en la dinámica de producción de cualquier empresa. No obstante, Estado, trabajo y capital aún no pueden ajus­tarse a los pasos del pre­sente.

Sebastián Grillo, doctor en ingeniería de sistemas informáticos por la Universidad Federal de Río de Janeiro e investigador del PRONII.

FORMACIÓN DE RECURSOS HUMANOS

“Necesitamos que la indus­tria nacional y la academia tengan mayor cooperación no solo en IA, sino en todas las áreas del conocimiento. En algunos países las uni­versidades se nutren con dinero de empresas finan­ciando tecnología de punta. En otros, el Estado invierte en centros de investigación de excelencia para áreas estratégicas, que nutren a la industria con especialistas. Hay muchísimo por hacer. Por ejemplo, Corea del Sur pasó de ser uno de los paí­ses más pobres del mundo a convertirse en una potencia económica porque el Estado apostó al desarrollo tecno­lógico local”, explica Sebas­tián Grillo.

En el tren acerca de la com­prensión de esta nueva revolución desde lo prác­tico, la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) habi­lita este mes la segunda edi­ción del diplomado en Inte­ligencia Artificial Aplicada a Productos y Servicios.

“Este diplomado tiene como justificación que entre los principales motivos de fra­caso de proyectos de IA hay factores humanos. En ese sentido, las empresas nece­sitan una alfabetización en IA de modo de adaptarse a lo que se viene”, agrega Grillo.

“Mentiría si te dijera que existen hoy muchos profe­sionales preparados para el uso de la IA, pero lo lindo es que hace pocos años las universidades han apostado a generar nuevos profesio­nales incorporando cien­cia de datos en su currí­cula, lo que hace que hoy en día, a diferencia de hace siete años, cuando empeza­mos, tengamos profesiona­les formados en esta mate­ria”, comenta Rubin, quien dentro de su empresa DATO tiene una unidad de nego­cio basada en la formación profesional sobre esta tec­nología, dirigido a analis­tas de datos, ingenieros y el plantel gerencial de las empresas.

Según Grillo, el diplomado que impulsan desde la UNA busca introducir las aplica­ciones de la IA a profesio­nales que no son necesa­riamente de TIC, “porque el aprovechamiento de estas tecnologías requiere de todos los perfiles. En ese sentido, las empresas que demoren en incorporar estas tecnologías corren el riesgo de perder competi­tividad”.

¿Qué rol cumple en adelante el trabajador, o visto desde categorías empresarias, el recurso humano, a la hora de la implementación de la IA? Las redes neurona­les informáticas realizan labores que reemplazan sin lugar a dudas puestos de trabajo, pero sigue lejos del escenario real la posibilidad de desplazar al humano de la producción.

“Trabajar con IA para pro­gramar te acelera produc­ción, no te reemplaza mano de obra y no te va a reem­plazar mano de obra por muchísimo tiempo. ¿Por qué? Porque básicamente no hay inteligencia artifi­cial hoy día que te produzca aplicaciones enteras. Cate­górico es que en el futuro vas a tener una inteligen­cia artificial que te va a pro­ducir aplicaciones enteras, ahora no”, explica Ruibal, de 10 Grounds.

El CTO comentó, por su parte, que su formación como tecnólogo, con más de dos décadas en la pro­ducción de softwares, gran parte de ese tiempo para clientes del exterior, fue autogestionada: “Todo el conocimiento está en inter­net y es gratis”, refirió.

Roberto Rubin, CEO y fundador de la empresa nacional DATO Solutions

LOS DATOS SON EL INSUMO

El entrenamiento de mode­los de inteligencia artificial busca enseñar al algoritmo a interpretar de manera correcta los datos recibi­dos. En ese sentido, Para­guay cuenta con desventaja operativa para desarrollar sus propios entrenamien­tos.

“Todo el mundo del sof­tware es igual para todos. Hay gente en Paraguay laburando para un mon­tón de cosas increíbles, pero bajo la premisa de que estando en Paraguay, desde Paraguay, solamente podés trabajar utilizando la inteli­gencia artificial como parte de tu producto. No vas a tra­bajar para la gente que hace en serio IA. Nosotros no hacemos IA, nosotros usa­mos IA para resolver pro­blemas. Nadie hace inteli­gencia artificial, a no ser que labure para OpenAI”, agregó Ruibal.

“El combustible de la IA son los datos y tan solo en el aprovechamiento de datos por la industria estamos 10 a 15 años atrasados con relación al resto del mundo. Algo importante de aclarar es que la IA no es una tec­nología única, sino toda un área, que lleva décadas de desarrollo. Ahora resuena más porque ciertas herra­mientas generativas están al alcance del público, pero en otros países industrias enteras ya fueron transfor­madas por tecnologías que explotan los datos de forma intensiva”, explica Grillo.

En contra de todos los temores iniciales, expertos aseguran que la producción con IA se realizará con utilización intensiva de mano de obra calificada

MERCADO LOCAL

“En Paraguay y en la región las empresas están cada vez más interesadas en optimi­zar sus procesos y opera­ciones. Muchas de estas ya han acumulado a lo largo de años un volumen impor­tante de datos transacciona­les y operativos, los cuales hacen posible el uso de la IA para generar nuevos cono­cimientos, patrones y auto­matizaciones, permitiendo ir encontrando posibles pun­tos de mejoras en distintos tipos de procesos, por ejem­plo, los relacionados a gestión comercial, compras e inven­tario, atención al cliente, entre otros”, señala Rubin.

“Paraguay tiene un mercado interno, empezando por las grandes empresas, tanto del ámbito financiero como el de retail. Las pymes aún se encuentran en una etapa temprana de la inteligen­cia de negocios a través de análisis descriptivos, gene­rando paneles analíticos (dashboards) estratégicos y operativos”, agrega.

Por su parte, Grillo refiere que todo desarrollo de sof­tware tiene potencial de exportación a otros países y en ese marco reiteró que el principal cuello de bote­lla para una industria en IA local es la disponibilidad de recursos humanos con buena base en programa­ción y matemáticas.

Hecho en Paraguay

Augusto Ruibal, CTO de la empresa paraguaya 10 Grounds

“En DATO venimos desarrollando soluciones enfocadas en ayudar a las empresas a mejorar sus ventas, fidelizar clientes, predecir la demanda, optimizar inventario, gene­rar scoring de riesgo para otorgar créditos, detectar ano­malías en las transacciones, analizar el mercado con datos abiertos, entre otras. Todas estas soluciones incorporan motores que usan aprendizaje automático o machine lear­ning (ML)”, explica Rubin.

“Machine learning es un subcampo dentro de la IA. Son algoritmos que desarrollan modelos que aprenden con datos (input) para predecir valores del futuro o datos nunca vistos. ML habilita a los computadores a aprender sin la programación explícita”, agregó.

Las experiencias nacionales con las IA son alentadoras; sin embargo, para no reducirse a excepciones dentro de la economía existen necesidades y proyectos que trazarse. Tanto el sector privado como el sector público en los paí­ses del mundo no tienen menos que un rol protagónico a la hora de generar políticas para el desarrollo económico y más en el ámbito de la tecnología.

Por su parte, la empresa 10 Grounds diseña y gestiona pro­ductos exclusivamente para el exterior con una forma de trabajo remoto con proyectos innovadores.

“Tenemos como cliente una empresa de newsletters con un montón de periodistas alrededor del mundo que abor­dan diferentes tópicos en sus redacciones. El cliente me dice, por ejemplo, ‘necesito que me reemplacen el 100 % de mis redactores’. Entonces, nosotros desarrollamos un sistema que tiene como función ir a un montón de sitios que son fuentes de información. Nuestra tecnología sabe qué es la noticia, qué es el comentario, entonces saca solamente lo que nosotros necesitamos procesar.

El producto utiliza un servicio de inteligencia artificial para extraer un párrafo de toda una nota que puede tener 3.000 palabras, de ahí otra IA ofrece la posibilidad de extraer cinco tópicos importantes, de ahí utilizamos otra IA para recomendar otra vez. De ahí ya está para editar y publicarse nomás ya la nota, sin la intervención de un redactor”, explica Ruibal.

Además de utilizar funciones ya establecidas de IA, este producto que está en proceso de desarrollo incorporará “una tecnología propietaria” creada por la firma.

En la era del conocimiento, tanto la producción de tecno­logía como la producción a través de la tecnología dibu­jan la proyección de la economía de las siguientes déca­das y, a pesar de lo que podría parecer en principio, ante la demanda actual esta generación de bienes intangibles se reali­zará con la utiliza­ción intensiva de mano de obra cali­ficada.

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