Al celebrarse los 80 años de la creación de “Mis noches sin ti”, la más versionada de las guaranias a nivel mundial, músicos nacionales comandados por Sergio Cuquejo viajaron a Inglaterra para hacer posible la hazaña de realizar una producción en el emblemático estudio donde el cuarteto de Liverpool grabó casi la totalidad de su discografía.

  • Por Jimmi Peralta
  • Fotos Gentileza

Reeditar los años dora­dos de la música para­guaya en el mundo parece ser un anhelo que peca de osado; sin embargo, como a todos los sueños, a este se llega con la sucesión de pasos y cada uno es fundamental como el primero.

“Fuimos a grabar guara­nias en Abbey Road (Lon­dres, Inglaterra) en conme­moración de los 80 años de la guarania ‘Mis noches sin ti’, de Demetrio Ortiz. No solo grabamos guaranias de don Demetrio, también grabamos guaranias de José Asunción Flores”, comenta el maestro Sergio Cuquejo, quien junto con varios músicos para­guayos dejaron reverberar por primera vez en el mítico Abbey Road composiciones de dos grandes exponentes de la guarania: Flores, su crea­dor, y Ortiz, el más universal de sus compositores.

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“Por primera vez en la historia musical del Paraguay sona­ron guaranias en el Estudio 3 de Abbey Road en Londres. Esto representa algo muy importante para el Paraguay y es una actividad con la cual la Fundación Demetrio Ortiz contribuye para la postula­ción del género musical de la guarania, creado por el maes­tro José Asunción Flores, para su declaración como patrimo­nio inmaterial de la humani­dad ante la Unesco”, comenta María Esperanza Ortiz, hija de don Demetrio Ortiz y presi­denta de la fundación que lleva el nombre de su padre.

La experiencia tuvo lugar durante los primeros días de junio y formaron parte de ella Susana Saldívar, Marijó Obre­gón, Pablo Simón, Fernando Garbarino, Luis Chaparro y Marcelo Rojas. Las actividades para obtener el reconocimiento de la guarania como patrimo­nio inmaterial de la humani­dad se vienen desarrollando en múltiples plataformas en los últimos años. Esta vez le tocó al Estudio 3 de Abbey Road, donde grabaron los integran­tes de The Beatles y donde tam­bién se grabó el primer álbum de la agrupación Pink Floyd.

“Me tocó abrir la sesión de gra­bación del primer día, lo cual fue algo muy fuerte. Miles de cosas pasaban por mi mente, pues siempre quise esto, estar en los mejores escenarios, gra­bar en los mejores estudios, fue un sueño hecho realidad. Empezamos con la interpre­tación de la guarania ‘India’, seguidamente ‘Ne rendápe aju’ (ambas de José Asunción Flo­res con letra de Manuel Ortiz Guerrero), luego me tocó can­tar ‘Recuerdos del Paraguay’ (Mercedes Sosa) y, por último, la canción ‘Yo te quiero mucho (música de Demetrio Ortiz y letra de Antonio Ortiz Mayans), todas estas de solista junto con otras canciones a dúo y trío con mis colegas”, comenta Pablo Simón, uno de los cantantes que formaron parte de la tra­vesía. “‘Mis noches sin ti’ es la primera guarania de mi papá, es la guarania más versionada en el mundo, mucho más que ‘Recuerdo del Ypacaraí’. Una cosa son las versiones y otra cosa son las grabaciones”, explica la hija de don Demetrio.

Esta grabación formará parte del segundo disco tributo a Ortiz, ya que como antece­dente se tiene un primer disco homenaje que se había gra­bado con motivo de los 70 años de “Recuerdo del Ypacaraí”, otra pieza icónica de la música paraguaya. “Yo quise hacer un regalo grandioso a la pri­mera guarania de mi papá y, por sobre todas las cosas, al género musical de la guara­nia creado por don José Asun­ción Flores, del cual guardo el más grato de los recuer­dos de mi infancia. Entonces, en Abbey Road estudio 3 se grabaron obras del creador y además de quien, modes­tamente y sin proponérselo, logró que la guarania para­guaya fuera aceptada, valo­rada y querida hasta ahora en todo el mundo”, agregó María Esperanza.

LA CANCIÓN

Creada en 1943, “Mis noches sin ti” cuenta con cerca de 80 versiones. Artistas de dis­tintas latitudes, en parti­cular de América, echaron mano a la composición de don Demetrio ganados por lo sentido de sus frases meló­dicas y su letra.

“La historia de la canción data de febrero de 1943, cuando mi papá formó parte de un con­junto llamado Trío Asunceno con Ignacio Melgarejo y Digno García. Ellos eran muchachos jóvenes que quisieron aven­turarse a una gira hacia el Brasil. Consiguieron pasajes hasta Concepción. De allí en más ellos pretendían conse­guir el dinero para continuar el viaje. Se hospedaron en el Hotel Francés. En esa ciudad, que por entonces tenía muy en cuenta el arte, la cultura, había teatros, cines. Pero a ellos no les fue bien, no con­siguieron ningún contrato y fue muy pero muy frus­trante para todos. Mi papá estaba muy triste porque él le había hecho una promesa a su mamá, a mi abuela. Le dijo que apenas tuviera su primera actuación le podría enviar un poco de dinero para subsistir, porque mi abuela y él eran muy pobres”, explica la doctora Ortiz. “Esa noche mi padre se sintió muy frus­trado”, continúa narrando, “y se dijo a sí mismo: ‘Si en mi propio país no puedo arran­car, no puedo actuar, no puedo salir adelante, será que habré elegido la carrera correcta, el camino correcto, que es el camino del arte’. Entonces, en esa tristeza, en esa frustración de no saber qué hacer, no saber qué le deparaba el destino, se subió a la terraza del hotel, tomó su guitarra y mirando las ondas del río esa noche le envió un mensaje musical a su mamá y compuso allí. Fue en el Hotel Francés aque­lla noche de febrero de 1943 donde nació ‘Mis noches sin ti’, en homenaje a mi abuela María Blásida Vargas Benítez.

RESCATAR LO NUESTRO

La música tradicional para­guaya tiene dos principales ritmos anclados en el com­pás del 6/8, la guarania, que de la misma mano de su crea­dor se elevó a niveles sinfóni­cos en los principales elencos musicales de su tiempo. Y fue a través de la canción con la que se proyectó su máxima universalidad que hoy, en el marco de la campaña que busca su reconocimiento, se plantea su rescate y puesta en valor. “No es que se consi­dere al folclore como algo del pasado, sino como algo un poco, o tal vez bastante, igno­rado. Hace un buen tiempo que se le rescató y volvió a sonar mucho en los festiva­les para el público objetivo (jóvenes principalmente). Si bien siempre la juventud es el futuro, la juventud determina qué está en vidriera y qué des­cansa solitario entre los oídos de los más grandes. El reco­nocimiento que se le empezó a dar al folclore surgió con la combinación de sonidos fres­cos y atrayentes”, explica el cantante Pablo Simón.

“Este álbum contiene eso y mucho, pero mucho más, gra­cias al sensible toque e inspi­ración que se plasman en los arreglos de Sergio Cuquejo. Así, se unen en dulce armonía la homogeneidad de nuestras voces y se aguarda un resul­tado que pueda poner al fol­clore en vidriera para siem­pre”, agrega.

La experiencia de la gua­rania grabada por primera vez en el Estudio 3 de Abbey Road fue registrada tam­bién en formato audiovisual y próximamente ese trabajo será estrenado en formato de documental televisivo.

LA GUARANIA

La guarania es un género musical que nació a mediados de la década del 20, del siglo pasado, y su creador, José Asunción Flores, lo bautizó así ins­pirado en el poema “Canto a la raza” (1910), de Guillermo Molinas Rolón. Es un ritmo lento en el que melodía y armonía pasan a primer plano, y ha sido vía de composición para obras cantadas, así como composiciones instrumentales. “Jejui” fue la pri­mera guarania de Flores y si bien hoy este género está de la mano en difusión con la polca, gran parte del tiempo la posición política y el exilio de su creador hizo que muchas de las grandes obras hayan sido compuestas en el extranjero, donde fueron pri­mero estrenadas y grabadas antes que en Paraguay.

Tal es el caso de los poemas sinfóni­cos de Flores que fueron grabados en Moscú, en 1969. “Recuerdo de Ypa­caraí” y “Mis noches sin ti”, ambas guaranias de Demetrio Ortiz, son las obras más difundidas, grabadas y versionadas del cancionero musi­cal paraguayo. Este género musical hoy es postulado para ser patrimo­nio cultural inmaterial de la humani­dad. Para ello deberá demos­trarse que se trata de un bien tradicional, contem­poráneo y viviente a un mismo tiempo; inte­grador, representa­tivo y basado en la comuni­dad.

TRAYECTORIA DE VIDA

Demetrio Ortiz nació en Piribebuy el 22 de diciembre de 1916. Fue un artista paraguayo, músico, compositor, drama­turgo y coreógrafo de danzas paraguayas. Gran parte de su carrera la desarrolló en Argentina, donde falleció en agosto de 1975. Creó el primer cuerpo de baile de la Casa Paraguaya y del Centro Manuel Ortiz Guerrero en Argentina.

Fue profesor del colegio República del Paraguay y fue en el vecino país donde nació su hija, María Esperanza.

“Él también escribió muchísimos poe­mas, que oportunamente también los iremos recopilando para que la gente conozca y una obra de teatro en tres actos en guaraní que fue premiada siendo uno de los jurados Augusto Roa Bastos. La obra se titula ‘Anivéna karaikuéra, ñane reta rayhupápe’”.

“En 1986 arranca toda la preservación del legado dejado por mi papá”, comenta la presidenta de la Fundación Demetrio Ortiz, institución que impulsó diversas formas de rendir tributo al artista, tales como la publicación de su autobiografía, “Una guitarra… un hombre”; la apertura del primer centro de interpretación de la guarania, un espacio museológico y educativo, el paseo de la fama musical, el paseo homenaje a “Recuerdo de Ypa­caraí”, en San Bernardino, y el Centro Cultural Demetrio Ortiz, ubicado en su natal Piribebuy.

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