• Por Pablo COZZAGLIO
  • AFP

El Telescopio Extre­madamente Grande (ELT), cuya cons­trucción avanza en el norte de Chile, será el más potente instrumento de observación óptico inventado hasta ahora, capaz de empujar los límites de la ciencia y aumentar en más de 5.000 veces la capaci­dad de observación existente.

Este nuevo “ojo” astronó­mico, que se sumará a partir de 2027 a los poderosos ins­trumentos de este tipo que ya funcionan en Chile, per­mitirá sobrepasar la actual capacidad de observación, apuntando a lugares aún desconocidos para respon­der interrogantes aún abier­tos sobre los orígenes del uni­verso.

“Hay ciertas preguntas cien­tíficas que queremos respon­der y esas preguntas nos lle­van a la necesidad de una tecnología que nos ayude a responderlas”, dice a la AFP Luis Chavarría, astrónomo chileno representante del Observatorio Europeo Aus­tral (ESO), que construye el ELT en Chile.

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Los actuales instrumen­tos de observación, como el Very Large Telescope (VLT) -el instrumento óptimo más poderoso actualmente en operaciones- y ALMA, el radiotelescopio más grande del mundo, ambos instalados en el norte de Chile, son capa­ces de responder las dudas que los científicos se formu­laron hace ya tres décadas.

Paisaje del norte de Chile donde será emplazado el gran telescopio.

CORRER LOS LÍMITES

Pero los límites del conoci­miento se han corrido, obli­gando a la construcción de instrumentos aún más poten­tes, como el ELT, emplazado a más de 3.000 metros de alti­tud en el cerro Armazones, a unos 20 Km de distancia del VLT, ambos en pleno desierto de Atacama.

“La astronomía siempre tra­baja al límite de la tecnolo­gía, al límite de detección, al límite de todo lo que puedan entregar estos maravillosos instrumentos”, agrega Cha­varría.

La construcción del ELT se inició en 2017 y se espera que esté operativo una década después, a finales de 2027.

Tendrá 39,3 metros de diá­metro, en una especie de panal de 798 espejos hexa­gonales que estarán aloja­dos en un enorme domo de 85 metros de diámetro.

La obra tiene un costo de unos 1.300 millones de euros (alrededor de 1.380 millones de dólares), los cuales están completamente financiados.

-¿Por qué construir un telescopio de esta magni­tud?

Los actuales telescopios ópti­cos, con diámetros de entre 8 a 10 metros, han permitido a los científicos observar prin­cipalmente imágenes de pla­netas orbitando alrededor de otras estrellas.

Pero estos nuevos descu­brimientos hicieron nece­sario contar con un instru­mento de más capacidad, que pudiera recoger una mayor cantidad de luz y calidad de detalle de lo observado.

Con sus 39,3 metros de diá­metro, el ELT “reunirá 15 veces más luz que los telesco­pios ópticos que operan en la actualidad y proporcionará imágenes 15 veces más nítidas que las del telescopio espacial Hubble”, según ESO.

Uno de sus máximos obje­tivos es “obtener imágenes de exoplanetas rocosos para caracterizar sus atmósferas y medir directamente la ace­leración de la expansión del Universo”.

Susy Solis, geóloga asistente técnico de la construcción del ELT, explica a la AFP que una vez que esté en operaciones “se supone que va a ser 5.000 veces más de lo que vemos hoy día”.

“Es un proyecto a futuro que nos va a permitir alcanzar otras distancias en el Uni­verso”, agrega.

UNA PROEZA TECNOLÓGICA

“Es una proeza tecnológica inmensa el poder tener los niveles de precisión nece­sarios para poder usar estos telescopios a su máxima expresión (...), algo que empuja las barreras de la tec­nología”, dice Chavarría.

Su ubicación en el norte de Chile -que alberga los cie­los más limpios del planeta- habilitará la observación el 90% de las noches del año. Que esté en el hemisferio sur permitirá a los científi­cos observar el centro de la galaxia.

Después de cinco años, el ELT se encuentra en fase de “obra civil gruesa”, con un avance de un 40%, con la construc­ción del muro perimetral de apoyo al domo que sostendrá al panel de espejos.

Los trabajos se realizan en las condiciones especialmente desafiantes del desierto chi­leno, el más árido del mundo, con altísimas temperaturas durante el día y muy bajas en la noche, además de vien­tos que durante la visita de la AFP alcanzaron los 70 Km por hora.

“El ELT es la evolución de la VLT (…). Obviamente es una escala completamente dis­tinta a todo lo que se ha hecho antes, por lo tanto tiene requerimientos (tecnológi­cos) muy distintos”, dijo a la AFP Guido Veccia, encargado del sitio de emplazamiento del gigante telescopio.

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