Este sábado 7 de mayo el principal centro comercial de abastecimiento de Asunción celebra sus 80 años de existencia con fiestas populares y muchos recuerdos de la vida dura pero única de sus trabajadores, el color intenso de sus pasillos donde se encuentran todos los productos que uno pueda imaginar y que han inspirado a cineastas y artistas de todas las disciplinas. Hoy, bajo la mirada y proyectos de la nueva administración municipal, busca soluciones para evitar repetir las crisis y tragedias que ya se vivieron en sus entrañas.

Uno de los centros comerciales más importantes de Asunción se viste de gala este fin de semana, ya que celebra 80 años de aniver­sario de creación, se trata del populoso Mercado N° 4, ubi­cado en el triángulo de las avenidas Pettirossi, Gaspar Rodríguez de Francia y Perú. Esta área es mucho más que un centro de compra y ventas de mercaderías, es un cen­tro que congrega y forman familias enteras que llevan años de arraigo y tradición comercial.

Atendiendo este aniversa­rio especial, nos acercamos al lugar no solo para conocer su historia, sus orígenes, sino además conocer un poco de su gente, que lleva años traba­jando, sin importar las incle­mencias del tiempo para lle­var el alimento a las mesas de sus familias. También nos detenemos en los pro­yectos que se generan desde la actual administración que ha decidido llevar adelante cambios que son necesarios, sobre todo en lo que hace a la higiene, seguridad y lucha contra la corrupción.

Juan Villalba, director administrativo del Mercado 4.

UN POCO DE HISTORIA

De acuerdo a los registros, el Mercado N° 4 fue creado por Decreto N° 17.627, firmado el 22 de marzo de 1942, que expropió un terreno baldío de más de tres mil metros cua­drados, durante el gobierno de Higinio Morínigo. Al prin­cipio este mercado era cono­cido como “Mercado de Dos Bocas”; pero sus orígenes se remontan a muchos años antes, con el Mercado Guazú, que estaba ubicado en las pla­zas O’Leary y De la Demo­cracia, que se creó desde la época del doctor Gaspar Rodríguez de Francia.

Al respecto, el historiador Claudio Velázquez comentó que conforme la urbe capi­talina fue creciendo con los años, se fue complicando el sistema de abastecimiento. Por ello, en los años 1920 se mudó de manera provisoria el Mercado Guazú, unas 10 a 15 cuadras a las afueras de Asunción, hasta que en los años 40, bajo la presiden­cia de Higinio Morínigo, es cuando se muda el mercado hasta el sitio donde actualmente se encuentra.

“Específicamente en 1942 es cuando se da la fundación del Mercado 4, y en paralelo van surgiendo los otros merca­dos de Asunción que tienen diferentes numeraciones. Hay que tener en cuenta que en esa época no existían los supermercados y eran estos centros comerciales los que abastecían a las familias de Asunción”, comentó.

ACCESO ESTRATÉGICO

El historiador Velázquez destacó que la ubicación del mercado en la zona conocida como Dos Bocas terminó siendo un punto estratégico, por el acceso que le permitía por la avenida Eusebio Ayala y la Avda. Fernando de la Mora, permitía una fluidez de movimiento hacia diferentes puntos del interior del país. Indicó que eso le propició que tenga cierta categoría emblemática y facilitó su cre­cimiento. Asimismo, señaló que el Mercado 4 cuenta con muchas historias anecdóti­cas, una de ellas tiene que ver cuando se produce la Gue­rra Civil de 1947, Asunción quedó en cierta forma aco­rralada y no hubo forma de hacer llegar las provisiones al Mercado 4. “Hay testimo­nios que hablan de que llegó un momento que se produjo incluso escasez de alimentos y la principal preocupación fue no llegar al punto de una hambruna durante esa gue­rra civil”, comentó.

Por su parte, el actual direc­tor administrativo del Mer­cado 4, Juan Villalba, resaltó que la primera vez que se comenzó a establecer el predio donde se instalaría las mercaderías que vendrían del Mercado Guazú, fue el 7 de mayo de 1942, cuando se alambró por primera vez el predio y se desmarcó la calle que luego se llamaría Pettirosi. “A partir de esa fecha comenzaron a ins­talarse las vendedoras de verduras, frutas, carnes y a partir de ahí el mercado fue creciendo”, señaló.

LA ACTUALIDAD

La actual administración del Mercado 4 lleva apenas 6 meses de gestión, pero ya comienzan a verse impor­tantes resultados que son dignos de destacar. Esos cambios tienen que ver con una mayor recaudación del canon que pagan los per­misionarios; el trabajo que se lleva adelante para brin­dar mayor seguridad y pre­vención de siniestros, entre otros. En ese sentido, el director administrativo Juan Villalba resaltó que la transparencia en la gestión hace que la administración actual pise con fuerza y lleve adelante importantes cam­bios dentro del Mercado 4. Al respecto, recordó que fue el primer director nombrado por el intendente Óscar Rodríguez, en medio de una fuerte crisis social y econó­mica. Teniendo en cuenta que hacía pocos días que se había producido un incen­dio de gran magnitud, el 3 de noviembre del año pasado, causando pérdidas millo­narias a 30 permisionarios víctimas y 15 locales afecta­dos. En ese sentido, señaló que al asumir el cargo, lo hizo cargando una mochila muy grande y pesada, por­que se tenía que buscar una solución más rápida para los damnificados, sumado a sinnúmeros de problemas que tiene el Mercado 4. En este marco, Villalba señaló que se establecieron una línea de prioridades, que iban en el siguiente orden: seguridad, combate a la corrupción, higiene, bus­car encausar al Mercado al dinamismo porque quedó atrasado en el tiempo.

UN PLAN

Villalba explicó que cuando arrancó su gestión lanzó un plan que en su momento fue muy cuestionado por algu­nos sectores, que tuvo que ver con el gran censo, no solo para saber la cantidad real de permisionarios, sino además un censo estructural, para conocer sus falencias, y un censo cartográfico para saber cómo estaba distribuido en el espacio de la vía pública. Lo cual permitió conocer las conductas inadecuadas y las faltas de prevención reinante en el sitio.

“Entonces, cuando tuvi­mos los resultados, no nos quedó otra opción que entrar con mano dura y firmeza, metiendo a la Ande para que ingrese a controlar los pues­tos. Resultado de esto fue que se redujeron en impor­tante porcentaje las conexio­nes clandestinas y se logró instalar más de 120 nuevos medidores en el mercado”. Otro aspecto de trabajo bajo su administración ha sido la liberación de las bocas hidrantes, un problema que viene de lejos: de las 15 bocas hidrantes que tiene la Essap en el radio de 8 manzanas, ya se ha logrado la liberación de 10, incluido el polémico caso del puesto de venta de doña Chiquita, que llegó a enca­denarse a la boca hidrante para que no le saquen de su lugar. Villalba hizo hinca­pié en el reconocimiento del apoyo mediático que recibe su gestión, no solo para dar a conocer el trabajo que viene realizando, sino que además como garantía para mante­ner la transparencia en su administración. “El fuerte apoyo mediático, sumado a la fuerte autoridad moral con la que venimos a ejercer esta administración, porque hemos cortado con todo tipo de dádivas.

He prohibido que se pague a los inspectores y fiscaliza­dores, acá ya no se cobra nin­gún tipo de trámite admi­nistrativo. Antes había una corrupción imperante”, comentó. Indicó que el pro­ceso no ha sido fácil, pero que, solo poniendo mano fuerte, y mucha transparen­cia, abriendo las puertas a todos para mostrar cuál es la situación real de la adminis­tración, está permitiendo que hoy se comience a ver los primeros resultados posi­tivos. Asimismo, destacó la implementación de un sis­tema informático con mayo­res barreras para evitar la vulnerabilidad, permite que lo recaudado ingrese real­mente a las arcas y ya no vaya al bolsillo de los recau­dadores. “Hemos logrado un aumento considerable de las recaudaciones del 35 al 40% desde que asumi­mos a la fecha. Nosotros publicamos e informamos mensualmente a la Inten­dencia cómo van las recau­daciones. Solo en el mes de abril tuvimos un aumento del 35% más de recauda­ción que en abril del año pasado”, precisó.

EL FUTURO

Por otra parte, Villalba habló de algunos planes a futuro para mejorar las condiciones del mercado. Uno de ellos es lograr que la unidad de lim­pieza pase a depender exclusi­vamente de la administración del Mercado 4, ya que actual­mente depende de la Unidad de Aseo Urbano Municipal.

El otro proyecto en el que ya están comenzando a tra­bajar es en la instalación de una estación de bomberos de la Policía Nacional, que brinde atención exclusiva al Mercado 4.

Para ello, ya se ha recupe­rado un terreno municipal que estaba bajo dominio pri­vado, sobre la calle Ana Díaz, tras varios años de litigio. Finalmente indicó que el gran desafío que se tiene es volver a retomar el convenio que se tiene con Itaipú Binacional, para la conclusión del edifi­cio central del Mercado 4. Una obra que quedó abandonada y cuya ejecución llegó al 55%.

“UNA BOMBA DE TIEMPO”

El Mercado 4 siempre ha sido considerada como una bomba de tiempo, debido al hacinamiento de personas, la falta de seguridad en las conexiones eléctricas, y un sinfín de acciones preven­tivas han generado varios siniestros que han causado pérdidas millonarias, pero por la gracia de Dios sin víc­timas fatales que lamen­tar. Uno de los hechos más recordados fue el incen­dio que consumió por com­pleto el local “Aldito Comer­cial”, ubicado en el corazón mismo del Mercado 4, ocu­rrido durante la madrugada a causa de un cortocircuito. Además de varios otros prin­cipios de incendios que fue­ron controlados, incluso el último gran siniestro ocu­rrido el 3 de noviembre del año pasado, que consumió unos 15 locales y dejó millo­narias pérdidas.

“Vine antes de la Guerra Civil del 47″

ANTONIO GODOY - Vendedor de tabaco

El rubro que persiste, pese al contrabando, es la venta del tabaco puro, encontramos tomando mate a don Antonio Godoy, vendedor de tabaco desde hace 77 años, comenzó con su padre cuando tenía 7 años.

“Yo vine al mercado allá por 1945, cuando era mitã'i, antes de la revolución civil del 47 ya estaba trabajando. Siempre nos dedicamos a la venta del tabaco porque era el negocio de mi papá. Yo comencé vendiendo verduras y mandioca de niño, pero luego cuando mi papá murió yo me encargué del nego­cio. Yo soy mercadero eterno, más de 70 años”, indicó.

“Dios me mostró en sueño para vender remedios yuyos”

JULIA TORRES - Vendedora medicina natural

Uno de los rubros más conocidos y populares del Mercado 4, luego de las frutas y verduras, es de hecho la medicina natural. Entre las vendedoras más antiguas está doña Julia que hace 43 años trabaja en el Mercado 4. Indicó que con 18 años comenzó primero como vendedora, luego se quedó sin tra­bajo y por la providencia de Dios que le mostró en sueño, comenzó a trabajar en el rubro de medicina natural. “Entregué mi vida y juventud trabajando acá. Un día me quedé sin trabajo y por la gra­cia y misericordia de Dios, Él me mostró en mi sueño para vender remedios. Con este trabajo mantengo a mi familia, uno de ellos hoy día se recibió de topógrafo”, indicó.

“Gracias a mi mamá yo estoy trabajando acá”

BERNARDA ROMÁN, “LUCY” - Vendedora de frutas y verduras

El Mercado 4 comenzó su activi­dad comercial con las vendedo­ras de frutas y verduras que lle­gaban desde el interior del país. En muchos casos, este rubro continúa gracias a la herencia familiar, como es el caso de ña Lucy que lleva trabajando desde niña hace más de 40 años, cuando su madre la trajo para ayudarla en su puesto.

“Gracias a mi mamá yo estoy trabajando acá, y gracias a Dios nos está yendo muy bien. Gracias a mi trabajo crié y eduqué a 3 hijos. Con mi mamá vinimos todos sus hijos a trabajar en el mercado, pero yo soy la que continúo con el puesto, porque los demás ya tienen sus negocios”, comentó.

“Nos ha ido bien, no me puedo quejar”

LEANDRO GALEANO - Vendedor de panificados

Recorriendo los pasillos del mer­cado encontramos a don Lean­dro Galeano, un hombre que ya peina canas, pero aún con mucha fuerza firme en su puesto de venta de panificados. Indicó que trabaja en el rubro hace más de 35 años. “Con mi familia comenzamos a vender hamburguesas, panchos acá en el Mercado 4, y luego mis hijos se quedaron a cargo de ese negocio y yo me dediqué a vender panes, galletas y productos secos. Estos años nos ha ido bien, no me puedo quejar, yo compro de la fábrica los panes y luego los traigo a vender aquí en mi puesto, la gente ya me conoce y tengo mi clientela”, expresó.

“Cuando comenzamos fue difícil”

LUÍS RIVEROS - Comerciante boliviano

Uno de los emblemáticos espacios del Mercado 4 es la feria de los bolivianos, donde la colectividad se dedica a la venta de prendas de abrigo. Luis Riveros comentó que trabaja en el mercado hace más de 25 años. “Cuando comenzamos éra­mos unas 10 a 15 personas, y así fuimos creciendo. Como en todo, cuando comenzamos fue difícil. Pero actualmente esta­remos unas 1.000 personas entre familia y colegas trabajado­res, pero también estamos esparcidos por otros departamentos del país que se dedican a otros rubros, también hay zapateros, médicos, costureros, que estamos trabajando gracias a la soli­daridad de los paraguayos” comentó.

“Lluvia, frío o calor pasamos nosotros acá”

LEOVIGILDA DE CABAÑAS - Vendedora de remedios yuyos

Otro punto típico del Mer­cado 4 es el Paseo de los Yuyos. Entre las vendedoras encon­tramos a la señora Leovigilda que lleva trabajando en el lugar hace 22 años, con sol, lluvia, frío, calor, ofreciendo sus productos a los que pasan. “Hace 22 años que estoy aquí en el mercado, día a día nos dedicamos a vender nuestros remedios yuyos procurando salir adelante. Si bien, la pandemia nos afectó muchísimo, pero igual continua­mos, porque tengo que sacar adelante a mi familia, tengo 5 hijos y gracias a mi esfuerzo ellos están estudiando, y hoy día traba­jando. Con lluvia, frío o calor, de todo pasamos nosotros acá en el mercado, pero igual seguimos”, indicó.

De los caóticos pasillos a las pantallas de más de 150 festivales

Tana Schémbori y Juan Carlos Maneglia.

El Mercado 4 es hoy uno de los lugares que genera interés turístico, sobre todo luego de la exitosa película “7 cajas” de Juan Carlos Maneglia y Tana Schémbori.

El populoso Mercado 4, pese a su caótica infraestructura, es hoy uno de los puntos de mayor interés para conocer en el Paraguay y pese a no estar reconocido por la Secretaría de Cultura, ni de Turismo, este centro comercial popular es uno de los principales atrac­tivos para los turistas, sobre todo luego de la exitosa pelí­cula paraguaya “7 Cajas” que llevó el Mercado 4 a las panta­llas de todo el mundo. Ha ins­pirado a cineastas, producto­res de audiovisuales, y se han realizado un sinnúmero de grabaciones de spots publici­tarios en sus pasillos. Entre las películas paraguayas además de la reciente exitosa “7 Cajas” (2.012), que se exhibió en más de 150 festivales de cine en el mundo, también se grabó ahí la icónica película “La Burre­rita de Ypacaraí” (1962), con Armando Bo e Isabel Sarli. Así como la película “4 Migran­tes” (2018) de Augusto Netto, que trata sobre la migración extranjera y la diversidad cultural reinante en el Mer­cado 4. De ello hablamos con Juan Carlos Manegia y Tana Schémbori .

AMOR A PRIMERA VISTA

Maneglia recordó que la histo­ria nace allá por 1991, cuando ambos productores trabaja­ban con el conocido programa de investigación “El Ojo”. Indicó que uno de sus capítu­los se llamó “Trabajadores de la noche”, y fue la ocasión que los llevó a grabar el programa en el Mercado 4.

“Fuimos a grabar de noche, y yo aluciné con ese lugar de noche. Recuerdo que le dije a Tana, acá tenemos que venir a hacer una película algún día, porque este lugar es impresionante. De día es maravilloso, pero de noche tiene totalmente otra dimen­sión. Luego, años después, comencé a escribir la historia porque tenía un punto de par­tida, y le comenté a Tana y le encantó la historia”, comentó. Indicó que para escribir el guión le ayudó mucho ir a recorrer el mercado y cono­cer a su gente. Fue así que eli­gió al personaje del “carreti­llero” como el protagonista, por ser la figura emblemática del Mercado 4 y armamos la historia en función a eso. “El mercado es un mundo mara­villoso, con gente noble, ima­gínate que durante los 45 días de grabación no se perdió un solo alfiler. Es un lugar donde hay personajes tan diferentes al mundo que vivimos. Hay de todo en ese lugar”, expresó.

RESPETO MUTUO

Tanto Maneglia y Schémbori reconocieron la calidad de la gente, señalando que, si bien al principio les costó un poco comenzar a trabajar porque no entendían muy bien de qué se trataba, y que significaba varias horas de grabación. Entonces, para no perjudi­car el negocio de los comer­ciantes, les compraban sus productos del día, para que ellos no pierdan dinero por las horas que llevaban adelante la grabación.

Pero luego, con el correr de los días, los trabajadores del mer­cado fueron entendiendo la temática y entendía que ellos también estaban trabajando, entonces se generó un respeto mutuo por sus labores.

“Los mismos mercaderos decían que cuando termine la película tenían que conse­guir. Pero algo emblemático ocurrió, y hasta ahora tengo la foto, cuando estrenamos la película teníamos miedo de la piratería. Pero fueron ellos, los conocidos vendedores de dis­cos piratas en el mercado, los que nos defendieron, tal es así que en sus puestos había carteles que decía: Acá no se vende ‘7 Cajas’, ¡no insista carajo! Entonces ellos fueron otra vez los que más defendían la película”, acotó Maneglia.

Schémbori señaló que el Mer­cado 4 ha dejado profundas marcas en sus vidas, tal es así que recientemente grabaron un spot en el lugar y volver des­pués de año le generó mucho sentimiento que la hizo llorar. “Ese lugar tiene algo mágico, su gente por supuesto, no sé cómo describirlo, por un lado, ese caos y desorden y, por otra parte, esa calidez de la gente. Primero fue difícil grabar, pero luego hubo un respeto y como un orgullo de que ellos se hicieron dueños de la película, porque sentían que era parte de ellos”, indicó.

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