Nadie duda de que las nuevas tecnologías hayan supuesto un avance trascendental en la forma de vida de nuestro tiempo, facilitando y simplificando tareas que en otras épocas resultaban complejas y largas. En los últimos veinticinco años las nuevas tecnologías de la comunicación han irrumpido en nuestras vidas convirtiéndose en un elemento fundamental del ocio y el tiempo libre. Se trata de una industria que trasciende lo técnico, los videojuegos forman parte de la cultura.
- Por Fabiola González
- Fotos: Ilustraciones y gentileza
Cannabis, alcohol, heroína o cocaína son las adicciones más conocidas, en cambio se demostró que los mismos síntomas que producen estos problemas se soportan con otras dependencias, el entretenimiento puede resultar una trampa mortal.
La OMS ha incluido de manera oficial desde el mes de febrero, la adicción a los videojuegos como una enfermedad mental en su apartado de desórdenes mentales, con consecuencias que se reflejan a nivel psicológico y físico.
Hoy en día, los videojuegos suponen una referencia clave de interacción, y en particular para jóvenes y adolescentes. El Dr. Marcos Capurro, médico psiquiatra, es tajante al señalar que el uso excesivo, sin límites e incontrolado puede producir, en personas vulnerables o no, un cuadro con características similares a las conocidas “adicciones químicas”.
–¿Cuándo hablamos de adicción?
–La adicción es un conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognitivas en el cual el consumo de una droga o, en este caso, comportamientos adquieren máxima prioridad, mayor incluso que cualquier otro tipo de hábitos que tuvieron el valor más alto.
–¿Existe la adicción a los videojuegos?
–Existe. Se da cuando se presenta un comportamiento persistente o recurrente de juego, ya sea online u offline, que se manifiesta a través del deseo, a menudo fuerte y a veces insuperable, tolerancia, abstinencia, abandono de otras actividades de placer y persistencia en el consumo a pesar de evidentes consecuencias perjudiciales en ámbitos personal, familiar, social, académico y/o laboral.
–¿Cuándo debemos sospechar que existe adicción? ¿Cuáles deben ser los signos de alarma?
–Cuando se registra un distanciamiento progresivo de las relaciones familiares y sociales, muchas veces el discurso del jugador gira de forma permanente en temas relacionados al videojuego, se presentan problemas de desempeño académico y otros como insomnio, irritabilidad, mentira y manipulación sobre el tiempo de uso real. Ansiedad, inquietud, ira o agresividad al suspender la actividad.
DATO: Expertos en salud mental y organizaciones en defensa de los derechos de los menores reclamaban esta distinción a la OMS desde hacía años. Por su parte, la industria del videojuego vio “precipitada” esta decisión.
Capurro, vicepresidente de la Sociedad Paraguaya de Psiquiatría, refiere que 9 de cada 100 personas que consumen de forma recreativa videojuegos desarrollarán adicción a este tipo de entretenimiento.
–¿Qué logra una persona con los videojuegos?
–Si analizamos la conducta podemos hallar una desconexión de la realidad, alivio de emociones negativas, recompensa a corto plazo, facilitación de relaciones “sociales”, personalidades ficticias, inmediatez de conexión, facilidad de acceso, dinamismo.
–¿Cuándo estamos a tiempo de controlar esta adicción?
–Siempre se ha dicho que la mejor modalidad y más efectivo tratamiento es el preventivo en los adolescentes. Podemos orientar el tratamiento preventivo en cinco áreas: tiempo de uso, privacidad, contenidos, familia y psicoeducación. Establecer y consensuar las normas de uso y supervisión, programar los horarios de utilización evitando los tiempos próximos al descanso. Hacer del uso un premio o privilegio no un derecho, utilizar mensajes recordatorios en la pantalla sobre otras actividades y tareas, así como del tiempo utilizado. Compartir la afición con la familia. Separar realidad de ficción.
–En reiteradas ocasiones se relacionaron tristes episodios internacionales de tiroteos donde los videojuegos violentos estuvieron en punto de mira, ¿podría considerarse esto como razonable?
–No hay una respuesta absoluta en esto, pero el videojuego está lejos de ser culpable de estos hechos, no hay evidencia que esa actividad te inculque pensamientos a que realices estos actos, como mucho podría convertirse en un desencadenante, pero claramente debe existir un contexto de vulnerabilidad que te haga predisponente a cometer estos hechos.
–Hace un tiempo atrás algunos adolescentes respondían las ganas de en un futuro realizarse como futbolistas, ingenieros o abogados, hoy muchos de estos responden las intenciones de ser un gamer, ¿deberíamos estigmatizar el juego?
–Estigmatizarlo no, hay países en el mundo donde se tienen entusiastas del juego, la profesionalización de esto fue incluso sometida a estudios, un ínfimo porcentaje decide competir de manera amateur, y uno todavía más bajo termina haciéndolo de manera profesional, el razonamiento que se debe indicar en estos casos es que podés tener el talento para eso sin la necesidad de descuidar otras áreas que sí puedan generarte ingresos fijos.
–Con una industria así de creciente, un reciente encierro y la necesidad del acceso a la tecnología, ¿es imposible considerar que los videojuegos ofrezcan algún beneficio?
–Es trascendental respetar las normas de uso, hay límites de edad para cada juego, no es lo mismo uno que se ofrezca a un público de 22 años en adelante pero que lo estén utilizando niños de 6. Con sistemas de seguridad e instrumentos de control acordes puede resultar provechoso. Es una alternativa de ocio.
–¿La adicción llevada al extremo tiene un nombre?
–Al síndrome lo conocemos como hikikomori, son personas que viven completamente aisladas en sus casas, sin ningún tipo de contacto social. Hiki: atrincherarse / komori: entrar.
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“Se debe entender que el enfermo no es responsable de su enfermedad”
- Por Jimmi Peralta
- Fotos: Roberto Zarza/Archivo
El pasado 26 de junio se recordó como cada año desde 1987 el “Día internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas”. La Nación/Nación Media conversó con el Dr. Manuel Fresco, psiquiatra especializado y director del Centro de Atención Integral de Salud Mental y Adicciones, quien explicó parte de la problemática actual, compartió un diagnóstico de la situación del país y desde su experiencia habló sobre esta realidad lacerante.
Sin ahondar en la problemática del tráfico y la producción, hoy la realidad muestra que el consumo problemático de sustancias está creciendo y el Estado, que antes no tenía capacidad de confrontar este difícil problema, hoy se encuentra con un desafío al que no puede siquiera dimensionar correctamente.
El Dr. Manuel Fresco conceptualiza el problema de las drogas desde la lógica de oferta y demanda, y observa con especial preocupación el avance en el consumo del clorhidrato de cocaína.
–¿Cuál es la definición médica de la adicción?
–No todas las personas que consumen sustancias desarrollan dependencia o algún tipo de patología relacionada de estas, donde lo más grave es el tema de las dependencias. Y la dependencia tiene varias características que son los indicadores que marcan que esta persona no está pudiendo controlar su consumo. Tiene una incapacidad a la abstinencia y una incapacidad a detener el consumo cuando esto comienza. Está la gente que consume todos los días y los que dicen “yo no consumo todos los días porque trabajo de lunes a viernes, solamente el fin de semana me doy el permiso”, pero resulta que cuando consume pierde el control y no puede parar.
–¿Entonces no todos los que consumen sustancias van a ser adictos?
–Aquí tenemos que hablar de los factores de predisposición. Como cualquier enfermedad, la dependencia genera diferentes impactos en diferentes personas. Y ahí está la vulnerabilidad biológica, las cuestiones psicológicas de personalidad, la historia familiar, etcétera. Incluso dentro de una misma familia hay hermanos que consumen, dos de ellos no tienen problemas y uno de ellos sí.
–¿Existe una droga de inicio?
–Habitualmente la droga de inicio es el alcohol, que es una droga legal publicitada, está en la casa, los chicos ven cómo los adultos consumen, muchas veces los niños ya comienzan la experimentación con el alcohol para saltar de ahí a la marihuana, que en general hasta ahora sigue siendo la primera droga ilícita que se consume.
–¿Y varió la incidencia de alguna droga en los últimos años?
–En los últimos años la presencia de la cocaína, que años más atrás era rara porque era muy cara, era el champagne de la droga, la droga del ejecutivo, y por eso estaba destinada a gente que tenía una capacidad adquisitiva para comprarla, en este momento es sumamente barata. Y después apareció la cocaína fumable, el chespi, el crack, etcétera, que en realidad no es crack, sino que es una mezcla de cosas que ahora se le está llamando cocaína fumable porque tiene muchas sustancias, incluso hay investigaciones para saber qué es lo que se oferta como chespi.
NIVELES DE INTERVENCIÓN
–¿Cuál es el discurso con respecto a la experimentación social con sustancias?
–Hay diferentes niveles de intervención que tienen diferentes objetivos y normalmente se habla de prevención primaria, secundaria y terciaria, o prevención universal, selectiva e indicada, que son conceptos sanitarios, que hacen referencia a que yo, con la prevención primaria o universal, lo que busco es evitar que la gente comience a consumir. El segundo nivel es la prevención secundaria, que es lo que se denomina la intervención para hacer el diagnóstico precoz, quiere decir preparar a la gente a ciertos dispositivos para que tengan la posibilidad y la capacidad de entender que un chico en el colegio que está teniendo problemas académicos o un chico en la casa o en la calle o donde sea, que está teniendo algunas conductas que son atípicas, entonces se pueda pensar a intervenir precozmente para hacer el diagnóstico.
–¿Y la prevención terciaria?
–Es cuando la enfermedad ya se diagnosticó tardíamente y entonces ya tenemos una persona con dependencia, con todos los problemas que genera la dependencia al término de deterioro familiar, social, del abandono de la cuestión educativa, etcétera, y es donde está la persona dependiente o lo que se le llama comúnmente adicto. Ahí entran los dispositivos sanitarios. Ese nivel ya es de responsabilidad de salud pública, para que oferte una posibilidad accesible al tratamiento. Y hay otro nivel también importante a tener en cuenta, que es un nivel muy cuestionado, que se denomina en salud pública reducción de daños, que se aplica cuando el paciente dice que no puede o no quiere dejar el consumo, entonces se busca que el paciente se drogue en condiciones sanitarias más cuidadas, que tiene que ver con la calidad de la droga, que no comparta jeringa, el sexo con protección, etc.
POSIBILIDADES
–¿Cuál es el abordaje cuando llega un paciente?
–Las posibilidades van a depender de la predisposición del enfermo o de la enferma. Si viene una persona que está conciente de que tiene un problema de drogas y desea dejar de drogarse, entonces ahí uno puede aplicar un proyecto terapéutico de abstinencia. Porque también el tema está con dos paradigmas en el campo sanitario, que es el de tolerancia cero o el programa de abstinencia, y el otro programa de reducción de daños. Entonces, si el paciente quiere dejar, uno puede trabajar con una desintoxicación que puede ser inicial o la desintoxicación puede ser gradual, ambulatoria, hay diferentes modalidades, no necesariamente tiene que internarse.
–¿Y cómo es la internación en este caso?
–La internación para la desintoxicación es una internación relativamente corta, en 15 o 20 días la persona está desintoxicada. Pero la desintoxicación quiere decir que biológicamente no tiene más drogas en el cuerpo. Eso no quiere decir que estés curado y no quiere decir que no tengas ganas de volver a consumir. Entonces, después de la desintoxicación, tiene que seguir un tratamiento ambulatorio a largo plazo. Es una enfermedad que no se cura.
–¿Cómo se decide si se adopta o no este método terapéutico?
–La internación es una posibilidad eventual que tiene que ser indicada en una negociación, digamos, y en una evaluación del equipo terapéutico con el enfermo o con la enferma. En todo el mundo se recomienda que la internación sea voluntaria, pero nosotros tenemos la Ley 1340, que obliga al usuario de drogas a iniciar un tratamiento por orden judicial, que finalmente es disparatado, porque nadie hace un tratamiento obligado.
RECAÍDAS
–¿Las recaídas son frecuentes?
–Yo no conozco, y ya tengo muchos años en el campo, ningún paciente que la primera vez que decidió tratarse logró ya nunca más consumir. Entonces, los familiares tienen que saber que no hay curación. La persona que ha logrado dejar de consumir tiene que trabajar y cuidar su salud día a día. A pesar de eso, no hay ninguna garantía de que la persona que haya dejado cinco años o más tiempo y después ya no tenga una recaída. Entonces, de ahí la definición de enfermedad crónica que evoluciona por eventuales recidivas (reaparición de una enfermedad algún tiempo después de padecida).
–¿Existen trastornos mentales que comúnmente son previos o posteriores al consumo problemático de drogas?
–Puede ser. Por ejemplo: soy deprimido o tengo ansiedad o tengo insomnio y entonces alguien me dijo “metele un porro a la tardecita para dormir bien”. Entonces, tengo como un inicio terapéutico, pero después puede ser el clonazepam de mi abuela, o tomo un hipnótico, un ansiolítico, yo entro porque tengo un síntoma psicopatológico. Eso sería lo previo, pero después del consumo pueden generarse problemas como ideación paranoide, me pongo celotípico. La otra posibilidad es que alguien tenga predisposición a la esquizofrenia o al trastorno bipolar y el consumo enciende las mechas de una patología que estaba dormida.
–En relación con el consumo problemático, ¿existe una prevalencia de clases sociales en ese sentido?
–Tomando como ejemplo el alcohol, que es la droga más conocida, la diferencia de clase se da en la calidad de la droga, que marca la diferencia y la posibilidad de recuperación. Una persona que tiene medios financieros para un buen tratamiento tiene más recursos de recuperación. Pero en este momento, el rollo consume cocaína, de todos los precios y de todas las purezas. No hay esta diferencia que es solamente la gente “high” consume cocaína y el resto apenas marihuana o caña.
CLASIFICACIÓN DE LAS CONDUCTAS ADICTIVAS
–¿Qué otro tipo de hábitos de la vida actual, como los “adictos al teléfono” u otras cosas que no son sustancias, pueden ser considerados tipos de dependencia patológica?
–De hecho, el concepto de dependencia se extendió porque yo puedo ser adicto a internet, pero no soy adicto a alguna sustancia. Yo puedo ser adicto al juego, como el ludópata, y no soy adicto ni al alcohol ni a nada. Las clasificaciones actuales también contemplan estas conductas adictivas que no tienen relación a sustancias.
–¿La sobreoferta de opciones como las apuestas electrónicas o las tragamonedas crea mayor tendencia a la ludopatía?
–Te voy a hacer una metáfora agrícola. Vos tirás una semilla en donde no hay las condiciones de fertilidad, humedad y sol, esa semilla no germina. Las condiciones del terreno fértil, sea psicológico o biológico, es lo que hace que una oferta así, indiscriminada, afecte a aquellas personas que son afectables digamos.
–¿Cuál sería el diagnóstico de la situación local desde el consumo y desde la respuesta del Estado?
–Yo te digo concretamente que no sabemos la dimensión del problema. No hay ningún estudio epidemiológico a nivel de país. Entonces, no hay nada a nivel nacional, pero sí se percibe un incremento importante de la cantidad de gente, sobre todo un incremento del consumo de crack, de cocaína fumable, que es algo que deteriora mucho más rápido que la marihuana y que el alcohol. Y tenemos una insuficiente respuesta sanitaria al problema y no solamente en drogas, tenemos una insuficiente respuesta a nivel de salud mental, porque hay una cuestión que es una realidad nacional que tenemos. Nosotros somos 150 psiquiatras más o menos en todo el país, que es harto insuficiente para las necesidades. Tendríamos que ser más o menos 600 por lo menos para tener una distribución y que no estemos todos en las grandes ciudades. Yo creo que estamos menos peor que antes, pero no estamos bien y no vamos a estar bien tampoco a corto plazo.
–Una década atrás se anunciaba una debacle con el auge del crack. ¿Finalmente cómo está esa situación en la actualidad?
–Yo creo que lo que va a pasar es que va a empeorar la situación epidemiológica en la medida en que la oferta sanitaria no sea efectiva. Porque si alguien quiere consultar en el Centro de Adicciones te van a dar turno para dentro de 45 días, en el centro de la Gobernación de Central te van a dar turno para dentro de dos o tres semanas. El tiempo de demora es demasiado importante. Va a empeorar y hay demasiada oferta.
CONSUMO MÚLTIPLE
–¿Qué prevalencia tiene el alcohol en el universo del consumo problemático?
–El alcohol está al comienzo, está en el proceso y está al final del consumo de drogas ilegales. El diagnóstico más común que tenemos es el que corresponde el código F19: trastorno mental y del comportamiento por consumo de múltiples drogas. La mayoría de los pacientes que vienen consumen alcohol, que no es la droga más importante de su adicción, pero realizan una asociación alcohol-cocaína. Entonces, sigue siendo la droga más consumida y el riesgo más importante, porque está asociada a un montón de problemas. La gente se asusta todavía cuando ve a alguien jalando o fumando marihuana, pero los fines de semana sin problemas ve en las estaciones de servicio gente tomando alcohol.
–¿Cuál es la edad de inicio más precoz que se suele encontrar?
–Yo te voy a dar un dato que corresponde al Centro de Adicciones del Ministerio de Salud. El niño más pequeño que atendimos tenía 8 años, un niño de alta vulnerabilidad por estar en situación de calle. Después ya vienen niños que no están en situación de calle que tienen 10 años, 11 años, no son muchos, pero hay. La franja etaria de mayor densidad que tenemos está entre los 15 y los 25 años, y no hay muchas diferencias entre varones y mujeres.
ENFERMEDAD CRÓNICA
–¿Qué implica convocar al tratamiento a alguien y al mismo tiempo decirle que es una enfermedad que no se cura?
–Paradójicamente uno tiene que tratar, uno tiene que educar tanto al dependiente como a la familia respecto a que la adicción es una enfermedad crónica. Si te vas a la consulta y me decís “no puedo dejar, me están por echar del trabajo y quiero dejar, me quiero internar”, yo te tengo que explicar que si vos sos dependiente, te vas a internar para desintoxicación, pero después las ganas de jalar no se te van a ir de la cabeza, porque la gente cree que cuando se desintoxica va a pensar distinto, y no pasa eso.
–¿Y cuál es el siguiente paso?
–Uno tiene que trabajar el concepto del problema para poder entender que va a estar mejor obviamente, pero después va a tener que ser un trabajo cotidiano de laboratorio, durante mucho tiempo, y ese tiempo permite que, si hay adherencia terapéutica, se vaya trabajando educativamente al dependiente y a sus familiares, porque los familiares también se enferman. Entonces, hay codependencia y a veces la familia está peor que el enfermo. Por lo tanto, también la familia tiene que entrar en el proceso, porque la familia también se ilusiona cuando viene con la idea de que se va a curar.
INICIO DEL TRATAMIENTO
–¿Cómo arranca entonces ese primer vínculo con lo terapéutico?
–El tratamiento de cualquier caso puede y debe comenzar con lo que es la consejería. No hay tratamiento de urgencia para la dependencia. El proceso de desintoxicación también es especial. No se hace en cualquier parte, el paciente tiene que estar medicado, tiene que pasar por un proceso en el que tenga actividades, donde se le explica a él y a la familia, entonces ahí hay más chance de que eso tenga un seguimiento posterior. Es diferente que cuando todo rápido un día se le internó al paciente y al día siguiente el chico se escapó.
–¿Qué rol cumple la familia en estos casos?
–Hay que ver caso por caso. Como principio, es cierto que es una enfermedad y es cierto también que el paciente no se convirtió en un enfermo porque eso es lo que buscaba, o sea, no es que se enfermó porque buscaba enfermarse, se enfermó porque comenzó a consumir por un motivo que sea y al final cuando se dio cuenta, ya estaba dependiente, se le generó un problema con relación a su consumo. Se debe entender que el enfermo no es responsable de su enfermedad. No es responsable, aunque la gente diga “él se hizo porque él nomás consume, nadie le obligó”, etc. No es responsable desde el punto de vista de que no fue voluntario, eso le pasó. Pero una vez que le pasó, la posibilidad de recibir o no tratamiento sí depende de su voluntad.
–¿Cómo se debe actuar en estos casos entonces?
–La familia tiene que poner condiciones para la estadía o presencia en la casa del enfermo, él tiene que acatar las reglas de la casa. Porque si no el control de la casa y la administración de la familia la tiene el enfermo, porque la familia tiene que coimear a la policía cada vez que le llaman, tiene que pagar a un abogado, tiene que pagar la internación, etc. Entonces, forma parte de la codependencia cuando uno organiza su vida alrededor de la vida del enfermo y eso es una enfermedad del entorno.
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Coincidencia: la ética de la IA preocupa a la Unesco y al Vaticano
- Por Ricardo Rivas
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza/AFP
Muchas grandes obras calificadas de “ficción distópica” advierten sobre agobiantes prácticas políticas y sociales que desde el poder se planifican y gestionan hasta nuestros días. ¿Ficción distópica o advertencia sensata?
Tal vez la Inteligencia Artificial (IA) –así, las dos con mayúsculas como iniciales– sea la primera movida tecnológica fuerte del siglo XXI. Después, seguramente, la aldea global conocerá otras que quizás tendrán menor impacto social porque serán menos las personas que puedan recordar y contar cómo transitaron los avances arrolladores casi sin pausas que se conocieron desde cuando promediaba la centuria pasada. Las preocupaciones se expanden ante lo nuevo y desconocido. Los líderes en no pocos casos carecen de respuestas ante tantos interrogantes y, lo que añade complejidad social, hay incertidumbre sobre lo que viene.
La Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) procura amortiguar los efectos y consecuencias no deseadas de la innovación. Desde largo tiempo –a propósito de la irrupción de la IA y su expansión– analiza la situación. Y lo hace desde el reconocimiento de “las repercusiones positivas y negativas profundas y dinámicas de la IA en las sociedades, el medio ambiente, los ecosistemas y las vidas humanas”, pero “en particular” pone especial énfasis en la afectación que ese desarrollo en particular produce “en la mente humana, debido en parte a las nuevas formas en que su utilización influye en el pensamiento, las interacciones y la adopción de decisiones de los seres humanos” y cómo “afecta en la educación, las ciencias sociales y humanas, las ciencias exactas y naturales, la cultura, la comunicación y la información (…) para contribuir a la paz (para) asegurar el respeto universal a la justicia, a la ley, a los derechos humanos y a las libertades fundamentales que se reconocen a todos los pueblos del mundo”.
En ese contexto, desde el 23 de noviembre de 2021, los Estados miembros de la Unesco acordaron y emitieron un documento de plena vigencia al que llaman “Recomendación sobre la ética de la Inteligencia Artificial”. Treinta y un meses pasaron desde entonces. Las preocupaciones crecen. A la Inteligencia Artificial (IA) el papa Francisco la considera “un instrumento fascinante y tremendo”. El Estado Vaticano es miembro observador en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en la Unesco. Sigue esos debates con particular atención.
De allí que el pontífice así se expresó ante los “líderes del Foro Intergubernamental del G7″, un puñado de días atrás, cuando se reunieron en Borgo Egnazia, Apulia, Italia. Con atención extrema y en profundo silencio, lo escucharon la anfitriona, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni; y sus homólogos Justin Trudeau, de Canadá; Emmanuel Macron, de Francia; Olaf Scholz, de Alemania; Rishi Sunak, del Reino Unido; Fumio Kishida, de Japón; Joe Biden, presidente de los Estados Unidos; Ursula von der Leyen y Charles Michel, de la Unión Europea. El líder religioso de los católicos –también jefe de Estado de una monarquía teocrática– destacó luego ante sus pares que la IA es un “producto extraordinario del potencial creativo que poseemos los seres humanos”.
CRECIENTE INFLUENCIA
Luego de puntualizar cuáles son algunos de los espacios en los que ese desarrollo tecnológico se aplica con fines diversos –aunque como supuesto– estimó que “su uso influirá cada vez más en nuestro modo de vivir, en nuestras relaciones sociales y en el futuro, incluso en la manera en que concebimos nuestra identidad como seres humanos”. Pero con su reflexión fue más allá. Francisco, como supuesto aglutinante, expresó que los allí reunidos “aunque en diferente medida, estamos atravesados [y relacionados con la IA] por dos emociones: somos entusiastas cuando imaginamos los progresos que [de ella] se pueden derivar (…), pero, al mismo tiempo, nos da miedo cuando constatamos los peligros inherentes a su uso”.
Coincidente con los contenidos de la recomendación de la Unesco –aunque con tono precautorio– admite que “no podemos dudar, ciertamente, de que la llegada de la inteligencia artificial representa una auténtica revolución cognitiva-industrial, que contribuirá a la creación de un nuevo sistema social caracterizado por complejas transformaciones de época”. Para fortalecer su argumentación y a modo de “ejemplo” enumera que la IA “podría permitir una democratización del acceso al saber, el progreso exponencial de la investigación científica, la posibilidad de delegar a las máquinas los trabajos desgastantes”, pero advierte que también “podría traer consigo una mayor inequidad entre naciones avanzadas y naciones en vías de desarrollo, entre clases sociales dominantes y clases sociales oprimidas” y no duda en señalar que ello supone un “peligro” para la construcción de “una cultura del encuentro” por la que aboga incluso desde tiempos anteriores a la casi docena de años que se extiende su papado y, por tanto, cree que puede favorecer el desarrollo y la consolidación de “una cultura del descarte”.
Desde ese lugar, entonces, propone a los líderes y lideresas que lo escuchan “una reflexión a la altura de la situación” porque “los beneficios o los daños que esta [la IA] conlleve dependerán de su uso” y, en su parecer, “el uso de nuestras herramientas [creadas a lo largo de la historia] no siempre está dirigido unívocamente al bien”. ¿Pesimismo papal?
LA GUERRA DE LOS MUNDOS
Orson Wells (1915-1985), cuando era un joven de 23 años, el domingo 30 de octubre de 1938, a las 20:00, en los Estados Unidos, interpretó “La guerra de los mundos”, en un radioteatro con el que adaptó para relatar en ese formato un capítulo de una novela de Herbert George Wells (1866-1946) con el mismo título, que se emitió a través de la red de emisoras de la Columbia Broadcasting Sistem (CBS). Lo que Orson –una persona lúcida comprometida con su tiempo– imaginó como actor y radiodifusor, sucedió. Su trabajo tuvo altos niveles de audiencia y fuerte impacto en el conjunto social porque el relato daba cuenta de la llegada a la Tierra desde Marte de naves extraterrestres cuyos ocupantes –”los marcianos”– procuraban invadir el planeta y esa intención desató una guerra contra los invasores de graves consecuencias.
Con el paso de las horas y de los años, algunos relatos de aquel suceso, totalmente falsos, dieron cuenta de que la emisión aterrorizó a la población norteamericana hasta el punto de entrar en pánico y saturar con sus llamadas a las centrales telefónicas de la policía en demanda de auxilio. Hasta nuestros días en el Van Nest Park de Grover’s Mill, New Jersey, relativamente cerca de New York City, se recuerda aquel suceso con una placa en el punto exacto donde “aterrizaron” las naves marcianas agresoras.
Un relato falso de toda falsedad cuando la radiotelefonía era significada como el más novedoso desarrollo tecnológico en esos años ingresó de lleno y para siempre en la memoria del mundo que recuerda una invasión que, si bien nunca existió, fue suficiente para construir una amenaza para la humanidad por parte de una civilización de la que se desconoce si existe.
¿Hubiera sido posible sin la radio? Cuarenta y un años antes, Guillermo Marconi, el 14 de mayo de 1897, realizó la primera comunicación inalámbrica abierta de la historia que fue desde el canal de Bristol en Inglaterra hasta la localidad de Penarth, en Gales. “Estás preparado”, el mensaje de dos palabras emitido recorrió con éxito los 6 kilómetros que separaban las dos localidades. Fue recibido alto y claro. Aquel enorme avance tecnológico en un breve lapso de tiempo devino en una herramienta de enorme valor para el rescate de los náufragos del Titanic, el 15 de abril de 1912, y del Lusitania el 7 de mayo de 1915. Dos catástrofes que también se inscribieron para siempre en la historia marítima.
La radio era lo más. A tal punto que Marconi y el físico alemán Carl Ferdinand Braun en 1909 recibieron el Premio Nobel de Física por la contribución a la humanidad de aquel desarrollo tecnológico que tanto fue aplicado cuando graves emergencias y catástrofes para resolverlas o amortiguar sus efectos negativos como para desarrollar operaciones de producción de sentido para bien o para mal. ¿También entonces había quienes creían que posible es todo?.
EL GRAN HERMANO
Eric Blair, nacido en la India en 1903 y fallecido en Londres en 1950, es conocido y reconocido en los ecosistemas literario y académico como George Orwell y por un título fundamental de su autoría para quienes asumimos la ciencia de la comunicación como una pasión. Educado en Eton –donde no toda la población de la Gran Bretaña puede hacerlo– es el autor de “1984″, un texto al que muchos definen como una novela política de ficción distópica, que fue publicada el 8 de junio de 1949. En sus páginas nace la idea del Gran Hermano o Hermano Mayor, gestado primero y asociado después con el panoptismo que cuando finalizaba el siglo XVIII construyó el filósofo Jeremy Bentham, que hizo foco con sus estudios sobre las estrategias de vigilancia, poder y control que el capitalismo procuraba aplicar sobre obreros y obreras para optimizar producción y rentabilidad.
Bentham descubrió que aquellos objetivos se tenían presentes a la hora de diseñar y construir establecimientos industriales. Orwell, que profundizó en el estudio de aquellos conceptos, encontró en ellos el gen de muchas de las agobiantes prácticas políticas y sociales que se desde el poder se planifican y gestionan hasta nuestros días. ¿Ficción distópica o advertencia sensata?
La Real Academia Española de la Lengua (RAE) llama “distopía o cacotopía” a una “utopía negativa” en la que “la realidad transcurre en términos antitéticos a los de una sociedad ideal, representando una sociedad hipotética indeseable”. De allí que “1984″, la novela de Orwell categorizada como “política de ficción distópica”, tal vez no sea incorrecto señalarla –también según la RAE– como una “representación ficticia de una sociedad futura de características negativas causantes de la alienación humana”.
¿Ficticia? Permítanme la duda, por favor. La cadena televisiva norteamericana ABC produjo y presentó entre el 31 de marzo de 1987 y el 12 de mayo de 1988 la serie “Max Headroom”. Acerca de aquel producto televisivo de consumo masivo, muchos años después, en el sitio cinefania.com, se publica la siguiente reseña: “En un futuro cercano, cuando la televisión jamás deja de emitir, el reportero Edison Carter (protagonizado por el actor Matt Frewer) y su alter ego generado por computadora, Max Headroom, luchan por mantener informado al público”. Algunos textos especializados incluyen esta producción dentro del género de ciencia ficción cyberpunk.
REALIDAD VIRTUAL
En la Argentina fue parte de la programación de canal 13 de Buenos Aires en 1989. Cada capítulo –14 en total– se proponía en el inicio como “20 minutos en el futuro”. Creada por Rocky Morton, Annabel Jankel y George Stone, el argumento, que bien podría ser categorizado como distópico con formato ficcional, relata cómo desde una localización indeterminada un imaginario grupo de poderosas cadenas televisivas se constituye como un gobierno de alcance global que para mantenerse en el poder aprueba una ley que prohíbe que se apaguen los televisores.
En aquel contexto por entonces inimaginable siquiera como desarrollo futurista posible, el periodista Carter –crítico de aquellas prácticas hegemónicas de gestión política– para protegerse de amenazas concretas y eventuales ataques personales que afectaran su integridad física, con un grupo de técnicos aliados inicia un movimiento de resistencia y resiliencia civil para informar lo que por el ejercicio del poder los poderosos quieren evitar que se sepa. En verdad, la trama que proponía aquella ficción –para nada novedosa– estaba en línea con las enseñanzas del periodista y maestro de periodistas bielorruso Ryszard Kapuściński, que durante décadas para ejercer el oficio se enfrentó a sucesivos gobiernos dictatoriales como en esa serie televisiva lo hacía el perseguido Carter.
Lo nuevo sí de aquel argumento fue que en aquellos momentos de intenso peligro personal para el protagonista y para la libertad de expresión irrumpe en las pantallas –esde algún lugar– Max Headroom, un periodista creado digitalmente para dar por tierra con las limitaciones informativas, con la censura y épicamente seguir adelante para informar, para hacer saber. Fue un éxito, aunque nadie imaginó que aquello fuera posible.
Sin embargo, y aunque en otro contexto dieciocho años más tarde –el 11 de agosto de 2018– Zhang Zhao, un informativista absolutamente humano que por aquellos años se desempeñaba en los servicios informativos de la agencia de noticias Xinhua (Nueva China) fue el modelo sobre el que se creó el que fue presentado en la Quinta Conferencia Mundial de Internet como el primer conductor de noticias virtual dotado con inteligencia artificial, capacidad para expresarse en mandarín e inglés y evidenciar expresiones y gestáltica humanas. ¡Noticia mundial! De hecho, en aquella jornada, la agencia periodística estatal de México –Notimex– reportó en su servicio informativo que “Xinhua explicó que el conductor virtual [presentado] es ya un miembro de su equipo que puede trabajar las 24 horas en su sitio de internet y otras plataformas electrónicas con reducción de costos de producción y mejora en la eficiencia”.
Interrogo al pasado. ¿Max Headroom también era parte de una ficción distópica? Tal vez, sí. ¿Cómo afirmar o negar en tiempos de prácticas sociales de realidad mixta que emergen desde el tránsito cotidiano entre realidad real y realidad virtual?
La IA es tan atrapante como preocupante. Francisco, como jefe de Estado y líder religioso, admite públicamente que su preocupación crece porque “no pocas veces, precisamente gracias a su libertad radical, la humanidad ha pervertido los fines de su propio ser, transformándose en enemiga de sí misma y del planeta”, duda y lo dice porque estima que “la misma suerte pueden correr los instrumentos tecnológicos” más novedosos. Clara coincidencia, por cierto, con Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
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Sector inmobiliario solicita que el crédito hipotecario sea una realidad
- Por Melissa Palacios
- melissa.palacios@nacionmedia.com
El crédito hipotecario es la herramienta que permitirá al sector desarrollador seguir creciendo en el marco de una demanda en alza, según detallaron desde la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (Capadei). El presidente del gremio, Raúl Constantino, sostuvo a La Nación/Nación Media que el crecimiento que se encuentra teniendo el sector incluso puede pararse o decrecer si no se logra obtener utilidades.
“Al no tenerse las utilidades, la oferta va a tener que disminuir porque el crédito es el único que permite tener una demanda”, explicó y exhortó a que esto sea una realidad en cantidad y calidad para que los desarrollos inmobiliarios sean sostenibles en el tiempo y no solamente funcionen unos años y luego caigan ante una falta de demanda.
“Dentro de esa línea se habla de que Paraguay está cerca de las 1.000.000 unidades de vivienda en déficit, pero la verdad es que hay mucho déficit de calidad. Yo creo que estaremos cerca de las 100.000 unidades que todavía necesitan crédito inmobiliario a corto plazo”, detalló.
La venida de capital del exterior es uno de los atractivos que mencionó Constantino como factor de interés de los inversionistas. “Están viniendo de Argentina, huyendo de las dificultades económicas de su país y ven en Paraguay muchas oportunidades”, enfatizó. Los incentivos no solamente son la estabilidad económica, un dólar estable, la inflación regulada o los bajos impuestos, sino también la serie de beneficios que abarcan la fórmula del triple 10.
CRÉDITO, CLAVE PARA EL DESARROLLO
Teniendo en cuenta todos estos factores, resulta fundamental que el crédito crezca y se desarrolle como el país lo necesita. “Hay mucha intención, pero todavía poca realidad. Muypoca gente puede adquirir viviendas con crédito hipotecario”, manifestó el representante del sector inmobiliario. Agregó que el 75 % del mercado está sostenido por inversores que compran unidades y el consumidor final ocupa el 25 %.Constantino consideró que la Ley de Fomento a la Vivienda es muy buena, pero falta el decreto reglamentario que defina subvenciones, ayudas, y una serie de beneficios que podría tener una persona para adquirir su casa. “Esto necesita fondearse, pero esos fondos todavía no están definidos de dónde podrían salir. Entonces es una ley que aún no ha podido ser aplicada, pero es muy interesante y buena para el sector”, precisó y añadió que se esperan mayores avances con el documento.
Expuso que hoy el mercado se concentra en la zona corporativa de Asunción y Luque, mientras que en Fernando de la Mora o San Lorenzo vienen desarrollándose proyectos a un ritmo normal en comparación a lo que se ve con las primeras dos ciudades.
Afirmó que tendría que haber incentivos para explorar nuevos sectores o barrios, para que los proyectos no se concentren solamente en algunos puntos. Además, una tarea pendiente es la revitalización del Centro Histórico. “Eso sería también muy bueno para el sector inmobiliario”, detalló.
INCENTIVAR OTROS BARRIOS
Para la Capadei es importante generar políticas en los municipios para incentivar los diferentes barrios asuncenos. Por ejemplo, con la Costanera Sur se generará un medio de comunicación vial hacia zonas como Perón, Félix Bogado, la avenida Fernando de la Mora, quinta avenida, Sajonia, entre otros.
“Hay muchas zonas que hasta hoy no han podido captar el interés de los desarrolladores. Seguramente es por el déficit en la demanda o situaciones particulares”, añadió a LN/NM. En cuanto al interior del país, apuntó que en Ciudad del Este se está dando un resurgimiento de inversiones con varios proyectos, así como en Encarnación, donde se presenta un gran movimiento a través de su Costanera.
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Minecraft festeja 15 años enganchando al mundo
Desde el lanzamiento de su primera versión hace quince años en Suecia, el juego Minecraft se ha convertido en un fenómeno global, usado por todo tipo de jugadores con fines educativos, arquitectónicos, sociales y artísticos, que van más allá del simple pasatiempo. Minecraft, que festeja sus 15 años el 17 de mayo, nació de la imaginación del sueco Markus “Notch” Persson.
Con más de 300 millones de copias vendidas, es el juego más exitoso de todos los tiempos. La AFP habló con cuatro usuarios de este videojuego de construcción con ladrillos y bloques para saber qué efecto tuvo Minecraft en su trabajo y en su vida.
La jugadora
Yang Ji-yeong se convirtió en una de las “influencer” de videojuegos más populares de Corea del Sur en la última década, con millones de seguidores en distintas plataformas como YouTube. Su principal atracción son los videos jugando al Minecraft. “Creo que el mayor activo de Minecraft es la libertad pura que ofrece. No tiene un conjunto de normas y objetivos fijos, sino que da al usuario la libertad de jugar de la forma que crean adecuada”, dice esta surcoreana de 34 años.
Sus retransmisiones, al principio solo una los fines de semana, se hicieron tan populares que le permitieron dejar su trabajo y dedicarse a ellas a tiempo completo, explicó en 2016 a la agencia de prensa local Yonhap. Casi una década después, Minecraft le sigue ofreciendo formas nuevas de conectar con la gente, asegura Yang.
“Recientemente me invitaron a jugar en un servidor extranjero y me sorprendió descubrir que podía jugar, interactuar y comunicarme con usuarios de distintas partes del mundo sin compartir el mismo idioma o cultura”, explica.
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El estudiante
El parisino Raphael Mesbah descubrió Minecraft con cinco o seis años de edad. Tres lustros después, estudia medicina y sigue profundamente enganchado al juego. “Minecraft es como una segunda vida”, dice el joven de 20 años a la AFP. En 2022, Mesbah se embarcó en un ambicioso proyecto: construir el sistema de metro de París, línea por línea, en Minecraft.
El gran plan precisaba de ayuda y Mesbah la encontró en Grindr, una aplicación de citas para el colectivo LGBT. Gracias a la comunidad de jugadores de Minecraft creada en esa aplicación, ha conseguido completar tres líneas de metro. “Es un juego simple y barato. Mucha gente de mi generación ya tiene una cuenta en él”, afirma. “Es el juego de mi corazón y siempre termino volviendo a él”.
La biblioteca virtual
Minecraft ofrece un lienzo enorme para construir mundos enteros que sus jugadores pueden explorar. Sus usuarios han erigido todo tipo de estructuras: desde casas fantasiosas a réplicas del mundo real como aeropuertos. Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha usado el juego para combatir la censura en partes del mundo donde el acceso a la información está estrictamente controlado o incluso prohibido.
La oenegé abrió “La Biblioteca Sin Censura” en Minecraft el 12 de marzo de 2020, que atesora escritos de periodistas prohibidos en países como Rusia, Irán y Arabia Saudita. “Todas las plataformas en línea son canales que permiten sortear la censura”, afirma a la AFP Vincent Verthier, director de tecnología en RSF. “Minecraft, que tiene un enorme potencial, todavía vuela bajo el radar”, asegura.
“Minecraft o Fortnite son videojuegos, pero también ayudan a la gente a comunicar e intercambiar”. Construida con más de 12,5 millones de bloques por parte del aclamado estudio de diseño internacional Blockworks, la biblioteca es actualizada regularmente por el equipo de RSF. Casi 25 millones de personas de 160 países la han visitado desde su creación, según la ONG.
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El profesor
Cuando Graham Warden se convirtió en profesor de una escuela en el estado de Texas, en el sur de Estados Unidos, descubrió que Minecraft era “una parte omnipresente” en la vida de sus alumnos. El maestro de 32 años explica a la AFP que la estructura del juego representa una herramienta muy útil para aprender y resolver problemas porque los jugadores “piensan de forma distinta” cuando manipulan objetos y ambientes en Minecraft.
“Son cosas que no solemos hacer en la vida real, con lo que ser capaz de cambiar de ambiente mental lo convierte en una gran herramienta para todo tipo de cosas, incluido el aprendizaje”, afirma. Para él, el juego también se convirtió en una forma de conectar con gente.
“Recientemente, al descubrir que era autista, necesitaba encontrar formas de conectar de modo distinto, porque nunca había sentido que conectara con nadie”, cuenta. “Conocí un grupo que usaba Minecraft para tener una comunidad. Tener una tarea repetitiva como excavar en el juego puede aportar la monotonía necesaria para inspirar una conversación, por muy raro que parezca”.
Fuente: AFP.