Este Domingo de Gloria, Toni nos invita a observar la obra “Chiperas” de doña Miguela Vera, degustando una rica chipa “Paquita”.

CHIPA PAQUITA

Jamás nos pregunta­mos el porqué de esta denominación y solo conocemos la famosa receta que utilizamos para prepa­rarla, sin siquiera imaginar que fue creada por una argen­tina llegada al Paraguay con su familia hace muchos años. Paquita formó una fami­lia en Asunción y se dedicó a la cocina desde muy joven en su legendaria casa de la calle Lomas Valentinas 1357 siendo alumna de Josefina Velilla de Aquino.

“Chichita” Velilla, como la lla­maban a esta gran cocinera, les pidió a las participan­tes de uno de sus cursos que hagan una creación propia, de ahí nace la popular “Chipa Paquita” que ya se encuentra en el imaginario de la cocina paraguaya. Esta fórmula fue difundida también por otras grandes cocineras paragua­yas, tenemos información que la señora de Jara parti­cipó también de las primeras clases de doña Clara Benza de Garofalo en su academia de Sajonia en 1956, quien tam­bién se sumó a la divulgación de esta popular pieza del arte culinario paraguayo inmor­talizando esta variante de la chipa paraguaya.

MIGUELA VERA

Miguela Vera, gran artista paraguaya cuya figura fue estudiada y reconocida ya al final de su vida, realizó una serie de obra gráfica deno­minada “Chiperas”. En ellas se puede ver su interés por las tradiciones paraguayas y la búsqueda del “Paraguay profundo”. La pieza firmada en Santa Fe ,Argentina, en 1966, denota una obra aus­tera sin vueltas realizada en blanco y negro y de una pro­funda nostalgia a su añorada tierra dejada debido a proble­mas políticos devenidos de la Revolución de 1947.

¿Pero, qué tienen en común estas dos mujeres? Todo. La creación a partir de la inter­culturalidad, la añoranza de una paraguaya que pasa gran parte de su vida en tie­rra argentina y la otra, una argentina que llega al Para­guay y realiza un gran aporte a la tradición culinaria en el país que la acoge.

La vida de doña Miguela pode­mos recorrer en el voluminoso libro “Miguela Vera, La fuerza del grabado” de 225 páginas a todo lujo con grandes ilustra­ciones que reivindica su silen­cioso trabajo en la serie Crea­dores del Bicentenario, una investigación y compilación de la Dra. bioquímica Gladys León, editado por Vidalia Sánchez y dirigido por Marga­rita Morselli. Por el otro lado, “Paquita” de Jara representa a esas mujeres extranjeras, muchas de ellas desconocidas, que tuvieron un laborioso y silencioso trabajo en esta tierra.

Una imagen vale más que mil palabras en el silencio de esta época de reflexión, la chipa una tradición ancestral paraguaya, en este caso una variante creada por una argen­tina en el Paraguay y del otro, una paraguaya que se inspira en la Argentina para realizar su pieza gráfica “Chiperas” recordando a su querido Para­guay, mientras, sigo obser­vando esta obra donde doña Miguela hace una brillante síntesis del proceso de la chipa y degustando una “Paquita” en este Domingo de Gloria.

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