Año 1999. Plaza “Próceres de Mayo” del Área 5 de Ciudad Presidente Franco, Alto Paraná. Es febrero caluroso, es carnaval. Un grupo de amigotes escucha rock en un banco de la plaza y habla de ir a tocar a la casa de alguien. De pronto, una camioneta gira a todo trapo en una esquina. Los pendex tiran globitos de agua al vehículo, cuyo conductor frena, retrocede el vehículo y se baja. Palabras van, puteadas vienen. Hay un desafío a moquete uno a uno. Alguien para a los aprendices a púgiles antes de ir a las manos. A pesar de ser vecinos, ambos se conocen así. Ambos fundaron –ocho meses después– una de las bandas más importantes del rock alternativo nacional de los últimos 20 años: “Revolber”. “Ambos” son Juanpa Ramírez (bajo y voces) y Patrick Altamirano (vocalista y frontman). Esta es la historia del “Revolber”, la banda cuyo “disparo” sacudió los cimientos y las noches rockeras locales durante 20 años.

Por Mario Rubén Velázquez

ruben.velazquez@gruponacion.com.py

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“¡Aina socorro suelten el porro!” (7 hermanos y 1 Misil) gri­taba Patrick Altamirano, el vocalista de Revolber, y empezaba el pogo. Ocurrió en todas partes: en los pubs, en los barrios, en los clubes, en las cárceles de Tacumbú y Buen Pastor, en la azotea de la Chaca, en los conciertos en vivo en el anfiteatro José Asunción Flores de San Ber. En todas partes. Y es que esta banda de rock alterna­tivo –que mezcló funk, rap, reggae, cumbia y metal, y el portuñol/ inglés/ guaraní– se convirtió en el estan­darte de toda una genera­ción que recién empezó a entender sus letras al día siguiente de las tocatas.

Creada en 1999, “Revolber” realizó su último concierto el 1 de diciembre del 2018 a orillas del Salto del Monday de la ciudad que la vio nacer: ciudad Presidente Franco (Alto Paraná). A contra­mano de las modas de Asun­ción y alrededores, Revolber instaló su propios lemas, sus propios códigos en ese mun­dillo que se estaba convir­tiendo en tan “exclusivo” y hedonista como el shopping top de los barrios “altos”.

A fines de los ’90 –cuenta Patrick– armaron una reu­nión en el patio de la casa de uno de los futuros inte­grantes. Eran péndex del bario Área 5 de Presidente Franco que se aprestaban a ver una “señal pirata” rapai del Woodstock 99. “Veíamos las bandas que nos interesaban y luego armamos una zapada. De ahí salio la primera forma­ción”, apunta Patrick.

Al principio, como no tenían guitarra ni guitarrista, los primero temas los compu­sieron Juanpa y Patrick a puro bajo y voz. Eran sesio­nes de encuentros y música. “No vinimos barajando con­formar una banda, pero con Juanpa sentimos una quí­mica desde el primer acorde. Sabíamos que no hacía falta decir más, que era para siem­pre”, sostiene Altamirano.

Una noche, Juanpa le plan­tea a Patrick conformar un grupo. “Y le da el nombre: “Revolver”, igual que el sép­timo álbum de The Beatles. “A mí no me gustaba mucho, me parecía muy violento. ¿Por qué un arma? No a la violencia, le decía (risas). Hasta que me explicó que era también revolver ideas. ‘Hagamos un jopara de ideas y de estilos’, me dijo. Y eso me gustó”, cuenta Altami­rano en el documental de “Un Revolber en la Chaca” de Luis Aguirre.

Al final, concretaron la pri­mera conformación de la banda de Área 5 cuando se sumaron el guitarrista Francis Villalba y el bate­rista Gustavo López. Ya estaban Juanpa Ramírez (bajo) y Patrick Altamirano (voz). “Yo quería tocar el bajo, pero Juanpa me sacó el puesto”, se ríe el frontman.

Y sacaron el plumaje rockero, se pintaron la cara de guerra y salieron al ruedo a contar otras cosas, más populares en el sentido amplio de la palabra, menos estilizadas y perfumadas, en un lenguaje jopara (mez­cla), rebelde y rabioso, a bai­lar y saltar en el escenario, mucho antes de que algunos himnos hayan sido pasteuri­zados por un mercado her­mético y selectivo, que elige letras, cortes de pelo y gui­tarras de “marcas in” antes que la esencia del rock.

Al principio, los Revolber separaron las funciones: Patrick se encargaría de las letras y Juanpa y el resto de la banda de la música. “Pero después fui estudiando y aprendiendo un poco más de composición. Sigo estu­diando, pero aún me falta un montón…”, dice.

UN REVOLBER EN LA CHACA. El documental que se puede ver gratis en las redes sociales fue grabado en el 2012 por el cineasta paraguayo Luis Aguirre.FOTO:NÉSTOR SOTO

MUDARSE A ASU

Pero nada se aprende solo: todo tiene una causa efecto, aún para las cosas que pare­cen imposibles: nadie hace rock en la “isla sin mar” sin la ayuda de muchos. Willy Suchar contó que en una gira en Alto Paraná se les cruzó un grupo que sonaba muy bien. Era Revolber. “Los encontramos en Ciudad del Este y yo les invité a gra­bar en Kamikaze. Cuando vinieron a Asunción, los de Paiko les prestaron los ins­trumentos, los de Delive­rans la sala de ensayo para que duerman. A la larga eso se atesora: se plantaron los cimientos muy sólidos para que esto esté pasando hoy”, afirma Suchar.

Fue en el segundo show de Revolber en Área 5 de CDE, en un pub llamado “El Cuento”. “Tocaba Dokma, hicimos de ‘telonero’ y nos conocimos con Rodrigo ‘Juru’ Pampliega, Nery Hansen, con Felipón… Esa conexión nos permitió mirar a Asunción, querer movernos hacia acá. Ellos estaban trabajando con Mike Cardozo y nosotros está­bamos queriendo venir. Con­seguimos apoyo, al igual que del viejo de Patrick, quien nos ayudó económicamente para la mudanza. A través de Dokma conocimos a Mike, quien tam­bién nos brindó su apoyo”, relata Juanpa Ramírez.

En Asunción empezaron tocando en “La Vedera” de Lety Medina y en “Zona Urbana” de los Telesca. Esa transición se fue haciendo “muy placentera, espe­cialmente con la gente de Dokma y Deliverance”, agrega Juanpa.

DVDS Y DISCOS

Uno de los conciertos graba­dos en vivo por el cineasta Luis Aguirre es “Un Revol­ber en la Chaca” (2012). Hay, sin embargo, una cantidad de grabaciones de conciertos en vivo que se venden en discos pirata. Los álbumes de estu­dio publicados por la banda son: “Kasero, Sucio y Barato” (1999), “Ka’iMonoMacaco” (2004), “Sacoleiro Mágico” (2008), “Amoto Lado B” (2013) y el EP “Marangatú Rapai” (2015), con cinco temas inéditos en portugués para su venta exclusiva en el mercado brasileño.

Revolber realizó conciertos y tours en todo Paraguay, Argentina, Brasil y Vene­zuela. En el 2015 lanzó en conjunto “Mad Professor vs Revolber FX”, con temas como “Huye Hermano” en versión dub (“Tranquili­dub Hermano”) de la banda sonora de la película para­guaya “7 cajas”.

AMOTO LADO B

El álbum “A moto lado B” (Más hacia allá) –lanzado en mayo del 2013– fue gra­bado en un periodo largo de selección de 11 temas para el CD. “Eran más de 30 can­ciones que compuse yo, cosas que hicimos con Rolfi Gómez (teclados) y otras que hici­mos con Juampa Ramírez (bajista), también con la ayuda de amigos como Panza Aguirre, Marcelo Tolces…”, relata Patrick Altamirano, la ex voz del grupo.

Ese álbum ecléctico fusiona, corta por la mitad y arroja a la basura un montón de nada de algunos discos anteriores. Hay un tema que define ese crecimiento: “Real Mente”. En una entrevista, Altami­rano explica que ese tema nada tiene que ver con una mala relación con las redes sociales, pero que le sor­prende la falta de equilibrio entre el emisor y el recep­tor: “Hay una cosa que no me cierra del todo: ¿Cómo puedo tener realmente 5.000 amigos? Es imposi­ble, hay que ser realistas”.

El álbum “Amoto…” muestra más madurez y ritmo jugado de este grupo que empezó con groupies en shorcitos y terminó con ejércitos de seguidores. También alude al compromiso social con “Discursonic System” o “Una conjunción de imágenes muy locas”, dedicado al histórico barrio “Chaca-Chaca-Cha­ca-Chacarita…”.

En el álbum se oye la voz de un vendedor de verdu­ras, ofreciendo su mercade­ría. Patrick cuenta que ahí surgió la idea de sumar ese megáfono al tema. Le grabó con su teléfono y así surge la intro de “tomate y locote, papa, cebolla, mandioca, batata, zapallo…”, “amoto lado B” y “Revolber”. “Le paré al vendedor de verduras y le dije que le daría 20.000 si se dejaba grabar, pero con el nombre del grupo al final. Aceptó, lo grabé y es la intro del disco”, explica.

PARA TU MANEJO

Altamirano cuenta que dos temas, “Para tu manejo” (parte 1) y (parte 2) son letras que hablan de sus pro­pias vivencias y de su pro­pia vida. “Es una especie de catarsis que hago porque sentí la necesidad de decir que no nos sumamos a una moda, tampoco estamos en una competencia, hacemos lo que nos gusta. La propiedad se adquiere, no se compra”.

Patrick escribió en “Para tu manejo” que tiene “fe en el medio y me chupa un huevo estar en los medios”. “En este caso hablé de mí mismo, en primera persona. No es una metáfora: Lo que digo es que no estoy en la radio de lunes a viernes para dar un mensaje. Estoy para darle vida a un movimiento. Tenía necesidad de decirlo y lo dije”, contó.

JAHAPA. Patrick Altamirano, Rolfi Gómez, Juanpa Ramírez, Juan Colmán y Jorge Pflugfelder. Después de 20 años dándole al rock alternativo y jopara paragua, la banda Revolber se disolvió a.fines del 2018. Quedaron cinco álbumes, decenas de temas, docenas de shows y conciertos en vivo en la memoria de toda una generación de rockers que siguen esperando un milagro: la última reunión de la banda.

Con el tema “Huye hermano”, banda sonora de “7 Cajas”, sos­tiene que fueron muy critica­dos a pesar de la gran aceptación que tuvo el filme paraguayo. También realizan un home­naje a Quemil Yambay, con el tema “Areco 4 Kuna”. “No tengo temas preferidos, pero sí can­ciones cuyas letras hoy no me gustan, canciones que compuse cuando tenía 19 o 20 años”.

¿Por qué? “Porque fui criado en la calle, prácticamente: trabajé con mi padre desde los 9 años y creo que desa­rrollé un lenguaje bastante despectivo y poco inclusivo. Entonces no entendía esa condición –declara Altami­rano–. No es una tarea fácil para mí, pero puedo decir que ahora soy consciente de ello. No busco hacer un mundo mejor, pero trato de ser mejor para el mundo”.

CHAU

¿Por qué se separó Revol­ber? “Fue casi natural y de común acuerdo. Fue algo así como: ‘saben lo perros, acá se cumplió un ciclo, seguir sería forzar demasiado algo. Estábamos agotados. Los que estuvimos siempre, los que fundamos la banda, fui­mos yo y Patrick’”, se sincera Juanpa. “Pero a cierta edad, con familias ya, se hacía muy difícil. Llevar una banda es hacer discos, videos, es mover, es un negocio, es una empresa. Pero es difícil. Acá falta todavía mucho para que se den el desarrollo y los divi­dendos que una banda nece­sita para mantenerse exclu­sivamente de eso”.

CHAU LOCURA TOUR. La despedida de Revolber en el Salto del Monday.

El 1 de diciembre del 2018, la banda de rock de la ciudad de Presidente Franco se despi­dió ¿para siempre? de sus seguidores de Ciudad del Este, Minga Guazú, Her­nandarias y de otras ciu­dades, a orillas de Saltos de Monday. “Llamamos al concierto ‘Último salto’ sin saber qué va a pasar des­pués”, dijo “Faking” Torres, manager del grupo.

Con este recital se cierra la etapa de uno de los grupos que más seguidores aglu­tinó en la última década en sus conciertos en vivo. Según Torres, están prepa­rando un documental sobre la historia del grupo, para delicia de los fanáticos.

Pasaron 20 años de histo­ria de Revolber con 5 discos, 2 documentales (1 grabado en la cárcel de Tacumbú y el otro en el barrio Chacarita de Asunción), cientos de recita­les y conciertos en vivo. Atrás quedaron amores rotos, nue­vas formas de mirar la vida, de letras escritas en papeles al viento, peleas, adioses y reencuentros; de crecimiento y cambios generacionales, de mirarse de uno mismo frente al espejo sin negarse al reflejo, y de muchas más cosas que no tienen nombre, pero que están ahí, como en la vida misma.

“HUYE HERMANO”. Carátula del disco de la banda sonora de la película “7 Cajas”.

BALAS DE VERDAD

Cuando empezaban a tocar en su ciudad Presidente Franco, los Revolber fueron “contra­tados” para tocar en un copetín del barrio Che la Reina. Subieron a las tablas y cantaron “Disparate Kure” sin saber que entre el público estaba un personaje a quien se decían “Kure”. El tipo pensó que era una broma de sus amigotes y fue a buscar un arma de su auto. En medio de la música, “Kure” empezó a disparar. “Cuando nos dimos cuenta, todos cuerpo a tierra (risas). Quince días después fuimos a retirar los instrumentos”, contaron Ramírez y Altamirano en el programa “Gramo” del 2018.

Ahí también relataron que muchos “rockeros” llamaron “rock valle” a lo que hacía Revol­ber, “el famoso yva para (cuchillero)” por usar el jopara en sus canciones. En el 2004 gra­baron con Kamikase el álbum Ka’iMonoMacaco. En el 2006, en uno de los eventos de Pilse Rock, llevaron un pasacalles que decía “Elegí una idea. No un color”. “Siempre tratamos de eliminar prejuicios con actuaciones en la Chacarita, en Tacumbú. Y nos dimos cuenta que el Jopara sumaba, que servía esa fusión”, dijeron.

¿Por qué se separaron? “Creemos que llegó el momento de que nuestro lugar está para otros grupos nuevos que están surgiendo. Decidimos crecer para que otros ocupen nues­tro lugar. La banda se transforma en plataforma para dar más: crecer para que otros ocu­pen nuestro lugar. Es la cultura del jopara”, dicen.

FIN.

AGRADECIMIENTO

* Muchas gracias por sus aportes a Claudia Cariboni M.

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