La princesa Carolina de Mónaco deslumbró en el Día Nacional de ese país con un Chanel exquisito y su melena con canas sujetas por una vincha de terciopelo (accesorio top, anoten). Carlos de Inglaterra está furioso por cómo lo “pintan” en The Crown; George Clooney es un amigo generoso y Yoko Ono deja los negocios en manos de su hijo Sean.

CARLOS EL “MALO”

La indignación del príncipe Carlos con la cuarta tempo­rada de “The Crown” es enorme, dicen los que saben. El hijo de la Reina Isabel II mostró su malestar con la ficción que transmite una imagen por demás cuestionable de sus primeros años de casado con Lady Di. Cada capítulo de la serie de The Crown causa revuelvo en la corona británica y la muy esperada cuarta temporada. Los fanáticos espe­raban por fin ver la nueva era de la Familia Real: los años de Diana Spencer como princesa. Además de presentar a Emma Corrin como una joven Lady Di, una nueva figura política entra en escena en la forma de Margaret That­cher, interpretada por Gillian Anderson. Y Olivia Colman regresa como la Reina Isabel II en uno de los períodos más difíciles de su reinado: los tumultuosos años 80. Su estreno esta vez repercutió de manera muy negativa, en especial para la imagen del príncipe Carlos de Inglaterra, uno de los grandes protagonistas de la última tira. Una fuente cercana al Palacio de Buckingham asegura que el sucesor del trono está enfurecido por cómo los guionis­tas han versionado la serie “presentando como hechos una versión retorcida de lo que ocurrió”. En la cuarta temporada se ve a una joven Lady Di, que vive su historia de amor junto a Carlos (Josh O’Con­nor), en una época en la que Thatcher dirigió con dureza el destino del pueblo británico en época de crisis económica y guerra de Malvinas. Los nuevos capítulos cubren además la escalada del con­flicto en Irlanda del Norte. En la serie, el heredero de la Corona es presentado como un hombre frío con su esposa, sin amarla. El argumento de “The Crown” deja entrever un cierto desprecio y destrato de parte de Carlos hacia Lady Di, algo que impactó negativamente en la crítica interna de la familia. Finalmente le mantiene una relación en secreto con Camilla Parker Bowles.

LAS CANAS SON CHIC

Primero vimos a la reina Letizia de España “luciendo” orgullosa algunas canas que le aparecieron en su melena castaña, luego fue la reina Máxima quien las lució mezcladas con su cabe­llo rubio. Pero, apareció Carolina de Mónaco llevando un Chanel impeca­ble en negro, accesorios delicados y tapabocas con escudo e hizo que las miradas se quedaran sobre ella y los flashes también. Con sus 63 años la princesa luce feliz una melena llena de canas sujeta con una vincha de tercio­pelo, un accesorio que las Royals y las elegantes han adoptado en el otoño e invierno europeo. Con su estilo “natural” eclipsó la belleza fría de su cuñada, la princesa Charlene (42), “robándole” las mejores imágenes de una Fiesta Nacional de Mónaco cele­brada con medidas sanitarias estric­tas. Desde 1949, esta conmemoración comenzó a marcarse en el calendario del principado, coincidiendo con el día de San Rainiero (19 de noviembre), la familia Grimaldi volvió a reunirse en la catedral para asistir a una misa de acción de gracias, con Te Deum y oficiada por el arzobispo de Mónaco. Con traje de gala, luciendo sus más altas condecoraciones Alberto II (62) confirmaba su imagen defi­nitivamente patriarcal, acompañado de su prole infantil a la salida del templo.

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GEORGE CLOONEY , AMIGO FIEL

En una reciente entrevista con la revista GQ George Clooney, de 59 años, dijo que cuando decidió regalar un millón de dólares a cada uno de sus amigos más cercanos, una anécdota que siempre se ha contado en Hollywood, él estaba “soltero y envejecía”. Afirmó que enton­ces, no esperaba tener una familia aunque ahora es tan feliz como nadie se puede imagi­nar al lado de su esposa Amal y sus gemelos Alexandre y Ella, de 3 años. “Entonces estaba solo y pensé, lo que sí tengo son estos tipos que, durante un período de 35 años, me ayu­daron de una forma u otra”, recordó. “He dor­mido en sus sofás cuando estaba arruinado. Me prestaron dinero cuando estaba en quie­bra. Me ayudaron a lo largo de los años. Ami­gos realmente buenos. Sin ellos yo no tendría nada de esto”. “Somos muy unidos, que pensé que si alguna vez me atropellaba un autobús me gustaría que ellos estuviesen en mi testamento pero… ¿por qué esperar a que eso pasara cuando podía hacerles un buen regalo en vida?”, explicó en la revista. También habló del amor que siente por su esposa “No sabía lo vacío que estaba hasta que conocí a Amal. Y luego todo cambió”, afirmó. “Nunca había estado en la posición en donde la vida de otra persona era infinitamente más importante para mí, más que la mía, pero de repente se suman dos individuos que son pequeños y tienes que alimentar”, dijo sobre la llegada de sus hijos, quienes nacieron en el 2017. En la cuarentena por la pandemia de coronavirus, la estrella de Hollywood ha estado cuidando a sus dos hijos, especialmente a Alexander que sufre de asma y, por lo tanto, corre un mayor riesgo si alguna vez contrae covid-19.

YOKO Y SUS NEGOCIOS

Yoko Ono, la eterna señalada como la pieza causal de la separación de los Beatles, tiene ahora 87 años. Con un estado de salud vulnerable –anda en silla de ruedas y tiene una enfermedad que no se conoce–, la mujer de John Lennon vive refugiada en su casa de Nueva York. Hace un año que no se la ve. Durante todos estos años, la viuda del Beatle, ha administrando una fortuna de US$ 800 millones, desde que Lennon falleció tras ser asesinado el 8 de diciembre de 1980. Pero ahora Yoko, está pensando en delegar todo a su hijo, Sean, de 47 años. Por eso, según The Mirror, abandonó la dirección de algunas de las compañías y sociedades que tenía, que serán ahora gestionadas por hijo Sean. “Sigue supervisando el patrimonio de John, pero ha decidido que Sean sea nombrado como director para ayudarla cuando sea necesario”.

Se sabe que la artista japonesa viene trabajando en varias empresas ligadas a su trabajo como escultora o y en el legado de los Beatles. Por eso nombró a su hijo como director de ocho empresas, incluyendo Apple Corps, que tiene activos por US$ 36 millones. Otro de los nego­cios que tomará Sean será administrar los derechos de autor del material discográfico que grabó su padre como solista, como así también de Subafilms, una compañía de películas musicales.

El pasado 9 de octubre Lennon habría cumplido 80 años. Sean hizo un documental de la BBC y un programa en Apple Music para conmemorar la fecha. Sin embargo, Ono brilló por su ausencia. Muchos dicen que tiene que ver su delicado estado de salud. “He aprendido mucho de tener esta enfermedad”, dijo en el 2017 sin detallar lo que le sucede. Lennon tiene otro hijo, Julian, producto de su relación con Cynthia Powell. Hoy con 57 años, Julian está excluido del testamento de John, del que solo son bene­ficiarios Yoko y Sean. Se calcula que se repartieron 200 millones de dólares en el momento de su muerte. Hace 20 años, Julian demandó a la herencia de su padre y llegó a un acuerdo con Yoko por 25 millones de dólares. Ono vive actualmente en el mismo edificio Dakota de nueve habitaciones frente al Central Park. En la entrada del edificio fue asesinado Lennon.

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