• POR LUIS IRALA
  • Nación Media

Guaraní aprovechó al máximo los errores del rival y derrotó a Luqueño por 2 a 1, con doblete de Romeo Benítez. El Auriazul fue un equipo sin alma. Dos tremendas fallas en las salidas posibi­litaron al Aborigen estar al frente en el marcador 2-0 al término de la primera frac­ción.

Hasta el tanto inaugural, el partido fue muy cortado y friccionado, eso sí, los prota­gonistas expusieron muchas ganas desafiando el calor rei­nante. La primera jugada de peligro se produjo recién a los 34′, cuando Salomoni envió un centro que Santan­der cabeceó al travesaño de Aguilar.

Un minuto después se pro­dujo el error garrafal de Fernando Benítez, quien cedió el balón equivoca­damente para Santander y este a Romeo Benítez para que fusile al arquero Agui­lar.

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A partir del gol aborigen ya fue otro partido y sobre la terminación de la etapa, otra falla del sistema defensivo de los auriazules permitió a Camacho recuperar el balón cediendo a Romeo, para que anote el segundo tanto del Cacique, que prácticamente sellaba la victoria.

En la complementaria, el Aborigen estuvo varias veces cerca del tercer tanto, pero fue Luqueño el que descontó en tiempo agregado, por medio de Medina. Justo triunfo de Guaraní que lo hace soñar con el ingreso a la Copa Libertadores.

Luqueño, a pesar de la derrota que lo regresa a la zona del descenso, no es un mal equipo, pero a causa de los horrores defensivos se va con las manos vacías de Dos Bocas, y el ciclo de Julio Cáceres terminaría.

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