• POR MARTÍN VILLAGRA
• Periodista
• martin.villagra@gruponacion.com.py

Paraguay quedó fuera de la Copa América en los cuartos de final. Perú aprovechó para defi­nir desde el punto penal tras empate a tres goles en tiempo normal. Punto aparte para el mal arbitraje, que condicionó y “ensució” la tarea de las dos selecciones.

Paraguay comenzó ganando, pero tuvo que reponerse dos veces para empatar un mar­cador contrario. Con todo el dramatismo logró forzar la definición desde el punto penal con un gol sobre tiempo cumplido. El fútbol es lapida­rio y no siempre los penales premian tanto esfuerzo. La Albirroja comenzó jugando a lo Paraguay. Apretando y peleando las pelotas paradas. Pronto llegó al gol Gustavo Gómez, de atropellada, tras peinada de Héctor Martí­nez, quien desvió el córner de Richard Sánchez. Gianluca Lapadula aprovechó para definir impecablemente dos veces tras dudas y errores del fondo albirrojo.

La cosa se complicó más cuando el capitán Gustavo Gómez fue expulsado con extrema rigurosidad por el juez Esteban Ostojich, uno de los peores del arbitraje sud­americano. Hay un grado de culpa también de Gómez, quien fue amonestado por una desmedida protesta. Era la primera desventaja, que­daba un tiempo para pelear con diez.

En el segundo tiempo, Para­guay entró a jugarse. Júnior Alonso empató, otra vez tras cerrar una pelota ganada por arriba de parte de Car­los González. Perú aceleró la presión, creó peligro y que­ría sacar ventaja con el hom­bre de más que tenía. Otra vez el infortunio se apoderó de la Albirroja. Un remate de Yotún, se desvió en Robert Rojas y engaña al arquero Antony Silva. Era el tercero de Perú.

Había que intentar empatar por segunda vez, con menos tiempo y otra vez se consiguió. Un largo pelo­tazo de Antony Silva, siguió Martínez y guapeó Braian Samudio. En la boca del arco definió de cachetada Gabriel Ávalos. Fueron cinco minu­tos de ida y vuelta, a puro dramatismo. Llegaron los penales, una lotería. Antony Silva acalló el grito de gol en dos oportunidades, pero no bastó. Martínez, Samudio y Espínola remataron muy mal. Así terminó la historia, dando pelea, dejando mejor impresión, aunque insufi­ciente para evitar la elimi­nación.

“Perú es una selección que juega bien, creo que lo pre­sionamos bien, no los deja­mos jugar. Conectaron dos jugadas de ataque con gente peligrosa y convirtieron sin predominar su posesión a nosotros, sin dominarnos. Y después jugar 50 minutos con uno menos y empatar el partido dos veces, creo que habla más de méritos pro­pios que de cosas mal hechas por Perú”, analizó Eduardo Berizzo.

Señaló que la Albirroja tuvo un rendimiento muy alto: “A veces los golpes también te enseñan y de todo hay que hacer un aprendizaje. Nos hubiese encantado, yo pri­mero, haber pasado de cuar­tos, pero los penales no lo quisieron, de todas mane­ras eso no nubla el trabajo, no distrae la mirada en que hemos jugado un grandí­simo partido tal cual lo habíamos imaginado y pla­neado”, se congratuló el seleccionador.

“Creo que la Copa nos deja muchos puntos elevados a nivel jugadores y un refor­zamiento de la convicción en la manera de jugar”.