• POR MARTÍN VILLAGRA
• Periodista
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Cerro Porteño tuvo sus méritos y vaivenes. Lo más importante es que pudo ganar un par­tido que lo tenía controlado, pero se le complicó inespe­radamente con un gol tonto para el empate transitorio de Guaraní.

El Aurinegro se plantó orde­nadamente y esperó al rival, cerrando todos los conduc­tos de creación, apretando en la marca sobre Claudio Aquino, el hombre distinto del Ciclón. Lo planificado iba bien, hasta que llegó la expulsión del lateral Juan Franco, quien arriesgó con faltas seguidas estando amo­nestado y dejó con diez a sus compañeros. Fue muy per­judicial quedar con diez para Guaraní, obligado a quemar un cambio para reordenar la defensa, sacrificando al golea­dor Fernando Fernández para el ingreso de Miguel Benítez.

Cerca del final del primer tiempo, se rompió el cero con un golazo. Claudio Aquino clavó un taponazo al ángulo, que las manos estiradas del arquero Gaspar Servio no pudieron evitar la concreción.

En el segundo tiempo, Cerro pecó de conformista, bajó la guardia, careció de profundidad. El goleador Mauro Bose­lli estaba peleado e impre­ciso en sus intervenciones; además, no siempre fue bien habilitado para definir.

Guaraní no se rindió y siguió creyendo. Entraron Nicolás Maná y Raúl Bobadilla para forzar. Lo consiguieron con pelotas paradas. De tanto lan­zar hacia el área, por fin una acertada. Centro largo de Gui­llermo Benítez, Juan Patiño se molesta con el arquero Rodrigo Muñoz, quien no llega, tampoco Raúl Bobadilla toca el balón. Era el empate, un gol medio tonto y lapidario, pero justiciero en ese momento.

Baldazo de agua fría que sacu­dió a Cerro para lanzarse por el triunfo. En medio de un par de toques y rebotes, Robert Morales tomó el balón y su colocado remate terminó en el segundo tanto que decretó la victoria de Cerro. Faltaba poco, no había para más. El dueño de casa, aun sufriendo, rescató todos los puntos y por tercera vez consecutiva, para aferrarse a los primeros luga­res de la tabla.

El técnico de Cerro Porteño, Francisco Arce, realizó un análisis del juego con Guaraní, valoró el triunfo y los tres puntos gana­dos. “Un gran triunfo, un partido difícil ante un rival difícil, y supi­mos sacarlo. Creo que tuvimos paciencia cuando fue necesa­ria, forzamos el juego cuando fue necesario también. Creamos chances cuando más íbamos des­perdiciando y parecía que podría ocurrir lo que ocurrió, al final nos repusimos y lo ganamos en gran forma. Tres puntos muy impor­tantes para el futuro”, destacó.

En cuanto a un supuesto relajo con el 1-0, Arce fue contundente y reconoció el esfuerzo del con­junto rival. “Vi un adversario que se esforzó el doble para igualar el hombre menos. No es fácil desde adentro jugar con un nombre menos. Con gente, orden muy importante y con mucha agresi­vidad, como son los equipos de Gustavo; no vi tal cosa”.