El delantero argentino de Cerro Porteño, Mauro Boselli (35), habló en conferencia de prensa de variados temas, entre ellos del presente del equipo, que tiene como principal déficit la falta de gol para concluir las tantas ocasiones que es capaz de generar durante los partidos. El ofensivo lamentó el desenlace del superclásico (derrota 2-0 ante Olimpia) pese la superioridad en la tenencia de la pelota y oportunidades de gol, pero que fueron desperdiciadas en ambos tiempos. “Fuimos superiores a Olimpia, pero somos conscientes que debemos mejorar para lograr la diferencia. Nos falta terminar mejor las jugadas, no solo la definición, sino el último pase. Elegir cuándo terminar la jugada y ubicar a los compañeros. Por más que no conseguimos ganar, jugamos bien el clásico y es el camino a seguir”, apuntó el delantero, a quien le anularon un tanto por posición fuera de juego, a instancias del VAR.
El ofensivo se mostró tranquilo pese a las dos derrotas que encajó el equipo y ante rivales directos en la gran pelea por el título, como en los casos de Libertad y Olimpia, por lo que ahora se apunta a conseguir victorias consecutivas como principal objetivo. “Toda la bronca pasa porque no convertimos. Si corregimos todo, de diez partidos vamos a ganar ocho o nueve. La cantidad que generamos en el superclásico es para valorar. Estaría preocupado si el equipo llega una o dos veces nomás”, explicó el goleador.
EL EQUIPO
En Cerro Porteño, el entrenador Francisco “Chiqui” Arce prepara el equipo con cambios para medir mañana a Nacional. Está para volver a la defensa central Alexis Duarte, quien superó al covid-19 y estuvo intensificando sus preparativos en lo físico y futbolístico durante los últimos días. Físicamente se encuentra bastante bien y cedería su lugar Rodrigo Delvalle, quien de improviso fue convocado para participar del último juego. Pablo Adorno se correría por el lado izquierdo en la función de lateral. Se espera por la recuperación de Santiago Arzamendia y Alan Rodríguez, quienes podrían llegar en condiciones al experimentar buena mejoría de sus respectivas dolencias, que les impidió jugar el superclásico.