Buenos Aires, Argentina. AFP.

La expulsión de Dedé de Cruzeiro, que per­dió 2-0 ante Boca por la Copa Libertadores, desató una nueva polémica este jue­ves por el uso del VAR, consul­tado por el árbitro luego del fuerte choque que le provocó al arquero Esteban Andrada la fractura del maxilar. Dedé fue expulsado por el referí paraguayo Éber Aquino luego de revisar a través del video de asistencia al árbitro (VAR) la jugada en la que el brasileño cabeceó sin intención pero con fuerza excesiva el rostro del arquero rival en un centro sobre el área, y decidió mos­trarle la tarjeta roja.

Cruzeiro perdió uno de sus defensores a los 64 minutos, cuando el partido iba 1-0. Unos 18 minutos más tarde llegaría el segundo cuando Pablo Pérez venció la valla de Fabio y marcó el 2-0 final a favor de Boca en la ida de los cuartos de final de la Liber­tadores.

En un comunicado, el club brasileño repudió “de forma vehemente la expulsión absurda de Dedé” y acusó al árbitro Aquino de tomar “una de las decisiones más equivocadas en la historia del fútbol”. Además reclamó que la Conmebol abra una investigación formal “con­tra ese flagrante e imponde­rable atentado contra el fút­bol brasileño”.

Tras el partido, el propio Dedé pidió disculpas por la jugada pero rechazó la decisión arbi­tral. “¿Cómo voy a tener mal­dad con un jugador rival y golpearlo con la cabeza? Yo creo que el árbitro cometió un error grave y le pido disculpas al arquero porque no lo vi, dis­culpas de corazón, sabiendo lo que sucedió”, declaró el defensor. Insistió en que “si el árbitro me hubiera sacado amarilla, también se habría equivocado”.

Andrada fue atendido en la cancha porque perdía mucha sangre de su boca pero ter­minó jugando el encuentro. Estudios médicos posteriores confirmaron la fractura del maxilar inferior y la rotura de dos dientes, que lo dejarán fuera de las canchas por un tiempo aún no determinado.

El arquero de buen rendi­miento en el equipo de Gui­llermo Barros Schelotto, se perderá al menos el super­clásico de este domingo Boca-River por la Superliga argentina, y el desquite con Cruzeiro, el 4 de octubre en Belo Horizonte.