La vitamina C y aquellas que pertenecen al complejo B se destacan por sobre las demás por fortalecer el sistema inmunológico, que permite la prevención de trastornos o afecciones que pueden afectar la calidad de vida. Ambos nutrientes permiten, además, convertir los alimentos en energía y combaten la fatiga. De ahí que ambos son fundamentales para mantener una buena salud.
Las vitaminas del complejo B intervienen en la regulación del metabolismo, la síntesis de los glóbulos rojos, el crecimiento y el mantenimiento de tejidos y el sistema nervioso, según estudios médicos. Desde la B1 hasta la B12, cada una tiene una función específica, pero todas están relacionadas con el buen funcionamiento del organismo.
Este complejo vitamínico es fundamental para combatir el cansancio y la debilidad muscular, la pérdida de memoria, la debilidad del sistema inmunológico y la disminución en la función del sistema nervioso. Los nutrientes del complejo B se pueden encontrar en lácteos, huevos, carnes rojas y blanca, vegetales de color verde oscuro, cereales integrales y legumbres como porotos y garbanzos, al igual que frutas como cítricos, banana y sandía.
Lea también: Los inesperados beneficios de acompañar una taza de café con un vaso de agua
En el caso de la vitamina C, es necesaria para el crecimiento y desarrollo, además de desempeñarse como antioxidante para bloquear parte del daño causado por los radicales libres. Además de generar colágeno, este nutriente ayuda a la producción de neurotransmisores como la serotonina, una de las hormonas de la felicidad.
La vitamina C se puede encontrar principalmente en frutas cítricas como la naranja o el pomelo, al igual que en la papa, el tomate, las frutillas, el brócoli, las espinacas y coles de bruselas. Tanto los nutrientes del complejo B como la vitamina C se pueden encontrar en suplementos, pero solo un profesional médico puede indicarlos.
Te puede interesar: Paraguay marcó presencia en la sacrificada Maratón de Tokyo