Cada 31 de octubre se celebra el Día Internacional del Arroz, uno de los alimentos más consumidos dentro de la dieta. Existen numerosas variedades de este cereal, aunque siempre se utilizan más el arroz blanco y el integral. ¿Cuál es la variante más saludable? Un estudio respondió a la interrogante.
Según un estudio de la Universidad Estatal de Colorado en Estados Unidos, aunque puede resultar más sabroso para algunos, el arroz blanco no es tan bueno para la salud como las variedades más coloridas. Antes de llegar a la mesa, se ha procesado para eliminar la cáscara, el salvado y el germen, que es donde se encuentra la mayor parte de los nutrientes.
Aunque este proceso le da una textura más suave que el arroz integral, es menos nutritivo, carece de fibra y tiene un índice glucémico más alto. No obstante, este tratamiento no significa que el arroz blanco sea inherentemente malo para la salud, aunque es menos saludable.
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El arroz integral, en cambio, tiene más fibra y proteínas solubles e insolubles que el arroz blanco y esa fibra es un buen probiótico, por lo que ayuda a alimentar un microbioma intestinal saludable. Esta condición es esencial para innumerables funciones, incluida la digestión y una función inmunológica fuerte.
El arroz integral tiene además más vitaminas y minerales esenciales como el magnesio, selenio y vitamina B3, en comparación al arroz blanco. Su alto contenido en fibra no solo ayuda a alimentar la microbiota intestinal, también reduce la inflamación en el cuerpo y previene enfermedades.