En medio del afán por cuidar la piel del rostro y prevenir la aparición de arrugas y ojeras, se utilizan productos caseros como el bicarbonato de sodio para preparar diversas mascarillas, pero no siempre es lo recomendable. Aplicar esta solución sobre el rostro puede ocasionar severas consecuencias: desde irritación hasta resequedad y sensibilidad.

Según apuntan investigaciones dermatológicas, el bicarbonato de sodio tiene un pH alcalino, que puede alterar el manto ácido que protege la piel. Así aparecen las resequedad, la sensibilidad, el acné e infecciones superficiales. También puede ocasionar irritaciones y alergias en la piel. Utilizar bicarbonato de sodio en el rostro también puede producir quemaduras y manchas en la piel.

A la hora de prevenir los signos de envejecimiento en la piel, siempre es recomendable optar por productos dermatológicamente testeados, bajo las instrucciones de un profesional médico. En este proceso es además importante implementar una rutina de cuidado de la piel, que conste de una limpieza e hidratación profundas.

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Utilizar protector solar diariamente, por lo menos dos veces al día, también es fundamental para combatir las manchas en la piel y prevenir arrugas, al igual que hidratarse constantemente para brindarle mayor humedad a la dermis. Una alimentación rica en vitaminas y minerales es otro de los pasos esenciales para mantener saludable la piel del rostro.

Se debe igualmente limitar el consumo de alimentos procesados, que desencadenan un proceso llamado “glicación” y afectan las proteínas que conforman el colágeno y la elastina, acelerando los procesos de envejecimiento.

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