El café puede tener varios significados: desde una rutina matutina hasta un truco para mantenerse despierto y aumentar la productividad. Dentro de los límites saludables, esta bebida puede aportar numerosos beneficios para el organismo, especialmente en lo que refiere a la salud cognitiva y cardiovascular. ¿Qué pasa cuando se consume por encima de los límites? El riesgo a desarrollar reflujo ácido es la principal amenaza.
Según estudios de la Universidad George Washington de Estados Unidos, en general, el café puede considerarse una bebida saludable. Quienes consumen la bebida tienen menos riesgo de padecer diabetes tipo 2, Parkinson y enfermedades cardiovasculares.
El café estimula el sistema nervioso central, favoreciendo la concentración y memoria, así como el rendimiento físico. El estímulo que produce la cafeína sobre el sistema nervioso central contribuye a reducir la fatiga e incrementa el rendimiento tanto en actividades mentales como deportivas.
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No obstante, tomar demasiada cafeína también tiene sus riesgos. El consumo excesivo de café puede provocar taquicardia, nerviosismo, ansiedad, náuseas o problemas para conciliar el sueño. También genera dolores de cabeza, reflujo ácido y, en dosis suficientemente altas, incluso temblores o vómitos.
Aunque la cafeína se puede encontrar en una variedad de presentaciones, a la hora de consumir café, la recomendación es de 400 miligramos para la mayoría de los adultos, lo que equivale hasta 4 tazas por días. Este es el límite para obtener beneficios para la salud y evitar efectos secundarios desagradables.
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