La ciencia logró demostrar que, más allá de las creencias populares, existen semejanzas cognitivas entre humanos y canes, sobre todo en lo que se refiere a la experiencia emocional respecto de las personas. Según estudios, la capacidad para recordar de nuestros perros puede resultar sorprendente.
La memoria canina puede clasificarse en dos tipos: de corto y largo plazo. Aunque, a diferencia de los seres humanos, los perros están más arraigados en el presente y pueden recordar con mayor claridad los eventos recientes en comparación con aquellos del pasado más lejano.
Según importantes estudios, que fueron replicados por la prensa internacional, debido a sus capacidades cognitivas y su memoria a largo plazo, los canes tienen la capacidad de recordar a una persona durante toda su vida, especialmente si esta memoria está vinculada a una experiencia emocional, ya sea positiva o negativa.
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La memoria de un perro puede asociar la imagen de una persona con emociones positivas, como caricias, juegos o comida. Al reencontrarse con esa persona, independientemente del tiempo transcurrido, evocará esa misma sensación. Igualmente, su agudo sentido del olfato les permite vincular olores con emociones o momentos específicos.
Al igual que en el caso de los seres humanos, la memoria de los perros es sorprendentemente compleja. No solo pueden recordar la imagen de una persona o un objeto, sino también su olor, el sonido de su voz, su tono y muchos otros detalles.
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