La semana pasada habíamos publicado un artículo contando un poco acerca de la historia de vida de doña Ida Cristina López, una señora de 76 años que desde hace 28 años emplea su tiempo en enseñar a rezar el santo rosario católico a niñas y jóvenes de su comunidad.

La publicación tuvo sus repercusiones y a consecuencia de ello hoy vamos a dar a conocer la vida y testimonio de María Concepción Alvarenga, de 32 años, quien de pequeña y por mucho tiempo fue alumna de doña Ida y que hasta la fecha es una creyente activa de la Iglesia Católica, el santo rosario y sus creencias.

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Desde hace 9 años, María Concepción está casada con Ángel Fabián Goiris y como fruto de su matrimonio tuvo dos niñas, que ahora tienen 8 y 3 años. Estas a la vez fueron la inspiración para abrirse paso en un delicioso emprendimiento como lo es el de los helados gourmet, a los que bautizó como “Las Rubias”, en honor a sus pequeñas.

En esta actividad se inició en febrero del 2019 a raíz de que no lograba emplearse en su profesión de contadora pública, título que obtuvo en la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Inicialmente comenzó con tres sabores y con el tiempo se ha multiplicado teniendo así una variedad de oreo, nutella, frutilla, banana split, dulce de leche y sabor bombón.

Foto: Gentileza.

María Concepción, al igual que doña Ida, también es originaria de Yataity, una localidad ubicada a 160 km de la capital y a 17 km de Villarrica, capital del departamento del Guairá.

La joven relató que conoce a doña Ida desde muy pequeña y que a los 7 años, estando en el primer grado y una vez que aprendió a leer, empezó a participar de las clases de rezo, en las que permaneció hasta los 13 años aproximadamente.

En esa época eran alrededor de 18 alumnas. Las clases se llevaban a cabo los días sábado en horas de la tarde en las instalaciones de la iglesia Virgen del Rosario. Este grupo fue la cuarta generación de esta noble y original iniciativa.

Se estilaba que dicha agrupación asistiera a eventos sociales religiosos, además de continuar con la tradición de que niñas que rezan el santo rosario católico sean anfitrionas en el novenario de San Francisco de Asís, que se inicia el 26 de setiembre y culmina el 4 de octubre de cada año, así como también siguen siendo invitadas a otras festividades. Esta es una tradición que la trasmite a sus próximas generaciones, ya que ahora su hija también asiste a las clases de rezo.

María Concepción es devota de Chiquitunga. “Yo no la conocía, hasta que en el año 2008 me regalaron una estampa con su oración, por lo que acudí a ella debido a que se nos presentó un problema familiar muy grande y que milagrosamente a menos de una semana de rezarle a la santa se provocó el gran milagro y el problema fue resuelto", expresó.



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