La artista paraguaya Lili Cantero fue parte de la Semana del Arte de Miami 2024, uno de los eventos más importantes de la escena artística internacional. Conocida por su estilo único que fusiona el arte contemporáneo con elementos de la cultura paraguaya, la artista participó en tres de los eventos más relevantes de la muestra: el Red Dot Art Fair, la Galería OG 4 Ever y el ABFC del Pop Up Gallery.
“Ser parte de la Semana del Arte de Miami es un honor inmenso y una oportunidad única para llevar la riqueza cultural de Paraguay al mundo. Este evento no solo ofrece visibilidad internacional, sino también una plataforma para conectar con otros artistas, coleccionistas y amantes del arte que comparten una pasión por la creatividad y la expresión”, comentó la artista.
Cantero presentó una obra visual que explora temas deportivos mediante pinceladas que reflexionan sobre el legado cultural de Paraguay. En el Red Dot Art Fair, uno de los espacios más prestigiosos de la Semana del Arte de Miami, su trabajo fue presentado junto a artistas internacionales emergentes y consagrados. Su participación en este evento consolida su presencia en el circuito global del arte contemporáneo, abriendo nuevas puertas hacia mercados y coleccionistas internacionales.
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Del Mundial de Qatar
Simultáneamente, Cantero presentó una serie exclusiva de piezas en la Galería OG 4 Ever, una de las galerías más innovadoras del evento. En esta exposición, profundizó en su exploración de la simbiosis entre el arte visual y la expresión social. Las obras presentadas en este espacio fueron parte de una exposición realizada en Qatar durante el Mundial de 2022, además de una nueva pieza inspirada en las hermanas Williams, que reflexiona sobre el legado y el impacto de la mujer en el deporte, utilizando una combinación de técnicas mixtas.
Asimismo, su participación en el ABFC del Pop Up Gallery le permitió compartir su visión del arte contemporáneo latinoamericano, destacándose por su enfoque fresco y dinámico. Este espacio se ha consolidado como un referente de la cultura pop, y Lili Cantero, con su propuesta contemporánea y consciente, se posicionó como una figura clave dentro de esta corriente artística.
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“Mi participación en espacios como el Red Dot, la Galería OG 4 Ever y el ABFC del Pop Up Gallery es un paso más en mi misión de transmitir las historias, tradiciones y emociones de mi tierra a través de mi arte. Este tipo de eventos me permite seguir creciendo, aprender y, sobre todo, compartir mi voz con una audiencia global que está abierta a nuevas formas de ver el arte latinoamericano”, concluyó Cantero.
Lili Cantero sigue consolidándose como una de las artistas más relevantes de la escena latinoamericana. Su participación en la Semana del Arte de Miami es un reflejo del impacto global que está alcanzando su trabajo. Con una visión única que fusiona lo tradicional y lo contemporáneo, Cantero se ha establecido como una figura de referencia en el panorama artístico internacional. La artista paraguaya es conocida por su pintura, que refleja un profundo interés en las raíces culturales y las tradiciones de Paraguay, combinando elementos de la identidad latinoamericana con una mirada innovadora hacia el futuro del arte contemporáneo.
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Catastróficas inundaciones en Texas dejan 24 muertos
El número de muertos por las devastadoras inundaciones súbitas en el centro-sur de Texas aumentó a 24 en la noche del viernes, dijeron las autoridades, que continúan la búsqueda de al menos 20 niñas desaparecidas de un campamento de verano. “En este momento, estamos en alrededor de 24 fallecidos”, dijo en conferencia de prensa el alguacil del condado de Kerr, Larry Lethia, mientras equipos de rescate intentaban localizar a residentes varados en esa región al noroeste de la ciudad de San Antonio.
Algunos de los fallecidos eran menores de edad, dijo el vicegobernador de Texas, Dan Patrick. El sheriff del condado dijo que había menores “que todavía están desaparecidos”, y agregó que entre 23 y 25 personas estaban sin localizar. El vicegobernador había informado previamente de que “unas 23” niñas desaparecidas en Camp Mystic, un campamento de verano que acogía a unas 750 menores cerca del río Guadalupe, cuyas aguas subieron ocho metros en apenas 45 minutos durante la noche debido a las lluvias.
Videos en redes sociales mostraban casas y árboles arrastrados por la súbita subida de las aguas. El director del campamento envió un mensaje al vicegobernador del estado en el que informó que en el lugar no tenían electricidad, ni agua, ni wifi. Las autoridades estatales y locales advirtieron a los residentes que no viajaran a la zona a lo largo del río, donde decenas de carreteras estaban “intransitables”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo a los periodistas el viernes en la noche que “las inundaciones son terribles”. “Es impactante”, lamentó.
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“Hasta que todos aparezcan”
El mayor general Thomas Suelzer, funcionario militar del estado de Texas, dijo a los periodistas que al menos 237 personas habían sido rescatadas o evacuadas por personal de emergencia, y que 167 rescates se realizaron con ayuda de helicópteros.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció que firmaría una “declaración de calamidad” para aumentar los recursos en los condados que deben atender la emergencia.
Horas antes, publicó un video en X donde se ve a una víctima siendo rescatada de la copa de un árbol por un socorrista colgado de un helicóptero, mientras las aguas crecidas rugen debajo.
“Misiones de rescate aéreo como esta se realizan las 24 horas. No nos detendremos hasta que todos aparezcan”, aseguró Abbott.
Unos 500 socorristas y 14 helicópteros fueron desplegados en la zona. La Guardia Nacional de Texas envió equipos de rescate y la Guardia Costera de Estados Unidos colabora en las tareas.
“La lluvia ha amainado, pero sabemos que se avecina más”, advirtió Freeman Martin, director del departamento de Seguridad Pública de Texas.
El juez del condado de Kerr, Rob Kelly, dijo que allí hay inundaciones “constantemente”.
“Este es el valle fluvial más peligroso de Estados Unidos”, pero “no teníamos motivos para creer que fuera a ser algo parecido a lo que ocurrió aquí”, dijo.
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Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), el nivel del río Guadalupe subió durante la noche de dos a más de nueve metros.
El servicio meteorológico emitió una alerta de inundación para el centro-sur del condado de Kerr, e instó a los residentes a no viajar y a trasladarse a zonas más altas.
Las inundaciones repentinas, que ocurren cuando el suelo no es capaz de absorber lluvias torrenciales, no son inusuales.
Pero los científicos afirman que en los últimos años el cambio climático provocado por el ser humano ha hecho que eventos climáticos extremos como inundaciones, sequías y olas de calor sean más frecuentes e intensos.
Al menos dos personas murieron cuando un árbol cayó sobre su vehículo durante una “tormenta severa” en el estado de Nueva Jersey (noreste), confirmó la policía local el viernes. A mediados de junio, al menos diez personas murieron debido a inundaciones tras lluvias torrenciales en la ciudad de San Antonio, unos 150 km al sur del condado de Kerr que ahora sufre una situación parecida.
Fuente: AFP.
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Auckland City hizo historia
El modesto equipo semiprofesional de Nueva Zelanda recibió 17 goles, marcó una vez y se embolsó una cantidad de dólares en premios que supera ampliamente su presupuesto anual.
- Fotos Mundial de Clubes
El modesto Auckland City, club semiprofesional de Nueva Zelanda, tuvo un premio de 3,58 millones de dólares solo por participar del Mundial de Clubes 2025 en los Estados Unidos, cifra a la que agregó otro millón de dólares por el empate (1-1) ante el famoso Boca Juniors de la Argentina.
El dinero cambió la historia del club y de sus jugadores, al punto que se generó un conflicto. No hay claridad sobre cómo se va a repartir el efectivo entre jugadores, cuerpo técnico y dirigencia. Un litigio con la Federación de Fútbol de Nueva Zelanda debe determinar quién administra y cómo se distribuye el dinero.
No ganaron, le encajaron 17 goles y se eliminaron en primera ronda, pero quién les quita lo bailado.
El equipo más humilde del torneo fue integrado por futbolistas que trabajan de albañiles, peluqueros o profesores. Casi todos pidieron permiso en sus trabajos para representar al país en el millonario torneo organizado por la FIFA en suelo norteamericano.
Fueron vapuleados en sus primeros dos partidos, en el tercero hicieron pasar vergüenza a Boca Juniors con un empate 1-1. Además del premio económico, recogieron el reconocimiento mundial. Algunos jugadores ganan 90 dólares semanales. El Mundial de Clubes premió el esfuerzo y la entrega. La campaña nunca será olvidada en Nueva Zelanda.
Profesor goleador
Un protagonista que ganó notoriedad fue Christian Gray, defensor central y profesor de educación física de un colegio de Auckland. Marcó a grandes estrellas del fútbol como el británico Harry Kane y el uruguayo Edinson Cavani. Su despliegue fue notable con el agregado de anotarle el gol de cabeza a Boca Juniors. Fue recibido como héroe por sus alumnos y colegas profesores a su retorno.
Vuelta a la realidad
El plantel volvió a la realidad en Nueva Zelanda. Esos jugadores semiprofesionales retomaron sus trabajos tras retirarse del Mundial de Clubes “como campeones”. Enseñaron que no todo es dinero en el fútbol, incluso es motivo de divisiones. Auckland City no triunfó en el campo, pero se llevó el respeto de aficionados que aman el fútbol.
“Fue surrealista, pero ahora tengo que poner las notas a mis alumnos. Lo más duro es tener que entrenar después de un día largo de trabajo. Todos en el Auckland tienen oficios”.
EL PLANTEL Y SUS OCUPACIONES
Jordan Vale – Defensor – Profesor de escuela.
Christian Gray – Defensor – Profesor de escuela.
Regont Murati – Defensor – Empleado de logística.
Adam Mitchell – Defensor – Agente inmobiliario.
Alfie Rogers – Defensor – Representante de ventas en una refresquera.
Joe Lee – Mediocampista – Servicio al cliente en telefonía.
Dylan Manickum – Mediocampista – Asistente de ingeniero de obra.
Mario Ilich – Mediocampista – Jefe de ventas en una refresquera.
Ryan De Vries – Delantero – Chapista.
Angus Kilkolly – Delantero – Encargado de una fábrica de herramientas.
El zaguero Adam Mitchell dejó su puesto como agente inmobiliario (basado en comisiones), usando días libres para competir en la justa.
Conor Tracey, arquero titular, rota los fines de semana su ocupación en un almacén farmacéutico veterinario con prácticas nocturnas.
LA CAMPAÑA
Auckland City 0-10 Bayern Munich.
Stadium de Cincinnati, Ohio.
Auckland City 0-6 Benfica.
Exploria Stadium de Florida.
Auckland City 1-1 Boca Juniors.
Geodis Park de Nashville, Tennessee.
Gol: Christian Thomas Gray (AC).
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“El retrato es una forma de crear un espacio con el otro”
El fotógrafo paraguayo Juanjo Ivaldi Zaldívar se instaló por primera vez en ese alejado territorio en 2009. Ahora vive en Seyðisfjörður, transformado por el contexto, un planeta distinto, como dice. El artista visual nos habla sobre la esencia de su nueva muestra y sus vivencias en la “tierra del fuego y el hielo”.
- Por Jimmy Peralta
- Fotos Juanjo Ivaldi
El pasado 17 de junio se habilitó en Islandia la muestra “Dejar aparecer”, del fotógrafo paraguayo Juanjo Ivaldi Zaldívar, una propuesta coordinada por Auður Mikaelsdóttir que presenta un centenar de retratos de ciudadanos de Höfn, un pueblo de alrededor de 2.200 habitantes, donde el compatriota vivió un tiempo. “Dejar aparecer” es una forma de buscar pasivamente el momento artístico, tanto para permitir que este logre manifestarse, en este caso la imagen frente al observador, así como para el artista permitirse ver y captar la obra, en el caso de Juanjo, registrar con la cámara con el máximo respeto al retratado.
Ivaldi vive su segunda estadía en la isla. En 2009 fue por primera vez, para volver en 2014. Cinco años después volvió a instalarse y a revivir la conexión que le permite ese planeta que se le representa como Islandia, como paisaje y humanidad como contexto. “En el retrato, lo esencial no se fabrica: se revela”, cita el texto de convocatoria a la muestra. Juanjo habló con La Nación del Finde sobre esta iniciativa, su experiencia en Islandia, y la búsqueda ética y estética que propone él con esta colección.
–¿Cuál tu primera vinculación con Islandia antes de ir y la primera en construir al llegar allá?
–Pensar en esto me llevó directo a una memoria de una sala de fotografía con un piso de ajedrez en el “Instituto de la imagen”. Coincidentemente, la primera vez que escuché sobre Islandia fue en un curso de fotografía que tomaba en Paraguay, allá por el 2006 o 2007, no recuerdo muy bien. Alguien puso música de Sigur Rós… ese sonido… lejano, como si viniera de otro mundo. Hoy, mientras te respondo a estas preguntas, vuelvo a poner Sigur Rós y preparo un café. Mi primer vínculo real con Islandia fue por Sunna, una mujer bellísima de estas tierras, a quien siempre voy a estar profundamente agradecido por invitarme a llegar hasta acá. Con ella tuvimos una relación de jóvenes curiosos en esos años, y un día me dijo: “¿Por qué no nos vamos a Islandia?” Yo le dije “¡Jaha!”. Y bueno, fue así como Islandia pasó de ser ecos sonoros (primero conocí su música), después solo imaginación, a convertirse en un hogar.
Llegar desde Paraguay en 2009, con 25 años, fue como aterrizar en otro planeta, Islandia es otro planeta. Recuerdo un paisaje más negro que verde: extensiones de lava, montañas, cielos inmensos, inmensidad más inmensidad, bum, un aura boreal, 24 horas de día, 24 horas de noche y silencios. Hermosos silencios. No era el Islandia “turístico” de hoy, era un país más reservado, lleno de barrios y a la vez más salvaje. Esa naturaleza en todas sus formas, honesta, me atrapó de una forma que nunca imaginé. Creo que, en ese primer invierno, mientras la nieve caía sobre un planeta que apenas empezaba a conocer, supe que algo en mí también estaba cambiando. Para siempre.
–¿Cómo definirías al retrato, y cómo lo diferenciarías de otras formas fotográficas?
–Para mí, el retrato es una forma de crear un espacio con el otro. No es una imposición de la mirada, del “yo fotógrafo” quiero que vos persona hagas esto para que el “yo fotógrafo” sobresalga. En mi experiencia, un retrato ocurre cuando el otro puede emerger, cuando no se lo interrumpe ni se lo fuerza a ser algo. En este sentido, lo diferencio de otras formas fotográficas que a veces buscan captar lo espectacular, lo inmediato o lo evidente. El retrato, en cambio, es más lento. El retrato es espera. Uno se queda esperando un gesto, una pausa, un silencio donde algo del otro se revele. Es como transitar el mundo analógico de la fotografía. Suele haber un segundo donde la persona decide darte algo, o a veces se le escapa, porque siempre está ahí. En mi búsqueda del retrato, no trato de fabricar una imagen, sino dejar que algo que ya está, como la dignidad, una verdad, incluso una herida, se asome, de formas diferentes. Y cuando hay escucha, cuando hay tiempo, ahí entre dos personas, esa imagen puede convertirse en un espejo donde alguien se reconozca con una dignidad que quizás había olvidado. Por eso, para mí, retratar es también un acto de respeto.
EL TRAYECTO
–¿Cuándo empezó a tener forma de muestra esta colección de fotos?
–Esta última exhibición de retratos tiene sus raíces en una experiencia previa del año 2023, cuando trabajé junto a Greta Clough en una región del norte de Islandia. Allí realizamos una serie de entrevistas y retratos que culminaron en la muestra Fl(j)óð, una exposición fotográfica centrada en mujeres de origen extranjero que vivían en Húnaþing Vestra. Compartimos las historias de 33 mujeres de la comunidad, celebrando sus raíces y abriendo espacios de reflexión sobre el lugar que ocupan las mujeres inmigrantes dentro de la sociedad islandesa. Este proyecto fue muy bien recibido y tuvo buena cobertura mediática en el país. Inspirada en esa experiencia, Auður Mikkelsdóttir se puso en contacto conmigo con la idea de hacer algo similar en Höfn, una localidad del sureste a donde llegamos juntos con Tess Rivarola en 2019 y donde vivimos por más de un año. Esta vez, el enfoque estuvo puesto en las y los habitantes de la comunidad. Así comenzó esta nueva etapa.
Durante tres meses hice lo que más me gusta en la vida; manejar en ruta islandesa, escuchar música y fotografiar. Viajé desde Seydisfjördur (un pequeño fiordo del este donde vivimos desde el 2020) a Höfn todos los fines de semana, unos 150 km, atravesando dos rutas de montaña que alcanzan los 600 metros de altitud y no pocas veces están cubiertas de niebla. Conocí y fotografié a 114 personas. En cada encuentro conocí algo nuevo de esta cultura. Tomé café como nunca antes en mi vida. Acá cada vez que llegas a una casa no importa la hora que sea te invitan café. Cada persona me mostró algo nuevo de la forma de ver la vida que tienen los islandeses. Y así fue tomando forma la muestra: como un retrato colectivo que busca reflejar la diversidad del pensamiento, la memoria compartida y lo cotidiano de quienes habitan este rincón del sureste islandés.
–¿Qué sensaciones o intenciones conectan o vinculan entre sí a las fotos de esta muestra?
–Una serie de fotografías puede narrar una historia, pero en esta muestra de retratos el hilo no es argumental. No hay un relato lineal, sino una atmósfera que se construye desde la escucha. Para cada retrato, lo único que pedía era que la persona eligiera el lugar donde quería ser fotografiada. Algunos escogieron sus casas; otros, los caminos donde pasean con sus perros. Algunos volvían a las granjas de sus abuelos, a los establos donde cuidan caballos, ovejas o gallinas. Esas elecciones no fueron casuales: en esta serie de retratos el paisaje no es fondo, es parte del cuerpo. Creo también que lo que une estas imágenes es una intención compartida porque para ser retratado hay que querer ser visto.
En muchos de estos retratos se puede leer el arraigo profundo que cada islandés tiene con su tierra. Para muchos, decir “soy de tal lugar” es un acto de orgullo. Y no es solo una frase: es literal. Algunos nunca salieron de su pueblo Son de ahí, y lo son a mucha honra. Cada persona retratada iba trayendo una nueva perspectiva; su forma de pensar. Y, sin embargo, algo se repetía, remitiendo a algo ya escuchado antes, al otro lado de la isla. Y así se fue tejiendo más o menos, una sensación de intimidad, de presencia, de pertenencia. Quizás lo que une estas imágenes no sea lo que se ve, sino lo que se intuye: una vibración, una confianza, una forma de mirar que no busca transformar, curiosea. Lo que deseo es que cada retrato sea una puerta entreabierta entre la presencia y el misterio.
OBSERVACIÓN Y ESPERA
–¿Cómo llegás vos a la idea de “dejar aparecer” y qué pensás que te aporta como fotógrafo en el contexto donde te manejás?
–El concepto de “dejar aparecer” lo tomo prestado de Humberto Maturana, biólogo chileno, quien plantea que amar es permitir que el otro sea, sin forzarlo a cumplir con nuestras expectativas. Me quedó resonando, y con el tiempo entendí que eso también era lo que yo buscaba al retratar. Coincide con mi manera de aproximarme al retrato, no desde la dirección ni la construcción, sino desde la observación y la espera. Yo no me siento tanto un fotógrafo que “arma” imágenes, sino alguien que observa, que acompaña. En el contexto donde vivo, el “countryside” de Islandia, el tiempo se percibe de otra forma, las personas tienen otras formas de relacionarse. En el momento del retrato, las personas acá pueden llegar a ser muy cerradas para nosotros los “sudacas”. Pero eso es una interpretación desde una expectativa del otro. Aquí, se vuelve clave ser observador, quedarse quieto. Acompañar el silencio entre los dos, acompasar el momento. Aquí no se pueden forzar las cosas. Entonces uno, como fotógrafo, va generando el espacio, las condiciones donde la persona pueda mostrarse, si quiere, si lo siente. Puedo decir hoy que “dejar aparecer” se ha vuelto para mí una ética del mirar y del convivir.
–¿Podrías comentarnos algo de Höfn?
–Höfn es un pequeño pueblo al sureste de Islandia, rodeado de playas negras, glaciares del Parque Nacional Vatnajökull y montañas que respiran con el clima. Tiene tormentas de viento, neblinas… y unos amigos maravillosos. Llegamos allí con Tess Rivarola en mayo de 2019. Hay algo en su paisaje: el viento te habla, o la luz cambia de golpe y te muestra otras formas. A primera vista puede parecer un lugar aislado, pero después de esta experiencia fotográfica me di cuenta de que tiene una vida comunitaria generosa. Vivimos un año con Tess en las afueras de Höfn, Hólmur, en una casa amarilla, con el glaciar como jardín. Después de esa experiencia armamos una exhibición en conjunto: con poesías de Tess y fotografías mías, que se llamó “Mirada extraviada”. Tess tiene mucho que ver con mi desarrollo como artista. Me empujó a buscar más profundidad, a ir más allá. Exige como loca, y eso sirve muchísimo.
–¿Cómo es tu vida allá?
–Ahora vivimos en Seyðisfjörður, en el este de Islandia, a 661 kilómetros de la capital. Mi vida hoy es bastante tranquila, ya no farreo tanto, también intensa en otros aspectos. En el día a día cocino, saco fotos, tomo helado, voy a nadar, chismoseo con la gente, me plagueo… y otras cosas que no te voy a contar porque seguro que mi vieja va a leer esto. Siento que, en lugares como estos, donde el tiempo se mueve más lento, uno puede escuchar mejor. Mirar las cosas en sus diferentes formas y estados.
Escuchar a los demás, y también a uno mismo. La naturaleza no es solo un complemento o una foto para Instagram: es un personaje más que convive entre nosotros, con el que uno dialoga todos los días. Te guste o no. Reykjavik, Höfn, Seyðisfjörður… Islandia me ha dado algo valioso: la posibilidad de mirar con más atención, de reinventarme, de sanar, de perdonar, de crecer de muchas formas. De vincularme con la gente de otra cultura, desde las diferencias y el respeto. Y de construir un ritmo de vida más acorde con lo que necesito en este momento.
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Celebran fiesta patria de los EE. UU. al estilo lejano oeste
Un festejo del Día de la Independencia diferente y especial tuvo lugar este año en la Embajada de los Estados Unidos en Paraguay. Fue un evento que transportó a los más de 700 invitados al oeste americano con una fiesta temática denominada Red, White and Rodeo. En esta ocasión, la celebración del 4 julio homenajeó la tradición vaquera y los valores “que han hecho grande a Estados Unidos, como el coraje, la determinación y la autosuficiencia”, expresó el encargado de negocios a.i. Amir Masliyah durante la ceremonia protocolar.
El principal anfitrión de la cita destacó que esos mismos valores “también representan los lazos que hacen de los Estados Unidos y Paraguay sólidos aliados”.
Masliyah aprovechó la oportunidad para anunciar el término de su misión en Paraguay luego de tres años de labor. “Me siento tan orgulloso del equipo de la Embajada y de ustedes, nuestros colegas paraguayos, por cómo hemos fortalecido la relación bilateral”, dijo. “Paraguay ha sido un lugar maravilloso para mí y mi familia. La calidez y el cariño que sentimos por parte del pueblo paraguayo las llevaremos con nosotros durante toda la vida”, manifestó emocionado el diplomático, cuyo próximo destino será el Japón.
LOS DETALLES
La fiesta que conmemoró el 249 aniversario de la Independencia de los EE. UU. fue organizada y montada por los propios funcionarios de la representación diplomática. Los amplios corredores y jardines de la Embajada lucieron decorados con banderas estadounidenses de distintos diseños y tamaños, y elementos propios del lejano oeste como fardos de heno, cowhide, sillas de montar, herraduras, ruedas de carreta, mesas de barriles, entre otros detalles, que evocaban la vida vaquera que fusiona tradición, libertad y mucha energía. El dress code fue cowboy look.
En este marco colorido, animado y acogedor, los asistentes disfrutaron del servicio gastronómico de Sushi Club, que ofreció comida tradicional estadounidense combinada con sabores de la cocina paraguaya, todo regado de vinos, té frío y cócteles para brindar. El evento contó con el apoyo de numerosas empresas estadounidenses y firmas paraguayas representantes de franquicias y marcas estadounidenses; hubo souvenirs para la concurrencia.