Por David Sánchez, desde Málaga (España), X: @tegustamuchoelc (*)
María Victoria “Vicky” Ramírez Jou, productora de cine, de audiovisual y de “cosas que me enamoran”, como ella misma confiesa al inicio de nuestra entrevista, está presente en el Festival de Málaga, donde su sección de industria llamada MAFIZ ha elegido este año a Paraguay, como país invitado. Dentro de los múltiples eventos alrededor del cine paraguayo, la propia ciudad se ha tornado más paraguaya con carteles a lo largo de las calles con el mensaje de “Hola, soy Paraguay”.
En este ambiente cinéfilo y latino pudimos charlar con Ramírez, conocida, entre otras cosas, por ser la productora de la laureada “7 cajas”, nominada a los Goya en España, o “Leal, solo hay una forma de vivir”, que ha sido la última película paraguaya que superó la barrera de los 100.000 tickets en cines de Paraguay y la primera película paraguaya en ser estrenada en Netflix. Ramírez es también productora de la serie brasileña " El ADN del delito” (DNA do crime), estrenada en Netflix y basada en el asalto de 2017 a Prosegur en Ciudad del Este.
Del 4 al 8 de marzo Paraguay será el epicentro del cine dentro del MAFIZ en Málaga, Ramírez valora este hito en el cine paraguayo indicando que “es un orgullo lo que estamos viviendo como país al estar en un festival tan importante”. La productora será parte de los Talleres Warmi Lab y participa en el Malaga Short Corner apuntando a la distribución del cortometraje “Emilio Barreto: ángeles y demonios”.
A lo largo del festival, diversas películas de Paraguay serán proyectadas al mundo entero, puesto que al MAFIZ vienen cerca de 2.000 acreditados de más de 50 países diferentes, desde Estados Unidos, Japón, pasando por todos los países hispanoamericanos. En palabras de la productora “es una vitrina muy importante, que nos miren desde fuera también nos da la posibilidad de que se conozca, se pueda presentar al país, y que puedan ver nuestras producciones”.
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“Hola, soy Paraguay”
Han pasado 5 años y medio desde que se creó la Ley del cine, un hito importante para la cinematografía paraguaya, que ha hecho que los recursos económicos fluyan a través del Instituto Nacional del Audiovisual Paraguayo (INAP), con varias fuentes de financiación que provienen del Tesoro Público: con el que actualmente se financia el funcionamiento del instituto, y que genera los fondos para el fomento del sector.
También provienen del 50 % de la recaudación impositiva por servicios audiovisuales del exterior, transaccionados a través de tarjetas de crédito y de débito, se estima que esta recaudación debería generar un fondo de cinco millones de dólares para financiar la industria, lo que es una cifra importante para fortalecer toda la cadena de valor de la industria.
Acerca del INAP, Vicky comenta que “la ley y el instituto (INAP) al que se le exige, pero se le respalda, son importantes porque esto nos garantiza tener un respaldo, tener políticas públicas, tener fondos, poder sentarnos a la mesa y que los gobiernos de turno puedan estudiar qué leyes y fomento tiene que haber para una industria que mueve tanto”. La importancia del cine se resume en que “un país que no tiene cine, es un país sin memoria”.
Ramírez ve con muy buenos ojos estas medidas que se están tomando en el país por el cine patrio, indicando que “por supuesto que las políticas públicas son necesarias”, aclarando “pero pienso que lo que más le servirá a Paraguay es que la gente se pregunte quién es Paraguay”; continúa indicando que “me encantó ver en las calles en Málaga ‘Hola, soy Paraguay’; si tengo que remontarme atrás, 20 años atrás, no podíamos soñar con tener un ‘Hola, soy Paraguay’, porque: ¿qué teníamos para mostrar?”.
“Una película de la guerra”
El cine paraguayo desde hace unos años está tomando fuerza “a partir de ‘Hamaca paraguaya’, ‘Cuchillo de palo’, ‘7 cajas’, ‘Las herederas’, películas que han tocado muy fuerte internacionalmente”. Pero no se puede olvidar la importancia de esa internacionalización en el mundo iberoamericano, ya que, como resalta la productora “creo que es fabuloso contar con un iber-espacio, de un iber-continente que realmente facilita, porque hablamos de las mismas historias, nos conocemos, a Paraguay todavía le falta la política pública, el festival de Málaga juntó un montón de ganas de políticas públicas reales” señalando que en el estand hay muchos institutos y ministerios sumados al cine, “esto es muy nuevo, que al cine se lo vea como política pública es una conquista”. Este momento tan brillante se debe en parte, según Ramírez, a los contadores de historias anteriores a la creación de la ley del cine hace 5 años, quienes lo hicieron bien.
Para terminar, Ramírez nos comparte su sueño, su deseo de creación confesando que “soñaría con hacer una película de la guerra, de la Gran Guerra (la Triple Alianza), porque todas las que tenemos son relatadas por otros, no por nosotros, pero cuando me preguntan si podemos hacer una película sobre la Guerra de la Triple Alianza, yo solo pienso en los ceros que tendrá esa producción... estar aquí a mí me ayuda, para poder tejer ese puente de Iberoamérica, y quizás un día tener esa película. En resumen, la productora sentencia que “de aquí pueden salir muchas historias más”.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.