Las semanas previas a la temporada de premios de Hollywood suelen ser un torbellino de fiestas, con lujosos “paquetes de regalos” para las celebridades y una deslumbrante entrega de los Globos de Oro iniciando el ciclo que culmina con los Óscar. No este año.

Como todo desde que se declaró la pandemia de COVID-19 en marzo pasado, las glamorosas galas de Los Ángeles también se vieron alteradas por el virus. Tradicionalmente, si un estudio tenía una película con perfil de favorita, organizaba muchos eventos para homenajear a los cineastas y a los actores y captar la atención de los jurados.

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“No he estado en ningún evento así este año”, dijo el editor de la revista Variety, Tim Gray. Las esperanzas de tener una seguidilla “normal” de sesiones VIP de preguntas y respuestas y veladas de élite pensadas para atraer a los votantes se desvanecieron hace muchas semanas, con un brote invernal de COVID-19 en California.

Los publicistas de la meca del cine, acostumbrados a organizar costosas celebraciones en lugares emblemáticos, desde el Four Seasons hasta el Chateau Marmont, han tenido que improvisar. Sobre todo, han tenido que perfeccionar sus habilidades de Zoom y pasarse a la vida por videoconferencia.

“Continuar con las tradiciones”

En el Sunset Strip, el barrio de restaurantes, boutiques y discotecas en Los Ángeles, están los habituales carteles gigantes promocionando películas “para su consideración”, pero los votantes ven los filmes nominados en sus casas mientras los periodistas entrevistan a los actores desde sus computadoras portátiles.

“Todo el mundo ha tenido que adaptarse”, dijo el columnista de The Hollywood Reporter Scott Feinberg. Los Globos de Oro, típicamente presentados como “la fiesta del año” en Hollywood, se llevarán a cabo el domingo principalmente como un evento remoto trasmitido desde Beverly Hills y Nueva York, y se espera que la mayoría de los nominados conozcan su suerte en el sofá de sus salas.

“La vida continúa, lo mejor que podemos”, dijo a la AFP Eugene Levy, estrella de “Schitt’s Creek”, para quien cancelar todo sería “como ondear una bandera blanca”. “Todo el mundo está aprendiendo a arreglárselas (...) Tratamos de continuar con las tradiciones, apuntó Merle Dandridge, actriz de “The Flight Attendant”.

“Vasos de licor”

En la ceremonia del domingo, se espera que se anime a los nominados a tener un perfil más relajado que en los Óscar. “Probablemente se vean algunos vasos de licor por allí, que no se verían si fuera el Zoom de los Óscar”, dijo el periodista de The Hollywood Reporter.

La Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood, que anualmente entrega los Globos de Oro, tiene una vieja reputación de limitarse a premiar a las estrellas más fulgurantes. “Pero sus estrellas no estarán en el salón de baile del Beverly Hilton esta vez”, dijo el experto en premios del portal Deadline, Pete Hammond. “Creo que va a ser una atmósfera de fiesta moderada”.

Velada en pijama

Entre algunos de los actores, que normalmente en esta época tendrían por delante un maratón agotador de eventos y un número creciente de ceremonias de premios, se palpa incluso la sensación de que están disfrutando este respiro de la alfombra roja.

Amanda Seyfried, favorita como mejor actriz de reparto por “Mank”, dijo en un foro en internet que planea pasar la noche en su casa con todos los que son importantes en su vida, “incluso mi perro”. Y agregó que dejará a su hija de tres años “quedarse despierta todo el rato que quiera”.

“Como para mí será la mitad de la noche, probablemente estaré en la cama con un esmoquin de la cintura para arriba y mi pijama abajo”, confesó el actor británico Nicholas Hoult, nominado por la serie “The Great”. Pero entre los que recién se asoman a la cima de Hollywood, la ausencia de eventos y oportunidades de cobertura podría obstaculizar sus perspectivas profesionales futuras.

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“Agridulce”

Previo a los Globos de Oro, la experta en marketing Nathalie Dubois suele ofrecer “paquetes de regalos” en hoteles de cinco estrellas. En un año normal, las celebridades llegan a dejarse mimar con masajes, beber champán y elegir entre una gran variedad de obsequios, desde joyas hasta vacaciones de lujo.

Las empresas que ofrecen los productos esperan que los famosos les den una exposición invaluable a sus marcas. Este año, la empresa DPA de Dubois organizó un evento donde las celebridades pueden recibir bolsas de regalos y aceptar estadías en hoteles elegantes en la Polinesia... desde las ventanillas de sus autos. “Hablar con esa gente, es agridulce”, dijo a la AFP.

A tono con el momento, este año Dubois reservó regalos para los trabajadores de salud. A pesar de que todo tiene menos brillo este año, famosos como Levy y Dandridge estaban felices por la propuesta de regalos por “drive-through”. “¡Es el evento social de la semana!”, dijo Dubois.

Fuente: AFP.

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