El chamamé, una tradicional música y danza del litoral argentino, fue declarada este miércoles Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Reunido por videoconferencia, el Comité del Patrimonio de la Unesco, bajo la presidencia de Jamaica, aprobó el expediente propuesto por el Estado argentino.
Esta música y baile comunes en las celebraciones comunitarias, festivas y religiosas en la provincia argentina de Corrientes (noreste) compitió con 39 expresiones culturales de otros países, entre ellas el reggae de Jamaica, las parrandas cubanas, las tamboradas españolas y el Mwinoghe, danza de júbilo de Malawi.
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“Hoy resuena en todo el mundo el sapucay de Corrientes, fluye por el (río) Paraná y en la sangre de toda su gente. ¡El Chamamé es Patrimonio de la Humanidad!”, celebró en un tuit la gobernación correntina y posteó un video de una pareja bailando al ritmo de esa música festiva, cuyo instrumento esencial es el acordeón.
El sapucay -palabra guaraní que significa sonido quemante que manifiesta emociones intensas- es un grito prolongado y agudo característico del chamamé, que puede significar alegría o enojo, triunfo o rebeldía.
“Para todos los que amamos el chamamé, hoy es un día de celebración y de júbilo”, se congratuló el ministro de Cultura, Tristán Bauer, en un comunicado. Raúl Barboza, Ramona Galarza, Chango Spasiuk, Teresa Parodi, Peteco Carabajal, Antonio Tarrago Ross, son algunos destacados músicos chamameceros.
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Gabriel Romero, presidente del Instituto Provincial de Cultura de Corrientes, afirmó que el chamamé es “una manifestación cultural que no distingue clases sociales y que tiene celebración propia: la Fiesta Nacional del Chamamé”, que se realizará del 15 al 24 de enero próximos.
“El chamamé tiene un mensaje de fraternidad e integración. Nos une en una gran nación chamamecera con parte de Brasil, Paraguay y Uruguay. El chamamé es patrimonio vivo que nos enlaza y nos identifica”, sostuvo Romero.
Fuente: AFP.
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Día de la Guarania: conmemorarán 120 años del nacimiento de Flores
Este martes 27 de agosto, a las 10:00, ante la tumba de José Asunción Flores se conmemorará el Día de la Guarania, establecido en coincidencia con la fecha del nacimiento de su creador. El acto será en la plaza “Manuel Ortiz Guerrero - José Asunción Flores”, ubicada en avenida Mariscal López y Santa Rosa, en Asunción; con la actuación de la Orquesta de Cámara Municipal de Asunción (OCMA).
El homenaje a los 120 años del nacimiento de Flores contará con representantes del Ateneo Cultural José Asunción Flores y de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), en el marco de la Semana de la Guarania 2024, así como en respaldo de la candidatura de la guarania como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, conocida como Unesco, que justamente sesionará en Asunción, en diciembre próximo.
Hijo de la Chacarita
En el libro “Memorias. José Asunción Flores” (2022), basado en escritos autobiográficos del músico, bajo la edición de Alcibíades González Delvalle y Antonio V. Pecci, el Ateneo Cultural José Asunción Flores incluye un relato sobre la vida del artista, cuyos extractos transcribimos a continuación.
José Asunción Flores nace el 27 de agosto de 1904 y su infancia trascurre en el barrio popular de la Chacarita, en Asunción, hijo de Magdalena Flores y Juan Volta, quien no se hacer del niño. La madre le da el nombre de José Agustín. El destacado intelectual y político liberal Manuel Gondra lo adopta como ahijado suyo. José pasa gran parte de su niñez trabajando como un “niño de la calle”, lustrando zapatos, vendiendo diarios, contribuyendo a la economía familiar. La madre trabajada como vendedora en el Mercado Guasu (Mercado Central) por las mañanas, y por las tardes como lavandera en casas de familia.
A los diez años de edad, en 1914, y debido a los frecuentes roces y maltratos del padrastro, José, a través de un embarcadizo amigo que trabaja en una nave, se embarca y lo bajan en Puerto Guaraní, Alto Paraguay. Allí vive un año en el ranchito de una señora, trabajando en una fábrica productora de tanino, hasta que su madre lo encuentra y lo trae de vuelta a Asunción.
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Banda de la Policía
Debido a sus frecuentes huidas de la casa es detenido por vagabundo varias veces. A los doce años, la madre lo lleva a la Guardiacárcel en la Policía para que aprendiera un oficio, de donde es derivado con otros niños vagabundos como ayudantes de la Banda de la Policía e integran una bandalisa. Allí, José inicia sus estudios musicales junto a maestros italianos y paraguayos, y un modo de vida más disciplinado. Sobresalen en su labor orientadora Nicolino Pellegrini, director de dicha agrupación, y Salvador Déntice, vicedirector y encargado de los aprendices. Pronto ocupa el sitio de trombonista, gracias a su habilidad musical.
A la vez que inicia el trabajo de escrituración correcta de la música paraguaya, tomando como material de trabajo la polca “Maerapa reikuaase” de Rogelio Recalde, también comienza a experimentar en la búsqueda de un ritmo que expresara el sentimiento de la gente de la tierra, su naturaleza, su historia, sus luchas, sus alegrías y sufrimientos… Así nace la guarania, en 1925, con “Jejuí”, pieza no cantada, en el Hotel Cosmos, actual Asunción Palace Hotel, en Colón y Estrella. La misma es ejecutada de manera impecable por un trío de músicos alemanes residentes en el país: Alfredo Brand, en el piano; Alfredo Kamprad, en el violín, y Erik Piezunka, en el cello.
Composición fundacional
En sus memorias, Flores relata que, al crecer su formación musical en la Banda de la Policía, también crecía su inquietud por la música nativa, ya que el repertorio era casi totalmente clásico, y, si bien, las composiciones paraguayas eran escasas, la ejecución de una polka o galopa era señal de la terminación de la retreta. En su investigación, el joven detectó la deficiencia en la escritura de la música típica como un problema para encontrar su identidad.
Consciente de sus propias limitaciones en leyes musicales, Flores seguía formándose, pero también iba ensayando nuevas formas de escritura. En 1923 creó la polca instrumental “Manuel Gondra” y, al año siguiente, hizo un trabajo de instrumentación sobre la polca “Maerapa reikuaase” de Rogelio Recalde. El maestro Pellegrini le permitió ensayar su partitura con la Banda de la Policía y esa “solidaridad” marcó un punto de partida, ya que le permitió escuchar una estructura que se encaminaba a ser la guarania.
Seguidamente, Flores inicia los ensayos de una composición instrumental titulada “Jejuí” que se estrena en Asunción una noche de enero de 1925, con lo que se oficializa el nacimiento de este género musical. El autor había elegido el nombre “guarania”, inspirado en versos de “En la fiesta de la raza” del poeta misionero Guillermo Molinas Rolón, publicado en 1913, que descubrió en el libro “Parnasos”.
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La guarania número 1
Sin embargo, según el propio Flores, “la guarania que encabezó este movimiento de música nativista fue ‘Arribeño resay’ (Lágrimas de un arribeño)”. Esta obra surgió en 1926, dedicada a Arturo Alsina, a quien hicieron escuchar una noche en su casa, en Farmacia Americana, en Manduvirá esquina Chile. En esa ocasión conoció al poeta sampedrano Rigoberto Fontao Meza, quien propuso escribir la letra para la canción, con lo que empezó a visitar a Flores para conocer mejor su música.
Casi paralelamente con “Arribeño resay”, Flores ya cantaba en serenatas con guitarra “Ñasaindype” (A la luz de la luna, 1926), con letra de Félix Fernández. Después de estas dos guaranias salió “India”, con versos iniciales de Rigoberto Fontao Meza (que también le puso letra a “Ka’aty” en 1927), aunque el músico señalaba que sus letras no “guardan “relación con el carácter de la música”; y también describe este proceso de creación, dándose cuenta en los ensayos y serenatas de la necesidad de que su tema tuviera una segunda parte, así como de un puente entre ambas partes.
Con esa versión de “India”, Flores y Manuel Ortiz Guerrero se conocieron en 1928 en una serenata en casa de este último en Asunción, en Antequera y Progreso, y el poeta villarriqueño lo invitó a verlo al día siguiente, ocasión en que le planteó ponerle sus versos a la canción. Hablaron con Fontao y accedió al cambio, que se convirtió en la letra definitiva de “India”… aunque el sampedrano se disgustó porque Flores accedió al pedido de Ortiz, que le retiró su amistad para siempre.
Patrimonio de la Humanidad
Con Manuel Ortiz Guerrero como inseparable compañero creativo, la guarania de José Asunción Flores tomó vuelo propio, con populares canciones como “Kerasy”, “Paraguaype”, “Panambí vera”, “Ne rendape aju”, “Nde ratypykua”, “Gallito cantor”, “Che pykasumi”, “Cholí” y “Musiqueada che ámape”, entre otras, además de emblemáticas obras sinfónicas.
Con 67 años de edad, Flores falleció el 16 de mayo de 1972 en el sanatorio Mitre de Buenos Aires (Argentina), a consecuencia de complicaciones del mal de Chagas. Tras estar 44 años fuera de Paraguay, desde 1947, cuando salió en calidad de exiliado, sus restos fueron repatriados a Asunción, el 11 de noviembre de 1991, y sepultados en un mausoleo cubierto de una lápida de mármol, en una plaza asuncena, a orillas del arroyo Mburicaó,
En 1994, por decreto presidencial se establece el 27 de agosto como Día de la Guarania, que luego se declara por ley nacional en 2011. A partir del año 2000, el Ateneo Cultural José Asunción Flores (fundado en 1999) realiza un acto conmemorativo en dicha plaza cada 27 de agosto.
El Ateneo inició en 2009 los trámites ante la oficina de la Comisión Paraguaya de cooperación con la Unesco en el Ministerio de Educación y Culto (MEC, hoy Ciencias) para que la guarania sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Como primer paso de esta iniciativa, el Parlamento declaró, en 2010, a la guarania como Patrimonio Cultural de la República del Paraguay por ley 4072.
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Guarania, ícono de la ciudad de Asunción y la Chacarita, fruto de la vida de José Asunción Flores
Viviana Orrego
viviana.orrego@nacionmedia.com
Con la música “Jejui”, interpretada en enero de 1925 en el extinto Hotel Cosmos de Asunción, por José Agustín Volta Flores, conocido popularmente como “José Asunción Flores”, se escuchaba por primera vez la guarania, un género musical urbano de carácter vocal e instrumental, considerado un legado del hijo de la Chacarita.
Hoy, 27 de agosto, se conmemora el aniversario del nacimiento de Flores, por lo que se celebra el “Día de la Guarania”. La Secretaría Nacional de Cultura (SNC), el Ateneo José Asunción Flores y el Fondo Nacional de la Cultura y el Arte (Fondec) trabajan en la difusión de la guarania, en el marco de la candidatura de este género musical paraguayo como patrimonio inmaterial de la humanidad. Se espera que para el centenario del nacimiento de la guarania, esta sea considerada un legado de la humanidad, de Paraguay al mundo.
Para Alcibíades González Delvalle, escritor y actual presidente del Ateneo José Asunción Flores, la guarania nace del talento de un destacado paraguayo como resultado de un experimento con músicas paraguayas, apuntando a crear algo que defina e identifique realmente al Paraguay. “Fue así que nació la guarania, que hoy no solo nos identifica, sino que nos une y nos enorgullece”, refirió en contacto con La Nación-Nación Media.
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Tanto el ritmo, la melodía como la armonía de la guarania es el sentir del paraguayo, por lo que desde su primera interpretación en 1925 comenzó a difundirse y como todo lo nuevo, estuvo condimentada de polémica, hubo artistas desertores que criticaron el trabajo de Flores, pero con la rápida aceptación del público, tanto nacional como internacional, esos comentarios no tuvieron relevancia.
“No solo se trataba de un ritmo nuevo, sino que las melodías que contenían Ka’aty, Arribeño resay e India, que se hizo famosa después, Flores alcanzó la celebridad en su país porque el Paraguay nacía para el mundo con una expresión musical nueva y eso para el país fue algo muy importante. Y llegó un momento, incluso ahora cuando se escucha ‘India’ en el exterior, por músicos extranjeros, inmediatamente se identifican con el Paraguay”, indicó Don Alcibíades.
Flores no solo se dedicó a la guarania, también escribió poemas sinfónicos con los que también sobresalió el compatriota. Entre sus creaciones como poemas sinfónicos se encuentra “María de la Paz” y “Pyharé pyte”, que son obras que nacen del talento, el trabajo y el genio de este exponente del arte nacional.
Ícono de Asunción
Uno de los grandes exponentes de la guarania contemporánea es el músico y compositor paraguayo Ricardo Flecha, quien asegura que la guarania florece en todo el territorio de esta patria, pero que es el ícono de Asunción, porque su creador nació en el humilde barrio Chacarita, en Punta Karapá de esta ciudad.
“La guarania es un ícono de Asunción porque nació en la ciudad de Asunción, junto a su creador en la Chacarita, por lo que la guarania no es solo un género musical, es también un estado de ánimo, es una forma de vernos y reconocernos los asuncenos y los paraguayos a través de ese género musical. Por eso es muy importante”, dijo Flecha en comunicación con La Nación-Nación Media.
Actualmente, este amante de la guarania se encuentra trabajando en varios proyectos para la difusión de este género, en el marco de la candidatura como patrimonio de la humanidad. Uno de esos proyectos es “Estación Guarania”, un ciclo de diálogo de saberes musicales y conciertos, con el recorrido de las doce estaciones de trenes, con destacados artistas invitados de la guarania contemporánea, recorrerá desde Asunción hasta Encarnación.
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“Estación Guarania”
“Queremos que la guarania sea patrimonio inmaterial de la humanidad y para eso, en marzo del 2023, a través de la Cancillería y la Secretaría Nacional de Cultura, se va a presentar eso ante la Unesco. La guarania tiene un solo creador que es José Asunción Flores, paraguayo y reconocido por todos. Es un género musical creado por un autor, si bien muchas de sus canciones las compuso en Buenos Aires y muchos argentinos compusieron guarania y jamás intentaron apropiarse de la guarania”, indicó.
Estación Guarania rendirá tributo a José A. Flores, así como a otros emblemáticos cultores de este extraordinario género a través del tour. El mismo contribuye a las actividades por la postulación y reconocimiento como legado al mundo. La actividad tiene por objetivo que la población lo reconozca, lo valore y difunda a las nuevas generaciones. El mismo recorrerá las ciudades de Asunción, Luque, Areguá y Pirayú, y ya comenzó en Asunción en el Ferrocarril de la ciudad.
“La guarania enamoró al mundo entero y más específicamente, en Argentina, Brasil que son las regiones en donde más fuerte se desarrolló la guarania, en estos países, se cultiva mucho la guarania, es más, se respeta muchísimo al creador”, insistió el entusiasta defensor y cultor de la guarania.
Flecha es un intérprete y compositor paraguayo que se destaca por sus impetuosas expresiones en sus canciones, es común escuchar sus canciones o verlo con su guitarra en marchas y manifestaciones públicas porque es un luchador incansable de la paz social. Actúa como solista, pero ha acompañado a varios artistas nacionales e internacionales en escenarios de todo el mundo.
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Tereré, chamamé y otros 33 nuevos patrimonios inmateriales
La bebida tradicional de Paraguay, el tereré celebró este jueves una jornada histórica al ingresar a la lista del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Es la primera candidatura que presentó Paraguay, y abre el camino para otras expresiones culturales, anticipó el ministro de Cultura, Rubén Capdevila.
La nominación paraguaya lleva por título “Prácticas y Saberes Tradicionales del Tereré en la Cultura del Pohã Ñana, bebida ancestral guaraní en Paraguay”, y es una de las 42 candidaturas propuestas para la decimoquinta reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, que se desarrolla del 14 al 19 de diciembre, con emisiones virtuales de tres horas por día.
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Más de 800 participantes en línea en casi 140 países están registrados para asistir a seis sesiones en línea presididas desde Jamaica, por Olivia Grange, Ministra de Cultura, Género, Entretenimiento y Deporte; con el apoyo de la Secretaría de la Unesco en París, Francia.
La candidatura del tereré estuvo a consideración de un Comité integrado por representantes de Azerbaiyán, Botsuana, Brasil, Camerún, China, Costa de Marfil, República Checa, Yibuti, Jamaica, Japón, Kazajistán, Kuwait, Marruecos, Holanda, Panamá, Perú, Polonia, Corea, Ruanda, Arabia Saudi, Sri Lanka, Suecia, Suiza y Togo.
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Aparte de 42 nominaciones a la Lista Representativa, este año, el Comité de la Unesco estudia 9 informes sobre un elemento inscrito en la Lista de salvaguardia urgente, 4 nominaciones a la Lista de salvaguardia urgente, 4 propuestas al Registro de Buenas Prácticas de Salvaguardia, 2 solicitudes de asistencia internacional.
El proceso para postular al tereré como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad comenzó el 27 de setiembre de 2019, con el respaldo del Estado paraguayo a través de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC). De esta forma se incorpora a una lista donde tienen mayoría expresiones musicales de Latinoamérica, como el tango, el candombe, la capoeira, el vallenato o el mariachi, además de platos tradicionales, emblemáticas fiestas carnavales o rituales religiosos de larga data.
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Justamente, en la jornada del miércoles pasado, Argentina logró la aprobación de otra propuesta para la lista de la Unesco: el chamamé, música y baile comunes en la provincia de Corrientes en todo tipo de celebraciones comunitarias, familiares, religiosas y festivas.
Además del tereré y del chamamé, estas son las otras 33 nominaciones que, entre el miércoles y jueves, fueron declaradas Patrimonio Inmaterial de la Unesco:
- Los conocimientos y técnicas tradicionales asociadas con el Barniz de Pasto Mopa-Mopa en Putumayo y Nariño, de Colombia.
- El tejido manual sa’eed del Alto Egipto.
- Los conocimientos y prácticas de la música ancestral “Aixan /gâna/ob #ans tsî //khasigu de Namibia.
- Yeondeunghoe, fiesta de la iluminación de farolillos en la República de Corea.
- Al Sadu, tejido tradicional de Arabia Saudí y Kuwait.
- La fabricación de cerámica con torno manual en la aldea de Zlakussa, de Serbia.
- La cultura de los hawkers de Singapur: prácticas culinarias y comidas en común en un contexto urbano multicultural.
- Los Caballos del Vino de España.
- El arte de la relojería mecánica y la mecánica artística de Francia y Suiza.
- La charfiya, técnica tradicional de pesca de las Islas Kerkennah, de Túnez.
- Al Aflaj, un sistema de irrigación tradicional en los Emiratos Árabes Unidos.
- La danza budima de Zambia.
- Los conocimientos, prácticas y tradiciones vinculadas a la preparación y el consumo del cuscús, de Argelia, Marruecos, Mauritania y Túnez.
- El Nar Bayrami, festejo tradicional de exaltación del cultivo y la cultura de la granada, de Azerbaiyán.
- El arte de la miniatura, de Azerbaiyán, Irán, Turquía y Uzbekistán.
- La tradicional competición de siega de la hierba en Kupres, de Bosnia-Herzegovina.
- La carrera de dromedarios, práctica social y patrimonio cultural festivo, de los Emiratos Árabes Unidos y Omán.
- La practica del taijiquan, un ejercicio físico tradicional para cultivar una actitud mental impregnada de neutralidad, de China.
- La ceremonia Ong Chun/Wangchuan/Wangkang: ritos y prácticas culturales para mantener la armonía entre el hombre y el mar; de China y Malasia.
- La fabricación artesanal de perlas de vidrio soplado para la decoración de árboles de Navidad, de la República Checa.
- La cultura de la sauna en Finlandia.
- El arte musical de los trompistas, de Bélgica, Francia, Italia y Luxemburgo.
- El pantun, un género poético malayo con rima que se usa en canciones y en la escritura, de Indonesia y Malasia.
- La peregrinación al monasterio del apóstol San Tadeo, de Armenia e Irán.
- Competencias, técnicas y conocimientos tradicionales vinculados a la conservación y transmisión de la arquitectura de madera en Japón.
- Togyzqumalaq, Toguz Korgool o Mangala/Göçürme, juego tradicional de inteligencia y estrategia, de Kazajistán, Kirguistán y Turquía.
- El arte de fabricar y tocar la mbira o sanza, instrumento de teclas metálicas tradicional en Malaui y Zimbabue.
- Il-Ftira, arte culinario y cultura del pan ácimo aplanado en Malta.
- Apicultura tradicional en los árboles, de Bielorrusia y Polonia.
- La yola de Martinica: desde su construcción hasta el arte de navegar, de Francia.
- Las técnicas artesanales y prácticas consuetudinarias de los talleres de catedrales, inscritas en el Registro de buenas prácticas de salvaguardia del Patrimonio Inmaterial, de Alemania, Austria, Francia, Noruega y Suiza.
- La caravana polifónica: investigación, salvaguardia y promoción del canto poilfónico del Épiro, de Grecia.
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El cuscús, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
Los conocimientos, prácticas y tradiciones vinculadas a la preparación y el consumo del cuscús fueron declarados este miércoles Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Reunido por videoconferencia, el Comité del Patrimonio de la Unesco, bajo la presidencia de Jamaica, aprobó este expediente presentado conjuntamente por Argelia, Mauritania, Marruecos y Túnez.
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Esos países habían sostenido que esos conocimientos y prácticas, que formaban parte integrante de su patrimonio cultural, eran practicadas por todas las poblaciones de Argelia, Marruecos, Mauritania y Túnez, de todos los géneros, de todas las edades, sedentarias o nómadas, rurales o urbanas, incluidas las emigrantes, y en todas las circunstancias: desde los platos cotidianos hasta las comidas festivas.
Además, el chamamé, una tradicional música y danza del noreste argentino, fue declarado este miércoles Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
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Fuente: AFP.