En el marco de los 20 años de trayectoria de la reconocida banda nacional Paiko, se presenta “Gotas de amor", se trata del cuarto corte promocional del sexto álbum de estudio al que bautizaron como “Eléctrico”. Uno de los doce temas que forman parte de esta producción.
“Gotas de amor” habla de las pequeñas gotas de amores pasados que quedan para siempre en la piel y el alma. Canción que fue producida por Manu Jalil, reconocido músico, arreglador y productor de Mon Laferte. Grabado en Estudio 13 y Norte 24, de la ciudad de México por Eduardo del Águila (Zoé, Caifanes) y mezclado por el mismo.
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Con este cuarto sencillo también se deja ver la versión en CD del álbum, lanzado en digital previamente en el mes de marzo pasado. Cabe destacar que dentro de este año de pandemia y celebración, Paiko no dejó de hacer lo que mejor sabe hacer, ir para adelante, abrir camino e innovar.
Este año, la agrupación cumple dos décadas en la industria de la música, y para celebrarlo, desde que se inició el año se fue realizando una serie de actividades como: álbum “Eléctrico” en digital, lanzado en marzo con 4 sencillos y un videoclip; programa de televisión denominado “La historia detrás del hit”; podcast en Spotify “La historia detrás del hit”; serie en YouTube “12 pequeñas anécdotas”; CD “Eléctrico” en formato físico, reedición 20 aniversario del CD “Al natural”.
Este álbum aparece para celebrar las dos décadas de Paiko, en un 2020 cargado de emociones donde sale a brillar una característica importante de los 4 de Asunción, el emprender y construir, dejando en lo que va del año un nuevo álbum en digital y CD. Un documental y un programa de TV llamados “La historia detrás del hit”, que sin duda será uno de los más importantes aportes culturales del año y con más sorpresas.
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“Eléctrico” es producto de una reinvención, que deja ver a un Paiko renovado, con una imagen y estética nueva, cerrando un ciclo y dejando atrás los 20 años del grupo para iniciar de nuevo otra etapa. El material audiovisual fue dirigido y editado por Guti González, quien a su vez fue director del videoclip de la canción “Ya no puedo parar”.
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A 20 años del secuestro y muerte de Cecilia Cubas: “Hasta ahora nos preguntamos ¿por qué ella?”
Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Hoy se conmemora dos décadas del secuestro de Cecilia Mariana Cubas Gusinky, hija mayor del expresidente Raúl Cubas y la exsenadora Mirta Gusinky. Cecilia era una persona alegre y con muchas ganas de vivir, cuya vida fue truncada por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Con solo 31 años, Cecilia fue tomada de rehén por el grupo criminal que tres meses después decidió acabar con su vida. Su familia aún se pregunta por qué la mataron y acompaña en el dolor a cada uno de los secuestrados en Paraguay.
El 21 de setiembre del 2004 Cecilia estaba por llegar a su casa cuando fue interceptada por el EPP, que en medio de disparos y mucha violencia la secuestró. “Hasta ahora nos preguntamos ¿por qué ella? ¿por qué le hicieron esto? ¿por qué le mataron? Son preguntas que nunca van a tener respuesta porque no hay forma de justificar lo que le hicieron”, expresó su hermana, Silvia Cubas, en entrevista con La Nación/Nación media.
Resaltó que recuerda todo como si fuese ayer y que los cuatro meses que Cecilia estuvo secuestrada fueron de esperanza, de que pudiera volver con vida de aquella terrible pesadilla.
“Nadie está preparado para atravesar una situación como la que nos tocó vivir a nosotros y les toca vivir a otras familias acá, en Paraguay, pero llega un momento en el que te das cuenta de que lo que te mantiene en pie durante un secuestro es la esperanza de que tu familiar, en este caso mi hermana, sea liberado y pueda volver sano y salvo”, subrayó Silvia.
Terminó la esperanza
La familia Cubas Gusinky quedó destrozada tras la terrible noticia de que su querida hija Cecilia fue hallada muerta en una casa de la ciudad de Ñemby, pero entregarse al dolor no era una opción por lo que se propusieron a buscar justicia. Durante estos 20 años hubo logros importantes, fueron condenadas varias personas, pero aún hay prófugos.
“Cuando esa esperanza se termina, lo único que uno piensa es ¿qué vamos a hacer ahora? En nuestro caso, como familia, decidimos que no íbamos a entregarnos al dolor que nos produjo lo que le hicieron a Ceci. Sobre todo mi mamá, Mirta Gusinky, que dedicó su vida a pelear por una justicia verdadera para mi hermana”, relató.
Silvia profundizó que aprendió a convivir con lo que vivieron como familia, “uno no se olvida, no es que pasa, es una marca, una herida que uno lleva de por vida” y para la que nadie está preparado, “que le pongan precio a la vida de un familiar y que decidan matarlo porque no cumpliste con las expectativas o simplemente porque era el plan que tenían diseñado”, lamentó.
Primera víctima fatal del EPP
Cecilia Cubas es la primera víctima fatal de secuestro del EPP, su trágico desenlace conmocionó a la sociedad y marcó la historia del país.
“Fue la primera víctima mortal del EPP y es impresionante cómo el país sufrió con lo que le pasó. Creo que, a través de nuestras palabras, es como que toda la gente la pudo conocer y hasta quererle. Entonces, es como que esto fue un golpe realmente para todos los paraguayos, no solo para la familia y los amigos de Cecilia”, indicó Silvia a LN.
“Era una luz”
Recordó a su hermana mayor como una persona alegre, auténtica, cariñosa, generosa y muy inocente, que nunca veía malicia en las demás personas. Explicó que Cecilia pensaba que todas las personas eran como ella, buenas, jamás hubiera imaginado que unos criminales iban a acabar con su vida.
“Era una luz, brillaba siempre y no necesitaba decir ni hacer nada, transmitía muchísima alegría donde quiera que vaya. Era una persona súper sensible y las situaciones dolorosas le afectaban muchísimo. Era mi hermana mayor, pero a la vez era como la más chica de la casa, siempre la cuidamos y protegimos más, porque no veía malicia en nadie”, afirmó.
“La Justicia hizo su parte”
Tras el fatal desenlace, el Ministerio Público inició las investigaciones logrando condenar a 11 personas por el secuestro y muerte de Cecilia. Entre ellos Osmar Martínez, Anastasio Mieres Burgos, Francisca Andino, Vaciano Acosta, Pedro Chamorro, José Domingo Hidalgo, Manuel Portillo, Roberto Otazú, Rosalba Jara Drackeford, Lidia Samudio y Aldo Meza.
“En el caso de Cecilia todos los detenidos ya fueron juzgados y están cumpliendo su pena o siguen siendo juzgados. Podemos decir que la Justicia hizo su parte, pero nos queda mucho por delante y aún quedan muchos prófugos. Nuestra batalla está lejos de terminar, pero claramente tengo que decir que nos gustaría que el EPP desapareciese”, acotó Silvia.
En la familia no pierden la esperanza y creen que hay instituciones que se están formando correctamente y que están trabajando bien. “En algún momento va a dar resultado visible todo el trabajo que se está haciendo. Hay que tener en cuenta también que muchas veces para que se llegue a algo con un grupo como el EPP hay mucho trabajo por detrás y no es un simple golpe de suerte para que sucedan las cosas”, manifestó.
Justicia por los secuestrados
Silvia pidió justicia para las familias de los que están secuestrados, con quienes mantienen un contacto muy estrecho, porque es una situación que no se puede dejar pasar. “No tenemos que olvidar que hay todavía personas desaparecidas, cuyas familias aún siguen esperando noticias de ellos, esto no toca mucho. Tenemos que unirnos para luchar de manera correcta no solo por un futuro, sino por un presente mejor para cada uno de los compatriotas”, apuntó.
Instó a la población a luchar contra este grupo criminal, a no apañar estos crímenes. “Acá la lucha debería ser siempre de los buenos contra los malos. Todo lo que ellos predican de que han luchado por los más necesitados son mentiras, porque han secuestrado y asesinado a miembros de la sociedad paraguaya sin distinción de ningún tipo”, concluyó.
Datos clave
- El cuerpo sin vida de la joven fue hallado 5 meses después, en febrero de 2005, en una fosa cavada en una vivienda ubicada en Ñemby.
- Su familia pagó 300.000 dólares por su liberación, a mediados de noviembre de 2004.
- Osmar Martínez y Anastasio Mieres Burgos fueron condenados a 25 años de prisión y 10 años de seguridad por el secuestro y homicidio de Cecilia Cubas; luego de afirmarse que cometieron los delitos de homicidio doloso, privación de libertad, secuestro, extorsión, extorsión agravada y asociación criminal.
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Silvia Cubas: “Hasta ahora nos preguntamos, ¿por qué ella?”
- Por Karina Ríos
- karina.rios@nacionmedia.com
Hoy se conmemora dos décadas del secuestro de Cecilia Mariana Cubas Gusinky, hija mayor del expresidente Raúl Cubas y la exsenadora Mirta Gusinky. Cecilia era una persona alegre y con muchas ganas de vivir, cuya vida fue truncada por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Con solo 31 años, Cecilia fue tomada de rehén por el grupo criminal que tres meses después decidió acabar con su vida. Su familia aún se pregunta por qué la mataron y acompaña en el dolor a cada uno de los secuestrados en Paraguay. El 21 de setiembre del 2004 Cecilia estaba por llegar a su casa cuando fue interceptada por el EPP, que en medio de disparos y mucha violencia la secuestró. “Hasta ahora nos preguntamos, ¿por qué ella?, ¿por qué le hicieron esto?, ¿por qué le mataron? Son preguntas que nunca van a tener respuesta porque no hay forma de justificar lo que le hicieron”, expresó su hermana Silvia Cubas, en entrevista con La Nación/Nación media.
Resaltó que recuerda todo como si fuese ayer y que los tres meses que Cecilia estuvo secuestrada fueron de esperanza, de que pudiera volver con vida de aquella terrible pesadilla. “Nadie está preparado para atravesar una situación como la que nos tocó vivir a nosotros y les toca vivir a otras familias acá, en Paraguay, pero llega un momento en el que te das cuenta de que lo que te mantiene en pie durante un secuestro es la esperanza de que tu familiar, en este caso mi hermana, sea liberado y pueda volver sano y salvo”, subrayó Silvia.
La familia Cubas Gusinky quedó destrozada tras la terrible noticia de que su querida hija Cecilia fue hallada muerta en una casa de la ciudad de Ñemby, pero entregarse al dolor no era una opción por lo que se propusieron a buscar justicia. Durante estos 20 años hubo logros importantes, fueron condenadas varias personas, pero aún hay prófugos.
“Cuando esa esperanza se termina, lo único que uno piensa es ¿qué vamos a hacer ahora? En nuestro caso, como familia, decidimos que no íbamos a entregarnos al dolor que nos produjo lo que le hicieron a Ceci. Sobre todo mi mamá, Mirta Gusinky, que dedicó su vida a pelear por una justicia verdadera para mi hermana”, relató. Silvia profundizó que aprendió a convivir con lo que vivieron como familia, “uno no se olvida, no es que pasa, es una marca, una herida que uno lleva de por vida” y para la que nadie está preparado, “que le pongan precio a la vida de un familiar y que decidan matarlo porque no cumpliste con las expectativas o simplemente porque era el plan que tenían diseñado”, lamentó.
PRIMERA VÍCTIMA
Cecilia Cubas fue la primera víctima fatal de secuestro del EPP, su trágico desenlace conmocionó a la sociedad y marcó la historia del país. “Fue la primera víctima mortal del EPP y es impresionante cómo el país sufrió con lo que le pasó. Creo que, a través de nuestras palabras, es como que toda la gente la pudo conocer y hasta quererle. Entonces, es como que esto fue un golpe realmente para todos los paraguayos, no solo para la familia y los amigos de Cecilia”, indicó Silvia a LN. Recordó a su hermana mayor como una persona alegre, auténtica, cariñosa, generosa y que nunca veía malicia en las demás personas. “Era una luz, brillaba siempre y no necesitaba decir ni hacer nada, transmitía muchísima alegría donde quiera que vaya. Era una persona supersensible y las situaciones dolorosas le afectaban muchísimo. Era mi hermana mayor, pero a la vez era como la más chica de la casa, siempre la cuidamos y protegimos más, porque no veía malicia en nadie”, afirmó.
“LA JUSTICIA HIZO SU PARTE”
Tras el fatal desenlace, el Ministerio Público inició las investigaciones logrando condenar a 11 personas por el secuestro y muerte de Cecilia. Entre ellos Osmar Martínez, Anastasio Mieres Burgos, Francisca Andino, Vaciano Acosta, Pedro Chamorro, José Domingo Hidalgo, Manuel Portillo, Roberto Otazú, Rosalba Jara Drackeford, Lidia Samudio y Aldo Meza.
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Congreso sigue sin analizar proyecto de indemnización a víctimas del Ycuá Bolaños
El abogado y exdiputado Óscar Tuma recordó que el Congreso Nacional sigue sin analizar un proyecto de ley para la distribución de las indemnizaciones a las víctimas y las familias de las víctimas fatales del incendio sin precedentes en el supermercado Ycuá Bolaños.
El proyecto de ley había sido presentado por Óscar Tuma cuando ocupaba una banca en la Cámara de Diputados, sin embargo, hasta la fecha no se logró tratar y mucho menos aprobar esta iniciativa.
“Para buscar un punto final a esta situación, hemos presentado un proyecto de ley cuando fui diputado, o traté de impulsar, no lograba el acompañamiento, donde se establecía que ese dinero que es de las víctimas”, señaló el abogado en conversación con el programa “Arriba hoy” de GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Tuma explicó que el seguro parte del dinero en concepto de indemnización para las víctimas, pero que hasta el momento no se ha logrado distribuir. “Ese dinero que se pagó por parte del seguro que se distribuya entre las víctimas sin esperar la sentencia y hacer una distribución de un porcentaje mayor para los familiares de los fallecidos, un porcentaje menor para las víctimas con lesión grave y un porcentaje menor para las víctimas con lesión”, indicó.
El abogado cree que este proyecto de ley es una salida para distribuir de manera equitativa la compensación, no solo a los familiares de las víctimas fatales, sino también para las víctimas sobrevivientes de esta tragedia.
“Es la única manera que de forma equitativa se pueda distribuir ese dinero y no seguir esperando 20 años más. Ese es el proyecto que yo creo que va dar una solución, porque cuando este dinero se depositó, que era 20 mil millones de guaraníes, que equivalía a 5 millones de dólares, hoy los 20 millones ya no valen los 5 millones de dólares”, señaló.
Instó a los actuales diputados que traten este proyecto de ley que se encuentra parado en la instancia legislativa. “A los diputados les recuerdo que existe un proyecto que soluciona la indemnización de las víctimas y que lleva años dormido, ojalá hoy alguien se haga cargo del mismo y no solo aprovechen este día para figuretear”, puntualizó.
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Ycuá Bolaños: 20 años de una tragedia que marcó con fuego al Paraguay
Por Sara Valenzuela, sara.valenzuela@nacionmedia.com
Compradores recorriendo los pasillos y observando las góndolas, las cajeras cobrando a filas de clientes listos para salir y continuar su jornada luego de unas compras rápidas, el patio de comidas lleno de personas en busca del almuerzo dominguero, familias sentadas en las mesas disfrutando de un compartir... Ese era el escenario previo en el supermercado Ycuá Bolaños antes de que el infierno se desatara aquel 1 de agosto del 2004.
Una explosión en el área del patio de comidas marcó el inicio del fuego. Las alarmas sonaron y el miedo y desesperación se apoderaron de los cientos de clientes que intentaban salir, mientras las puertas se cerraban, según los testigos sobrevivientes. Los propietarios del supermercado ordenaron que los clientes debían de abonar antes de salir, una decisión que horas más tarde confirmaría el alto costo que debieron de pagar cientos de familias.
Ante la imposibilidad de salir y el inminente avance del fuego, una avalancha de personas se aglomeraba en las salidas que estaban obstruidas, esperando poder forzar los candados y salir hacia el exterior, lejos del infierno que segundo a segundo se apoderaba del sitio. Desde el exterior, solo se podía oír gritos de desesperación y minutos más tarde las enormes nubes de humo cubrieron el lugar.
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Ese domingo, Cristhian Sosa solo fue al supermercado en busca de un producto que le faltaba para completar el tradicional almuerzo familiar. No pensó demorarse más de 15 minutos y jamás se hubiera imaginado que aquel caluroso 1 de agosto marcaría para siempre el resto de su vida.
“Yo me quedé atrapado en la rampa de salida, donde se cerraron las puertas. Estuve atrapado ahí, traté de arrodillarme, como para tirarme hacia un jardín interno, pero las llamas pasaron sobre nosotros y luego enfrente nuestro. En esa zona murió la mayoría de la gente, yo me caí y encima de mí empezaron a caer los cuerpos de otras personas, esos cuerpos me cubrieron”, recordó el sobreviviente Cristhian Sosa en conversación con La Nación /Nación Media.
El grito de auxilio de las personas que estaban a su alrededor poco a poco iba apagándose, luego de ser presas del fuego que consumía todo a su paso. En cuestión de minutos, el silencio en el interior era irreversible y solo se escuchaba a lo lejos algunos hombres que continuaban pidiendo ayuda y las sirenas de los bomberos que desde el exterior no lograban avanzar.
En medio de las llamas y sin la posibilidad aparente de levantarse, Sosa recuerda solo intentar salir de entre las demás víctimas y cuando pierde las fuerzas debido al humo inhalado, empieza a sentir gotas de agua fresca. Así puede ver uno de los primeros boquetes abiertos por los bomberos voluntarios para rescatar a la mayor cantidad de personas posibles.
“Yo fui uno de los primeros en salir por el boquete que se abrió sobre Artigas, los bomberos lograron sacarme al igual que a muchas personas. Intentaban en medio del humo vernos y evacuarnos, a mí me dieron agua y cuando estaba más lúcido, me subieron a una patrullera y me llevaron al hospital”, recordó Sosa.
Un barrio de luto
El supermercado Ycuá Bolaños era uno de los puntos centrales del barrio Trinidad, ya que la mayoría de los habitantes acudían al mismo de manera asidua. Ese domingo no era la excepción. Familias enteras fueron ese día para hacer las compras, otros vecinos ingresaron a última hora para buscar la sobremesa o una gaseosa, pero muchos, ese día, no regresaron a sus viviendas.
“Yo y mi marido somos personas pertenecientes al barrio Trinidad, vivimos a dos cuadras y media del supermercado. En mi cuadra fallecieron 16 personas. Nosotros somos los dos únicos que se salvaron junto con su familia, tuvimos la suerte que muchos no tuvieron. Eso fue muy traumático para todos, porque lo que ocurrió fue terrible”, mencionó Liz Torres, sobreviviente y miembro de la Coordinadora de Víctimas del Ycuá Bolaños a La Nación/Nación Media.
A 20 años de esta tragedia, ella reconoció que el barrio continúa trabajando para recuperarse de las pérdidas vividas, ya que más del 50 % de los fallecidos eran de la zona, y a su vez, familiares, amigos y conocidos. El dolor sigue tan presente, motivo por el cual, continúan luchando por la tan anhelada justicia para cientos de familias que quedaron destruidas.
“Las personas que intentaron salvarse con nosotros cubrieron nuestros cuerpos y por eso estamos vivos, además del auxilio que nos dieron los bomberos al romper las paredes y hacer los boquetes para sacarnos sobre la avenida Artigas y por la rampa. Desde aquel momento, para nosotros fue un compromiso enorme levantar la voz y luchar por la justicia y la memoria. Y es lo que seguimos haciendo a 20 años”, enfatizó Liz Torres.
La memoria
El incendio del Ycuá Bolaños es considerada como una de las tragedias más grandes en tiempos de paz que ha tenido que enfrentar el Paraguay. Se estima que cerca de 400 personas murieron en el incendio y aún continúan hasta hoy 6 personas desaparecidas, entre ellas dos niños.
En aquellos días donde la tristeza por la pérdida de un familiar, amigo o conocido era una constante, donde los hospitales se encontraban colapsados por la cantidad de heridos que luchaban por sobrevivir, y donde decenas de personas seguían buscando a sus seres queridos desaparecidos, la propia situación en común hizo que las personas se unieran en colectivos diversos para así afrontar la tragedia.
“Hay cosas que los propios afectados por su propia cuenta tuvieron que conjuntamente ir sanando, hay gente que perdió mucho y, por tanto, de algún modo también tuvo que hacer frente a aquello de una manera bastante autónoma, sin ayuda de profesionales, pero con el acompañamiento de otras víctimas”, indicó Cristhian Olmedo, vocero de la Coordinadora de Víctimas del Ycuá Bolaños a La Nación/Nación Media.
Comentó que gracias a la lucha, constante y la representación que buscaron los propios sobrevivientes en conjunto con los familiares y amigos de los fallecidos, hoy se puede hablar del centro de memorias del Ycuá Bolaños como un símbolo de que este tipo de tragedias nunca deben de repetirse y por sobre todo olvidarse.
“Desde la Carrera de Psicología nos convocaron para dar contención a las víctimas, a los familiares. Pero, ¿qué le podemos decir a una persona que perdió a toda su familia, a su hijo, a su padre, a sus hermanos? Nosotros estábamos con ellos, pero no podés pedirle que te hable demasiado. Muchas veces les acompañamos en silencio, tomando la mano o dando un abrazo”, dijo el licenciado Gustavo Sosa, quien comentó que para él fue una experiencia que le marcó bastante.
Explicó que él es de Trinidad, por lo tanto, también tenía amigos que habían fallecido. “Fue doblemente difícil, porque yo también perdí amigos, pero tenía que estar ahí, como profesional, acompañando a los vecinos que buscaban contención”, dijo al indicar que los profesionales psicólogos se pudieron a disposición para ayudar.
La condena
Sin dudas, el fallo de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, dictado el 6 de agosto del 2009, fue catalogado como un hecho histórico. Esto porque confirmó las condenas carcelarias para los principales directivos de la cadena de supermercados.
En la resolución de la máxima instancia judicial se ratificó la condena de 12 años de cárcel para Juan Pío Paiva, principal directivo del Ycuá Bolaños, la pena de 10 años de prisión para Víctor Daniel Paiva (hoy fallecido) y quien era hijo de Juan Pío Paiva; también se ratificó la condena de 5 años de pena privativa de libertad para el guardia Daniel Areco; en tanto que el accionista de la firma, Humberto Cassacia fue sentenciado a 2 años y 6 meses de prisión.
A pesar de que existen varios juicios en el fuero civil que se siguen tramitando contra la sociedad Ycuá Bolaños, solo se espera que la justicia avance y puedan culminar para que los familiares, que están luchando contra el sistema judicial, puedan recibir una justa indemnización por la muerte de sus seres queridos.
“Aquello pudo haberse evitado, no se evitó, hubo responsables, hay responsables de hecho, que tuvieron una ínfima condena, por lo menos en el ámbito penal, y bueno, hasta ahora en lo civil hay causas no resueltas, y eso queda pendiente, y exigimos que se haga justicia”, finalizó Cristhian Olmedo.
Datos Clave:
- La tragedia del Ycua Bolaños se desató el 1 de agosto del 2004.
- Una explosión en el área del patio de comidas marco el inicio del fuego.
- Se estima que 400 personas perdieron la vida a raíz del incendio y otras 6 siguen desaparecidas hasta hoy.
- Más del 50 % de los fallecidos eran del barrio Trinidad o barrios adyacentes.
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