El actor francés, que falleció el lunes en París a los 89 años, interpretó a Hugo Drax en “Moonraker” (1979), que protagoniza Roger Moore. Foto: Gentileza.
El actor Michael Lonsdale, villano de la película de James Bond “Moonraker”, falleció este lunes en París a los 89 años, tras una carrera de seis décadas y unos 200 papeles, que interpretó con tanta devoción como la que profesaba al cristianismo. El intérprete falleció en su domicilio, anunció a la AFP su agente Olivier Loiseau.
De padre británico y madre francesa, Lonsdale, reconocible por su poblada barba circular, no obtuvo sin embargo su primera gran recompensa hasta la víspera de sus 80 años, en 2011, por su papel secundario de cura libre y heroico en “De dioses y hombres”, galardonada en Cannes con el Gran Premio.
Este católico bautizado a los 22 años transmitió su propia fe en muchas ocasiones delante de la cámara, como en “El proceso” (1962), de Orson Welles, “El nombre de la rosa” (1986), de Jean-Jacques Arnaud, y “Ma vie est un enfer” (1991), de Josiane Balasko, en la que interpretaba al arcángel Gabriel.
Pero también enfundó su físico corpulento en otros hábitos: fue policía, asesino, juez, duque, enemigo de James Bond (“Moonraker”, 1979) y expuso su trasero en unas escenas sadomasoquistas en “El fantasma de la libertad” (1974), de Luis Buñuel.
Nacido en París el 24 de mayo de 1931, de la relación entre un oficial inglés y una francesa, Lonsdale creció en Londres y Marruecos, donde, en 1942, los soldados estadounidenses le mostraron las películas de John Ford, George Cukor y Howard Hawks.
A su regreso a París en 1947, este alumno perezoso, sin siquiera un certificado de estudios, se relacionó con su tío Marcel Arland, director de la revista literaria NRF, cosa que le permitió adquirir la cultura que hasta entonces no le había interesado.
Experiencias radicales
Debutó en el teatro después de ser instruido por una profesora de renombre, Tania Balachova, quien le ayudó a deshacerse de su gran timidez. Rápidamente, mostró su interés por las experiencias radicales, con obras como “Amadeo o cómo salir del paso”, de Eugène Ionesco, a la vez que se convirtió en el actor fetiche y cómplice de Marguerite Duras, con quien compartió muchas risas.
Tras su salto a la gran pantalla, multiplicó los experimentos. Además de Welles, rodó con François Truffaut, Louis Malle y actuó junto a Louis de Funès en “El abuelo congelado”.
Soltero y sin hijos, Lonsdale fue también pintor y gran conocedor de Saint John Perse y de San Juan de la Cruz. Prestó su inconfundible voz para numerosos documentales y libros-audio, ya fueran de Montaigne, Nietzsche, Proust o San Francisco de Asís.
Convertido a la fe cristiana por la influencia de una madrina ciega, en 1987 se sumó a la Renovación Carismática Católica antes de fundar “Magnificat”, un grupo de plegaria destinado a artistas.
Netflix perdió su intento de desestimar una demanda por difamación que presentó la mujer que dice haber inspirado el personaje de la acosadora en el éxito ganador del Emmy “Bebé reno”. La plataforma de contenido le pidió a un juez que desconsiderara la demanda presentada por Fiona Harvey, quien se identificó como la verdadera “Martha Scott”, la mujer abusiva, violenta y delirante en torno a la cual gira el fenómeno escrito por Richard Gadd.
La miniserie, vista por millones de personas y que ganó seis premios Emmy este mes, afirma en su primer episodio que se trata de “una historia real”. Sus siete episodios siguen la historia del comediante Donny Dunn, una versión para televisión de Gadd, quien conoce a una mujer en un bar en el que trabajaba mientras intentaba hacerse una carrera en la industria del entretenimiento.
El encuentro deriva en años de calvario para Dunn, quien recibe miles de correos electrónicos, mensajes de texto y de voz de parte de Martha, quien además acosa a su familia y a su pareja. De acuerdo con la miniserie, Martha fue condenada por hostigar a un abogado en el pasado y acosa sexualmente a Dunn.
Netlix argumentó que los eventos narrados en la miniserie eran “ciertos hasta cierta medida”, y que los espectadores sabrían que no eran completamente factuales porque se trata de un drama. La plataforma sostuvo que Harvey ha sido investigada por acoso, tocó a Gadd de forma sexual sin su consentimiento y lo empujó.
Pero un juez en California dijo que había desviaciones considerables entre la realidad y la ficción. “Hay grandes diferencias entre tocar de forma inapropiada y acoso sexual, así como entre empujar y pincharle los ojos a alguien”, escribió el juez Gary Klausner, en un fallo publicado el viernes.
“Hay grandes diferencias entre acosar y ser condenado por acoso en un tribunal”. El fallo menciona un artículo en el diario británico Sunday Times que cita fuentes de la industria del espectáculo afirmando que a Gadd le preocupaba que Netflix presentara la miniserie como “una historia real”, en vez de “basada en una historia real”.
El hecho de que Netflix siguió adelante “sugiere una indiferencia temeraria” hacia los hechos, escribió Klausner. “Aunque las declaraciones fueron hechas en una serie que tiene en gran medida los rasgos de una comedia sarcástica, el primer episodio afirma de forma inequívoca que se trata de ‘una historia real’, invitando así a la audiencia a aceptar las declaraciones como hechos”.
El fallo significa que la demanda de Harvey en California por difamación puede seguir adelante. Pero el juez desestimó su querella por negligencia y negligencia grave, así como una petición por daños punitivos. “Tenemos la intención de defender enérgicamente este asunto y defender el derecho de Richard Gadd a contar su historia”, reaccionó Netflix en un comunicado a AFP.
El actor y estrella de la música country estadounidense Kris Kristofferson murió a los 88 años, anunció ayer domingo su familia. Considerado una leyenda del country, Kristofferson ganó más fama luego de estelarizar en la pantalla grande junto a Barbra Streisand la película “A Star is Born” (“Nace una estrella”, 1976), por la que recibió un premio Golden Globe a mejor actor.
“Es con el corazón apesadumbrado que compartimos la noticia de que nuestro esposo/padre/abuelo Kris Kristofferson, falleció el sábado 28 de setiembre pacíficamente en su casa” en Hawái, aseguraron sus familiares en una breve nota en su página oficial en Facebook, en la que no se precisó la causa de la muerte.
Kristofferson, además de ser reconocido por el Salón de la Fama de la Música Country en Estados Unidos y por ganar un premio Grammy, escribió éxitos como “Sunday Mornin’ Comin’ Down” y “Me and Bobby McGee”. Si bien se le conoció por actuar en solitario durante décadas, también conformó la reconocida banda The Highwaymen a mediados de los años 80 junto a otras leyendas como Johnny Cash, Waylon Jennings y Willie Nelson.
“Fuimos todos bendecidos por nuestro tiempo a su lado, gracias por quererlo todos estos años”, añadió su familia en el comunicado. Kristofferson nació el 22 de junio de 1936 en Brownsville, Texas. Le sobreviven su tercera esposa, Lisa, y sus ocho hijos.
“Reas” y “Baby” ganaron el Premio Sebastiane en su 25.° aniversario
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Por David Sánchez, desde Biarritz (Francia), X: @tegustamuchoelc (*)
En un momento en que las realidades culturales y sociales de Iberoamérica buscan ser reconocidas y celebradas, el Premio Sebastiane emerge como un punto de encuentro esencial para la comunidad LGBT+. Este galardón, que se otorga en paralelo al Festival de Cine de San Sebastián (20-28 de setiembre de 2024), reúne a festivales y premios de diversos países, incluyendo México, Colombia, Argentina, Cuba, Uruguay y Guatemala. Este año es particularmente especial, ya que el Premio Sebastiane conmemora su 25.° aniversario.
Durante el festival, se realizaron jornadas que promovieron la colaboración y el diálogo entre comunidades y festivales LGBT+ de Iberoamérica. Se llevaron a cabo paneles como “Conversaciones: Industria. Inclusión de las realidades transmasculinas en el cine iberoamericano” y “Plenario del Encuentro: ¿Cultura Diversa?”. Estos espacios destacaron la importancia de crear ambientes seguros y representativos para todas las identidades en la industria cinematográfica. Tales conversaciones son esenciales para cultivar la solidaridad y la empatía entre las diversas culturas que conforman el panorama iberoamericano.
Además, las jornadas incluyeron talleres sobre “Construyendo Festivales Diversos: de la programación a los prejuicios”, donde se abordaron los desafíos y oportunidades que enfrentan los festivales en su búsqueda de inclusión. Durante estas sesiones, se discutieron estrategias para desmantelar estereotipos y crear un entorno en el que todas las voces sean escuchadas.
Festivales de ciudades españolas como Valladolid, Zaragoza, Gijón, Sevilla, Barcelona, Mallorca, Extremadura, San Sebastián, Bilbao, Alicante y Madrid también se unieron, como es habitual, para celebrar la diversidad y fomentar la inclusión. Este esfuerzo colectivo demuestra que la unión de pueblos iberoamericanos es más relevante que nunca. La colaboración entre estos festivales, impulsada por los organizadores del Premio Sebastiane, es una iniciativa única en el mundo del cine.
El Premio Sebastiane, entregado en el Festival de Cine de San Sebastián, celebra este año su 25.° aniversario. El jurado oficial, integrado por la actriz Anna Castillo, el actor Eneko Sagardoy y miembros de la asociación Gehitu, eligió la película argentina “Reas”, dirigida por Lola Arias, como la ganadora en la categoría de competición. Este conmovedor documental musical presenta a mujeres cis y personas trans recreando momentos de su encarcelamiento en una prisión desactivada de Buenos Aires.
Asimismo, se otorgó el Premio Sebastiane Latino a la película brasileña “Baby”, de Marcelo Caetano. La trama narra la vida de Wellington, un joven que, tras su liberación de un centro de menores, se enfrenta a la falta de hogar en São Paulo. En un cine, conoce a Ronaldo, quien le enseña a sobrevivir en la calle, y su relación evoluciona hacia un vínculo tumultuoso.
A medida que el Premio Sebastiane celebra sus 25 años, reafirma su papel como un baluarte de la diversidad y la inclusión en el cine iberoamericano. La colaboración entre festivales y la comunidad cinematográfica no solo enriquece la industria, sino que también contribuye a la construcción de un futuro más inclusivo y representativo para todas las identidades.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.
La película paraguaya “Los últimos” fue premiada en Biarritz
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Por David Sánchez, desde Biarritz (Francia), X: @tegustamuchoelc (*)
La película documental paraguaya “Los últimos”, de Sebastián Peña Escobar, sobre la situación de deforestación e incendios forestales que afectan a los bosques del Chaco, ganó el premio IHEAL otorgado por el Instituto de Altos Estudios de América Latina, a cargo de un jurado estudiantil, en el marco del Festival de Cine Latinoamericano de Biarritz, en Francia, el pasado 27 de setiembre del 2024.
Al finalizar la gala de premios, “Baby”, del director brasileño Marcelo Caetano, se coronó como la gran ganadora de la noche al recibir el prestigioso Abrazo. Caetano, visiblemente emocionado, compartió sus impresiones con nosotros: “Estoy muy contento, no me lo imaginaba. Ha sido una semana increíble, todas las conversaciones con el público fueron maravillosas. Me voy muy contento a Brasil”.
El éxito de “Baby” no se limita solo al festival de Biarritz; Caetano también había recibido recientemente el premio Sebastiane de temática LGTB+ en San Sebastián. De hecho, nos comenta que “Gané tres premios en una semana, ¡la media está muy bien!”, bromeó el director. “Estos galardones no solo abren puertas en Brasil, sino que le dan visibilidad a mi película y ayudan a que la prensa se interese por ella”.
Todos los ganadores. Foto: David Sánchez
La película, que aborda una temática LGBT, también juega un papel importante en la representación de estas historias en el cine latinoamericano. Sobre esto, Caetano afirmó: “Es fundamental que las películas LGBT lleguen a un público amplio. Es hermoso cuando la comunidad nos reconoce, pero también es vital que gente fuera de la comunidad valore nuestro trabajo y talento. Estos premios ayudan a que esas historias tengan el espacio que merecen en festivales y en cines de todo el mundo”.
Tras conversar con Caetano, pudimos entrevistar a Ana Endara, directora de “Querido Trópico”, otro de los títulos destacados de la noche, que se llevó dos galardones: el premio del público y el premio a mejor interpretación, otorgado a Paulina García y Jenny Navarrete. Endara, aún emocionada por el recibimiento de su obra, comentó: “Cuando caminaba por las calles de Biarritz, mucha gente se me acercaba para agradecerme por la película. Decían que ‘Querido Trópico’ les había tocado de una forma muy linda. Que esto se haya transformado en el premio del público… no me lo esperaba, pero estoy sobrecogida. Es un honor”.
Marcelo Caetano, director de “Baby”. Foto: David Sánchez
Respecto al reconocimiento a las protagonistas Paulina García y Jenny Navarrete, Endara se mostró más segura: “Ese sí me lo esperaba. La película es lo que es gracias a Paulina y a Jenny Navarrete. Ellas construyen un puente entre dos soledades que se encuentran y han logrado calentar el corazón de mucha gente. Paulina es conmovedora en la pantalla y, sin duda, merece el premio”.
Endara, cuyo filme es una coproducción entre Panamá y Colombia, subrayó la importancia de la colaboración entre los países iberoamericanos. “Nosotros hemos encontrado fuerza trabajando juntos. No solo mi película lo demuestra; somos un gran bloque que habla español y portugués, y estamos apostando por un lenguaje propio. Festivales como el de Panamá han sido cruciales para Centroamérica y el Caribe, apoyando a la industria y a las cineastas mujeres. Creo que estamos dando pasos significativos en la región”.
Ana Endara Mislov, directora de "Querido Trópico". Foto: David Sánchez
Este es el primer largometraje de ficción de Endara, luego de haber dirigido cuatro documentales. Al reflexionar sobre este cambio de formato, expresó: “No fue un choque entre el documental y la ficción, son animales distintos. Pero me sentí muy acompañada. Trabajé con un equipo que acogió la duda, la vulnerabilidad, y construimos algo en conjunto. Colaborar con Paulina García y Jenny Navarrete fue un reto hermoso”.
Otra conversación de la noche fue con Franco García Becerra, director de “Raíz”, que ganó el premio Corazonada o Coup de Cœur en el festival. García Becerra aprovechó el espacio para expresar su preocupación por la actual situación del cine en su país, Perú. “En estos momentos, un sector del gobierno está intentando modificar la ley de cine de una manera que podría perjudicar gravemente a nuestra industria”, denunció el director.
Según García Becerra, un grupo de políticos peruanos de ultraderecha busca eliminar la ley vigente, lo que afectaría directamente al financiamiento de proyectos cinematográficos. “Quieren quitarle presupuesto al cine en vez de fortalecerlo. Es un intento claro de callar voces”, explicó.
Franco García Becerra, director de “Raíz”. Foto: David Sánchez
El cine peruano, a pesar de haber logrado importantes avances en los últimos años, sigue enfrentándose a numerosos retos. “Necesitamos fortalecer el cine peruano. Se requieren más procesos formativos, más tiempo en las salas, y una verdadera cinemateca. La ley actual ha permitido esfuerzos importantes como la realización de Raíz, pero es necesario mucho más apoyo para que el cine peruano pueda crecer de manera sostenida”, subrayó García Becerra.
Otro de los testimonios de la noche fue el de la directora venezolana afincada en Perú, Mariana Rondón, quien se llevó el premio de la crítica por su película “Zafari”. Al recibir el galardón, Rondón se mostró visiblemente emocionada y ofreció un emotivo discurso, destacando la importancia de la colaboración internacional en la realización de su filme: “Tampoco podría haber hecho esta película sin Perú, Chile, Brasil, México, República Dominicana, Francia... Todos esos países me han salvado también de la posibilidad de seguir haciendo cine, aunque no tenga un país para filmar”.
En su discurso, la directora se refirió a las dificultades que enfrenta su país de origen, Venezuela: “Aunque provenga de un país lleno de dificultades, donde uno va a votar y no tiene resultados, hay que defender la democracia a toda costa, con todos los esfuerzos que se puedan”.
Antes de cerrar, Mariana Rondón hizo un llamado urgente a proteger el cine en la región, especialmente en dos países que atraviesan momentos críticos: “Quería también decir una cosita más: también hay que defender al cine peruano y al cine dominicano, que están peligrando en este momento”.
● Mejor Film: “Baby” de Marcelo Caetano (Brasil, Francia).
● Premio del Jurado: “El aroma del pasto recién cortado” de Celina Murga (Argentina, Uruguay, Alemania, México, EE.UU.).
● Premio de Interpretación: Paulina García y Jenny Navarrete en “Querido Trópico” (Panamá, Colombia).
● Coup de Cœur: “Raíz” de Franco García Becerra (Perú, Chile).
● Premio de la Crítica: “Zafari” de Mariana Rondón (Perú, Venezuela).
● Premio del Público: “Querido Trópico” (Panamá y Colombia).
Documentales
● Mejor Documental: “Oasis” (Chile).
● Menciones Especiales: Amor fantasma (México) y Una canción para mi tierra (Argentina, Alemania, Colombia).
Cortometrajes
● Mejor Cortometraje: “Mala facha” (Uruguay).
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.