El Ministerio de Industria y Comercio (MIC) ha dado a conocer recientemente las estadísticas de las ventas de los principales combustibles derivados del petróleo y el crecimiento de la cantidad de estaciones de expendio abiertas por las diferentes empresas del ramo. El estudio abarca los números del sector desde el 2012 al 2017 y revela que el negocio de la venta de combustible ha evolucionado fuertemente en los últimos 5 años, lo que es un reflejo del crecimiento económico experimentado en ese lapso por nuestro país.

El análisis de la secretaría de Estado no habla de las utilidades alcanzadas por las empresas dedicadas a la comercialización de combustibles derivados del petróleo, cuyos precios han tenido variaciones de acuerdo con las cotizaciones del petróleo en el mercado internacional y del dólar estadounidense. Pero, por las cifras apuntadas, puede colegirse claramente que la expansión del negocio se debe a la buena rentabilidad del sector.

El MIC indica que en el 2012 la cantidad de estaciones de servicio expendedoras de combustibles ascendía a 1.230 en todo el país, lo que cinco años después, en el 2017, se duplicó trepando a 2.506 unidades expendedoras, un crecimiento del 103,7%. Que en cinco años se incremente el número de estaciones vendedoras de combustibles en el doble, habla claramente de que comercializar naftas y gasoil es en el Paraguay un excelente negocio. Si no fuera así nadie invertiría dinero en la apertura de esas nuevas bocas de expendio.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

En ese mismo tiempo, la comercialización de naftas y gasoil ha experimentado un crecimiento notable, a pesar de que también ha aumentado la existencia de vehículos movidos a alcohol y a gas licuado de petróleo. Los registros de la secretaría de Estado revelan que la venta de naftas se incrementó en 83,2% en los cinco años estudiados, en tanto que la comercialización del diésel subió 47%.

Estas cifras parecen ser relativamente anodinas, pero si hacemos la comparación por la cantidad de habitantes del país, puede apreciarse mejor la dimensión del crecimiento. En el 2012, el consumo de gasoil por cada habitante era de 180,7 litros por año. Un lustro después, en el 2017, el consumo de ese combustible por cada persona que vive en Paraguay subió a 255,4 litros, lo que representa un incremento del 41,3%. Y así, mientras la cantidad de habitantes del país aumentó en 4% en esos cinco años, el consumo del diésel tuvo una expansión 10 veces mayor. En el caso de las naftas el crecimiento ha sido mucho mayor aún.

Aquí está la explicación de por qué cada vez se expande con mayor fuerza la venta de combustibles derivados del petróleo y aumenta el número de estaciones expendedoras, pues el consumo per cápita de esos productos ha tenido una notable expansión. Son cifras que hablan con elocuencia de que el negocio del sector es próspero por lo que van en continuo crecimiento, lo que es un indicador más de que la economía del país está en excelentes condiciones. Una nación con mala situación de su economía no podría exhibir el crecimiento en el consumo de tan importante elemento.

Es muy interesante la conclusión del análisis de los datos proveídos por la cartera de Industria y Comercio, pues los números que dio a conocer en sus estadísticas son un dato más de que la economía paraguaya está en constante crecimiento y que los habitantes del país tienen un buen pasar por lo que poseen cada vez más automotores. Y eso que no ha revelado lo referente al consumo del alcohol combustible, que es otro producto que está en franca expansión si se observa la apertura de nuevas fábricas procesadoras de etanol en el interior del país, que dan un gran impulso a la agricultura campesina ya que procesan como materia prima productos agrícolas como la caña de azúcar y el maíz.

Dejanos tu comentario