Por Laura Morel
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En junio de este año, y como casi nunca ocurre, el fútbol femenino fue noticia en los distintos medios de comunicación local. ¿El motivo? La llamativa protesta que realizaron las jugadoras, que se dibujaron bigotes y barbas en la cara para que los directivos del club les hagan caso.

El plantel, que participa en el torneo oficial de la APF, denunciaba la falta de apoyo dirigencial desde lo más básico, como tener un campo de entrenamiento. Jugadoras y delegados denunciaron que el club se apropió del dinero que le correspondía al fútbol femenino.

Tres meses después, la historia se repite pero con otra institución. En este caso el club Derecho UNA, que al no haberse presentado a jugar ante Olimpia la fecha anterior quedó automáticamente descalificado al llegar a su segundo walkover (WO) en el torneo.

Pero, ¿porqué no se presentaron a jugar? Nadie mejor que el entrenador César Gómez, que se describe también como "delegado, kinesiólogo, aguatero, chofer, todo", para explicar el motivo y describir la realidad por la que vivieron todos estos meses las universitarias.

"La verdad que ya nos quedamos sin plantel. No había voluntad para seguir, muchas se desligaron y dieron un paso al costado", responde en entrevista concedida a La Nación Digital, pero sin que su respuesta sea un reclamo hacia sus jugadoras, sino más bien la consecuencia de que ya "no disponíamos de recurso".

¿A qué recursos se refería? A los 1.500.000 guaraníes que le había entregado el presidente del club, Oscar Quintana, para solventar los gastos de un plantel de 20 jugadoras a lo largo del torneo Clausura, que consta de 11 fechas en su fase regular.

Sí, leyó bien. Solo ese monto, el mismo que el presidente entregó al DT de la Sub 18 (también compuesto por 20 jugadoras), le fue entregado de los 15 millones de guaraníes que reciben de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) todos los clubes que participan del torneo.

"Empezamos con un trato y terminamos con otro. Habíamos llegado a un acuerdo y por el camino nos vimos solos, cuerpo técnico y jugadoras, y tuvimos que buscar la forma de solventarnos", dijo el entrenador en relación al inicio de la temporada, sin olvidar las contadas veces que vieron al presidente.

"Iniciamos una pequeña pretemporada, mientras se arreglaban las cosas de manera dirigencial y se estableció que el señor Oscar Quintana iba a ser el presidente del club. Se presentó a una práctica, donde trabajaban los dos planteles. Habló con las chicas, se comprometió a facilitar todo para que el club sea protagonista del torneo y luego de eso ya no apareció", recordó.

"En el primer partido contra San Lorenzo, fue a mirar unos diez minutos y después ya no volvió a aparecer en ninguno de los partidos y no nos facilitó ningún recurso. A mí me hizo entrega de un 1.500.000 guaraníes, con lo que compré botiquín y aguanté las primeras fechas comprando hielo, agua y reponiendo pasajes", agregó, recalcando que esos gastos no solo se daban en los días de partidos sino también durante las prácticas, que al igual que las Rayaditas los realizaban en la Ciclovía de San Lorenzo.

Cuando quería reponer el pasaje de las jugadoras, aquellas que no lo necesitaban le decían "no profe, no hace falta, no te preocupes", porque eran conscientes de las necesidades. "Terminó esa plata y ahí nos fuimos abajo. Aguantamos hasta donde pudimos y después ya no hubo caso", reconoció con pesar.

De hecho, en la medida que avanzaba la entrevista se sentía como el entrenador iba cayendo en la tristeza. Sobre todo, cuando recordaba que "empezamos con todo, pusimos todo de nuestra parte. Cada plantel empezó con 20 jugadoras". Allí, resaltó: "Imaginate mover más de 40 personas con 3 millones de guaraníes por 11 fechas. ¡Es imposible! Es mucho gasto".

La situación del equipo se fue agravando cuando llegaron "al extremo de jugar sin tener agua, sin tener hielo". "Es lo más grave", aseguró, y allí se detuvo para expresar su agradecimiento "a la gente de Guaraní que atendió con su kinesiólogo a nuestras jugadoras lastimadas, nos cedió agua y hielo" cuando jugamos contra ellos.

En aquella oportunidad, el entrenador se encontró en una situación extrema porque no le fue depositado un dinero suyo (nada tiene que ver con el club), que pretendía usar para aquellos gastos básicos. "No me llegó esa plata, amaneció el domingo, día del partido, y yo estaba sin dinero. Hubo chicas que llegaron hasta Parque Guasu y no tenían para su pasaje de vuelta. Fue una odisea muy dura ese día", rememoró.

"Después de ese partido ya las chicas no quisieron saber nada, muchas lloraban en el vestuario porque no teníamos para el pasaje", agregó, para seguidamente referirse a lo que vino después, como noticia de un resultado insólito (aunque no el más abultado) en el fútbol femenino local.

"Lo peor que pasó fue contra el equipo del Sportivo Limpeño, ese miércoles, día laboral. Como pudimos completamos ocho jugadoras. Ya no pudimos contar con nuestras jugadoras, porque no tienen dinero para dejar su trabajo y venir a jugar", explicó, siempre sin remordimientos, para luego concluir que el resultado "fue nuestra realidad".

"Aguantamos hasta donde pudimos. Hoy me quedo con el estigma de cargar en mi espalda el 30-0 contra Limpeño, pero soy consciente de la realidad. Nos presentamos con ocho jugadoras que estaban muertas físicamente al terminar el primer tiempo. Como ya estábamos perdiendo 8 a 0 les dije: 'Chicas, retírense porque va a ser feo'. Y me dijeron: 'Profe, no se juega todos los días contra el campeón de América, no vamos a salir'. Y yo no les iba a abandonar tampoco. Si ellas no abandonan, ¿yo porqué les voy a abandonar? Estuve con ellas ahí, y se divirtieron y jugaron hasta el final, pero ya sin importar el resultado", relató.

El entrenador también se mostró agradecido con el plantel del Sportivo Limpeño porque, "jugaron al cien por ciento hasta el último minuto", con mucho respeto hacia el rival, cuando bien podrían haber aprovechado la clara diferencia numérica para establecer un nuevo récord de goles.

"Lo nuestro fue un partido de ensayo para estas chicas que nunca pisaron un campo de juego como el de Parque Guasu. Ellas estaban divirtiéndose. No importaba para ellas el resultado. Estaban jugando contra las campeonas de América y eso era su orgullo", resaltó el entrenador para finalmente indicar que, pese a que el club fue desintegrado, se queda con la tranquilidad de que "hicimos lo que pudimos".

"Ese fue nuestro último suspiro intentando salvar el club", manifestó. "Después de esa situación me comuniqué con el presidente Quintana, le hice entender que las cosas estaban muy mal y que necesitábamos de su ayuda para salvar el club, pero él no tuvo voluntad de solucionar nada porque evidentemente hay que hacer una inversión", agregó un sentido César Gómez que incluso no pudo evitar que se le quebrara la voz cuando, desde el otro lado del teléfono, se agradecía la entrevista con palabras de ánimo y buenos deseos.

Este miércoles se jugará la novena fecha del torneo Clausura, ya con solo cinco de los seis partidos programados inicialmente. Se le aplicará doble walkover, en Primera y Sub 18, a Derecho UNA, que tendría que haber enfrentado al 12 de Octubre de Itauguá.

En cuanto a los demás partidos, esta es la programación.

UAA-Deportivo Capiatá
Cancha: Comité Olímpico Paraguayo
Hora: 18:30

Humaitá-Guaraní
Cancha: Humaitá
Hora: 15:30

Cerro Porteño- San Lorenzo
Cancha: Presidente Hayes
Hora: 15:30

Independiente-Olimpia
Cancha: Parque Guasu
Hora: 15:30

Sportivo Luqueño-Sportivo Limpeño
Cancha: 25 de Noviembre (Luque)
Hora: 15:30