Debemos acostumbrarnos a tomar la retroalimentación que nos dan como una información valiosa, sin considerarlo una ofensa personal o como si fuera una descripción de cuán inteligentes somos, lo cual tornaría más sencillo preguntar a otros acerca de nuestros proyectos, ideas y acciones.

Por lo general, no estamos acostumbrados a dar nuestra opinión sin que nos pidan, especialmente cuando no resulte positiva, pues el ser humano salvo excepciones de por sí prefiere evitar las confrontaciones, pues tenemos el temor de cómo podrían reaccionar a lo que le podamos decir.

Transmitir una crítica que resulte negativa de por sí requiere de más esfuerzo y coraje, que decirle simplemente a la otra persona que a su criterio todo está funcionando bien.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Muchas veces nuestro ego personal nos limita pedir a otras personas cómo nos están viendo, pero para que pueda tener un contexto eficaz no se trata de formular cualquier tipo de pregunta a otros, pues la retroalimentación lleva implícitos aspectos primarios para que realmente pueda resultar efectivo para el que lo recibe, que es lo que aquí nos interesa.

Antes de pedir a otra persona retroalimentación, siempre es bueno hacer un autoanálisis si lo que pretendemos es poder recibir una opinión franca o en realidad lo que en el fondo nos interesaría es que nos digan que tenemos su aprobación.

Una retroalimentación, para que pueda ser válida y objetiva, deberá ser escuchada atentamente, pues no siempre podría ser positiva, dado que muchas veces no nos damos cuenta de algunas imperfecciones dentro de nuestra performance, resultando, por ende, una buena ocasión para que un tercero nos diga claramente todo lo bueno que podría ver en nosotros y los puntos débiles que deberían ser fortalecidos, sin que esto último en modo alguno tengamos que tomar como una ofensa, sino en forma constructiva.

Tampoco adquiere validez que eventualmente te cierres a la retroalimentación que te la den o simplemente la ignores, o en el peor de los casos, que te enfades con la persona que te la dio, pues haciendo una autorreflexión siempre es de suponer que debería ser para mejorar y fortalecernos personal y profesionalmente.

La retroalimentación en sí es una información valiosa, en donde la persona que nos la da está haciendo el máximo esfuerzo porque pueda ser lo más objetiva posible, que nos permitan poder sacar conclusiones válidas.

Tampoco resultaría apropiado pedírselo a cualquier persona pues si lo hacemos en forma equivocada bien podría aprovechar la ocasión para darnos un feedback negativo simplemente para sentirnos molestos, pues no está en su ánimo decirnos con franqueza lo que en la práctica nos podría ayudar a mejorar.

Hay muchas maneras de pedir retroalimentación, pues lo que en el fondo pretendemos es que la misma pueda mejorar nuestra calidad de vida o cualquier tipo de relación o servicio que estemos brindando a otros

Lo importante es poder encontrar la mejor forma de que nos den la retroalimentación que estamos esperando con absoluta franqueza, pues es la que en nuestro día a día estará contribuyendo a ser mejor en diversas disciplinas en que participemos en nuestras vidas.

Si accionamos sin detenernos a reflexionar sobre nuestro comportamiento, sería más fácil perder contacto con la realidad, ignorando la retroalimentación que nos dieron, lo cual podría muchas veces terminar en acciones desesperadas.

No debemos ser obstinados, pues muchas veces por puro capricho nos lleva a seguir el camino errado, cuando que de antemano sabemos que no sería el sendero adecuado.

Muchas veces se hace necesario huir de nosotros mismos, pues nos permitiría en tiempo oportuno dar el golpe de timón necesario y realizar un cambio de rumbo.

Por más que la retroalimentación que pudimos haber recibido en su momento no haya sido de nuestro agrado, resulta importante dar las gracias a la persona que nos la dio, pues en el fondo encierra generosidad al estar dispuesta a usar parte de su tiempo en darnos las coordenadas que nos puedan ayudar a enderezar o fortalecer nuestro rumbo.

Déjanos tus comentarios en Voiz