Como un dulce helado en un tórrido día de verano, la Semana Santa 2025 se derritió casi sin darnos cuenta ni valorarla como corresponde. No hubo tiempo de comentar sobre las aventuras vividas durante esos días santos, ni de quejarnos por los precios de los huevos para elaborar la chipa, mucho menos en lo caro que estaban los de chocolate, hechos por los laboriosos conejos de Pascua.
Cuando ese domingo todos evocábamos la resurrección de Jesucristo, alentados por la alegría de saber que el papa Francisco no solo había saludado a los presentes desde su ventana en el Vaticano, sino que tomó su papamóvil y dio una vuelta mezclándose con los peregrinos que acudieron a la Santa Sede para ser parte de la añeja tradición católica.
Ya desde tempranas horas de ese domingo, los miles de fieles presentes en la plaza de San Pedro se preguntaban si Francisco estaría en condiciones de saludar o guardaría reposo. Y él no los defraudó, aún convaleciente tuvo la fuerza para dar su último paseo terrenal, como un capricho de última voluntad, aunque nadie, ni él mismo lo supiese.
Así como Jesús, Francisco “resucitó” del hospital luego de 38 días de internación y fue el vivo ejemplo de su prédica de salvación; y también, así como hace más de dos mil años, en la madrugada del lunes, en completa paz, Francisco subió al cielo a ocupar el lugar que le corresponde.
Pocas veces el mundo ha sentido tan profunda y sincera tristeza por un fallecimiento. Las manifestaciones de dolor y respeto se vienen reiterando día tras día en el Vaticano y donde hoy se prevé la presencia de más de 130 delegaciones de dirigentes mundiales y de la realeza, que acompañarán al papa hasta su definitivo lugar de descanso.
Aunque sin quererlo, estos días de la semana que termina fueron, además de congoja, también de profunda reflexión. La muerte de Francisco nos recuerda lo efímera que es la vida: un día celebrábamos la Pascua y al siguiente la Parca tocaba el timbre y entraba sin ser invitada. Entonces, pensamos en que deberíamos aprovechar más la vida y no desperdiciarla en ilusiones, maldades o buscando bienes.
Esa precisamente es la segunda lección que nos dejó la partida de Su Santidad. A pesar de poder contar con un “sueldo” de 384 mil dólares anuales que la Iglesia católica le brindaba, Francisco los rechazó y murió con apenas cien dólares en los bolsillos. Sin cuentas bancarias, sin terrenos, sin inversiones. Cumplió lo que pregonaba en vida, que la felicidad se encontraba en la sencillez. Su propia vida fue ejemplo. De antemano aprendió que nada material se llevaría de esta tierra.
Hoy los paraguayos se sienten huérfanos. Nunca en la historia un Santo Padre demostró tanto amor hacia nuestro país y sobre todo enalteció a la “gloriosa mujer paraguaya”. Se siente como un gran vacío y las anécdotas perdurarán en el tiempo con orgullo al recordar la reacción del papa Francisco cada vez que veía una bandera paraguaya envuelta en el cuerpo de algún visitante en la plaza de San Pedro. O su pícara pregunta de “¿me trajiste chipa?”, una frase que quedará marcada en el corazón de cada compatriota. O como esa otra que pronunciara el 11 de julio de 2015 durante su visita a Paraguay: “Qué mentiroso que sos”.
El mundo convulsionado de guerras y tecnología, en el que como el mismo Francisco advirtiera sobre el peligro de la inteligencia artificial, se queda si un guerrero. Durante días las redes se saturan con internautas que se creen visionarios y mencionan las predicciones de san Malaquías sobre la lista de 112 papas, el último que sería Francisco, el papa Negro, el fin de los tiempos y la llegada del anticristo, sembrando la angustia miedo por placer.
Una vez más, como en cada fatídica ocasión, también mencionan al famoso episodio olvidado de los Simpson, que cada vez compiten con mayor fuerza con el mismísimo Nostradamus o Parravicini o Baba Vanga. Es de justos reconocer que lo efímero nos rodea, estamos expuestos más que nunca a las mentiras y a ser manipulados, pero la realidad es que nadie sabe lo que nos depara el futuro. Eso sí, como recomienda Mateo en 24:42-44, debemos “mantenernos despiertos”, porque “el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperen”.
Nada podemos hacer ante lo inevitable, pero sí cumplir el pedido de “recen por mí”, que tantas veces expresara como un vaticinio el querido Francisco.
El día que el papa Francisco bendijo al Bañado Norte
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El 12 de julio de 2015 el Bañado Norte de Asunción vivía una jornada histórica con la visita del papa Francisco a esta humilde zona ribereña de la ciudad. A poco de cumplirse una década de aquel momento icónico, algunas de las protagonistas de aquella jornada rememoran el milagro y la bendición que representó el paso por sus hogares del entonces máximo líder de la Iglesia católica.
Por Sara Valenzuela
Fotos: Matías Amarilla
La cancha que se encuentra frente a la capilla San Juan Bautista en el Bañado Norte se encontraba repleta de pobladores y foráneos que aguardaban expectantes el arribo del papa Francisco, mientras a escasos metros el sumo pontífice realizaba dos paradas claves, en el hogar de doña Asunción y doña Francisca.
Por un estrecho pasillo llegaba el vicario de Cristo para ingresar a la casa de doña Asunción Giménez, una pobladora que horas antes ya le había preparado un desayuno al más puro estilo paraguayo: mbeju, cocido y mate.
Aquella mañana la pequeña casa de doña Asunción amaneció repleta, puesto que conocidos y extraños que sufrían de alguna enfermedad y ansiaban ser bendecidos por el papa llegaron días antes a pedirle el favor de que puedan aguardar en su patio la llegada del santo padre.
“Cuando me dijeron que el papa vendría aquí, no creí… me parecía imposible que algo así pase, una persona tan importante como el papa en mi casa, pero después dije ‘por qué no vendría a mi casita humilde, pero llena de amor’ y llegó hasta acá, compartió con nosotros y hasta tomó mi mate”, comentó doña Asunción en conversación con La Nación/Nación Media.
EMOCIÓN
Con gran entusiasmo y lágrimas en los ojos, doña Asunción revivía la emoción que sintió al ver al sumo pontífice llegar a su hogar, degustar el desayuno, pero por sobre todo compartir con calidez y amor con cada uno de los presentes, a la par de orar por la salud de ellos y sus familiares.
Aquel momento sin igual quedó guardado no solo en el recuerdo de los presentes, sino que fue plasmado en una fotografía que, tras diez años de haber sido tomada, se ha convertido en una de las posesiones más valiosas con las que cuenta la familia.
Doña Asunción confesó que hasta el momento en que saludó al papa y él la arropó en un cálido abrazo, no pensó jamás en que algo así le podría ocurrir, ya que una vida llena de desafíos, pobreza e incertidumbre le había llevado a creer que una persona tan importante para el mundo no podía a su vez estar tan cerca de los pobres y ancianos, pero Francisco una vez más convirtió sus acciones en un milagro para los más desprotegidos.
Tras el fallecimiento del máximo líder de la Iglesia católica, recordar su paso por los estrechos pasillos del barrio otorga una idea clara del mensaje que pregonaba continuamente, donde los niños, los ancianos y los más desfavorecidos eran prioridad.
BENDICIÓN
A escasos metros de la casa de doña Asunción, ya se encontraba presta ña Francisca Ramírez, otra de las queridas abuelitas del barrio, quien actualmente tiene 97 años y espera poder llegar a los 100 años, como lo conversó con el papa.
“Yo no podía creer, yo soy muy católica, rezo todo el tiempo, todos los días sin falta. Cuando llegó, me abrazó y me bendijo. Hablamos sobre que quería vivir 100 años y me dijo que así sería y hasta sonrió, pero lo más lindo fue cuando rezamos juntos. Recé con el papa y me regaló dos rosarios bendecidos”, rememora.
En medio del recuerdo de aquel día, que marcó indudablemente su vida, ña Francisca reflexionó sobre la importancia de ser buen cristiano, porque eso es lo que nos lleva a ser buenas personas, que se llevan bien con sus amigos, vecinos y conocidos.
En el dulce idioma guaraní, remarcó que quien hace el bien siempre es retribuido con cosas buenas y nunca sufre de maltratos por los demás, ya que uno cosecha lo que siembra y la recompensa se ve con los años bien vividos. De esto es, sin duda alguna, testimonio vivo.
“Yo siempre traté de ser buena persona con todos y estar en paz con Dios. Sé que gracias a eso tengo una buena vida y les pude dar una buena educación a mis 13 hijos, quienes me cuidan y me quieren. Yo tengo todo lo que necesito y, sobre todo, salud. A mis 97 años puedo decir que casi no me enfermo y cuando lo hago, todos están conmigo y no me dejan hasta estar recuperada”, comentó.
Doña Francisca Ramírez, de 97 años, otra de las queridas abuelitas del barrio, quien fue visitada por el papaNorma Rojas, pobladora y una de las organizadoras de la recepción al papa
SEÑAL DE DIOS
Asimismo, destacó que aquella visita fue para ella una señal clara del amor de Dios para con su persona, puesto que muy pocas personas pueden vivir un momento íntimo con alguien como el papa Francisco y experimentar en primera persona la bondad y amabilidad que el mismo no solo pregonaba, sino que las volvía acciones.
A casi diez años de aquella visita, los pobladores recuerdan el trabajo que significó la organización de aquel evento, lo impresionados que se vieron ante la respuesta de sus vecinos al sumarse a las diferentes actividades que se debieron llevar a cabo para acondicionar el lugar donde recibirían al sumo pontífice y, por sobre todo, aún tienen presente el momento en que pudieron verlo, escucharlo y compartir con él la misa. “Nosotros sabíamos y sabemos que nuestro barrio es considerado como una zona baja o marginal, pero cuando nos dijeron que vendría y después cuando vimos que llegó, que de verdad estaba ahí, sentimos que todo el trabajo y que todo lo que hicimos valió la pena, y la realidad es que este es un barrio humilde, sí, pero lleno de personas trabajadoras que buscan salir adelante y eso fue lo que vio el papa”, relató Norma Rojas, pobladora y una de las organizadoras de la recepción al papa.
El pasillo recorrido por Francisco para llegar hasta el punto de encuentro con los bañadenses
CELEBRACIÓN
Rojas señaló que, en conmemoración de los 10 años de la visita del santo padre a nuestro país, desde su comunidad también están trabajando para realizar actos en su honor, como celebraciones religiosas y espacios de oración. La visita del papa a nuestro país, sin duda alguna, marcó un antes y un después para los paraguayos, quienes se vieron retribuidos en su fe con una señal clara de amor por parte del líder católico, quien aprovechó cada minuto de su estadía para dejar marcadas pautas claras sobre lo valioso de nuestra sociedad, nuestros niños y nuestras mujeres.
La bendición dada por el santo padre en aquellas jornadas ajetreadas, pero llenas de amor, siempre será un bálsamo para los corazones de los fieles que oran por él, por su legado y el gran amor al prójimo que profesó durante su camino terrenal.
EL CÓNCLAVE
AFP
Los cardenales de la Iglesia católica decidieron que el 7 de mayo iniciarán las votaciones para seleccionar al sucesor del papa Francisco, que heredará grandes desafíos como el combate a abusos sexuales dentro del clero.
Los llamados “príncipes de la Iglesia” se encerrarán desde ese día en la majestuosa Capilla Sixtina para elegir al nuevo líder espiritual de 1.400 millones de fieles, y no podrán salir hasta que la fumata blanca preceda el esperado “Habemus papam”.
Es un proceso que ha despertado fascinación desde hace siglos.
El cónclave que llevó a la elección de Francisco en 2013 tomó dos días, la misma duración del de su predecesor, Benedicto XVI, ocho años antes. El jesuita argentino falleció el pasado 21 de abril y el sábado 26 fue enterrado tras un solemne adiós en presencia de líderes internacionales y de 400.000 personas.
“Confío plenamente que el Espíritu Santo estará iluminando a los cardenales”, dijo Elena de Espino, una pensionada peruana de 65 años de visita en Roma.
Emilia Greco, italiana, también retirada, celebró por su parte “todas las puertas que el papa Francisco ha abierto a la esperanza, a los olvidados, a los pobres” y pidió al próximo pontífice “una Iglesia verdaderamente inclusiva”.
La fecha se definió en la quinta reunión cardenalicia desde la muerte del primer papa latinoamericano, que abordó “temas de particular relevancia para el futuro de la Iglesia” como “algunos de los desafíos que se ponen de relieve”. “La evangelización, la relación con otras confesiones, la cuestión de los abusos”, indicó el Vaticano en un comunicado. La avalancha de revelaciones sobre crímenes sexuales del clero fue uno de los retos más dolorosos de Francisco, que sancionó a prelados e hizo obligatorio denunciar cualquier hecho sospechoso.
Anne Barrett Doyle, de la ONG estadounidense Bishop Accountability, aplaudió la importancia que los cardenales dieron al tema. La Iglesia “cuida de decenas de millones de niños” y “la obligación más sagrada del próximo papa debe ser protegerlos de los abusos”, dijo la codirectora de esta organización que documenta la violencia clerical.
Los cardenales participarán el 7 de mayo en una misa en la Basílica de San Pedro. Los menores de 80 años con derecho a voto pasarán luego a encerrarse para votar en un proceso secreto que puede durar varios días. No tendrán acceso a sus celulares, al internet, ni a la prensa. El 80 % de ellos fue designado por Francisco, muchos vienen de zonas del mundo históricamente marginadas por la Iglesia y muchos no se conocen.
“Nuestro deseo es encontrar a alguien que se parezca a Francisco, que no sea el mismo pero en continuidad”, indicó a la prensa el purpurado argentino Ángel Sixto Rossi, de 66 años.
El estilo y las reformas impulsadas por Francisco despertaron no obstante críticas entre los sectores más conservadores, que apuestan ahora por un cambio más enfocado en la doctrina. El italiano Pietro Parolin aparece como uno de los “papables” favoritos a medida que crecen conflictos y crisis diplomáticas por el mundo. Este cardenal ejerció como secretario de Estado con Francisco tras ser nuncio en Venezuela.
La casa de apuestas británicas William Hill lo pone por delante del filipino Luis Antonio Tagle, seguido del cardenal ghanés Peter Turkson y del también italiano Matteo Zuppi.
El cónclave se popularizó aún más tras la galardonada película homónima de Edwar Berger, que juega con las tensiones entre facciones del Vaticano. “Es una oportunidad de mostrar al mundo que películas como ‘Cónclave’ y otras parecidas no son la realidad”, dijo el cardenal español Cristóbal López Romero al medio oficial Vatican News.
El papa Francisco fue un paladín del trabajo, afirman
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Ciudad del Vaticano, Santa Sede. AFP.
Francisco fue un activista por la “dignidad del trabajo”, dijo el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández en la misa de ayer jueves que condujo en el Vaticano por el fallecimiento de su compatriota, el papa Francisco.
La misa corresponde al sexto día de los nueve de luto decretados por la Santa Sede, que coincidió con el 1 de mayo, día internacional del trabajo.
“Los trabajadores estaban tanto en el corazón del papa Francisco”, dijo Fernández en su homilía en la basílica de San Pedro.
“Para el papa Francisco, el trabajo expresa y nutre la dignidad del ser humano”, señaló. “Algunos deshonestos han dicho que el papa Francisco defendía a los vagos, los perezosos, los delincuentes, los ociosos”.
Fernández se respondió con una cita del propio pontífice: “Imagínense si se puede decir esto de mí, un descendiente de piamonteses, que no vinieron a este país con el deseo de ser sostenidos, sino con una gran ganas de remangarse las mangas y construir un futuro para sus familias”.
La familia de Jorge Bergoglio migró de Italia a Argentina: su padre era ferroviario y su madre, ama de casa.
Fernández fue creado cardenal en 2023. Tiene 62 años y votará en el cónclave que comienza el próximo 7 de mayo.
De perfil progresista y muy cercano a Francisco, estuvo al frente del influyente dicasterio para la doctrina de la fe hasta la muerte del papa.
“Siempre ha sido un misterio entender cómo podía soportar, incluso siendo un hombre mayor y con varias enfermedades, un ritmo de trabajo tan exigente”, dijo el cardenal del pontífice. “Trabajaba por la mañana con diversas reuniones, audiencias, celebraciones y encuentros, y también toda la tarde”.
“No es que podamos tomarlo como ejemplo, porque nunca se tomaba días de vacaciones”, agregó. “Nosotros, seres normales, no podríamos resistir”.
“Un pontificado que habló el lenguaje del mundo de hoy”
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“Qué difícil es hacer un análisis o tener una perspectiva de cómo podíamos condensar en tan poco tiempo lo que fue este pontificado fascinante“, refirió el comunicador católico, Pedro Kriskovich, en torno a la gestión del argentino Jorge Bergoglio, primer papa latinoamericano de la historia y el primero no europeo desde el siglo VIII, nivel de todos los ámbitos.
“Era alguien que supo hablar el lenguaje del mundo de hoy. Por eso lo vamos a extrañar tanto, por eso lo lloran tanto hasta los ateos, los agnósticos”, dijo en una entrevista con el programa “Fuego cruzado” emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Kriskovich recordó algunas enseñanzas dejada por el papa Francisco desde su elección en marzo del año 2013, que marcaron importantes hitos en la historia de la Iglesia católica. “En el ámbito de la economía, el papa hablaba de la teoría del derrame, que él no creía en ella, que es mentira, que si le va bien a un cierto sector de la población, iría bien a todos”, indicó.
También hizo alusión a las enseñanzas que impartió el sumo pontífice a los comunicadores. “Primero, amar la verdad, amarla más que a uno mismo, segundo, comunicar la belleza. En ese sentido era muy crítico, que el periodismo no sea publicar siempre sangre”, comentó.
Francisco deja una huella con sello personal en la gestión de la Iglesia.FOTO: AFP
DENUNCIA
Asimismo, siguió manifestando que “como tercera enseñanza se encuentra el denunciar lo malo, la corrupción, que es una tarea nuestra, por supuesto. Mientras que el cuarto se centra en hacer memoria, el quinto me impresionó mucho y es el saber escuchar y que como periodista miremos la totalidad de la realidad”.
Kriskovich agregó que “fue un papa tan humano, supo leer al hombre que ha perdido la fe, que perdió el sentido de la vida”. El papa Francisco fue enterrado el sábado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, anunciada la Santa Sede, el primer sepelio de un pontífice fuera del Vaticano desde León XIII en 1903. Su pontificado estuvo marcado principalmente por la defensa de los migrantes, el medioambiente y la justicia social.
Con una muestra especial de los objetos que utilizó el papa Francisco durante su histórica visita de tres días al Paraguay, en julio de 2015, la iglesia de la Encarnación rinde un homenaje póstumo al pontífice, cuya sepultura se concretó el sábado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
La exposición temporal estará abierta al público en general de lunes a viernes de 8:00 a 16:00. El acceso es libre y gratuito, de manera que la feligresía pueda visitarla y observar desde el vestuario hasta los accesorios religiosos que usó el obispo de Roma durante su permanencia en nuestro país.
Los visitantes podrán revivir los momentos que compartió Francisco durante su estadía, desde prendas hasta objetos simbólicos como el ambón donde el papa dio su homilía y el altar donde celebró la misa.
“Aquí, por ejemplo, vemos unos ornamentos que se confeccionaron para los obispos que iban a acompañar al papa Francisco en esta misa solemne en Ñu Guasu”, comentó un sacerdote a C9N.