- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
Con la asunción del actual gobierno en agosto de 2023, en el IPS se han realizado cambios tanto en la presidencia del Consejo como de los consejeros que representan a distintas entidades y gremios de aportantes a la previsional.
La institución viene arrastrando importantes descalces financieros, en donde los niveles de egresos superan a los ingresos generados por diversos conceptos, atribuible a una deficiente administración durante el gobierno anterior, siendo los problemas de índole financiero los más acuciantes, llevándolos a adeudar a las industrias farmacéuticas proveedoras de medicamentos e insumos no menos de USD 400 millones, sin contar las deudas por otros conceptos trepando globalmente a aproximadamente USD 900 millones.
Si bien las industrias proveedores de medicamentos e insumos no han discontinuado hasta ahora su provisión, la deuda impaga lleva aparejada intereses moratorios y punitorios, que abultan cada vez más sus niveles de endeudamiento, sin que hasta ahora luego de más de 8 meses de gestión hayan podido delinear acciones estratégicas definidas, que les permitan ir amortizándolos en función a planes concretos de repago.
Alternativas financieras siempre las hay. Podrían recurrir a un préstamo de largo plazo dentro del sistema financiero (no sería la mejor opción), o bien directamente diseñar la emisión de bonos de renta fija en guaraníes (la opción más conveniente), en el que ellos mismos tendrán la posibilidad de estructurar junto con una casa de bolsa el prospecto de emisión y esquema de pago del capital e intereses a los inversionistas, en función a su capacidad generadora de fondos actual y proyectada, con la posibilidad de que dependiendo de la evolución de su situación económica-financiera a futuro, tengan la opción de realizar un rescate anticipado de los bonos emitidos antes de sus vencimientos, facilidad que ofrece el mercado de capitales, aparejado de costos financieros más reducidos al no haber ningún tipo de intermediación.
Se da la paradoja de que siendo el IPS a nivel país una de las entidades más importantes no pueda hasta ahora encontrarle una solución alternativa a esta coyuntura desfavorable por la que están pasando.
Independientemente al problema estructural suscitado, el económico-financiero es el que debería de insumir todas las energías de sus autoridades, arbitrando los mecanismos necesarios que les permitan hacer una reingeniería o reperfilamiento de pasivos, que les den un mayor “respiro financiero”, permitiendo una atención de calidad a los asegurados, y paralelamente combatiendo la gran informalidad de aportantes que oscilan en un 63 por ciento.
La problemática primaria que enfrenta el IPS no se remitiría solo a lo económico-financiero, afectando a la falta de medicamentos e insumos para una atención de calidad a los asegurados, sumado a otros de carácter organizacional/estructural que les permitan poder hacer frente en tiempo y forma a las necesidades y demandas puntuales de los mismos (activos, jubilados y pensionados).
Para la consecución de una mejor administración financiera de la institución, la persona que esté al frente del Consejo debería ser o un administrador o economista, pues la entidad cuenta con muchos profesionales médicos capacitados con quienes en equipo podrán abordar diversos aspectos que hacen a la problemática estructural y logística de la atención de la salud de sus asegurados, como parte de la división del trabajo, ya que hoy día ya no es posible seguir trabajando en compartimentos estancos.
Estamos en pleno siglo XXI, en donde el trabajo participativo, la capacidad innovativa y creativa de los integrantes del staff de nuestras organizaciones deberían estar ocupados por profesionales que puedan darle un mayor pragmatismo y celeridad a los problemas que se van suscitando en el día a día y lo económico, financiero y logístico en el IPS sigue siendo primario, para la buena marcha y performance de la institución en varios aspectos.