• POR JORGE TORRES ROMERO
  • Columnista

Esta semana vamos a publicar más detalles del “elefante blanco” que deja Mario Abdo Benítez. Si bien publicaciones periodísticas de nuestro grupo de medios ya lo habían anunciado, la Contraloría General de la República lo rati­fica, pero hay más cosas en torno a la amplia­ción de la planta alcoholera de Petropar en Mauricio José Troche. La viabilidad del pro­yecto de inversión de un tren de molienda exclusivamente de caña de azúcar está com­prometida.

En el año 2017 el proyecto se inició con el mejoramiento de la planta con la electrifica­ción del molino con una inversión estimada de USD 3.000.000; sin embargo, durante el gobierno de Mario Abdo Benítez arran­caron otro proyecto, con un nuevo tren de molienda con doble capacidad de produc­ción, sin tener en cuenta que el mismo, ade­más de funcionar solo 3 meses al año (por falta de materia prima) debería trabajar con la producción de alcohol de maíz para poder funcionar todo el año y así reducir el costo fijo de producción.

En 2019 habíamos publicado que la instala­ción de un nuevo tren de molienda, similar al proyecto de Petropar, tendría un costo final de USD 10 millones, según detalló una firma brasileña.

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Sin embargo, el costal total del gobierno de Marito era de USD 28 millones. El pro­yecto había sido adjudicado a la firma EISA (Palumbo). Esta empresa no pudo cumplir con los compromisos pese al anticipo de USD 6 millones que recibieron.

Ante la alevosía del negociado y en un intento de cuidar las formas, Marito pidió ayuda a la firma 8A (Pettengill) y dibujaron en la DNCP una especie de cesión de derechos para sacar a EISA del camino y dejar en manos de la empresa del amigo del expresidente.

Petropar desembolsó otros USD 2 millo­nes a 8A para que Marito vaya a la planta a simular los avances del trabajo. Petropar debe aún USD 20 millones por esta planta.

A esto se suma que el proyecto original no presupuestó una planta de efluentes CERO. Con este nuevo tren de molienda se estará generando 3.000.000 de litros/día de vinaza, un desecho tóxico que triplica lo que actualmente se genera y compromete los cauces hídricos de la zona.

Una planta de tratamientos cuesta USD 3,5 millones. Es decir, el “elefante blanco” de Marito nos costará USD 31,5 millones.

Actualmente se cuenta con una planta de tratamiento de efluentes que envía al cauce hídrico la vinaza tratada con sus valores de demanda química de oxígeno dentro de los parámetros regulados por el Mades.

Las preguntas que surgen ahora son: ¿Qué hará el nuevo presidente de Petropar con este proyecto para no quedar pegado? ¿Podrán los cañeros abastecer la demanda todo el año? ¿Seguirán contaminando los cauces hídri­cos? ¿Pueden abortar el proyecto y pedir cárcel para los responsables del alevoso fato?

Un caso más del robo descarado generado en el gobierno de Abdo. Deberían estar presos los responsables. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.

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