- Por Felipe Goroso S.
- Columnista político
Mientras la ciudadanía asistía (con una mezcla de temor y asombro) a la coronación del hasta en ese momento, senador Víctor Ríos, como nuevo ministro de la Corte Suprema de Justicia; gracias a un menjunje político del que hasta ahora hemos tenido conocimiento apenas en una parte ínfima, en la misma Cámara de Senadores se iniciaba otra operación: la presentación del proyecto de ley que busca derogar el desbloqueo de listas y volver a las listas sábanas en las elecciones generales.
Por una cuestión de procedimiento legislativo, alguien tenía que hacerse cargo de la operación, en este caso fue la Bancada C del PLRA integrada por los senadores Hermelinda Ortega, Abel González, Octavio Schapt y José “Pakova” Ledesma. La inicia legislativa es la materialización del cuestionamiento que vienen haciendo actores de diversos partidos políticos apenas conocidos los resultados de las internas, que vieron como el electorado pudo llevar al siguiente nivel la somnolienta liturgia de la votación convirtiéndola en el supremo acto de elegir, nos guste o no, a los que consideran pueden liderar procesos y generar oportunidades de solución para sus comunidades.
Un dato no menor es que los integrantes de la bancada proyectista, son quienes decidieron armar rancho aparte luego de acordar espacios de poder con “Cachito” Salomón, convirtiéndose en piezas claves para lograr la reelección del mismo como presidente del Congreso Nacional. En este punto, es oportuno mencionar que algunos de los principales cuestionamientos al desbloqueo vienen de otros integrantes de la mayoría que maneja la Cámara Alta desde hace por lo menos dos años. Un arco que va desde Añetete hasta el Frente Guasu y cuyo principal hilo conductor es presentarse como anticartistas. Una pequeña muestra del cortoplacismo que los impulsa.
El momento en el cual se presentó el proyecto también dice mucho. Hacerlo al mismo tiempo en que toda la artillería ciudadana y mediática apuntaba a criticar la decisión de designar a Víctor Ríos como ministro de Corte, era preciso generar una operación lo suficientemente importante como para lograr cambiar el tema de agenda. Y si de paso, se hacía con un factor que hace rato tenían atragantado los actores más retardatarios de la política, hasta podría decirse que el timing era el indicado. Más que nunca, las sábanas sirven para tapar un hecho que ya resultaba molestamente incómodo. A la par, y con una coordinación que no es fácil de lograr, desde las carpas de Honor Colorado tomaban el desbloqueo como bandera y hacían sonar las trompetas que llamaban a dar batalla al proyecto.
En la política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a, es bueno que sepamos que tal vez las cosas no son como nos las presentan. Pero sólo tal vez, no seamos mal pensados.