- Por Felipe Goroso S.
- Columnista político
Javier Mascherano es el jugador argentino con más partidos oficiales disputados con la selección argentina. Junto a Messi y Maradona, son los únicos tres jugadores argentinos con cuatro participaciones en mundiales. Ex jugador de River Plate, Corinthians, West Ham, Liverpool, F.C. Barcelona, Hebei Fortune y Estudiantes de La Plata. Su liderazgo es indiscutido dentro y fuera de la cancha y así lo refleja en su libro “Los 15 escalones del liderazgo”.
En las palabras preliminares del mismo, hace una revisión sobre la figura de un líder poco corriente, aunque definitivamente humano. Esa contradicción, que se da mucho en deportistas en general y con énfasis en los futbolistas en particular: el hombre común que logró cosas extraordinarias. Cuantas similitudes se podrían encontrar con políticos, tan solo con esta última frase.
En uno de los capítulos, Mascherano habla sobre las implicancias y los entornos que rodean al liderazgo y la autocrítica. Esta es una de las partes donde el autor del libro se confiesa: “Entro a jugar cada partido con un gran nerviosismo. Mis amigos siempre me preguntan: ‘Cómo puede ser que lo vivas así, teniendo tantos partidos importantes encima?’. Mi respuesta es: ‘No importa cuántos partidos jugué. El examen se rinde cada vez que salgo a la cancha’.
Es lo que sucede cuando te enfrentás a grandes desafíos, ya sea en el fútbol o en cualquier actividad en la que se requiere el máximo de tu rendimiento. Una de los aspectos más importantes del liderazgo es ser un juez implacable con uno mismo. Primero me juzgo yo mismo, luego acepto el juicio de los demás. Saber aceptar las opiniones de los demás es parte de tu rol cuando ocupás un espacio en un grupo. Para conseguirlo, el primer crítico de tu labor tenés que ser vos mismo, y estar seguro de que hiciste lo mejor que podías hacer. Los demás vienen después. Cuando te critiquen, primero pensá qué pudiste haber hecho mal como para que alguien opine sobre vos de esa manera. Porque, del mismo modo en que es lindo recibir elogios, aceptar el juicio de los demás es, también, parte del juego”.
Luego de ver estas reñidas campañas municipales y cuando comienzan a proyectarse potenciales candidaturas para las elecciones generales del 2023, una muy oportuna recomendación sería leer el libro de Mascherano, un líder indiscutible y con altísimos niveles de autocrítica. La tan necesaria autocrítica en la política, esa mala palabra que empieza con p y termina con a.