• Por Sol Caballero
  • Directora comercial de
  • Manufactura de Pilar

Estas últimas semanas hemos observado cómo la situación de caída en las ventas, que sorprendió a la mayoría de los rubros de consumo y servicios a partir del segundo semestre del año pasado, se ha vuelto ya insostenible y sale a la luz con mucha preocupación. La economía brasileña que viene frenada en este último quinquenio, el desorden económico argentino de los últimos 10 años que aparentemente no termina de tocar fondo, más el cambio de gobierno, demuestran que no existe un desacople total de las economías de los vecinos como por mucho tiempo se venía manifestando y que la tarea más importante del Gobierno es actuar para dinamizar la estancada economía.

Adicionalmente, a la industria textil/confecciones se le suman otros problemas que de hecho no hemos logrado superar en las últimas tres décadas: el contrabando/subvaloración, la carencia de créditos para el sector industrial y las medidas para-arancelarias impuestas por nuestros socios comerciales, Brasil y Argentina. Es una pena que no se haya logrado frenar el contrabando y la subvaloración (que no es más que un contrabando blanqueado), y hoy penosamente vemos en todas las ciudades del país la venta con total libertad y con poca o nula sanción de prendas de dudoso origen. Es una pena que no hayamos logrado acceder a créditos de carácter industrial por tanto tiempo para impulsar la renovación tecnológica de nuestras fábricas. Es una pena que no hayamos sido capaces de proteger nuestras industrias ante nuestros vecinos, pues todas las negociaciones enfocadas a mejorar las transacciones en el Mercosur y particularmente con la Argentina han fracasado.

Así como hemos perdido la esperanza de ganar al flagelo del contrabando, conservamos el anhelo que algunos avances se puedan dar en el corto y mediano plazos. Primeramente, necesitamos acceder a créditos blandos; segundo, trabajar íntimamente con los estamentos gubernamentales para lograr acuerdos reales en las negociaciones con nuestros socios comerciales (principalmente Argentina), y tercero, apoyar a la industria a través de las adquisiciones del sector público, primando la industria nacional en toda su cadena y no regalando empleo a países asiáticos.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Particularmente, esta industria es una de las primeras en sentir el golpe de los vaivenes económicos y se ve afectada automáticamente cuando el poder adquisitivo de las personas cae. La industria paraguaya de la confección es una fuente importante de empleo, ya que es mano de obra intensiva y desde hace mucho tiempo ha ganado un prestigio de calidad en la región y ha sido contratada por las mejores marcas de los países vecinos. Desafortunadamente hemos perdido mucho tiempo en consolidar la confección paraguaya como un referente en la región, ya que no se nos ha dado, desde el punto de vista industrial, las condiciones para innovar, renovar equipamiento y lograr la escala de producción.

Dejanos tu comentario