Desde que Elon Musk tomó el control de Twitter a finales de octubre, su controvertida gestión de la red social ha generado una creciente multitud de usuarios descontentos que están probando otras plataformas. Bluesky y Mastodon están entre los contendientes para destronar a Twitter como la red social de referencia para los medios, los políticos y las celebridades.
La red social Bluesky, respaldada por el cofundador y exjefe de Twitter Jack Dorsey, está ganando popularidad. Según la revista Forbes, que cita datos de la firma Data.ai, la aplicación de Bluesky ha sido descargada 360.000 veces y actualmente está por delante de algunas plataformas populares como LinkedIn, Bing y Zoom en el ranking de la App Store, la tienda de Apple.
Originalmente creada y financiada por Twitter en 2019, bajo la dirección de Dorsey, Bluesky llegó a los teléfonos inteligentes hace dos meses. La plataforma se parece a Twitter, pero al igual de Mastodon no está descentralizada, por lo tanto, es posible crear aplicaciones separadas y no todo el contenido puede ser controlado por una sola entidad.
Actualmente solo es accesible por invitación. La lista de espera tiene más de un millón de solicitantes, según Forbes. Varias personalidades se han sumado recientemente a la plataforma, incluida la legisladora demócrata de la Cámara de Representantes Alexandria Ocasio-Cortez y la modelo Chrissy Teigen, quienes tienen cada una más de diez millones de suscriptores en Twitter.
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Mastodon, el anti-Twitter
Poco conocido por el gran público, Mastodon está experimentando un repunte de popularidad entre los internautas preocupados por el futuro de Twitter, incluidos periodistas, profesores universitarios y otros profesionales. Creado en 2016 por el desarrollador alemán Eugen Rochko, el sitio se presenta como “una red social descentralizada gratuita y de código abierto” sin ningún tipo de publicidad.
En concreto, permite a cada usuario incorporarse, según sus temas de interés, a la comunidad que quiera, y es ésta la que establece sus propias reglas. Mastodon consta de una red de miles de servidores independientes. Los miembros pueden interactuar siempre que las reglas de moderación de sus respectivos servidores sean compatibles.
Pero el funcionamiento poco intuitivo de esta red y la moderación del contenido a manos de administradores no terminan de convencer a todos. Dos meses después de la adquisición de Twitter, pasó de 380.000 a 2,5 millones de usuarios activos mensuales. En enero esa cifra se redujo a 1,4 millones.
Substack marca su “diferencia”
La plataforma Substack permite a los autores crear su propia ‘newsletter’ y vender suscripciones a personas interesadas. En abril lanzó un hilo llamado “Notas”, similar a Twitter, que permite a los usuarios publicar mensajes cortos, como recomendaciones, comentarios o enlaces a otras publicaciones.
“Las notas pueden parecerse a otras fuentes de redes sociales, pero la diferencia está en lo que no se ve”, señaló Hamish McKenzie, cofundador de Substack, en un blog anunciando la nueva propuesta. “Substack depende de las suscripciones pagas, no de la publicidad. Eso lo cambia todo (...) El grueso de las ganancias económicas va para los creadores de contenido”, agregó.
Musk respondió bloqueando brevemente los enlaces y las búsquedas relacionadas con Substack en Twitter. El incidente mostró cuánto dependen de Twitter los autores de ‘newsletters” para encontrar su audiencia y, por lo tanto, generar ingresos.
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Redes de nicho
Otras plataformas atraen a los usuarios desilusionados de Twitter y de otras redes sociales masivas. Hive Social, una aplicación solo para dispositivos móviles que desde 2019 combina elementos de Twitter e Instagram, se ha convertido en una popular opción a la plataforma de los trinos. Las redes sociales de tendencia conservadora Gab y Truth Social, esta última creada por el expresidente republicano Donald Trump (2017-2022), ya se presentaban como alternativas a Twitter antes de que Musk la comprara.
Con sus 150 millones de usuarios mensuales, el foro de discusión Discord se ha ganado un lugar más allá de los entusiastas de los videojuegos, su audiencia inicial. Pero la reciente filtración de documentos confidenciales del Pentágono ha afectado su reputación. Cohost, que nació a principios de 2022 con la promesa de que nunca se venderían los datos personales de sus usuarios, lucha por despegar.
Y la aplicación de chat de audio Clubhouse nacida, al comienzo de la pandemia, ha visto disminuir su número de usuarios a 3,5 millones, o un 60 % menos que en su punto máximo en 2021, según Business of Apps. También hay en marcha proyectos, como Spill, cuya versión de prueba debería ser lanzada próximamente por dos antiguos empleados de Twitter. Pero ninguna red parece lista todavía para reemplazar a Twitter.
Fuente: AFP.
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ONU desmiente a Zuckerberg: regular contenidos de odio en internet “no es censura”
Regular los contenidos de odio en internet “no es censura”, afirmó este viernes el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, luego de que esta semana Meta suspendiera su programa de fact-checking. “Autorizar los discursos de odio y los contenidos dañinos en internet tiene consecuencias en el mundo real. Reglamentar estos contenidos no es censura”, afirmó Türk, en la red social X, propiedad de Elon Musk, que ha acusado a los programas de verificación de información de censurar a las voces más conservadoras.
El Alto Comisionado hizo un llamado “a la responsabilidad y a la gobernabilidad del espacio digital, en apego con los derechos humanos”, agregó. El gigante tecnológico Meta, casa matriz de Facebook, anunció el martes que suspendía su programa de verificación de información en Estados Unidos para reemplazarlo por un sistema de notas comunitarias similares a las que utiliza la red X.
Como argumento a su drástica decisión, el fundador de Meta, Mark Zuckerberg, afirmó que los verificadores “han estado demasiado politizados y contribuyeron a reducir la confianza más que a mejorarla, especialmente en Estados Unidos”. Según él, Meta busca “restaurar la libertad de expresión en sus plataformas”.
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El anuncio de Meta se produce cuando los republicanos estadounidenses, así como el empresario Musk, cercano al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se han quejado en los últimos años de los programas de verificación de información al considerarlos como una “censura”.
La Agence France-Presse (AFP) trabaja con el programa de verificación de contenidos de Facebook en 26 idiomas. Facebook paga para usar las verificaciones de unas 80 organizaciones a nivel global en su plataforma, así como en Whatsapp e Instagram.
Un encargado de comunicaciones de la ONU en Ginebra, Michele Zaccheo, fue consultado sobre la presencia de la ONU en las redes X y Meta, e indicó que Naciones Unidas “monitorea y evalúa constantemente” estos espacios en línea.
“Para nosotros es importante estar presentes con informaciones basadas en hechos, y es eso lo que nosotros defendemos”, agregó. “No sabemos todavía cómo va a evolucionar esto” pero “en este momento continuamos pensando que es importante estar presente en estas plataformas, presentar las informaciones basadas en evidencias”, dijo.
La portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Harris, presente en el punto de prensa, agregó que el papel de estas redes en la organización “es proporcionar buena información científica sobre salud, y debemos hacerlo allí donde la gente la está buscando”, “por lo tanto, estaremos presentes en todas las plataformas, en la medida de lo posible”.
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“Un argumento falso”
El argumento de censura formulado por el fundador de Meta, Mark Zuckerberg, para cerrar su programa de fact-checking en Estados Unidos es “falso”, estimó la red internacional de verificadores de informaciones IFCN (International Fact-Checking Network). “Es falso y queremos restablecer la verdad, tanto para el contexto actual como para la Historia”, señaló el jueves la red que agrupa 137 organizaciones, entre ellas AFP.
Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp) anunció el martes que cesará su programa de fact-checking (verificación digital) en Estados Unidos, un giro radical en sus políticas de moderación de contenido que se alinea con las prioridades del próximo presidente estadounidense, Donald Trump.
Como argumento para esta decisión, Zuckerberg afirmó que los verificadores “han estado demasiado politizados y contribuyeron a reducir la confianza más que a mejorarla, especialmente en Estados Unidos”. Según él, Meta busca “restaurar la libertad de expresión en sus plataformas”.
Aunque esta decisión sólo se aplica actualmente a Estados Unidos, la IFCN advirtió del impacto potencialmente devastador si el grupo pusiera fin a su programa en todo el mundo, presente en más de 100 países. “Algunos de estos países son muy vulnerables a la desinformación, que estimula la inestabilidad política, la injerencia electoral, la violencia popular e incluso el genocidio”, declaró la red.
“Si Meta decide detener el programa en todo el mundo, es casi seguro que causará un auténtico perjuicio en muchos lugares”, añadió. La Agence France-Presse (AFP) trabaja con el programa de verificación de contenidos de Facebook en 26 idiomas. Facebook paga para usar las verificaciones de unas 80 organizaciones a nivel global en su plataforma, así como en Whatsapp e Instagram.
Fuente: AFP.
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Zuckerberg y Meta cambian de rumbo: ¿cálculo político o transformación personal?
Por Julie Jammot.
El pelo corto creció, su sweater con capucha de universitario fue sustituido por una cadena de oro y el tono cambió: Mark Zuckerberg, el jefe de Meta (Facebook, Instagram), acusa a “los gobiernos y los medios de comunicación de impulsar la censura”, la última señal de su transformación política.
“Estamos restaurando la libertad de expresión en nuestras plataformas”, afirma en un video publicado el martes en sus redes sociales, en el que anuncia el fin del fact-checking en Estados Unidos. Este programa de verificación de datos por parte de organizaciones independientes de todo el mundo nació como respuesta a la avalancha de desinformación y teorías de la conspiración en sus plataformas, que preocupaba a las autoridades democráticas.
Era finales de 2016, Donald Trump acababa de ser elegido por primera vez presidente de Estados Unidos y Zuckerberg mostraba arrepentimiento.
El empresario llevaba tiempo intentando limpiar la imagen de su grupo, empañada por escándalos que iban desde Cambridge Analytica (confidencialidad de los datos de los usuarios) a las masacres de Birmania (discurso de odio propagado en Facebook) y las revelaciones de un exempleado, que acusaba a la empresa de anteponer los beneficios a la seguridad de los usuarios.
Todo fue en vano. Sus reuniones con legisladores, sus inversiones en moderación de contenidos y sus disculpas públicas a las familias de los niños que han sufrido los efectos nocivos de las redes sociales han hecho poco por cambiar la percepción del grupo californiano. La empresa, que se convirtió en Meta a finales de 2021, sigue siendo acusada de avaricia por la izquierda y de “censura” por la derecha.
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Celos multimillonarios
Los tiempos, sin embargo, han cambiado. Tras cuatro años de gobierno demócrata, Trump volvió a ser elegido, con 14 millones de votos más que en 2016. Contó con el apoyo sin precedentes del poderoso Elon Musk, que liberó las voces conservadoras, incluso machistas, de Silicon Valley con su red social X (antes Twitter).
“(Para Zuckerberg), la mejor manera de defender esa libertad sería alinearse con el Gobierno de Estados Unidos… Eso no tiene sentido”, reaccionó el martes Kate Klonick, profesora de Derecho de la Universidad de St. John.
“Elon Musk está hoy en todas partes y tiene toda esta influencia… Creo que hay potencialmente un poco de celos multimillonarios” en el comportamiento de Zuckerberg, comentó Andrew Selepak, profesor de medios de comunicación de la Universidad de Florida.
El jefe del gigante de las redes sociales está haciendo reiterados avances hacia el presidente electo: cenó con él en noviembre, donó un millón de dólares para su ceremonia de investidura el 20 de enero y nombró a varios de sus aliados para puestos clave.
Quizá así se apacigüe el enojo de Trump hacia él, ya que a principios de 2021 fue vetado de Facebook, después de que sus fans asaltaran el Capitolio, sede del Congreso estadounidense.
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“Más sincero”
“Ver a Donald Trump levantarse tras recibir un disparo en la cara y levantar el puño en el aire con la bandera estadounidense es una de las cosas más ‘cojonudas’ que he visto en mi vida”, declaró Zuckerberg a Bloomberg tras el primer intento de asesinato del candidato durante la campaña electoral de 2024. El jefe de Meta tiene todo el interés del mundo en volver a caerle en gracia al presidente electo, ya que TikTok, el principal competidor de Instagram, podría ser prohibido en Estados Unidos este mes.
El republicano ha amenazado con salvar la aplicación, aunque sólo sea para perjudicar a Meta. Todos los jefes tecnológicos están “adulando” a “Trump para que les deje en paz”, resume Carolina Milanesi, analista independiente.
Pero Zuckerberg “parece más sincero”, estima Selepak. “Parece que está dando un giro político, un poco como Musk”, que antes era demócrata.
Además de poner fin a la verificación de datos, Meta está flexibilizando sus normas de moderación de contenidos en temas como la inmigración y el género, a riesgo de desatar discursos de odio como en X, según las asociaciones.
“Además de la economía, la inmigración y la identidad de género tuvieron una gran influencia en las últimas elecciones estadounidenses”, señala Selepak. “Cuando entierras dos temas que son importantes para los votantes, está claro que no estás sirviendo a tus usuarios. “No sé si esto gustará a la gente”, apunta Milanesi, “pero le permite no ser percibido como ‘woke’”.
Fuente: AFP.
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Elon Musk enoja a dirigentes europeos por sus estridentes opiniones
Dirigentes europeos, entre ellos el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se unieron el lunes pasado a las críticas del sábado del canciller alemán, Olaf Scholz, contra Elon Musk, cuando el multimillonario estadounidense multiplica sus intervenciones en temas de política interna de otros países.
El laborista Starmer, una de las víctimas favoritas del magnate, denunció que “quienes difunden mentiras y desinformación no están interesados en las víctimas sino en sí mismos”, después de que Musk mencionara el jueves en X un caso de explotación sexual de más de 1.500 niñas en Inglaterra entre 1997 y 2013, en el que se culpó a las autoridades de no haber tomado medidas.
“En Reino Unido, delitos graves como la violación requieren la aprobación de la fiscalía antes de que la policía pueda acusar a los sospechosos. ¿Quién estaba a cargo del CPS (la fiscalía general del Estado) cuando a las bandas de violadores se les permitía explotar a niñas sin enfrentarse a la justicia? Keir Starmer”, escribió el multimillonario estadounidense.
Por su parte, Emmanuel Macron acusó a Musk, el hombre más rico del mundo, propietario de la red social X y aliado clave del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de apoyar a “una nueva internacional reaccionaria” y de interferir en las elecciones, particularmente en Alemania.
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“Se ha cruzado una línea”
Cuestionado sobre los ataques de Musk, Starmer defendió este lunes su trayectoria al frente del CPS, entre 2008 y 2013, afirmando haber “reabierto expedientes” y “presentado las primeras acusaciones contra una red de explotación asiática”.
En respuesta a numerosas preguntas de los medios sobre el tema, Starmer insistió en no querer individualizar en Musk, a quien no nombró, pero dijo que “se ha cruzado una línea” con algunas de las críticas, denunciando el “veneno de la extrema derecha” en este tema.
Pero Musk afirmó el lunes que Starmer y otro primer ministro laborista, Gordon Brown, se encontraban entre los cómplices de los delitos sexuales, y agregó en una publicación que este último “vendió a esas niñas a cambio de votos”, calificando además a Starmer de “despreciable”.
La líder conservadora Kemi Badenoch escribió el lunes en X que presentará una enmienda en el parlamento el miércoles exigiendo una “investigación completa sobre el escándalo del acoso sexual por parte de bandas de violadores”.
En sus mensajes del jueves, Musk exigió también la liberación del agitador británico de ultraderecha Tommy Robinson, recientemente condenado a 18 años de cárcel por violar una decisión judicial que le prohibía repetir comentarios difamatorios sobre un refugiado sirio.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, en un discurso a los embajadores de su país, se refirió el lunes al apoyo del magnate al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), después de que Musk publicara una columna de opinión en el diario Die Welt.
“Hace diez años, si nos hubieran dicho que el dueño de una de las redes sociales más grandes del mundo apoyaría una nueva internacional reaccionaria e intervendría directamente en las elecciones, incluso en Alemania ¿quién lo hubiera imaginado?”, dijo Macron.
También el primer ministro noruego
Por último, el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, también reaccionó, este lunes, diciendo en la radio pública NRK estar “preocupado de que un hombre con un acceso considerable a las redes sociales y recursos económicos significativos esté involucrado tan directamente en los asuntos internos de otros países”.
Todos ellos se unieron al canciller alemán Olaf Scholz, que había condenado en una entrevista publicada el sábado, en la revista Stern, las “declaraciones erráticas” de Musk, así como su apoyo al AfD, a un mes y medio de las elecciones germanas del 23 de febrero. Scholz abogó por que se mantuviera la calma frente a los dichos de Musk, que tal como cita la revista Stern, lo llamó “loco” a principios de noviembre y luego “imbécil incompetente” el 20 de diciembre.
Desde que se involucró políticamente detrás de Donald Trump y jugó un papel protagónico en su campaña, Musk ha multiplicado las muestras de apoyo a los representantes de la extrema derecha en otros países. Sus intervenciones ponen en situación delicada a algunos dirigentes europeos, a pocos días del regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, quien ha confiado a Musk la misión de reducir el gasto público.
Beneficio de la extrema derecha
Elon Musk, el hombre de confianza del presidente electo estadounidense Donald Trump, extiende su influencia política en Europa en beneficio de la extrema derecha y, según los expertos, teniendo en cuenta sus intereses económicos. El primer ministro británico, Keir “Starmer debe irse y enfrentar cargos” ante la justicia, escribió el viernes el millonario en su red social X.
El laborista se ha convertido en el último blanco de una campaña liderada por el fundador de Tesla y SpaceX a través de su red social. Ha pedido la liberación del activista británico de extrema derecha Tommy Robinson y apoya al partido antiinmigración Reform UK, con cuyo líder, Nigel Farage, se ha reunido recientemente.
Musk, quien ha amplificado la retórica antiinmigración de Trump durante la campaña presidencial estadounidense, multiplica los mensajes sobre un caso de explotación sexual de niñas en el norte de Inglaterra, cuyos responsables eran originarios de Pakistán.
Hungría, Rumanía, Italia
Al igual que en Estados Unidos, Elon Musk es una figura cada vez más popular entre los jóvenes británicos, según el instituto de encuestas Savanta. “Las percepciones de éxito y riqueza, por un lado, y la política, por otro, están cada vez más entrelazadas”, declaró a la AFP el director de investigación política de Savanta, Chris Hopkins.
“Musk ya no es sólo un comentarista muy crítico de la vida política británica, sino un actor destacado”, escribió el viernes el columnista Patrick Maguire en el Times. Elon Musk se reunió con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, una figura clave de la derecha radical, cuando este último visitó a Donald Trump en Florida a principios de diciembre.
El gobierno alemán también acusa al hiperactivo empresario de injerencia debido a su apoyo al partido de extrema derecha AfD antes de las elecciones legislativas. Musk hablará el 9 de enero con la líder de este grupo, Alice Weidel, en X.
El empresario de 53 años, que no desempeña ningún papel oficial en el futuro gobierno de Trump, pero a quien el magnate ha encargado reducir el gasto público, calificó de “dictadores” a los jueces constitucionales que anularon las elecciones presidenciales en Rumanía, en medio de sospechas de injerencia rusa a favor de un candidato nacionalista. Además, Musk respalda a la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni, la líder más derechista del país desde 1945, que lo considera un “genio”.
Política y negocios
Las iniciativas políticas del hombre más rico del mundo están estrechamente ligadas a sus intereses económicos, subrayan los expertos. Musk y Trump creen que “la democracia, el debate, el desacuerdo y los sistemas de bienestar estatal se interponen en el camino de los negocios”, estima Ilan Kapoor, profesor de la Universidad de York en Toronto, conocido por sus investigaciones críticas sobre el neoliberalismo.
“Por eso ven con buenos ojos formas de gobierno más autoritarias, que creen que pueden funcionar de manera más eficiente, eliminando la oposición política y reduciendo el papel del gobierno”, añade. La contradicción, según él, “es que necesitan mucha intervención estatal cuando se trata de su agenda de ‘ley y orden’”.
El empresario también criticó a la Comisión Europea, por considerar que su funcionamiento es “antidemocrático”, y pidió más protagonismo para el Parlamento Europeo. El ejecutivo europeo ha puesto en el punto de mira a la red social X. La empresa se expone a multas. La acusan de “engañar” a los usuarios con la marca de verificación azul que supuestamente garantiza fuentes de información fiables.
Una excomisaria europea, Vera Jourova, llegó incluso a describir a Elon Musk como un “promotor del mal” en una entrevista con Politico en octubre pasado. En un artículo publicado el 17 de diciembre, dos investigadores del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), José Ignacio Torreblanca y Giorgios Verdi, predijeron que Elon Musk “podría utilizar su plataforma para movilizar a ciudadanos y partidos de extrema derecha” para perjudicar a los líderes europeos “determinados a continuar la ofensiva” contra X.
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Normas de la UE
La conversación que Elon Musk mantendrá en su red social, X, con la líder del partido de extrema derecha alemán AfD esta semana no está en contravención de las normas de la UE, admitió este lunes la Comisión Europea, que sin embargo advirtió que evaluará “cuidadosamente” su contenido.
El jueves, Musk tiene prevista una conversación en línea y transmitida en directo con Alice Weidel, líder del partido alemán de ultraderecha AfD, antes de las elecciones anticipadas en Alemania, previstas para el 23 de febrero. Un portavoz de la Comisión dijo este lunes que una discusión transmitida en directo no es en sí misma una violación a las normas de la UE.
De acuerdo con el vocero, ningún aspecto de la Ley de Servicios Digitales (LSD) “prohíbe al propietario de una plataforma ni a nadie realizar una transmisión en vivo y expresar sus puntos de vista personales. Eso está permitido”.
La red X ya es objeto de una investigación de la Comisión Europea bajo la LSD, centrada en la forma en que esa red social cumple con sus obligaciones de evitar la difusión de contenidos ilegales y la desinformación. No obstante, añadió que la Comisión evaluaría “cuidadosamente” la transmisión en vivo y podría incluirla en su investigación actual dependiendo de si se identifica algún riesgo.
“Lo que queremos es que el propietario de la plataforma, o el proveedor de la plataforma, se asegure de que la plataforma no se utilice indebidamente ni se dé un trato preferencial a ciertos tipos de contenido, o una mayor visibilidad a solo un tipo de contenido”, agregó el vocero Thomas Regnier.
Según la LSD, los usuarios tienen derecho a optar por no ver determinado contenido, lo que significa que X debería permitir a los usuarios evitar cualquier mención del chat de AfD si así lo desean. Aún así, la UE podrá analizar si X utiliza sus algoritmos para promover mensajes de extrema derecha.
Musk desató la furia en toda Europa con recientes incendiarios ataques contra dirigentes del continente como el británico Keir Starmer o el alemán Olaf Scholz, además de su firme apoyo a partidos de extrema derecha. El 24 de enero, la Comisión Europea mantendrá un debate con las autoridades alemanas, organizaciones de la sociedad civil y las mayores plataformas digitales, incluida X, para discutir los riesgos en línea antes de las elecciones en Alemania.
Meloni defiende a Musk
La primera ministra italiana de ultraderecha Giorgia Meloni defendió este jueves a Elon Musk, considerando que dirigentes europeos lo habían criticado solo por que es de derecha. Musk, un multimillonario propietario de Tesla, SpaceX y de la red social X y futuro miembro de la administración del presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, causó polémica en Europa por sus críticas al jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz, y al primer ministro británico Keir Starmer.
Este jueves, durante su rueda de prensa anual, a Meloni le preguntaron si esto constituía una “peligrosa injerencia” por parte de Musk y la mandataria contestó que no. “El problema es cuando la gente rica utiliza sus recursos para financiar partidos, asociaciones y políticos de todo el mundo para influir en las elecciones políticas de los Estados”, afirmó, asegurando que “eso es algo que hace, por ejemplo, George Soros”.
“Elon Musk financió una campaña electoral en su país, para su candidato, en un país donde, dicho sea de paso, esto es bastante común”, observó. “Pero que yo sepa Elon Musk no financia partidos, asociaciones o políticos por el mundo”, insistió.
“¿El problema es que Elon Mask tenga influencia y sea rico o que no sea de izquierdas?”, planteó Meloni. George Soros, un judío de origen húngaro que suele ser blanco de ataques antisemitas, fundó Open Society Foundations (OSF), que apoya a varias oenegés de todo el mundo en favor de la buena gobernanza y del Estado de derecho. También ha apoyado al Partido Demócrata en la campaña presidencial de Estados Unidos.
Fuente: AFP.
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Llueven críticas a Zuckerberg por eliminar la verificación de datos en Facebook e Instagram
El sorprendente anuncio del gigante tecnológico Meta de poner fin a su programa de verificación de datos en Estados Unidos provocó duras críticas el martes por parte de investigadores de la desinformación, que advirtieron del riesgo de proliferación de narrativas falsas.
El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, anunció que la compañía iba a “deshacerse” de sus verificadores de datos externos en Estados Unidos, un cambio radical que los analistas ven como un intento de apaciguar al presidente electo estadounidense, Donald Trump.
“Este es un gran paso atrás para la moderación de contenidos en un momento en el que la desinformación y el contenido nocivo están evolucionando más rápido que nunca”, dijo Ross Burley, cofundador del Centro para la Resiliencia de la Información, sin fines de lucro.
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La verificación de datos y la investigación de la desinformación han sido temas candentes en un clima político hiperpolarizado en Estados Unidos, con defensores conservadores que afirman que se restringe la libertad de expresión y censura a contenidos de derecha.
El Partido Republicano de Trump y su aliado multimillonario Elon Musk (propietario de X, antes Twitter) han expresado quejas similares. “Si bien los esfuerzos para proteger la libertad de expresión son vitales, eliminar la verificación de hechos sin una alternativa creíble corre el riesgo de abrir las compuertas a narrativas más dañinas”, dijo Burley.
“Esta medida parece más una estrategia de apaciguamiento político que una política inteligente”. Como alternativa, Zuckerberg dijo que las plataformas de Meta, Facebook e Instagram, podrían utilizar “Community Notes, similar a lo que hace X” en Estados Unidos.
Community Notes es una herramienta de moderación colaborativa en X para que los usuarios añadan contexto a las publicaciones, pero los investigadores han cuestionado repetidamente su eficacia para combatir falsedades.
“No confiarías en cualquiera para evitar que tu inodoro gotee, pero Meta ahora busca confiar en cualquiera para evitar que la desinformación se propague en sus plataformas”, dijo a la AFP Michael Wagner, de la Escuela de Periodismo y Comunicación de Masas de la Universidad de Wisconsin-Madison.
“Pedir a la gente, pro bono, que vigile las falsas afirmaciones que se publican en las multimillonarias plataformas de medios sociales de Meta es una abdicación de la responsabilidad social”.
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“Decisión política”
El nuevo enfoque de Meta ignora investigaciones que muestran que “los usuarios de Community Notes están muy motivados por razones partidistas y tienden a apuntar demasiado a sus oponentes políticos”, dijo Alexios Mantzarlis, director de la Iniciativa de Seguridad, Confianza y Protección en Cornell Tech.
El anuncio de Meta representa un revés financiero para sus verificadores de datos externos basados en Estados Unidos. El programa de Meta y las subvenciones externas han sido “fuentes de ingresos predominantes” para los verificadores de datos globales, según una encuesta de 2023 realizada por la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN, por sus siglas en inglés) a 137 organizaciones en docenas de países.
La decisión también “perjudicará a los usuarios de las redes sociales que buscan información precisa y confiable para tomar decisiones sobre su vida cotidiana y sus interacciones”, dijo la directora de IFCN, Angie Holan. “Es lamentable que esta decisión se tome a raíz de la presión política externa de una nueva administración y sus partidarios”, añadió Holan.
Aaron Sharockman, director ejecutivo de la organización estadounidense de verificación de datos PolitiFact, difiere con que la verificación de datos sirva para suprimir la libertad de expresión.
El papel de los fact-checkers estadounidenses, dijo, era proporcionar “discurso y contexto adicionales a las publicaciones que los periodistas consideraban que contenían información errónea” y era responsabilidad de Meta decidir a qué sanciones se enfrentaban los usuarios.
“Lo bueno de la libertad de expresión es que la gente puede discrepar con cualquier artículo periodístico que publiquemos”, dijo Sharockman. “Si Meta está molesta por haber creado una herramienta para censurar, debería verse al espejo”. PolitiFact es uno de los primeros socios que trabajó con Facebook para lanzar la verificación de datos en Estados Unidos en 2016.
La AFP también trabaja actualmente en 26 idiomas con el programa de verificación de datos de Facebook, en el que Facebook paga para utilizar verificaciones de datos de unas 80 organizaciones a nivel mundial en su plataforma, WhatsApp e Instagram.
En ese programa, el contenido calificado como “falso” se degrada para disminuir su visibilidad, si alguien intenta compartir esa publicación, se le presenta un artículo que explica por qué es engañosa.
“El programa no era en absoluto perfecto, y los verificadores de datos sin duda se equivocaron en algún porcentaje de sus etiquetas”, dijo Mantzarlis. “Pero debemos tener claro que la promesa de Zuckerberg de deshacerse de los verificadores de datos fue una decisión política, no una decisión de política pública”.
Australia, Francia, Brasil
El gobierno de Australia, país en la vanguardia de la regulación de los gigantes tecnológicos, expresó el jueves su preocupación por la decisión de Meta de suspender los programas de verificación de contenidos en Estados Unidos para Facebook e Instagram.
“La desinformación es muy peligrosa y hemos visto que realmente explotaba en los últimos años”, dijo el responsable del Departamento del Tesoro australiano, Jim Chalmers, a la emisora ABC. “Es un acontecimiento muy dañino, dañino para nuestra democracia”, aseguró el tesorero, quien describió la decisión de Meta como “muy inquietante”.
Francia expresó su “preocupación frente a la decisión de Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp) de suspender su programa de fact-checking en Estados Unidos, y aseguró que se mantendrá “vigilante” para que el grupo respete la legislación europea.
“La libertad de expresión, derecho fundamental protegido en Francia y en Europa, no puede confundirse con un derecho a la viralidad que autorizaría la difusión de contenidos no confirmados (inauténticos) que llegarían a millones de usuarios sin filtro ni moderación”, afirmó el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Francia en un comunicado.
La decisión de Meta de poner fin a su programa de fact-checking en Estados Unidos es “mala para la democracia”, dijo el miércoles el gobierno brasileño, mientras la fiscalía exigió al gigante tecnológico que informe si hará lo propio en el país suramericano, en pie de guerra contra la desinformación.
“Es mala para la democracia porque (sin verificación de contenidos) no se puede controlar la proliferación de odio, la desinformación, las fake news. Ese es el problema. Necesitamos tener un control, es preciso una regulamentación de las redes sociales, es lo que acontece en Europa”, dijo a periodistas el recién nombrado ministro brasileño de la Secretaría de Comunicación, Sidonio Palmeira.
Premio Nobel de la Paz
La periodista filipina Maria Ressa, ganadora del Premio Nobel de la Paz, alertó el miércoles en una entrevista a AFP que se avecinan “tiempos peligrosos” tras la decisión de Meta de acabar con su programa de fact-checking en Estados Unidos.
Ressa, a través del sitio web de noticias Rappler que cofundó, pasó años luchando contra la desinformación y batallando contra las causas judiciales iniciadas contra ella por el expresidente filipino Rodrigo Duterte, artífice de una guerra contra las drogas que mató a miles de personas.
Para ella, la decisión de la empresa matriz de Facebook o Instagram significa que se acercan “tiempos extremadamente peligrosos” para el periodismo, la democracia y los usuarios de las redes sociales.
“Mark Zuckerberg dice que es una cuestión de libertad de expresión, y eso es completamente equivocado”, dijo Ressa en una entrevista a AFP desde la redacción de Rappler en Manila. “Solo si actúas por los beneficios puedes alegar eso, solo si quieres poder y dinero puedes alegar eso. Aquí se trata de seguridad”, insistió la ganadora del Nobel en 2021.
Fuente: AFP.