China anunció el miércoles que había logrado insertar su sonda “Tianwen-1” en órbita marciana, una primicia para el programa espacial chino que espera hacer descender un pequeño robot en el planeta rojo. “La sonda se insertó exitosamente en órbita de Marte”, indicó la agencia Xinhua. El aparato fue lanzado en julio desde la isla de Hainan, en el sur de China.
La sonda espacial china Tianwen-1 envió su primera imagen del planeta rojo el viernes pasado, dijo la agencia espacial nacional (CNSA). La primera foto recibida en la Tierra del planeta rojo parece mostrar un conjunto gaseoso y lo que se parece a cráteres.
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La imagen en blanco y negro fue tomada a unos 2,2 millones de kilómetros de Marte, según la agencia espacial china y muestra Valles Marineris (cañones cerca del ecuador del planeta rojo), Schiaparelli (un vasto cráter) y la llanura Acidalia Planitia, precisa la CNSA.
Tianwen-1 se compone de tres elementos: un orbitador (que girará alrededor del astro), un módulo de aterrizaje y un robot teledirigido con ruedas (encargado de analizar el suelo). El robot guiado por ruedas, contenido en la sonda, se desplegará en Marte en mayo. Con un peso de más de 200 kilos, está equipado con cuatro paneles solares y se supone que funcionará durante tres meses.
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Realizará análisis del suelo, de la atmósfera, tomará fotos y contribuirá a la cartografía del planeta rojo. China espera hacer en este primer intento independiente de exploración de Marte casi todo lo que Estados Unidos ha logrado en varias misiones marcianas desde los años 1960.
Es decir, poner una sonda en órbita, colocar un módulo de aterrizaje y luego sacar un robot teledirigido. La misión se llama “Tianwen-1” (“Preguntas al cielo 1”) en homenaje a un antiguo poema chino sobre Astronomía.
Fuente: AFP.
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Zhurong halla indicios de un enorme y desaparecido océano marciano
Un róver chino ha encontrado nueva evidencia que respalda la teoría de que Marte fue alguna vez el hogar de un vasto océano, incluyendo el rastro de una antigua línea costera, según un estudio publicado ayer jueves. La teoría de que un océano cubrió hasta un tercio del planeta rojo hace miles de millones de años ha sido un tema de debate entre los científicos durante décadas, y un investigador externo expresó cierto escepticismo sobre los últimos hallazgos.
El róver Zhurong aterrizó en Marte en 2021, en una llanura en la región de Utopía del hemisferio norte marciano, donde se habían detectado previamente indicios de que hubo agua. Desde entonces ha estado explorando la superficie del planeta rojo, y algunos de los nuevos hallazgos de la misión se revelaron en el estudio publicado en la revista Nature. Bo Wu, autor principal del estudio de la Universidad Politécnica de Hong Kong, dijo a la AFP que varias pistas sugieren que hubo un océano en la zona alrededor del área de aterrizaje de Zhurong.
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Entre esos indicios, “conos con hoyos, surcos poligonales y rastros de flujos”. Investigaciones previas han sugerido que los conos con hoyos, parecidos a cráteres, podrían haber surgido de volcanes de lodo, los cuales a menudo se forman en áreas donde hubo agua o hielo. La información del róver, así como los datos satelitales y el análisis en la Tierra, también sugieren una línea costera (hasta donde llegaba el agua), según el estudio.
El equipo de investigadores estimó que el océano se formó por inundaciones hace aproximadamente 3.700 millones de años. Luego el océano se congeló, tallando una línea costera, antes de desaparecer hace unos 3.400 millones de años, según su hipótesis. Bo enfatizó que el equipo “no afirma que sus hallazgos prueben de manera definitiva que hubo un océano en Marte”. Ese nivel de certeza probablemente requerirá una misión que traiga algunas rocas marcianas a la Tierra para una inspección más detallada.
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La costa siempre está cambiando
Benjamin Cardenas, un científico que ha analizado otras teorías acerca de un océano marciano, se mostró “escéptico”, en declaraciones a la AFP. A su juicio, los investigadores no tomaron lo suficientemente en cuenta hasta qué punto el fuerte viento marciano ha movido los sedimentos y desgastado las rocas en los últimos miles de millones de años. “Tendemos a pensar en Marte como un lugar no muy activo, como la Luna, ¡pero es activo!” dijo Cardenas, de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos.
Cardenas recordó que investigaciones previas sugieren que “incluso las bajas tasas de erosión marciana” destruirían los signos de una línea costera en un período tan largo. Bo reconoció que el viento podría haber desgastado algunas rocas, pero señaló que el impacto de los meteoritos que golpean Marte también puede “excavar rocas y sedimentos subterráneos hasta la superficie de vez en cuando”. Aunque la teoría en general sigue siendo polémica, Cardenas dijo que él tiende a “pensar que hubo un océano en Marte”.
Descubrir la verdad podría ayudar a desentrañar un misterio mayor: si la Tierra es única en el Sistema Solar por su capacidad de albergar vida. “La mayoría de los científicos piensan que la vida en la Tierra surgió ya sea bajo el océano, donde gases calientes y minerales del subsuelo llegaban al fondo marino, o muy cerca del punto de contacto entre el agua y el aire”, explicó Cardenas. “La posible evidencia de un océano hace que el planeta parezca más hospitalario”, añadió.
Fuente: AFP.
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Explorador de la NASA descubre roca en Marte que puede contener vida microscópica antigua
El róver Perseverance de la NASA hizo el que podría ser su descubrimiento más sorprendente hasta la fecha: halló posibles indicios de vida antigua en Marte.
El explorador robótico de seis ruedas se topó con una enigmática roca con forma de flecha denominada “Cheyava Falls” que podría albergar microbios fosilizados de hace miles de millones de años, cuando el Planeta Rojo era un mundo acuático.
El 21 de julio, Perseverance perforó la piedra para recolectar una muestra de su núcleo, conforme atravesaba el antiguo valle fluvial Neretva Vallis.
Las muestras quedaron guardadas cuidadosamente en la parte inferior del róver y eventualmente regresarán a la Tierra para un análisis más exhaustivo.
“Cheyava Falls es la roca más desconcertante, compleja y potencialmente importante investigada hasta ahora por Perseverance”, dijo el jueves el científico del proyecto Ken Farley, de Caltech.
Hay tres pistas convincentes que despertaron el entusiasmo de los científicos.
Hay vetas blancas de sulfato de calcio que recorren la roca, lo que revelaría que alguna vez fluyó agua a través de ella.
Entre las grietas hay una zona central rojiza, llena de compuestos orgánicos, como lo detectó el instrumento SHERLOC (Escaneo de Entornos Habitables con Raman y Luminiscencia para Sustancias Orgánicas y Químicas, por sus siglas en inglés) instalado en el róver.
Finalmente, pequeñas manchas parecidas a las de un leopardo contienen sustancias químicas que sugieren fuentes de energía de microbios antiguos, según el resultado del escáner PIXL (Instrumento Planetario para Litoquímica de Rayos X, por sus siglas en inglés).
“En la Tierra, este tipo de características en las rocas a menudo se asocian con el registro fosilizado de microbios que vivían en el subsuelo”, dijo David Flannery, astrobiólogo y miembro del equipo científico de Perseverance de la Universidad Tecnológica de Queensland en Australia.
De todas formas, el proceso para confirmar que hubo vida en Marte está lejos de terminar.
La verdadera prueba llegará cuando las valiosas muestras de roca del Perseverance sean devueltas a la Tierra como parte del Programa de Retorno de Muestras de Marte, una colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Europea prevista para la década de 2030.
Si bien estos hallazgos pueden no resultar en vida microscópica antigua, hay una posibilidad tentadora de que se trate de microbios reales fosilizados, la primera prueba de vida fuera de la Tierra en la historia.
“Hemos atacado esa roca con láseres y rayos X y la hemos fotografiado literalmente de día y de noche desde casi todos los ángulos”, dijo Farley.
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“Científicamente, Perseverance no tiene nada más que ofrecer. Para comprender completamente lo que sucedió (...) hace miles de millones de años, queremos traer la muestra de Cheyava Falls a la Tierra, para poderla estudiar con los poderosos instrumentos disponibles en los laboratorios”, completó.
Fuente: AFP
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China trajo primeras muestras de la cara oculta de la Luna
Tras 53 días de misión, la sonda china Chang’e-6 regresó este martes a la Tierra con las primeras muestras de la historia de la cara oculta de la Luna, un logro que permitirá conocer mejor la historia del satélite. La misión, marcada por una gran complejidad técnica, en particular en cuestiones de comunicación, es una de las más ambiciosas jamás ejecutadas por China en el espacio.
“A las 14:07 (6:07 GMT), el módulo de regreso Chang’e-6 aterrizó” en una zona desértica de la región de Mongolia interior, en el norte de China, y “todo funciona con normalidad”, indicó en un comunicado la agencia espacial china CNSA. “Esto marca el éxito completo de la misión”, y es sobre todo “el primer regreso a la Tierra de muestras de la cara oculta de la Luna”, se felicitó la agencia.
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Dos métodos de recolección
La cápsula bajó lentamente gracias a un paracaídas rojo y blanco, antes de tocar tierra suavemente junto a una bandera china plantada a su costado, según imágenes difundidas por la televisión estatal CCTV. La cara oculta de la Luna es una zona poco explorada, y es conocida con esta fórmula porque es invisible desde la Tierra.
Tiene la particularidad de que sus cráteres no están tan cubiertos por antiguos flujos de lava como los de la cara más cercana a nuestro planeta. La tierra y las rocas extraídas por la sonda Chang’e-6 son muy prometedoras para la investigación, ya que permitirán saber más sobre la formación y la historia de este satélite de la Tierra.
La sonda fue propulsada el 3 de mayo al espacio desde el centro de lanzamiento de Wenchang, en la provincia sureña de Hainan. Alrededor de un mes más tarde se posó en la cuenca del Polo Sur-Aitken, uno de los mayores cráteres de impacto conocidos del sistema solar, situado en la cara oculta de la Luna.
El 4 de junio la sonda despegó con éxito de la Luna con las muestras tomadas. El dispositivo empleó dos métodos de recolección: un taladro para extraer muestras bajo la superficie y un brazo robótico para tomar más material, esta vez sobre la superficie. Igualmente tomó fotografías de la superficie lunar y plantó una bandera china, roja y amarilla, en el suelo gris de la cara oculta del satélite.
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Rivalidad con EE. UU.
China ha desarrollado considerablemente sus programas espaciales desde hace unas tres décadas, inyectando miles de millones de dólares en el sector para alcanzar a Estados Unidos, Rusia y Europa. El país asiático colocó en 2019 un aparato en la cara oculta de la Luna, en lo que fue entonces una primicia mundial. En 2020 trajo muestras de la cara visible de la Luna y completó su sistema Beidou de navegación satelital.
En 2021, el gigante asiático hizo llegar igualmente un pequeño robot a Marte. China espera lanzar su primera misión tripulada a la Luna de aquí a 2030, y prevé construir una base lunar. Estados Unidos está enfrascado en una rivalidad abierta con China en materia de programas lunares. Washington prevé enviar astronautas a la Luna de aquí a 2026 con su misión Artemis 3.
Fuente: AFP.
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Sonda china logra segundo alunizaje en la cara oculta
La sonda china Chang’e-6 logró posarse en el lado oscuro de la Luna para recolectar muestras, en el más reciente avance del programa espacial de Pekín, informó el domingo la agencia estatal Xinhua. La sonda Chang’e-6 alunizó en la inmensa Cuenca Aitken, uno de los más grandes cráteres de impacto conocidos en el sistema solar, indicó Xinhua citando a la Agencia Espacial de China.
Agregó que será la primera vez que se recolectan muestras de esta zona poco explorada de la Luna. El Chang’e-6 realiza una misión técnicamente compleja de 53 días que comenzó el 3 de mayo. El domingo bajó de su órbita a unos 200 kilómetros sobre la Luna para buscar un sitio de alunizaje, indicó Huang Wu, de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, a la televisión estatal CCTV.
El descenso a una órbita más baja “tenía algunos riesgos, así que empleamos procedimientos precisos de control para colocar (la sonda) en su trayectoria establecida”, indicó Huang. Posteriormente, “tuvimos que reducir la velocidad relativa de la sonda hacia la Luna (...) a cero en 15 minutos”, indicó.
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Ahora que alunizó, intentará recoger polvo y rocas lunares, así como efectuar otros experimentos en su cercanía. El proceso deberá ser completado en dos días, señaló Xinhua. La sonda empleará dos métodos de recolección: un taladro para recoger muestras bajo la superficie y un brazo robótico para tomar muestras sobre la superficie.
Posteriormente deberá intentar un lanzamiento sin precedentes desde el lado oscuro de la Luna. Los científicos dicen que esta zona -llamada así porque no es visible desde la Tierra- tiene gran potencial para la investigación porque sus cráteres están menos cubiertos por los antiguos flujos de lava de la cara visible del satélite. El material recolectado del lado oscuro puede brindar información sobre cómo se formó la Luna.
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Ambición espacial china
China ya había colocado en 2019 una nave espacial en la cara oculta de la Luna, pero no recolectó ninguna muestra. Bajo el mando del presidente Xi Jinping, China ha impulsado fuertemente su “sueño espacial”. Pekín ha invertido cuantiosos recursos en su programa espacial la última década, apuntando a una serie de iniciativas ambiciosas dirigidas a acortar la brecha con las dos tradicionales potencias espaciales: Estados Unidos y Rusia.
Y alcanzó varios logros notables, incluyendo la construcción de la estación espacial Tiangong, o “palacio celestial”. China también envió sondas robóticas a Marte y la Luna y es apenas el tercer país en colocar humanos en órbita. Pero Washington ha advertido que el programa espacial chino ha sido utilizado para ocultar objetivos militares y un esfuerzo por alcanzar el dominio del espacio.
“Creemos que mucho de su denominado programa espacial civil es un programa militar”, afirmó en abril el jefe de la agencia espacial estadounidense NASA, Bill Nelson, a legisladores en el Capitolio de Estados Unidos. China aspira a enviar una misión tripulada a la Luna para 2030 y planea construir una base en la superficie del satélite. Estados Unidos también planea volver a enviar astronautas a la Luna para 2026, con su misión Artemis 3.
Fuente: AFP.