Este astro es vital en nuestro desarrollo y exponernos de forma moderada nos brinda muchos beneficios, tanto físicos como emocionales. El problema es que sin los recaudos necesarios puede volverse perjudicial.
Entre sus bondades, si nos exponemos con protección y evitamos los horarios de mayor radiación (desde las 10am hasta las 16hs) promueve la síntesis de vitamina D, esencial para la absorción de calcio y estimula la circulación sanguínea, ambas muy importantes también para nuestra salud capilar.
Pero a contra parte, muchas no saben que así como puede ser perjudicial para nuestra piel y ojos, también afecta a la melena. La radiación solar influye negativamente a los compuestos orgánicos que forman las proteínas, aminoácidos y la cutícula, especialmente en las melenas claras.
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Que el cabello sea oscuro o claro depende de dos tipos de melanina, la eumelanina (oscuro) y feomelanina (rojizo, claro), siendo la segunda más sensible a los rayos solares. Es por esto que muchas melenas que son constantemente expuestas al sol cambian de tonalidad.
Uno de los elementos más importantes para la formación de las fibras capilares es el aminoácido cistina, el problema es que la exposición constante hace que esta molécula se oxide y se convierta en ácido sulfónico, dañando la estructura del tallo piloso. Este efecto, a corto plazo, produce envejecimiento capilar en el tallo, y a largo plazo en la raíz del cabello.
La barrera lípida está formada por 1% de grasa y su función es mantener el cabello hidratado, brilloso y proteger la cutícula capilar. El sol elimina esta capa protectora y queda expuesta, no solo a la radiación, sino también a la humedad, viento y otros factores meteorológicos.
¿Cómo cuidar el cabello del sol?
La primera norma preventiva es evitar la exposición en los horarios más críticos, y en el caso que no quede de otra, lo ideal es utilizar sombreros, gorras, pañuelos o buscar siempre la sombra.
Existen muchos tónicos y spray elaborados especialmente para proteger al cabello de los rayos UVA Y UVB, implementarlos en la rutina de cuidado antes de salir al aire libre prevendrá posibles daños.
La hidratación es fundamental, la cantidad de agua que ingerimos por día repercute en todo el organismo, también una buena rutina de cuidado capilar que incluya mascarillas, acondicionador y cremas de peinar para que las fibras capilares mantengan su elasticidad y vitalidad.