El whisky tiene una variedad de beneficios, que incluyen mejorar la salud del corazón y ayudar a mantener el peso, siempre y cuando su consumo sea responsable. Aquí te contamos sus principales ventajas.
Esta bebida se desarrolló por primera vez en Irlanda y rápidamente se extendió a Escocia, por eso en la lengua gaélica su nombre se traduce como “agua de vida”. Y es que en un principio, las farmacias vendían el whisky como un tónico para retrasar el envejecimiento, sanar la congestión y aliviar el dolor en las articulaciones.
Durante la prohibición estadounidense, los médicos recetaban whisky para tratar la neumonía, presión arterial alta y tuberculosis. Hoy en día, está disponible con diferentes nombres según su producción, como malta única, whisky escocés, bourbon y centeno, y es más probable que esté en venta en un bar que aparezca en una receta médica.
Varias investigaciones comprobaron que los antioxidantes saludables del whisky protegen el cuerpo y previenen la descomposición de las células importantes que lo ejecutan, sin embargo, está también documentado que grandes cantidades de alcohol pueden provocar algunos problemas de salud graves. Por eso, su consumo debe ser bajo a moderado para producir sus bondades en nuestro organismo.
Entonces, algunos tragos de whisky a la semana te ayudarán a:
1. Controla tu peso. En comparación con la cerveza, el vino y otras bebidas espirituosas, el whisky tiene un recuento de calorías muy bajo. Además, prácticamente no tiene azúcar. Por supuesto, todo cambia una vez que agregas mezcla agria o coca cola, así que quédate con tu whisky puro y evita aumentar de peso innecesariamente. El whisky también disminuye el apetito.
2. Mejora la salud del corazón. El whisky puede reducir el riesgo de coágulos de sangre, disminuyendo las posibilidades de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral. También cuenta con antioxidantes que evitan que el colesterol se acumule en las arterias y promueve la salud del colesterol bueno.
3. Previene los accidentes cerebrovasculares. Funciona para prevenir los accidentes cerebrovasculares de varias maneras. Primero, detiene la acumulación de colesterol en las arterias. Al mismo tiempo, está ayudando a eliminar el colesterol que ya existe en el cuerpo. Lo más importante es que el whisky ayuda a relajar las paredes de las arterias, lo que permite que la sangre fluya libremente por todo el cuerpo.
4. Alivia el estrés y la ansiedad. Un trago de whisky después de un día duro ayuda a calmar los nervios, relajando así el cuerpo. El estrés y la ansiedad pueden conducir a una serie de problemas de salud física, incluso a una serie de eventos que pueden evitarse con un cóctel de whisky ocasional. Con el aumento de la circulación también llega sangre oxigenada a todos los órganos, ayudándonos a recuperar el control y calmarte.
5. Mejora el sistema de digestión. Históricamente, el whisky se consumía después de una comida para ayudar a que la comida pasara tranquilamente por el sistema digestivo. La afluencia de sangre fresca que lleva al estómago y otros órganos ayuda al cuerpo a relajarse y empezar a digerir la comida. Además, se evita el riesgo de indigestión.
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