- Los Ángeles, Estados Unidos. AFP.
La policía de Los Ángeles realizó las primeras detenciones de personas que desafiaron el toque de queda nocturno instaurado el martes tras cinco días de manifestaciones contra la política migratoria del gobierno de Donald Trump, mientras que Texas anunció el despliegue de la Guardia Nacional. “Varios grupos siguen reuniéndose en la calle 1 entre Spring y Alameda”, en el centro de la ciudad, escribió el Departamento de Policía de Los Ángeles en X.
"Esos grupos están siendo abordados y se están iniciando arrestos masivos. El toque de queda está en vigor". Según el diario de Los Angeles Times, 25 personas fueron arrestadas la última noche. Unas horas antes, la alcaldesa demócrata Karen Bass decretó “un toque de queda en el centro de Los Ángeles para detener el vandalismo y parar los saqueos”, en una zona que abarca unos 2,5 kilómetros cuadrados de los más de 500 de esta metrópolis californiana.
La medida estará en vigor entre las 20:00 locales (3:00 GMT del miércoles) y las 6:00 de la mañana, excepto para los residentes, periodistas y servicios de emergencia, añadió. Desde el viernes, la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, con una gran población de origen hispano, es escenario de disturbios entre los manifestantes que denuncian las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) contra los migrantes indocumentados.
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Saqueos y vandalismo han dejado huellas en el corazón de Los Ángeles, donde algunas de las protestas, en su mayoría pacíficas, se han tornado violentas al caer la noche. El presidente Trump las ha calificado de invasión de un “enemigo extranjero”.
Las calles permanecieron relativamente tranquilas el martes en el centro de la ciudad, incluso en el barrio de Little Tokyo, después de un enfrentamiento nocturno entre manifestantes que lanzaron fuegos artificiales a los policías y estos respondieron con gases lacrimógenos.
Sin embargo, agentes de la policía de Los Ángeles (LAPD) intervinieron para realizar arrestos entre algunos cientos de manifestantes frente a un tribunal. Un poco más lejos, un centenar de personas interrumpieron brevemente el tráfico en una autopista.
Un manifestante dijo a la AFP que los arrestos de migrantes en una ciudad con una gran población nacida en el extranjero son la raíz del descontento. “No creo que parte del problema sean las protestas pacíficas. Es lo que sea que está sucediendo del otro lado lo que está incitando a la violencia”, sostuvo.
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En medio de una intensa rivalidad política entre la administración Trump y los líderes del partido demócrata, el influyente republicano Gregg Abbott, gobernador de Texas, otro estado con una gran población latinoamericana, anunció el martes por la noche que ordenaba el despliegue de la Guardia Nacional.
“La Guardia Nacional de Texas será desplegada en distintos puntos del estado para garantizar la paz y el orden. Protestar pacíficamente es legal. Dañar personas o propiedades es ilegal y desembocará en detenciones”, escribió en la red X Abbott y agregó que la Guardia empleará “todo tipo de herramientas” para “mantener el orden”.
El martes pocos miles de personas marcharon en el sur de Manhattan, en Nueva York.
Del otro lado del espectro político, el gobernador demócrata de California Gavin Newsom, convertido en una figura prominente de la oposición a Donald Trump, quiere impugnar en los tribunales la decisión de desplegar el ejército en su estado, bastión demócrata.
“Desplegar en la calle a combatientes entrenados para la guerra no tiene precedentes y amenaza el mismo fundamento de nuestra democracia”, denunció Newsom en un comunicado, considerado como un posible candidato a la Casa Blanca para 2028. “Donald Trump se comporta como un tirano, no como un presidente”.
Trump llamó “animales” a los manifestantes y consiguió que las tropas abuchearan a los demócratas Gavin Newsom y al expresidente Joe Biden.
El presidente republicano ordenó el despliegue de miles de miembros de la Guardia Nacional (una fuerza de reserva) y marines en activo en Los Ángeles, pese a la oposición a esta medida por parte de las autoridades californianas.
“Lo que ven en California es un asalto a la paz, al orden público y a la soberanía nacional, llevado a cabo por alborotadores que portan banderas extranjeras con el objetivo de continuar una invasión extranjera de nuestro país”, dijo Trump a las tropas en el Fuerte Bragg, en Carolina del Norte.
“Esta anarquía no continuará. No permitiremos que los agentes federales sean atacados y no dejaremos que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por enemigos extranjeros”, declaró el martes Trump.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, acusó el martes a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, de incentivar los alzamientos, en donde banderas mexicanas son visibles. “Es absolutamente falso”, respondió la mandataria.
La Guardia Nacional, una fuerza armada de reserva, suele estar controlada por los gobernadores estatales y se utiliza habitualmente en respuesta a desastres naturales. Sus reservistas no han sido desplegados por un presidente contra la voluntad de un gobernador estatal desde 1965, en el auge del movimiento por los derechos civiles.