Desde marzo, los teléfonos Pixel de Google tendrán una función exclusiva: monitorear el ritmo cardíaco y respiratorio de los usuarios. ¿Cómo? Mediante el uso de sensores y aprendizaje automático incorporados en los smartphones de la compañía.

La propuesta de Google para que las personas puedan controlar su salud se basa en una aplicación denominada Google Fit, que deberá estar instalada en el dispositivo móvil en cuestión. “Nuestro equipo de investigadores, ingenieros y médicos están explorando cómo los dispositivos de uso diario y sensores pueden proporcionarle a la gente la información y mediciones que necesitan para tener control de su salud”, explicó Shwetak Patel, director de tecnología de salud, Google Health.

El objetivo de la firma tecnológica es extenderlo en los próximos meses a otras marcas que incluyan el sistema operativo Android.

Para medir la frecuencia respiratoria, sólo es necesario colocarse frente a la cámara frontal del teléfono, a modo de que esta pueda captar la cabeza y el torso del cuerpo completos, y respirar normalmente. En cambio, para monitorear la frecuencia cardíaca sólo habrá que colocar la punta del dedo en la cámara trasera del celular, a modo de que este indique cómo está fluyendo la sangre en el cuerpo.

Por supuesto que estas mediciones no se comparan con un diagnóstico médico, pero es una buena alternativa para controlar el estado de salud y cambiar los hábitos si fuese necesario.


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