El Centro Cultural de la República El Cabildo reabre sus espacios de la planta baja para mostrar su colección de arte contemporáneo, en las salas de exposiciones temporarias, a partir de las 11:00 del lunes 1 de febrero. El acceso será gratuito y los interesados podrán visitarla de lunes a viernes, de 8:00 a 13:00, cumpliendo con todos los protocolos sanitarios dispuestos por el gobierno.
La exposición del conjunto de bienes culturales de artes visuales que forman parte del acervo de la institución constituye una propuesta de paseo retrospectivo a la producción de los más relevantes artistas contemporáneos de nuestro país. El recorrido incluye obras desarrolladas con distintas técnicas y lenguajes, hechas entre mediados del siglo XX hasta la actualidad.
“Las obras que forman parte del patrimonio no fueron afectadas por el gran incendio que se inició en la Chacarita y afectó el bloque norte del edificio, por lo que es una buena oportunidad para apreciarlas, para saber que están cuidadas. A ellas, sumamos las de otros artistas, que gentilmente nos prestan para que la muestra sea aún más amplia y representatitva” comentó Margarita Morselli, directora general de la extensión cultural del Congreso de la Nación.
Entre la riqueza artística que será exhibida se encuentran las obras de Ignacio Núñez Soler, Olga Blinder, Carlos Colombino, Edith Jiménez, Michael Burt, Osvaldo Salerno, Gabriela Zuccolillo, Ricardo Migliorisi, Luis Vera, Toni Roberto, Christian Ceuppens, Ysanne Gayet, entre muchos otros.
Asimismo, estarán en exposición la obra Escena campestre del artista colombiano Fernando Botero, que fuera donada por la galería de arte brasileña Bureau de São Paulo, y la obra Jugando a las cartas del pintor alemán Wolf Scheller, quien llegó tras la Guerra de la Triple Alianza y se dedicó a pintar paisajes del Paraguay.
Dejanos tu comentario
Gobernador inauguró obras por más de G. 6.000 millones en Itakyry y Ciudad del Este
Ciudad del Este. Agencia Regional.
Entre el viernes pasado y hoy, el gobernador de Alto Paraná, César Landy Torres inauguró obras financiadas con el presupuesto del gobierno regional, por más de 6.000 millones de guaraníes, en dos municipios del departamento, en Itakyry y Ciudad del Este.
En el municipio del norte, la inversión fue por 2.387 millones de guaraníes que incluyeron empedrados en Cruce Itakyry, Fracción Villa Alta, barrios San José y San Cayetano. También un tinglado en la Escuela Básica N.º 1904, Emiliano R. Fernández.
Las obras siguen con las cocinas con comedor en tres instituciones: la Escuela Básica N.º 2420 Rudi Torga, Escuela Básica N.º 13052 de la parcialidad Avá Guaraní y la Escuela Básica N.º 3178 Julio Ramírez Ríos. También un aula en la Escuela Básica N.º 7688 Avá Mbo´ehao Yvoty Miri.
El gobernador mencionó que las obras abarcan más de 7.600 metros cuadrado de pavimentación tipo empedrado, nuevas infraestructuras escolares, comedores equipados y un tinglado multifuncional, apostando a la seguridad vial, el acceso a la educación y la dignidad comunitaria.
“Donde antes había tierra suelta, hoy hay caminos seguros. Donde antes no había nada, hoy hay aulas, comedores y espacios que dignifican”, expresó el ingeniero César Torres, durante el recorrido por las obras en Itakyry, el pasado 4 de julio.
En cuanto a Ciudad del Este, la inversión fue de 4.000 millones de guaraníes en nueve obras, inauguradas hoy, con impacto en la calidad de vida de estudiantes y familias de la capital departamental, según el titular del ejecutivo regional.
Fueron entregados cinco tinglados de distintas dimensiones en el Centro Regional “Dr. Gaspar Rodríguez de Francia”, en la Escuela Básica N.º 2981 San Antonio de Padua, en la Escuela Básica N.º 6707 San José, en el Colegio Nacional Medalla Milagrosa del Km 8.5 Acaray y, en la Escuela Básica N.º 7570 San Francisco de Asís.
La lista incluye la inversión en una muralla de 88 metros lineales en la Escuela Básica N.º 670 “Gral. Bernardino Caballero” y dos tramos de empedrados en el Km 9 Monday, además de la reparación de dos aulas en la Escuela Básica N.º 7658 Mita Arandu Rekávo.
Son obras concretadas en diferentes fechas y que ya están siendo utilizadas, pero inauguradas ahora, en dos jornadas distintas, mediante los recorridos del gobernador Torres.
Puede interesarle: Buscan a adolescente de 15 años que está desaparecida desde el 11 de junio
Dejanos tu comentario
Chase aseguró que la bancada no está cerrada a las alternativas sobre horario oficial
El senador Natalicio Chase brindó detalles de lo analizado en Mesa Directiva, donde se estableció el orden día para la sesión ordinaria de la Cámara Alta de esta semana. Al respecto, mencionó que entre los ocho puntos a ser tratados, están dos que son los más relevantes; uno es el préstamo para la construcción de la ruta Concepción- Vallemí, y el otro tiene que ver con la propuesta del cambio de horario.
El líder de la bancada oficialista explicó que mañana martes estarán analizando en bancada la postura con relación al tema de cambio del horario oficial. Indicó que están abiertos a escuchar las propuestas alternativas. No obstante, señaló que están haciendo las consultas al Poder Ejecutivo a fin de contar con su parecer.
“Se está haciendo el análisis, nada está cerrado. Nosotros nunca nos cerramos cuando hay criterios en el análisis y para mañana vamos a tener un criterio más formado cuando analicemos en bancada”, precisó.
No obstante, señaló que una buena parte de sus colegas considera que el Poder Ejecutivo tiene la potestad de, a través de decretos, establecer los horarios escalonados, tanto en el sector público como en las instituciones educativas.
“Entonces, el cambio de horario sería una rutina que no afectaría prácticamente si a través de decretos se puede cambiar los horarios de ingreso en la función pública como también de las escuelas y colegios del país. Todavía no hay una posición formada porque la reunión será recién este martes”, insistió.
Convenio de préstamo
Por otra parte, el legislador señaló que el otro punto relevante tiene que ver con el convenio de préstamos para la construcción de la Ruta Concepción - Vallemí.
Mencionó que este contrato tiene que ver con préstamos suscritos por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) por un monto de hasta 135 millones de dólares; más el crédito del Fondo de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo para el Desarrollo Internacional (OFID) por un monto de hasta 50 millones de dólares.
Estos recursos servirán para el financiamiento del Programa de Rehabilitación, Mejoramiento y Mantenimiento de la ruta nacional Py22, tramo Concepción – Vallemí - San Lázaro y Accesos (vial 4), a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, y amplía el Presupuesto General de la Nación para el ejercicio fiscal 2025.
Dejanos tu comentario
“El retrato es una forma de crear un espacio con el otro”
El fotógrafo paraguayo Juanjo Ivaldi Zaldívar se instaló por primera vez en ese alejado territorio en 2009. Ahora vive en Seyðisfjörður, transformado por el contexto, un planeta distinto, como dice. El artista visual nos habla sobre la esencia de su nueva muestra y sus vivencias en la “tierra del fuego y el hielo”.
- Por Jimmy Peralta
- Fotos Juanjo Ivaldi
El pasado 17 de junio se habilitó en Islandia la muestra “Dejar aparecer”, del fotógrafo paraguayo Juanjo Ivaldi Zaldívar, una propuesta coordinada por Auður Mikaelsdóttir que presenta un centenar de retratos de ciudadanos de Höfn, un pueblo de alrededor de 2.200 habitantes, donde el compatriota vivió un tiempo. “Dejar aparecer” es una forma de buscar pasivamente el momento artístico, tanto para permitir que este logre manifestarse, en este caso la imagen frente al observador, así como para el artista permitirse ver y captar la obra, en el caso de Juanjo, registrar con la cámara con el máximo respeto al retratado.
Ivaldi vive su segunda estadía en la isla. En 2009 fue por primera vez, para volver en 2014. Cinco años después volvió a instalarse y a revivir la conexión que le permite ese planeta que se le representa como Islandia, como paisaje y humanidad como contexto. “En el retrato, lo esencial no se fabrica: se revela”, cita el texto de convocatoria a la muestra. Juanjo habló con La Nación del Finde sobre esta iniciativa, su experiencia en Islandia, y la búsqueda ética y estética que propone él con esta colección.
–¿Cuál tu primera vinculación con Islandia antes de ir y la primera en construir al llegar allá?
–Pensar en esto me llevó directo a una memoria de una sala de fotografía con un piso de ajedrez en el “Instituto de la imagen”. Coincidentemente, la primera vez que escuché sobre Islandia fue en un curso de fotografía que tomaba en Paraguay, allá por el 2006 o 2007, no recuerdo muy bien. Alguien puso música de Sigur Rós… ese sonido… lejano, como si viniera de otro mundo. Hoy, mientras te respondo a estas preguntas, vuelvo a poner Sigur Rós y preparo un café. Mi primer vínculo real con Islandia fue por Sunna, una mujer bellísima de estas tierras, a quien siempre voy a estar profundamente agradecido por invitarme a llegar hasta acá. Con ella tuvimos una relación de jóvenes curiosos en esos años, y un día me dijo: “¿Por qué no nos vamos a Islandia?” Yo le dije “¡Jaha!”. Y bueno, fue así como Islandia pasó de ser ecos sonoros (primero conocí su música), después solo imaginación, a convertirse en un hogar.
Llegar desde Paraguay en 2009, con 25 años, fue como aterrizar en otro planeta, Islandia es otro planeta. Recuerdo un paisaje más negro que verde: extensiones de lava, montañas, cielos inmensos, inmensidad más inmensidad, bum, un aura boreal, 24 horas de día, 24 horas de noche y silencios. Hermosos silencios. No era el Islandia “turístico” de hoy, era un país más reservado, lleno de barrios y a la vez más salvaje. Esa naturaleza en todas sus formas, honesta, me atrapó de una forma que nunca imaginé. Creo que, en ese primer invierno, mientras la nieve caía sobre un planeta que apenas empezaba a conocer, supe que algo en mí también estaba cambiando. Para siempre.
–¿Cómo definirías al retrato, y cómo lo diferenciarías de otras formas fotográficas?
–Para mí, el retrato es una forma de crear un espacio con el otro. No es una imposición de la mirada, del “yo fotógrafo” quiero que vos persona hagas esto para que el “yo fotógrafo” sobresalga. En mi experiencia, un retrato ocurre cuando el otro puede emerger, cuando no se lo interrumpe ni se lo fuerza a ser algo. En este sentido, lo diferencio de otras formas fotográficas que a veces buscan captar lo espectacular, lo inmediato o lo evidente. El retrato, en cambio, es más lento. El retrato es espera. Uno se queda esperando un gesto, una pausa, un silencio donde algo del otro se revele. Es como transitar el mundo analógico de la fotografía. Suele haber un segundo donde la persona decide darte algo, o a veces se le escapa, porque siempre está ahí. En mi búsqueda del retrato, no trato de fabricar una imagen, sino dejar que algo que ya está, como la dignidad, una verdad, incluso una herida, se asome, de formas diferentes. Y cuando hay escucha, cuando hay tiempo, ahí entre dos personas, esa imagen puede convertirse en un espejo donde alguien se reconozca con una dignidad que quizás había olvidado. Por eso, para mí, retratar es también un acto de respeto.
EL TRAYECTO
–¿Cuándo empezó a tener forma de muestra esta colección de fotos?
–Esta última exhibición de retratos tiene sus raíces en una experiencia previa del año 2023, cuando trabajé junto a Greta Clough en una región del norte de Islandia. Allí realizamos una serie de entrevistas y retratos que culminaron en la muestra Fl(j)óð, una exposición fotográfica centrada en mujeres de origen extranjero que vivían en Húnaþing Vestra. Compartimos las historias de 33 mujeres de la comunidad, celebrando sus raíces y abriendo espacios de reflexión sobre el lugar que ocupan las mujeres inmigrantes dentro de la sociedad islandesa. Este proyecto fue muy bien recibido y tuvo buena cobertura mediática en el país. Inspirada en esa experiencia, Auður Mikkelsdóttir se puso en contacto conmigo con la idea de hacer algo similar en Höfn, una localidad del sureste a donde llegamos juntos con Tess Rivarola en 2019 y donde vivimos por más de un año. Esta vez, el enfoque estuvo puesto en las y los habitantes de la comunidad. Así comenzó esta nueva etapa.
Durante tres meses hice lo que más me gusta en la vida; manejar en ruta islandesa, escuchar música y fotografiar. Viajé desde Seydisfjördur (un pequeño fiordo del este donde vivimos desde el 2020) a Höfn todos los fines de semana, unos 150 km, atravesando dos rutas de montaña que alcanzan los 600 metros de altitud y no pocas veces están cubiertas de niebla. Conocí y fotografié a 114 personas. En cada encuentro conocí algo nuevo de esta cultura. Tomé café como nunca antes en mi vida. Acá cada vez que llegas a una casa no importa la hora que sea te invitan café. Cada persona me mostró algo nuevo de la forma de ver la vida que tienen los islandeses. Y así fue tomando forma la muestra: como un retrato colectivo que busca reflejar la diversidad del pensamiento, la memoria compartida y lo cotidiano de quienes habitan este rincón del sureste islandés.
–¿Qué sensaciones o intenciones conectan o vinculan entre sí a las fotos de esta muestra?
–Una serie de fotografías puede narrar una historia, pero en esta muestra de retratos el hilo no es argumental. No hay un relato lineal, sino una atmósfera que se construye desde la escucha. Para cada retrato, lo único que pedía era que la persona eligiera el lugar donde quería ser fotografiada. Algunos escogieron sus casas; otros, los caminos donde pasean con sus perros. Algunos volvían a las granjas de sus abuelos, a los establos donde cuidan caballos, ovejas o gallinas. Esas elecciones no fueron casuales: en esta serie de retratos el paisaje no es fondo, es parte del cuerpo. Creo también que lo que une estas imágenes es una intención compartida porque para ser retratado hay que querer ser visto.
En muchos de estos retratos se puede leer el arraigo profundo que cada islandés tiene con su tierra. Para muchos, decir “soy de tal lugar” es un acto de orgullo. Y no es solo una frase: es literal. Algunos nunca salieron de su pueblo Son de ahí, y lo son a mucha honra. Cada persona retratada iba trayendo una nueva perspectiva; su forma de pensar. Y, sin embargo, algo se repetía, remitiendo a algo ya escuchado antes, al otro lado de la isla. Y así se fue tejiendo más o menos, una sensación de intimidad, de presencia, de pertenencia. Quizás lo que une estas imágenes no sea lo que se ve, sino lo que se intuye: una vibración, una confianza, una forma de mirar que no busca transformar, curiosea. Lo que deseo es que cada retrato sea una puerta entreabierta entre la presencia y el misterio.
OBSERVACIÓN Y ESPERA
–¿Cómo llegás vos a la idea de “dejar aparecer” y qué pensás que te aporta como fotógrafo en el contexto donde te manejás?
–El concepto de “dejar aparecer” lo tomo prestado de Humberto Maturana, biólogo chileno, quien plantea que amar es permitir que el otro sea, sin forzarlo a cumplir con nuestras expectativas. Me quedó resonando, y con el tiempo entendí que eso también era lo que yo buscaba al retratar. Coincide con mi manera de aproximarme al retrato, no desde la dirección ni la construcción, sino desde la observación y la espera. Yo no me siento tanto un fotógrafo que “arma” imágenes, sino alguien que observa, que acompaña. En el contexto donde vivo, el “countryside” de Islandia, el tiempo se percibe de otra forma, las personas tienen otras formas de relacionarse. En el momento del retrato, las personas acá pueden llegar a ser muy cerradas para nosotros los “sudacas”. Pero eso es una interpretación desde una expectativa del otro. Aquí, se vuelve clave ser observador, quedarse quieto. Acompañar el silencio entre los dos, acompasar el momento. Aquí no se pueden forzar las cosas. Entonces uno, como fotógrafo, va generando el espacio, las condiciones donde la persona pueda mostrarse, si quiere, si lo siente. Puedo decir hoy que “dejar aparecer” se ha vuelto para mí una ética del mirar y del convivir.
–¿Podrías comentarnos algo de Höfn?
–Höfn es un pequeño pueblo al sureste de Islandia, rodeado de playas negras, glaciares del Parque Nacional Vatnajökull y montañas que respiran con el clima. Tiene tormentas de viento, neblinas… y unos amigos maravillosos. Llegamos allí con Tess Rivarola en mayo de 2019. Hay algo en su paisaje: el viento te habla, o la luz cambia de golpe y te muestra otras formas. A primera vista puede parecer un lugar aislado, pero después de esta experiencia fotográfica me di cuenta de que tiene una vida comunitaria generosa. Vivimos un año con Tess en las afueras de Höfn, Hólmur, en una casa amarilla, con el glaciar como jardín. Después de esa experiencia armamos una exhibición en conjunto: con poesías de Tess y fotografías mías, que se llamó “Mirada extraviada”. Tess tiene mucho que ver con mi desarrollo como artista. Me empujó a buscar más profundidad, a ir más allá. Exige como loca, y eso sirve muchísimo.
–¿Cómo es tu vida allá?
–Ahora vivimos en Seyðisfjörður, en el este de Islandia, a 661 kilómetros de la capital. Mi vida hoy es bastante tranquila, ya no farreo tanto, también intensa en otros aspectos. En el día a día cocino, saco fotos, tomo helado, voy a nadar, chismoseo con la gente, me plagueo… y otras cosas que no te voy a contar porque seguro que mi vieja va a leer esto. Siento que, en lugares como estos, donde el tiempo se mueve más lento, uno puede escuchar mejor. Mirar las cosas en sus diferentes formas y estados.
Escuchar a los demás, y también a uno mismo. La naturaleza no es solo un complemento o una foto para Instagram: es un personaje más que convive entre nosotros, con el que uno dialoga todos los días. Te guste o no. Reykjavik, Höfn, Seyðisfjörður… Islandia me ha dado algo valioso: la posibilidad de mirar con más atención, de reinventarme, de sanar, de perdonar, de crecer de muchas formas. De vincularme con la gente de otra cultura, desde las diferencias y el respeto. Y de construir un ritmo de vida más acorde con lo que necesito en este momento.
Dejanos tu comentario
Vecinos denuncian abandono de obras en muro de contención del arroyo Yvyra’i
El abogado Enrique Wagener exteriorizó el malestar de los vecinos afectados por la construcción de un muro de contención sobre el arroyo Yvyra´i, en el barrio Santa Rosa de Asunción, cuya obra se encuentra paralizada. Piden que los interventores visiten el lugar y evalúen la ejecución del proyecto, cuya palada inicial se concretó el 13 de marzo pasado.
“No solamente hay problema en esta zona. Estuvimos recorriendo también la zona del barrio San Pablo, ocurrió lo mismo, las máquinas están paradas. En Santo Domingo y Gral. Santos también hoy están paradas las obras. Y yo creo que es urgente que el interventor se constituya en estos lugares”, señaló a la 1020 AM.
A su criterio, se debe hacer una trazabilidad la emisión del bono 2022 y el desembolso del dinero y, posteriormente, averiguar el motivo por el cual las obras están paralizadas.
“Se debe investigar a dónde fue a parar el dinero que fue para esas obras, que son los famosos 360.000 millones de emisión de bonos que está en el informe de la Contraloría”, mencionó.
Según el abogado y desarrollador inmobiliario, existen compromisos por parte del interventor de la Municipalidad de Asunción, Carlos Pereira, de investigar la denuncia.
“El interventor nos dijo que va a tomar como hechos nuevos todas estas cuestiones, más allá de que no guarden relación con los puntos a estudiar dentro del informe de la Contraloría, por la cual fue solicitada la intervención. Y que en su dictamen él va a poner un anexo de todas las denuncias recibidas”, subrayó.
Leé también: Buscan modernizar y potenciar el Mercado 4 como sitio turístico