La extradición a Estados Unidos del australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, fue rechazada este lunes por la justicia británica. Y es que este hombre, genio perseguido para unos y manipulador paranoico para otros, el 28 de noviembre de 2010 se convirtió en el enemigo número uno del país norteamericano, luego de publicar en la plataforma - con ayuda de cincos diarios internacionales (NYT, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde, El País) más de 250.000 documentos secretos que revelaban los entresijos de la diplomacia estadounidense.
Sumado a este hecho, ese mismo año Suecia emitió una orden de detención para Assange en el marco de una investigación por violación, la cual lo hizo buscar refugio en el 2012 en la embajada de Ecuador en Londres. Recluido en la cancillería durante cerca de siete años y nacionalizado ecuatoriano, finalmente fue detenido por la policía británica tras el cambio de poder en Quito.
Aunque la denuncia por violación ha sido archivada, Estados Unidos reclama la extradición de Assange por la publicación de miles de documentos confidenciales. La jueza Vanessa Baraitser de la corte penal de Londres desestimó el lunes 4 de enero el pedido estadounidense.
WikiLeaks se dio a conocer en 2009 con la publicación de centenares de miles de mensajes de localizadores enviados a Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001. La ONG, fundada en 2006 por Julian Assange, con una tecnología de criptado, permite poner en línea documentos comprometedores sin ser identificado.
La plataforma es responsable de publicar un vídeo donde se ve la brutalidad del ejército estadounidense en Irak y miles de documentos militares sobre Afganistán. En total, el portal reivindica haber publicado “más de 10 millones de documentos” sobre finanzas, entretenimiento o política.
Fuente: AFP.
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Julian Assange, en libertad condicionada
- Por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Foto: AFP
El fundador de Wikileaks se declaró culpable de “conspiración” y pudo reunirse con su esposa e hijos en Australia. Sus abogados dicen que seguirá adelante con su tarea, pero se teme que el acuerdo al que llegó con la contraparte lo llame a una silenciosa retirada.
El australiano Julian Assange dejó en la semana la cárcel de 2 x 3 metros que habitó los últimos cinco años en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, Inglaterra. Assange, de 52 años, acordó para ello asumirse culpable de espionaje ante un tribunal en las Islas Marianas, un territorio estadounidense en el Pacífico, en el que dijo que al publicar la información que subió a las redes lo hizo como periodista y en el entendimiento de que lo protegía la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos.
En el libro “Cyberpunks: la libertad y el futuro de internet”, de 2012, escribió: “A medida que los Estados se vayan fusionando con internet y el futuro de nuestra civilización se convierta en el futuro de internet, deberemos redefinir nuestras relaciones de poder con el fin de evitar que la humanidad devenga una inmensa red de vigilancia y control masivos”.
Programador de computadoras, había fundado WikiLeaks (wiki, del hawaiano wiki-wiki /rápido y leaks/fugas, en inglés) en 2006 para poder exponer material que las redes mundiales de hackers (piratas informáticos) venían encontrando desde hacía ya unos buenos años.
FILTRACIONES
En 2007 publicó el manual del Ejército de Estados Unidos en el que se instruía a los soldados para tratar con prisioneros en Camp Delta, Guantánamo, con técnicas que podrían considerarse torturas. En 2008 escracharon a la Iglesia de la Cienciología, secta de millonarios conocida por la pertenencia del actor Tom Cruise, y publicaron la lista de nombres y direcciones de personas que, según afirmaba, pertenecen al filonazi Partido Nacional Británico.
El golpe clave fue el 5 de abril de 2010, cuando reveló un video militar clasificado, la cámara de un helicóptero Apache de Estados Unidos disparando y matando a dos periodistas y a varios civiles iraquíes en 2007. Fue una conmoción mundial y la fama del sitio y su fundador se acrecentaron.
En mayo de 2010, el Ejército de Estados Unidos detuvo a Chelsea Manning (quien entonces era Bradley, que se cambió de sexo en la cárcel) por filtrar presuntamente videos de combate, entre ellos el famoso del helicóptero.
Como respuesta, en julio Wikileaks publicó 90.000 documentos clasificados de la guerra de Afganistán, la mayor filtración de papeles del Pentágono hasta el momento, con documentos que hablan desde la búsqueda de Osama bin Laden hasta las muertes de civiles afganos como “daño colateral” de incursiones militares estadounidenses.
ORDEN DE DETENCIÓN
En ese agosto de 2010, la Fiscalía de Suecia emite una orden de detención contra Assange basada en acusaciones de agresión sexual y, aunque la orden se anula al día siguiente, Julian es interrogado por la policía.
Allí comenzó una persecución que se consolidaría tras la publicación de 400.000 documentos militares en octubre de 2010, cuando al mes siguiente el Tribunal Penal de Estocolmo emitió la orden de detención internacional. Wikileaks siguió publicando a pesar de que en noviembre lo hackearon y que Amazon lo quitó de sus servidores.
El 7 de diciembre de 2010 se entrega en Londres y a los días queda en libertad bajo fianza y en arresto domiciliario.
BLOQUEO FINANCIERO
En octubre de 2011, Wikileaks sufre un bloqueo financiero por parte de Bank of America, VISA, Mastercard, Paypal y Western Union, que le cortan el 95 % de sus ingresos por donaciones de sus lectores y, a pesar de ello, sigue publicando.
El 19 de junio de 2012, Assange ingresa a la Embajada de Ecuador en Londres en calidad de asilado político y poco tiempo después denuncia en el balcón de la residencia diplomática la “cacería de brujas” contra Wikileaks que lleva adelante Estados Unidos.
Seguía recluido en la Embajada de Ecuador cuando el 5 de febrero de 2016 un grupo de trabajo sobre derechos humanos de las Naciones Unidas afirma que está siendo detenido arbitrariamente por Suecia y el Reino Unido.
Wikileaks siguió publicando: el 7 de marzo de 2017 pone en línea miles de documentos internos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, su sigla en inglés), “incluidas supuestas discusiones sobre un programa encubierto de piratería informática y el desarrollo de software espía dirigido a teléfonos móviles, televisores inteligentes y sistemas informáticos en automóviles. En un comunicado, Assange afirma que el sitio web publicó los documentos como advertencia sobre el riesgo de proliferación de ‘armas cibernéticas’. En 2024, Joshua Schulte, un antiguo empleado de la CIA, es condenado a 40 años de prisión por filtrar los documentos”, reportó entonces la CNN.
CARGOS
El 11 de abril de 2019, Assange es detenido por la policía dentro de la Embajada de Ecuador a causa de la orden de extradición de Estados Unidos. Enfrentaba 18 cargos por su presunta participación en la filtración de documentos de carácter confidencial. La pena por este hecho era de hasta 175 años de prisión, de acuerdo a la ley de espionaje, una norma de la Primera Guerra Mundial que por primera vez en la historia fue aplicada a un periodista.
El 23 de marzo de 2022 se casó con Stella, madre de sus dos hijos y también su abogada dentro de la prisión de Belmarsh. Al mes siguiente, un tribunal de Londres emite una orden formal para que Assange sea extraditado a Estados Unidos, que es aprobada por la ministra del Interior británica, Priti Patel, el 17 de junio.
La pelea de sus abogados logró que finalmente no sea extraditado a los Estados Unidos y que pueda retomar su libertad el 24 de junio pasado. Su esposa Stella en conferencia de prensa expuso: “Espero que los periodistas, editoras y editores de todo el mundo se den cuenta del peligro del caso estadounidense contra Julian que lo criminaliza, que ha obtenido una condena por recopilar noticias y publicar información que era verdadera, que el público merecía saber. Ese precedente ahora puede y será usado en el futuro contra el resto de la prensa”. Luego añadió que en algún momento no especificado pedirá el indulto para su marido.
Barry Pollack, del equipo de abogados, apuntó: “El trabajo de Wikileaks continuará y el señor Assange, no tengo duda, será una fuerza continua para la libertad de expresión y transparencia en el gobierno. Es una voz poderosa y una voz que no puede ni debe ser silenciada”.
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Pánico demócrata tras desastroso debate de Biden frente a Trump
El presidente Joe Biden intenta recuperarse este viernes del debate contra el republicano Donald Trump que provocó pánico entre los demócratas e incluso cuchicheos sobre si deben mantener la candidatura del octogenario para un segundo mandato. El veredicto ha sido unánime y condenatorio. Fue un “desastre político” que causó “consternación” dentro de las filas del partido cuando faltan poco más de cuatro meses para las elecciones.
El enfrentamiento del jueves por la noche con Trump debía ser una oportunidad para que Biden, de 81 años, disipara las dudas sobre su avanzada edad y su aptitud para el cargo, y para retratar públicamente a su rival como una amenaza existencial para la democracia estadounidense. Pero su discurso fue vacilante. En varias ocasiones se trabó y pareció perder el hilo. Como consecuencia algunos demócratas se plantean entre bastidores si él debería seguir siendo el candidato del partido, que tiene hasta agosto para decidir.
A lo largo de 90 minutos Biden intentó a duras penas contrarrestar el estilo grandilocuente de Trump, quien se mostró enérgico y contundente pese a que buena parte de sus declaraciones sobre temas claves como la economía y la migración eran falsas y engañosas. Los moderadores de la CNN, la cadena que organizó el debate, no lo corrigieron. En la pantalla se vio a Biden mirando fijamente, con la boca abierta, mientras Trump, de 78 años, hablaba. “No fue un buen debate para Joe Biden”, declaró la exjefa de comunicaciones demócrata de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, a CNN cuando cayó el telón del enfrentamiento.
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“Desgarradora”
Maria Shriver, miembro destacado de la dinastía demócrata Kennedy, hizo una declaración que más bien parecía una elegía de las esperanzas de reelección de Biden. “Amo a Joe Biden. Sé que es un buen hombre”, publicó en la red social X. “Esta noche fue desgarradora en muchos sentidos (...) Hay pánico en el Partido Demócrata”.
Ambos candidatos regresan a la campaña electoral este viernes: Trump con un mitin en Virginia y Biden en Carolina del Norte, ambos en el este del país. Pese a que las voces críticas fustigaban su desempeño, Biden insistió en que salió airoso. “Creo que lo hicimos bien”, dijo. Atribuyó su voz ronca a un “dolor de garganta” y añadió que, en cualquier caso, era “duro debatir con un mentiroso”.
Pero la decepción entre los demócratas es tal que se habla entre bambalinas de encontrar a un nuevo candidato antes de la convención del partido en agosto. El New York Times afirma que los demócratas, incluidos miembros de su administración, siguieron el debate con preocupación, llamándose por teléfono y con mensajes de texto “frenéticos”. Algunos también “discutieron entre ellos en privado si es demasiado tarde para convencer al presidente de que dimita en favor de un candidato más joven”, añade el periódico.
¿Sustituirlo?
Por ahora ninguna personalidad demócrata ha pedido públicamente a Biden que se retire, y la mayoría sigue una línea clara del partido sobre mantener la fórmula existente. “Nunca le daré la espalda al presidente Biden”, dijo el gobernador de California, Gavin Newsom, quien ha figurado en múltiples listas de posibles sustitutos.
“No conozco a ningún demócrata de mi partido que haría eso”, dijo Newsom a los periodistas. Los analistas dicen que forzar un cambio sería políticamente complicado, de modo que Biden tendría que decidir retirarse para dar paso a otro candidato antes de la convención del partido. Su vicepresidenta, Kamala Harris, defendió lealmente a su jefe el jueves, aunque reconoció que había tenido un “comienzo lento”.
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Principales puntos del debate
Joe Biden desaprovechó la ocasión de calmar al electorado sobre su estado físico, mientras que un Donald Trump tranquilo evitó despejar dudas sobre si reconocerá incondicionalmente los resultados electorales. He aquí los principales puntos del primer debate entre los dos candidatos, a cuatro meses de las elecciones presidenciales.
- Biden no disipa dudas -
Biden, de 81 años, tenía la oportunidad en este primer debate de disipar las dudas que puedan tener los estadounidenses sobre su estado físico para gobernar cuatro años más (2025-2029). Con voz ronca, repitiéndose con frecuencia y perdiéndose en frases confusas, el mandatario dejó una imagen diametralmente opuesta a la mostrada por su oponente republicano, con tono resuelto y enérgico.
El presidente defraudó incluso a los de su bando. “La actuación de Joe Biden durante el debate fue decepcionante, no hay otra forma de decirlo”, admitió Kate Bedingfield, exdirectora de comunicación de la Casa Blanca durante sus primeros años de mandato. Biden estuvo “lento al principio, pero terminó fuerte”, reconoció su vicepresidenta, Kamala Harris. En un intento de rebajar las críticas a su actuación, el equipo de campaña del demócrata dijo que estaba resfriado.
- Trump comedido -
Trump, de 78 años y apreciado entre sus partidarios por sus salidas de tono, solo tuvo que controlar sus famosos exabruptos en un intento de convencer a los votantes indecisos. Durante la hora y media de debate, el republicano se mostró moderado y disciplinado. Las reglas del debate fijaban que el micrófono del candidato que no tenía el turno de palabras estuviera apagado. Esto “pudo haber ayudado a Trump porque le impidió gritar ante las intervenciones de Biden”, dijo Robert Rowland, profesor de comunicación en la Universidad de Kansas.
- Ataques personales -
Los dos candidatos se odian, extremo que no han ocultado. Tras una gélida llegada al plató de la CNN en la que no se dieron la mano, Biden y Trump no dejaron de despotricar el uno del otro. Los golpes vinieron sobre todo del demócrata, que acusó al expresidente de tener “el sentido moral de un depravado”, y le tildó de “llorón”, “perdedor” e “imbécil”.
También le llamó “delincuente convicto” por su reciente sentencia de culpabilidad por delitos penales en Nueva York. Trump retó por su parte a Biden a pasar un “test cognitivo” e insistió en que el demócrata es “el peor presidente de la historia del país”.
- Sin interrupciones -
A diferencia del primer debate entre los dos candidatos en la campaña de 2020, cuando se interrumpían constantemente, esta vez ninguno pudo pisar la intervención del otro debido a las estrictas reglas establecidas por la CNN. Como resultado, los candidatos tuvieron pocos intercambios directos espontáneos, y los presentadores se limitaron a pasar la palabra, sin cuestionar las exageraciones o falsas afirmaciones de Trump.
- Trump, evasivo sobre los resultados -
Trump, que sigue sin reconocer la victoria de Biden en 2020, se negó a comprometerse a aceptar sin condiciones el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre. Solo lo hará “si las elecciones son absolutamente justas y equitativas”, se limitó a decir cuando le preguntaron por el tema. “Este tipo no tiene sentido de lo que es la democracia”, le increpó Biden.
Fuente: AFP.
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EE. UU. confirma prohibición de dormir en la calle a personas sin hogar
La Corte Suprema de Estados Unidos calificó este viernes de constitucionales las leyes que prohíben a las personas sin hogar dormir al aire libre, rechazando los argumentos de que esa práctica equivalía a un castigo cruel. Un récord de 653.100 personas están sin hogar en todo Estados Unidos, según un recuento de 2023.
El caso abordado por el máximo tribunal se originó en las regulaciones de la ciudad de Grants Pass, en el occidental estado de Oregón, que prohíben acampar o utilizar cualquier tipo de ropa de cama en una propiedad pública. Esa disposición fue tomada después que los parques de la ciudad se llenaran de tiendas de campaña, mantas y cartones.
Quienes la infrinjan se enfrentan a una multa de cien dólares y posibles penas de prisión para los reincidentes. La decisión de la Corte, tomada por sus seis jueces conservadores con el voto disidente de los tres de la minoría progresista, estipula que la falta de vivienda no es una condición que habilite a nadie a invocar la enmienda constitucional que prohíbe los castigos corporales.
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“La Octava Enmienda de la Constitución cumple muchas funciones importantes, pero no autoriza a los jueces federales a arrebatar esos derechos y responsabilidades al pueblo estadounidense y, en su lugar, dictar la política de esta nación para las personas sin hogar”, escribió el juez Neil Gorsuch a nombre de la mayoría.
La Corte Suprema asumió el caso después de que una coalición de estados liderados por republicanos, como Arizona, y dirigentes progresistas como el gobernador de California, Gavin Newsom, se quejaran de que un fallo de un tribunal inferior les impedía abordar la crisis de las personas sin hogar.
El ala conservadora de la Corte Suprema sostuvo durante las discusiones que se trata de un asunto que debe ser resuelto por cada estado y cada ciudad. Abogados de las personas sin hogar han argumentado que prohibir acampar a gente que no tiene dónde pasar la noche equivale a un “castigo cruel e inusual” sancionado por la Octava Enmienda de la Constitución estadounidense.
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“Dormir es una necesidad biológica, no un delito. Para algunas personas, dormir al aire libre es su única opción”, dijo la jueza Sonia Sotomayor, de la minoría progresista. Grants Pass, un municipio de 40.000 habitantes, carece de refugios públicos para personas sin hogar.
Economistas sostienen que Estados Unidos no dispone de un stock de viviendas suficiente para satisfacer la demanda, lo que impulsa los precios al alza, afectando fundamentalmente a los sectores más pobres y favoreciendo la expansión del fenómeno de los “sin techo”
Fuente: AFP.
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Biden siembra dudas y Trump mantiene la compostura en primer debate
Donald Trump encadenó mentiras con una seguridad pasmosa y puso en aprietos el jueves a un Joe Biden titubeante, que recurrió a los ataques personales contra su rival, en el primer debate para las elecciones de noviembre que giró sobre migración e inflación.
En sede de la CNN en Atlanta (este), donde se celebró el debate, el demócrata se expresó sin brío frente a un Donald Trump que impuso su estilo grandilocuente y contó falsedades sin que los reporteros de la cadena lo corrigieran.
“La inflación está matando a nuestro país”, afirmó por ejemplo el expresidente republicano de 78 años a pesar de la fortaleza de la economía y del empleo.
El magnate tenía prisa en abordar la migración e intentó meter baza incluso antes de que los moderadores tocaran el tema.
Preguntó a Biden “por qué permitió que millones de personas” llegaran al país “desde prisiones, cárceles e instituciones mentales” para “destruirlo”.
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“Está mintiendo”
“No hay datos que respalden lo que dijo. Una vez más está exagerando. Está mintiendo”, respondió el demócrata.
También acusó a Trump de “mentir” por afirmar que la migración ilegal estaba provocando un aumento de la delincuencia y calificó de “terrible” el papel desempeñado por el republicano después de que este se jactara de haber nombrado a jueces de la Corte Suprema que contribuyeron a anular el derecho constitucional al aborto.
En el debate, muy tenso, el demócrata atacó personalmente a su rival, utilizando un lenguaje agresivo al que tiene poco acostumbrado a la opinión pública.
“¿Cuántos miles de millones de dólares debes por molestar a una mujer en público... por tener sexo con una estrella porno mientras tu esposa estaba embarazada? ¿De qué estás hablando? Tienes la moral de un depravado”, le dijo.
Biden recordó que su oponente era un “delincuente convicto” tras ser declarado culpable en un caso de pagos ocultos a una exactriz porno.
“No hice nada malo”, respondió el expresidente, acusado en otros casos y que repitió la cantinela de que el sistema judicial estaba “amañado”.
Él tampoco se quedó atrás en los ataques personales, aunque sin recurrir a sus habituales exabruptos.
“Realmente no sé qué dijo al final de esa frase. Creo que él tampoco sabe lo que dijo”, expresó con sorna Trump.
Aunque solo tiene tres años menos que el demócrata, Trump aprovechó para atacarlo por la edad, uno de sus hándicaps para la reelección y lo desafió a someterse a un “test cognitivo”, aunque sea uno “muy fácil, como responder las primeras cinco preguntas”, dijo.
Este fue el primer cara a cara entre estos dos hombres que se desprecian mutuamente desde la campaña de las elecciones pasadas, en 2020.
El republicano nunca admitió su derrota en esos comicios y el jueves evitó comprometerse a reconocer sin condiciones el veredicto de las urnas de noviembre a no ser que sea una “elección justa y legal”, aunque sostuvo que cualquier acto de violencia sería “totalmente inaceptable”.
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“Lo hicimos bien”
Trump describió a Biden como un hombre “débil” para ser presidente.
La invasión rusa de Ucrania nunca habría ocurrido “si hubiéramos tenido un líder”, dijo, y se mostró muy crítico con los miles de millones de dólares gastados por Estados Unidos para socorrer a Kiev en el conflicto contra Moscú.
También acusó a su oponente de ponerse del lado de los palestinos en la guerra de Israel contra el grupo islamista Hamás en Gaza, a pesar del apoyo de Washington a los israelíes.
La sensación es que Trump se impuso en el debate, pero no por méritos, sino más bien por deméritos de su rival.
Incluso la vicepresidenta Kamala Harris reconoció que Biden tuvo “un comienzo lento, eso es obvio para todo el mundo, no lo discuto”.
“Fue decepcionante, no hay otra forma de decirlo”, reconoció Kate Bedingfield, exdirectora de comunicaciones de la Casa Blanca.
“Fue sin duda un desastre”, declaró a la AFP el politólogo Larry Sabato.
El presidente se defendió tras el debate y aseguró que salió airoso.
“Creo que lo hicimos bien”, dijo Biden a los periodistas, insistiendo en que es “duro debatir contra un mentiroso”.
La republicana Nikki Haley, exrival de Trump en las primarias y cuyos votos buscan ambos candidatos, llegó incluso a sugerir que Biden no va a ser “el candidato demócrata en las elecciones”, e instó a los republicanos a “mantenerse en guardia”.
Este escenario es poco probable y lo más seguro es que sea nominado por su partido en la convención de agosto.
La intervención de Biden marca un punto de inflexión en una campaña hasta ahora muy reñida, con encuestas bastante igualadas.
Fuente: AFP.