El 24 de febrero, el presidente ruso Vladimir Putin ordena invadir Ucrania y abre una crisis inédita desde el final de la Guerra Fría. Ante los países de la OTAN que manifiestan su apoyo a Ucrania, el jefe del Kremlin amenaza con usar el arma nuclear, y se dice dispuesto a emplear “todos los medios”.
El conflicto provoca el mayor flujo de refugiados en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y cuesta la vida de miles de soldados y civiles. Putin, que dice querer “desnazificar” Ucrania, se ve aislado diplomáticamente. La Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos imponen sanciones a Moscú que endurecen sucesivamente y entregan armas a Ucrania, que además obtiene el estatus de candidato a la UE.
Los testimonios se multiplican contra el ejército ruso, acusándolo de asesinatos de civiles, torturas y violaciones. Las tropas rusas renuncian al inicio de la invasión a rodear la capital, Kiev, donde el presidente ucraniano Volodimir Zelenski se dirige a diario a los dirigentes mundiales para pedirles apoyo económico y militar.
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La guerra desata el miedo a una crisis alimentaria mundial, por el bloqueo marítimo impuesto por Rusia en el mar Negro. En julio, un acuerdo permite a Ucrania retomar sus abundantes exportaciones de cereales. En septiembre, Putin decreta la movilización de unos 300.000 reservistas y firma la anexión de cuatro territorios ucranianos total o parcialmente ocupados, tras unos “referendos” denunciados por la comunidad internacional. Al mismo tiempo, el ejército ruso suma un revés detrás de otro en el terreno.
Tras el abandono de la región de Járkov, Moscú ordena a inicios de noviembre la retirada de sus fuerzas de Jersón, en el sur de Ucrania. Rusia lanza cientos de ataques de castigo contra la red energética ucraniana, y deja a millones de ucranianos en la oscuridad en la antesala del invierno.
Inflación y crisis energética
La subida de los precios, iniciada en 2021 por los problemas en las cadenas de suministro combinados con la fuerte demanda al calor de la recuperación pospandemia, se acelera en 2022 y alcanza niveles inéditos en décadas. La inflación podría alcanzar el 8% en el cuarto trimestre en los países del G20, un lastre para el crecimiento, que además incrementa los costes de producción de las empresas.
La inflación se ha visto acentuada por la guerra de Ucrania, que sumió a Europa en una profunda crisis energética. En respuesta a las sanciones occidentales, Moscú multiplicó las represalias, golpeando en especial en el punto flaco de la UE: su dependencia del gas ruso. Sus exportaciones de gas, en particular a Alemania e Italia, están en caída libre.
“La economía mundial está sufriendo la crisis energética más grave desde los años 1970″, destaca la OCDE. La guerra también hizo subir los precios de los cereales, y por extensión los piensos para los animales. Para frenar la inflación, la Reserva Federal estadounidense subió con fuerza sus tipos de interés desde marzo, lo que encarece el crédito otro tanto. El Banco Central Europeo también endureció su política monetaria.
El aborto en Estados Unidos
En junio, la Corte Suprema de Estados Unidos devolvió a cada estado de la Unión la potestad de prohibir el aborto en su territorio, y enterró así su fallo de 1973 en el caso “Roe v. Wade”, que lo había establecido como un derecho constitucional. Tras este giro, una veintena de estados prohíben totalmente o limitan seriamente el derecho al aborto. El asunto se impone entre los temas candentes de la campaña de las elecciones legislativas de noviembre.
Los resultados de los comicios no generan la ola conservadora que esperaban los simpatizantes del ex presidente Donald Trump. Los demócratas mantienen el control del Senado, y los republicanos se hacen con una corta mayoría en la Cámara de Representantes. Trump anuncia pese a todo su candidatura para la elección presidencial de 2024. La carrera por la investidura de los republicanos se anuncia dura, en particular con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, nueva estrella de la derecha estadounidense.
Inestabilidad política en Reino Unido
Tras una sucesión de escándalos y dimisiones en su gobierno, el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, presentó su dimisión en julio. Liz Truss fue oficialmente nombrada para sucederlo en Downing Street, en una ceremonia con la reina Isabel II dos días antes de la muerte de la monarca el 8 de septiembre después de 70 años de reinado. El día 10, Carlos III fue proclamado rey. Truss, la primera ministra más efímera de la historia moderna del país, aguantó apenas 44 días en el cargo y dimitió tras provocar una crisis política y financiera con su programa económico.
Rishi Sunak llegó al poder a fines de octubre, en un período de inestabilidad sin precedentes en Reino Unido. Es el quinto jefe de gobierno británico desde el referendo sobre el Brexit de junio de 2016. El ex banquero y ex ministro de Finanzas, de 42 años, afronta desafíos gigantescos, entre ellos una inflación del 10%, huelgas por el encarecimiento del costo de vida y un sistema público de salud en crisis.
Clima extremo
En el año 2022 se multiplican los desastres ligados al cambio climático. El verano es el más cálido jamás registrado en Europa, a golpe de récords de temperatura y canículas que provocan sequías e incendios. Más de 660.000 hectáreas de bosques ardieron entre enero y mitad de agosto en la UE, un récord. Los glaciares de los Alpes sufren a su vez una pérdida de masa histórica.
Al menos 15.000 muertes son directamente imputables a este calor extremo en Europa, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). China también bate récords de calor en agosto, y la sequía amenaza de hambre el Cuerno de África. Los incendios y la deforestación también alcanzan máximos en la Amazonía brasileña.
En Pakistán, unas inundaciones históricas debido a un monzón de proporciones anormales matan a más de 1.700 personas y obligan a desplazarse a ocho millones. Un tercio del país se ve anegado. Si se confirman las proyecciones para este año, los ocho años de 2015 a 2022 serán los más cálidos jamás registrados, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Tras unas duras negociaciones, la conferencia del clima de la ONU de Egipto (COP27) concluye el 20 de noviembre con un acuerdo político para crear un fondo con el que compensar a los países más vulnerables por las pérdidas y los daños sufridos a causa del cambio climático.
Protestas en Irán
El 16 de septiembre, Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, fallece en un hospital tres días después de haber sido detenida por la policía de la moral por incumplir el código vestimentario para las mujeres en Irán, que impone cubrirse el cabello en público con un velo y llevar ropa discreta.
Su muerte desata una ola de manifestaciones en todo Irán, las más importantes desde la revolución de 1979. Las jóvenes son la vanguardia de las protestas. Muchas de ellas se quitan sus velos y los queman, tal como puede verse en videos virales.
Las manifestaciones por la libertad de las mujeres se transforman progresivamente en un movimiento más amplio dirigido contra el régimen islámico, y se extienden a las universidades y los colegios, pese a la represión. Las autoridades informan de más de 300 muertos y una oenegé con sede en Noruega cuenta al menos 448.
COVID en China
El presidente chino, Xi Jinping, obtiene en octubre un tercer mandato consecutivo al frente del Partido Comunista, y se rodea de fieles para convertirse en el dirigente más poderoso de la China moderna. Xi Jinping, en el poder desde hace una década, mostró un gran afán de control, inmiscuyéndose en la casi totalidad de los mecanismos del Estado. De paso se granjeó críticas internacionales por su balance en política de derechos humanos.
Al mismo tiempo, mantiene una rivalidad exacerbada con Estados Unidos. Las tensiones en el estrecho de Taiwán alcanzan su mayor nivel en décadas tras la visita a la isla en agosto de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
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En represalia, China celebra unas maniobras militares terrestres y marítimas de una amplitud sin precedentes de mitad de los años 1990. Y el presidente estadounidense, Joe Biden, afirma que sus tropas defenderán la isla autónoma si es invadida por la China comunista, que la considera como parte de su territorio.
La estrategia “cero COVID” del país, que implica confinamientos de barrios o ciudades enteros apenas aparece un caso, provoca a fines de noviembre manifestaciones de una magnitud inédita desde hace décadas. Las autoridades reaccionan reprimiendo, pero también deciden flexibilizar su política sanitaria.
La extrema derecha
Después de cuatro años en el poder, el mandatario ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, es derrotado por estrecho margen por el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda vuelta de la elección presidencial el 30 de octubre. Lula volverá al poder en Brasil el 1 de enero de 2023 y será un gran impulso para la izquierda latinoamericana, que en 2022 se anotó la histórica victoria del ex guerrillero Gustavo Petro en Colombia.
En Europa, en cambio, los ultraconservadores obtuvieron importantes éxitos en las elecciones legislativas de varios países, empezando por la cuarta victoria consecutiva del partido del líder nacionalista húngaro Viktor Orban en abril. En Francia, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen logró un avance histórico en junio, y se convirtió en el primer partido de oposición en la Asamblea Nacional, donde el presidente Emmanuel Macron perdió la mayoría absoluta.
En Suecia, el partido nacionalista y antiinmigración Demócratas Suecos fue el gran vencedor de las elecciones legislativas de septiembre, de las que salió como la segunda fuerza política del país. En Italia, Giorgia Meloni logró una victoria histórica en septiembre con su partido posfascista Fratelli d’Italia, y en octubre asumió como jefa de gobierno.
Esperanzas de paz en Etiopía
Después de dos años de conflicto, el gobierno federal etíope y las autoridades rebeldes de la región del Tigré (norte) firman el 2 de noviembre en Pretoria un acuerdo de “cese de las hostilidades” que se espera ponga fin a una guerra descrita por oenegés como “una de las más sangrientas del mundo”. Los combates se habían reanudado a fines de agosto, al cabo de cinco meses de tregua.
El conflicto opone desde noviembre de 2020 a Etiopía, apoyada por fuerzas de la vecina Eritrea, y a las autoridades rebeldes del Tigré. La contienda ha estado marcada por posibles crímenes contra la humanidad cometidos por “todas las partes” según la ONU, y obligó a desplazarse a más de dos millones de etíopes.
Además de un desarme de los rebeldes, el acuerdo de paz debe permitir la llegada de ayuda humanitaria al Tigré, casi aislado del mundo y cuyos seis millones de habitantes llevan más de un año sometidos a una seria penuria de comida y medicamentos. El primer convoy de ayuda humanitaria desde agosto llegó a la región el 16 de noviembre.
Qatar, criticado anfitrión
La organización del Mundial de fútbol de 2022 en Qatar, del 20 de noviembre al 18 de diciembre, le ha granjeado al país anfitrión una lluvia de críticas. El primer país árabe en organizar este magno evento ha sido criticado por su trato a los trabajadores extranjeros, la comunidad LGBTQ y las mujeres. Pero también por el uso de la climatización en sus estadios, en estos tiempos en los que se multiplican los llamados al ahorro energético como parte de la lucha contra el cambio climático.
Buena parte de las críticas apuntan a la situación de los trabajadores inmigrantes, un factor esencial en un país donde los emiratíes sólo representan el 10% de una población de tres millones de habitantes. Algunas oenegés hablan de miles de muertos en accidentes en las obras del Mundial, una cifra que el gobierno de Doha desmiente.
Fuente: AFP.