El director de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP), Julio Vera Cáceres, expresó su optimismo en que se logrará un acuerdo favorable con el Gobierno argentino en la disputa por el cobro de un peaje ilegal en la hidrovía Paraguay-Paraná. El secretario de Estado afirmó que el mandatario del vecino país, Javier Milei, ya otorgó en ocasiones anteriores a los países afectados indicios de buena fe.
“El Gobierno argentino dio muestras de buena voluntad después de la última reunión técnica que tuvimos en la ciudad de Buenos Aires, en diciembre. Se habían comprometido a no retener más buques, cualquiera sea la bandera que navegan en la hidrovía y tampoco de impulsar acciones judiciales contra las navieras que no están pagando las facturas que son emitidas regularmente, la gran mayoría de ellas no pagan. Estos dos puntos lo cumplen a rajatablas. Esto permite presumir que existe buena fe, cuando hay esto es dable pensar en un buen resultado”, dijo en una entrevista con el programa “Así son las cosas”, emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Las afirmaciones de Vera Cáceres surgen previamente a la reunión que se desarrollará hoy en la ciudad de Buenos Aires entre las autoridades paraguayas y argentinas en busca de una solución a la crisis desatada durante el gobierno de Alberto Fernández.
“Existe una buena voluntad del Gobierno argentino de subsanar este tema, es por eso que acudimos a esta reunión, pero naturalmente no estamos nosotros en condiciones de cerrar nada porque no podemos hacerlo a espaldas de nuestros socios fraternos”, refirió.
Dejanos tu comentario
Milei descarta viaje para evitar a Lula
Los recientes roces mediáticos entre el presidente argentino, Javier Milei, con su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, derivaron en el anuncio de que el mandatario de Argentina no viajará a la cumbre del Mercosur en Asunción, prevista para el lunes 8 de julio, a fin de evitar un cruce con su vecino, según confirmó ayer la prensa porteña.
El último episodio de la discordia entre los líderes de los mayores Estados asociados al bloque fue el viernes pasado, cuando Milei rechazó disculparse con Lula da Silva, como este había reclamado, y en cambio lo calificó de “zurdito” con “el ego inflamado”. “Hay que ponerse por encima de estas nimiedades porque son más importantes los intereses de los argentinos y los brasileños que el ego inflamado de algún zurdito”, declaró Milei consultado por el canal de televisión LN+ respecto a la petición de Lula.
El presidente brasileño había dicho públicamente que no hablaría con Milei hasta que este se disculpara. “No he conversado con el presidente de Argentina porque creo que él debe pedir disculpas a Brasil y a mí. Él dijo muchas tonterías, solo quiero que pida disculpas”, dijo Lula en una entrevista al portal UOL.
Dejanos tu comentario
Al presidente Javier Milei “la casta” le dio las herramientas para gobernar
El presidente Javier Milei dispone desde la semana anterior de la Ley Bases y las reformas fiscales que demandaba desde el 10 de diciembre pasado, cuando inició su mandato. El Parlamento, luego de casi 30 semanas, le concedió –con reformas– las herramientas que el mandatario solicitó para gobernar y, como un topo, “destruir el Estado” desde adentro. “La casta”, como desde tiempos de campaña electoral llama peyorativamente a parlamentarios y gobernadores, le dio vía libre para gestionar.
El jefe de Gabinete de ministros, Guillermo Francos –quien algunos días atrás no dudó en explicar públicamente que el presidente “no entiende la política”– en nombre del jefe de Estado negoció con “la casta” para alcanzar el objetivo reformista. En un sistema democrático, sin negociaciones para balancear las necesidades de todos, la política no existe. Buena decisión de Franco.
Tal vez por ello –después de semejante aprendizaje– tanto el señor Milei como sus principales colaboradores, desde el momento mismo de la aprobación parlamentaria mencionada, aseguran que con la aplicación de las reformas se inicia una segunda fase para avanzar hacia la construcción de un “país rico y libre” que en algunas décadas será como “Francia o Alemania” hoy. La esperanza presidencial crece exponencialmente y no duda en expresarlo en el lugar que se encuentre.
“Con mi jefe de asesores, el doctor Demian Reidel, estamos reescribiendo gran parte de la teoría económica”, dijo en República Checa en el momento en que fue galardonado con el Premio del Instituto Liberal en el Palacio Žofín de Praga. “Si nos termina de salir bien, probablemente me den el Nobel de Economía junto a Demian”, agregó. Los aplausos que recibió, sin embargo, no fueron suficientes para disimular su propia incertidumbre acerca de los resultados que alcanzará con la aplicación de las políticas que desde un puñado de días atrás puede aplicar. ¿Le saldrá bien? ¿Ganará el Nobel? Habrá que esperar para saberlo.
Porque –pese a la aprobación parlamentaria y la confesión en público de los más íntimos sueños de gloria y reconocimiento– los problemas de la Argentina, tanto lo heredados desde muchas décadas como los propios y más recientes de la nueva administración, se mantienen. No se extinguieron ni desaparecieron.
Los datos económicos que se conocen día tras día lo marcan con fría precisión. El desempleo se acerca al 8 %. El sector de la construcción se derrumba hasta tocar el 20 %. Unos 140 mil puestos de trabajo fueron destruidos. Gerardo Martínez, líder de la UOCRA (Unión Obreros de la Construcción), reconocido como un hábil negociador por sucesivos gobiernos, lo informó claramente en el transcurso de una reunión que se desarrolló en la Organización Internacional de Trabajo (OIT), en Suiza. El líder sindical apunta a la discontinuidad de la obra pública que aplica el ministro de Economía Luis Caputo como el motivo del desempleo sectorial. El producto bruto interno, en el primer trimestre 2024, se contrajo 5,1 %.
Tal vez por ello, entre otros indicadores, la confianza en el gobierno que miden algunas universidades públicas y privadas al igual que varias consultoras, mayoritariamente se amesetan o muestran que tienden a la baja desde las últimas tres semanas. La caída del Índice de Precios al Consumidor (IPC) –la inflación– desde poco más del 25 % en diciembre 2023 hasta cerca del 4 % en mayo pasado, alentador, por cierto, no es suficiente. Preocupa.
Mucho más cuando tanto desde el gobierno como desde el sector privado se deja trascender que en este mes que corre y hasta fines de agosto los precios crecerán. Preocupado, el ministro Caputo, decidió nuevamente que el alza en el valor de los servicios públicos –gas, luz y combustibles– se postergue sine die para no incrementar la inflación.
A la incertidumbre social mencionada se añade también la que se verifica en los mercados en los últimos 20 días. Algunos datos puntuales agregan proyecciones negativas. El Banco Central (BCRA) cerrará el balance del recientemente finalizado mes de junio en rojo. Vendió más dólares de los que pudo atesorar. Así y todo el valor del dólar para comercializar en el mercado informal, ilegal, blue, paralelo o como se prefiera llamarlo, creció hasta alcanzar una paridad de $1.370.- por unidad. La brecha con el valor oficial del tipo de cambio fijada en $951.- por dólar se amplía.
Insistentemente se habla de la necesidad de devaluar para “resolver el atraso cambiario” que afecta a las exportaciones. El staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene la misma perspectiva. El presidente Milei se molesta con esos trascendidos. Acusa al director del Departamento del hemisferio occidental del Fondo, Rodrigo Valdés –exministro de Economía de la expresidenta de Chile Michel Bachelet (2006-2010/2010-2014)– de ser un “zurdito”. Incontinencia verbal. La recesión se profundiza. El cepo cambiario se mantiene, pero tanto el señor Milei como el ministro Caputo sostienen que “no es el tiempo para levantarlo”.
El frente externo –en tanto incertidumbres– no aparece como muy diferente de lo que se verifica en las cuestiones domésticas para la administración del señor Milei. Poco más de 4 meses faltan para el 5 de noviembre cuando se realicen en los Estados Unidos las elecciones presidenciales que una vez más pondrá frente a frente a Joe Biden –actual mandatario– con Donald Trump exmandatario (2017-2021) que procura regresar al salón oval. Varios de los allegados al mandatario local imaginan que si el republicano Trump triunfara ayudaría para que este país consiguiera fondos frescos para aliviar su economía. ¿Será posible? También habrá que esperar.
Dejanos tu comentario
Javier Milei celebra la aprobación de sus reformas económicas
El presidente argentino, Javier Milei, celebró la aprobación en el Congreso de su paquete de reformas para liberalizar la economía, conocido como “Ley Bases”, y anticipó que impulsará nuevos cambios, entre ellos uno del régimen monetario.
“La Ley Bases es un hito histórico y monumental (...) empieza una nueva etapa”, definió Milei entrevistado por el Canal LN+.
“La consolidación fiscal está en marcha, ya pasó la etapa del déficit cero, ahora vamos a la etapa de la emisión cero, se viene el cambio de régimen monetario”, dijo el presidente sin dar detalles. En Argentina rige desde 2019 un sistema de control de divisas, con varios tipos de cambio.
El Congreso aprobó el viernes por 147 votos a favor y 107 en contra el paquete que le otorga a Milei facultades extraordinarias por un año, además de facilidades para la inversión extranjera, flexibilización de leyes laborales y la autorización para privatizar una decena de empresas públicas, entre otros cambios.
También consiguió el aval para ampliar la base de contribuyentes del impuesto a las ganancias. El Fondo Monetario Internacional, con el cual Argentina tiene un acuerdo crediticio por 44.000 millones de dólares, saludó la aprobación de la legislación. “Su objetivo es mejorar la calidad de la consolidación fiscal, seguir reduciendo la inflación y apoyar la recuperación económica”, escribió en la red X la portavoz Julie Kozak.
Dejanos tu comentario
Presidente argentino se congratula por la aprobación de sus reformas económicas
El presidente argentino, Javier Milei, celebró este viernes la aprobación en el Congreso de su paquete de reformas para liberalizar la economía, conocido como “Ley Bases”, y anticipó que impulsará nuevos cambios, entre ellos uno del régimen monetario.
“La Ley Bases es un hito histórico y monumental (...) empieza una nueva etapa”, definió Milei entrevistado por el Canal LN+.
“La consolidación fiscal está en marcha, ya pasó la etapa del déficit cero, ahora vamos a la etapa de la emisión cero, se viene el cambio de régimen monetario”, dijo el presidente sin dar detalles.
En Argentina rige desde 2019 un sistema de control de divisas, con varios tipos de cambio.
El Congreso aprobó el viernes por 147 votos a favor y 107 en contra el paquete que le otorga a Milei facultades extraordinarias por un año, además de facilidades para la inversión extranjera, flexibilización de leyes laborales y la autorización para privatizar una decena de empresas públicas, entre otros cambios.
También consiguió el aval para ampliar la base de contribuyentes del impuesto a las ganancias.
El Fondo Monetario Internacional, con el cual Argentina tiene un acuerdo crediticio por 44.000 millones de dólares, saludó la aprobación de la legislación.
“Su objetivo es mejorar la calidad de la consolidación fiscal, seguir reduciendo la inflación y apoyar la recuperación económica”, escribió en la red X la portavoz Julie Kozak.
Argentina atraviesa una fuerte recesión económica con una caída del producto Bruto Interno del 5,1% en el primer trimestre de este año, la inflación en 280% interanual a mayo y la mitad de la población en la pobreza.
En este escenario, el presidente dijo que “se viene la segunda etapa de (su) gobierno”, en el que prometió “terminar definitivamente con el problema de la inflación”.
Respecto a la dolarización que había definido como objetivo durante su campaña, el mandatario dijo que se dará “naturalmente” en base a “la competencia de monedas”.
Tras haber obtenido las leyes que reclamaba, al gobierno le urge mostrar logros económicos para preservar un apoyo que, pese a la recesión, aún está en torno al 50%, según sondeos.
Desde que asumió en diciembre pasado el faro de su gobierno fue conseguir equilibrio fiscal lo que obtuvo al cabo del primer trimestre cuando registró superávit financiero, el primero desde 2008.
Sin embargo el costo se tradujo en la paralización de las obras públicas, miles de despidos, derrumbe del consumo, caída de las jubilaciones y un desplome del poder adquisitivo, lo que atizó protestas sociales y dos huelgas generales de las centrales obreras.
Fuente: AFP