El diputado y candidato a un segundo período en la Cámara Baja Raúl Latorre sostuvo que nunca vio tanto fervor y tanta esperanza como la que se experimenta en este momento con la candidatura de Santiago Peña, aspirante a la Presidencia de la República por el Partido Colorado. Aseguró que la nucleación política llega a estas elecciones nacionales unida y con firmes convicciones.
“El partido por sobre todo llega unido, llega con banderas, con posiciones claras a favor de la defensa de la vida, de la familia, de la dignidad que representa el trabajo y del respeto a la propiedad privada como un método fundamental para que el ser humano se sienta estimulado”, expresó en entrevista a la radio 800 AM.
Latorre también se refirió al gran acto desarrollado en la noche del jueves, con el cierre de campaña en la Asociación de Funcionarios y Asociados del IPS, que calificó como un acto sorprendente.
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“Nunca dimos por extinto al EPP”
“Nunca dimos por extinto al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP)”, dijo el ministro de Defensa Nacional, Óscar González, tras el ataque con explosivos registrado el martes en un camino vecinal hacia las estancias Mbarakaja’i y Paraíso de la colonia Sapucai, en la localidad de Yby Yaú, departamento de Concepción.
“El reporte que se tiene es que personas que se desplazaban en una camioneta por un camino interno de la estancia Paraíso sufrieron un atentado con explosivos y se produjo el fallecimiento de tres personas; una de ellas, de nombre Édgar González, sobrevivió”, afirmó en una entrevista con el programa “Arriba hoy”, emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Desde la fuerza de seguridad no descartan que el hecho haya sido provocado por el grupo criminal, teniendo en cuenta que aconteció en su zona de influencia. “Esta no es la reaparición del EPP; si bien están muy disminuidos, nunca desapareció. El hecho de que hace tiempo ellos no estén operando no significa que hayan desaparecido y menos aún que bajemos la guardia. Estamos comprometidos a dar una lucha frontal”, puntualizó.
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VI Congreso Internacional de Psicología se realiza en Ciudad del Este
En el marco del Sexto Congreso Internacional de Psicología, Marcelo Alejandro Pedroza, uno de los columnistas en la sección de Voces del diario La Nación/Nación Media, expondrá sobre “El epicentro de las victorias. Un análisis de la conexión entre motivación, metas y crecimiento”. El mismo lo realizará mañana jueves 19 de octubre, a las 17:00.
Este congreso es un prestigioso evento académico que reúne a destacados profesionales nacionales e internacionales de la salud mental. El simposio comenzó este 18 y se desarrollará hasta al 20 de octubre del 2023. El escenario donde disertarán los ponentes es la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional del Este, en Ciudad del Este.
Entre los contenidos de la disertación, Pedroza sostiene que “hay un tiempo para cada acontecimiento. Desde la siembra hasta la cosecha hay un proceso que respetar. Son innumerables las lecciones que en el devenir de la vida se suceden unas tras otra. Por lo tanto, el empuje interior es el que despierta las fuertes intenciones que sostienen el crecimiento constante de las conexiones que permiten la concreción de lo querible”.
Marcelo Pedroza es psicólogo y magíster en Educación y desde hace más de diez años aporta su columna semanal a La Nación y en esta oportunidad sostendrá en la mencionada ponencia fundamentos teóricos que también ha compartido con nuestros lectores.
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Nunca lo sabrá, nunca lo sabrán, nunca lo sabremos
EL PODER DE LA CONCIENCIA
- Por Alex Noguera
- Periodista
- alex.noguera@nacionmedia.com
En cierta ocasión visité a unos parientes que vivían del otro lado de la ciudad. El recibimiento fue afectuoso y la charla pronto se hizo amena. En derredor jugaba a los indios un niño, quien había fabricado un arco rudimentario con un palo y un piolín.
Colgó un blanco en la pared y sin molestar a nadie comenzó a lanzar sus dos únicas flechas, también confeccionadas por él, a modo de práctica.
Se veía en su rostro la satisfacción de que cada tiro le salía mejor. Iba y recogía los venablos y ajustaba la pluma, apuntaba con cuidado y en varias ocasiones hasta acertó en el centro.
Llegó la hora del almuerzo y la madre le dijo que fuera a lavarse, entonces el obedientemente chico dejó el arco en el patio y salió corriendo hacia el sanitario. Fue cuando la mujer tomó el arco y las flechas y las arrojó sobre el techo de la casa y al regresar el hijo se concentró en la comida, olvidando su juguete.
Durante la siesta le preguntó a la madre si no había visto su arco y ella le respondió que no, que buscara en su cuarto. El arco y las flechas habían desaparecido.
La velada transcurrió plácida y antes de despedirme le pregunté en voz baja a la madre por qué había arrojado el arco del niño. “Porque es peligroso”, respondió.
Esa farsa la descubrió el hijo porque sus amigos le contaron lo que había hecho su madre; pero sin entender y por respeto, calló. Esa cicatriz perduró a través del tiempo y a veces, de adulto, se pregunta qué derecho tuvo su madre en tomar una decisión que solo le correspondía a él. Quién sabe si hoy no sería un gran deportista de la arquería. Nunca lo sabrá.
Hacía semanas, desde que había salido del consultorio, su vida dio un vuelco. Recordaba cuando el médico, a escondidas, lo llamó mientras su padre subía al auto. Discretamente le comunicó lo peor, el anciano padecía de cáncer y si tenía suerte tal vez podría ver su última Navidad.
El galeno se equivocó y el hombre pasó diciembre y llegó a junio, solo entonces descansó. Durante todos esos meses, él preguntaba sobre sus síntomas, sus dolores, los remedios que le daban, sin entender por qué no mejoraba. Siempre le contestaban que era algo propio de su edad, que el proceso era lento, que tuviera paciencia, pero jamás le mencionaron que estaba muriendo.
Y se fue a la tumba creyendo que recuperaría la salud. Los que quedaron sintieron la opresión de haberle mentido, de haberle negado la verdad hasta el último minuto de vida y, lo peor, haberle ocultado la posibilidad de prepararse para dar el gran salto hacia la muerte.
¿Tenían derecho a mentirle? Según el médico, cuando se le dice al paciente que está muriendo y le dan una fecha tope de vida, generalmente entra en depresión y “se entrega”. Sin embargo, si el enfermo no sabe el nivel de gravedad de su enfermedad, tiende a vivir más tiempo.
Pese a esas explicaciones, la mentira quedó flotando en la familia y hasta hoy sus miembros se preguntan si actuaron correctamente. ¿Qué hubiera preferido el padre? ¿Saber la verdad y asumir sus últimos momentos como él decidiera o vivir en el engaño para evitar su supuesto sufrimiento? Nunca lo sabrán.
Ambos ejemplos evidencian cómo, sin buscarlo, en algunas ocasiones la vida nos coloca en situaciones en las que hay que elegir un camino u otro y nunca nos revela si elegimos bien o mal y la duda perdura por siempre.
Cuando la decisión es libre y voluntaria y se refiere al destino de uno mismo no hay problema, asumimos nuestro error y sus consecuencias. Pero, ¿hasta qué punto tenemos derecho a elegir por otros sin que ellos lo sepan?
En un planeta en el que anunciaron que la era del calentamiento global quedó atrás y comenzó la era de la ebullición, en el que los gigantes tecnológicos se alían a la inteligencia artificial a costa de la pérdida de millones de empleos, en el que la naturaleza agoniza a causa de la industria consumista, no es de extrañar que los dirigentes del mundo tomen decisiones “por nuestro propio bien”… aunque no detienen la contaminación de sus fábricas ni de construir bombas.
Pero la verdad es que el bien de ellos siempre estará por encima del bien de los demás. Darán muy buenas explicaciones, tal vez hasta nos convencerán de que hicieron lo correcto, pero en el fondo ellos sabrán que mintieron. Nosotros nunca lo sabremos.
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El rey Felipe VI inauguró nueva sede de la Embajada de España
En ocasión de su quinta visita al Paraguay, esta vez con motivo de la asunción al mando presidencial de Santiago Peña, el rey Felipe VI de España inauguró oficialmente la nueva sede de la Embajada de su país en el Paraguay.
La presencia del monarca español en tierras paraguayas fue propicia para una cordial reunión con la colectividad española residente en Asunción en el emblemático Palacete Peris que de ahora en más acogerá a la representación española.
Se trata de una joya arquitectónica de estilo neoclásico italiano asentada sobre la avenida Mariscal López y Mayor Fleitas de la ciudad de Asunción, que fue restaurada, remozada y puesta en valor, conservando su fachada original, para albergar a la legación española.
La embajadora Carmen Castiella Ruiz de Velasco fue la anfitriona de este encuentro en cuyo marco el rey de España y el secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, procedieron a descubrir una placa inaugural del recinto que entre los años 1919 y 1920 fuera diseñado y construido por los hermanos de origen español, José y Cristóbal Peris. Concebido como una villa renacentista, el Palacete Peris se constituye por su imponente arquitectura, antigua pero palaciega, en uno de los patrimonios materiales de la memoria urbana de Asunción.
Felipe VI asistió a este encuentro tras participar durante la mañana del martes 15 de los actos oficiales de la toma de mando del presidente Santiago Peña, en el centro histórico de Asunción, en ceremonias que se desarrollaron en la explanada de la Bahía del Palacio de López, la Catedral Metropolitana y la sede de Gobierno.
El soberano de España y jefe de Estado llegó después del mediodía a la nueva sede de la Embajada, donde cerca de un centenar de miembros de la colectividad española lo aguardaban para saludarlo y confraternizar con él en el marco de un día muy significativo para el pueblo paraguayo. Igualmente, participaron de la reunión varios empresarios españoles y miembros de la Cámara Española de Comercio, personal de la Embajada y autoridades españolas que trabajan en organismos internacionales. El servicio gastronómico de este evento llevó el sello de la casa de comidas Karu, que ofreció bocaditos artesanales salados y dulces a los selectos invitados del ágape real.