La precandidata a la Presidencia de la República Soledad Núñez considera clave el uso del padrón nacional para la concertación de partidos opositores. Núñez afirmó que, de no darse eso, la concertación como tal no existiría. “Tenemos que ir a unas elecciones internas el 18 de diciembre, que sea padrón nacional, si no es padrón nacional se cae la concertación”, dijo la presidenciable en un medio de prensa nacional.
La agente fiscal electoral de la Circunscripción Judicial de la Capital, Myrian González, emitió días atrás un dictamen que recomienda rechazar el pedido de la concertación nacional sobre el uso del padrón abierto para la elección de su chapa presidencial en las internas partidarias del 18 de diciembre próximo.
En una entrevista en la 1080 AM, Soledad Núñez indicó que “el espíritu de la concertación es dar participación a todos y queremos que toda la ciudadanía participe para formar parte de la chapa presidencial”.
Los apoderados del Partido Colorado ya habían anunciado que impugnarían la intención de la concertación de utilizar el padrón nacional incluyendo a todos los partidos políticos reconocidos por la Justicia Electoral y así lo hicieron este lunes Eduardo González, Iris Magnolia y Wildo Almirón, quienes presentaron ante el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) una impugnación contra el sector de la oposición.
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Esposo de Soledad, en ONG favorecida con terreno en Costanera de Asunción
- Por Rossana Escobar M
- rossana.escobar@nacionmedia.com
El clan Núñez-Defelippe continúa husmeando en la política detrás de cargos públicos con el modus operandi de operar oenegés para ganar vidriera. El nuevo trampolín es el Museo de Ciencias que prevé erigirse en las 5 hectáreas de la Costanera Norte mediante venta directa a valor fiscal de la Municipalidad de Asunción a una de las oenegés que integra Bruno Defelippe, esposo de Soledad Núñez, que quiere ser intendente de esta ciudad.
Tras los resultados perdidosos en sus candidaturas por la Concertación Nacional, el clan Núñez-Defelippe vuelve a husmear la arena política: Soledad Núñez, excandidata a vicepresidenta de la República; y su esposo, Bruno Raúl Defelippe, excandidato a senador, ambos conocidos por sus esquemas de negocios con oenegés que se financian detrás de proyectos públicos.
Núñez no dejó pasar oportunidad para colarse como crítica al gobierno actual para sacar rédito político y deslizar su aspiración a la intendencia de Asunción.
La exministra de Senavitat y oenegeísta que intentó intervenir en elecciones pasadas mediante operadores camuflados de miembros de organización civil reapareció detrás del informe presidencial planteando en los medios de comunicación que se debe construir una nueva forma de hacer política.
Con teorías y cátedras administrativas, Núñez transmitió su reflexión de que “Asunción necesita un cambio profundo en cuanto a la administración”. Mientras tanto, su esposo Bruno, principal cerebro de la red de oenegés que minaron nuestras instituciones y están sostenidas detrás de proyectos públicos, pese a que siguen una agenda con lineamientos, principalmente provenientes del extranjero, se encuentra embarcado en otro megaproyecto que de vuelta está cimentado con bienes públicos.
El clan Núñez-Defelippe no cambió el modus operandi. Continúan persuadiendo a la opinión pública con proyectos que pintan maravillas, pero que en realidad exigen detrás importantes colaboraciones del sector público, es decir, recursos provenientes de los contribuyentes. Es así que mientras Soledad apunta a ciertas candidaturas como la de intendenta de Asunción, Bruno Defelippe articula atractivos proyectos que corren sobre rieles, gracias al fin social-cultural que plantean. Sin dudas estas iniciativas generan simpatía de gran alcance que luego se inducen hacia el ámbito político, tal como ocurrió en las elecciones pasadas. Recordemos que el gran gancho en los discursos políticos de Defelippe fue la gestión a favor de las pymes, la bicisenda, etc., todas a través de oenegés y usando al Estado.
LA NUEVA ONG
El nuevo proyecto de Defelippe es el muy publicitado Museo de Ciencias, una iniciativa de la ONG Muci, de la que forma parte el esposo de Soledad. Recordemos que para el ambicioso proyecto, la Municipalidad de Asunción, previa aprobación de la Junta Municipal, adjudicó en noviembre del 2023 la venta directa a valor fiscal a la ONG Muci presidida por el señor David (Daved) Wallace Peery y en la que figura como parte Defelippe, esposo de Soledad Núñez, según constan en los documentos de constitución, constancias de beneficiarios finales presentados ante la Abogacía del Tesoro con fecha de hasta el 18 de junio de 2024.
Recordemos que la venta directa de 5 hectáreas por parte de la comuna capitalina fue por G. 6.010 millones (USD 808 mil), cuando el valor cotizado en la zona de la Costanera de Asunción es de G. 1 millón el m2, confirmado por mismas fuentes de la Municipalidad. Es decir, el valor real de mercado de las 5 hectáreas asciende a unos G. 50.000 millones, unos USD 6,6 millones al cambio actual.
El pago ya fue realizado a la comuna de Asunción y se espera la aprobación de un convenio entre la Municipalidad y la ONG para la implementación de algunos escuálidos beneficios que básicamente se traducen en entradas gratis a todos los paraguayos dos días al mes, una vez que se habilite el museo. No se visualizan condicionantes con relación al uso, enajenación del predio una vez que transcurran los 5 años que es el plazo establecido por la ordenanza número 33/95 de Tierras Municipales.
Recursos de la envergadura que facilitó la Municipalidad de Asunción y el típico convenio de cooperación institucional en el que una de las partes tiene infiltrado a Bruno Defelippe, sin dudas, perfilan el proyecto en una vidriera importante para su amada esposa, hoy aspirante a intendenta de la capital del país.
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Esposo de Soledad, en ONG favorecida con adjudicación de terreno municipal
Rossana Escobar M.
rossana.escobar@nacionmedia.com
Tras los resultados perdidosos en sus candidaturas por la Concertación Nacional, el clan Núñez – Defelippe vuelve a husmear en la arena la política. Soledad Núñez, excandidata a vicepresidenta de la República por la Concertación Nacional, y su esposo, Bruno Raúl Defelippe, excandidato a senador, ambos son conocidos por sus esquemas de negocios con ONGs que se financian detrás de proyectos públicos.
Núñez no dejó pasar la oportunidad para colarse como crítica del Gobierno actual para sacar rédito político y deslizar su aspiración a la intendencia de Asunción.
La exministra de Senavitat y oenegeísta, que intentó intervenir en las elecciones pasadas mediante operadores camuflados de miembros de una organización civil, reapareció detrás del informe presidencial planteando en los medios de comunicación que se debe construir una nueva forma de hacer política.
Con teorías y cátedras administrativas, Núñez transmitió su reflexión de que “Asunción necesita un cambio profundo en cuanto a la administración”. Mientras tanto, su esposo Bruno, principal cerebro de la red de ONGs, se encuentra embarcado en otro megaproyecto que, de vuelta está cimentado con bienes públicos. Recordemos que esas oenegés a su cargo minaron nuestras instituciones y están sostenidas detrás de proyectos públicos, pese a que siguen una agenda con lineamientos, principalmente provenientes del extranjero.
El clan Núñez - Defelippe no cambió el modus operandi. Continúa persuadiendo a la opinión pública con proyectos que pintan de maravillas, pero que, en realidad, exigen detrás importantes colaboraciones del sector público, es decir, con recursos provenientes de los contribuyentes.
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Es así que, mientras Soledad apunta a ciertas candidaturas, como la de la intendencia de Asunción, Bruno Defelippe articula atractivos proyectos que corren sobre rieles gracias al fin social – cultural que plantea. Sin dudas, estas iniciativas generan simpatía de gran alcance que, luego, se inducen hacia el ámbito político, tal como ocurrió en las elecciones pasadas. Recordemos que el gran gancho en los discursos políticos de Defelippe fue la gestión a favor de las Pymes, la bicisenda, etc., todas a través de ONGs y usando al Estado.
La nueva ONG
El nuevo proyecto de Defelippe es el muy publicitado Museo de Ciencias, una iniciativa de MUCI, una oenegé de la que forma parte el esposo de Soledad.
Recordemos que, para el ambicioso proyecto, la Municipalidad de Asunción, previa aprobación de la Junta Municipal, adjudicó en noviembre del 2023 la venta directa, con un valor fiscal, a la ONG Muci, presidida por el señor David (Daved) Wallace Peery y en la que figura como parte Defelippe, esposo de Soledad Núñez, según constan en los documentos de constitución, constancias de beneficiarios finales presentados ante la Abogacía del Tesoro, con fecha de hasta el 18 de junio del 2024.
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Recordemos que la venta directa de 5 hectáreas por parte de la comuna capitalina fue por G. 6.010 millones (US$ 808 mil), cuando el valor cotizado en la zona de la costanera de Asunción es de G. 1 millón el m2, dato confirmado por las mismas fuentes de la municipalidad. Es decir, el valor real de mercado de las 5 hectáreas asciende a unos G. 50.000 millones, unos US$ 6,6 millones al cambio actual.
El pago ya fue realizado a la comuna de Asunción y se espera la aprobación de un convenio entre la Municipalidad y la ONG para la implementación de algunos escuálidos beneficios que, básicamente, se traducen en entradas gratis a todos los paraguayos dos días al mes, una vez que se habilite el Museo. No se visualizan condicionantes con relación al uso, enajenación del predio una vez que transcurran los 5 años, que es el plazo establecido por la Ordenanza número 33/95 de “Tierras Municipales”.
Recursos de la envergadura que facilitó la municipalidad de Asunción y el típico convenio de cooperación institucional en el que una de las partes tiene infiltrado a Bruno Defelippe, sin dudas, perfilan el proyecto en una vidriera importante para su amada esposa, hoy aspirante a intendente de la capital del país.
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Plantean proyecto para transparentar millonarios financiamientos de oenegés
Un proyecto de ley que será estudiado en el Senado podría poner fin al millonario negocio montado por algunos sectores a través de organizaciones que se dicen sin fines de lucro, pero que en la realidad equivalen a empresas que manejan millonarios fondos. Entre los casos más escandalosos que trascendieron en los últimos tiempos están la red de oenegés de los excandidatos de la Concertación, Bruno Defelippe y Soledad Núñez, que mueven millones y el Centro de Información y Recursos para el Desarrollo (CIRD) que rapiñaron fondos públicos en pandemia con sueldos para clan del presidente de la organización.
- Unidad de Investigación Nación Media
En los próximos días deberá iniciar el recorrido legislativo del proyecto de ley que establece el control del financiamiento, la transparencia y la rendición de cuentas de las organizaciones sin fines de lucro (OSFL).
El proyecto generó ya molestias en algunos sectores incluso antes de su presentación. Varios de esos sectores están directa o indirectamente vinculados con personas que están ligadas a verdaderas redes de oenegés que manejan millonarios fondos, como los excandidatos de la Concertación, Bruno Defelippe y Soledad Núñez.
DEBERÁN REGISTRARSE
Como primer punto, el proyecto de ley alcanzará a las asociaciones inscriptas con capacidad restringida, las asociaciones que tengan por objeto el bien común, las asociaciones de utilidad pública, las fundaciones, los organismos no gubernamentales, las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones de la sociedad civil, las agencias especializadas, los organismos internacionales reconocidos por la república y demás personas jurídicas extranjeras, así como cualquier persona física o jurídica o estructura jurídica, que reciban o administren fondos públicos o privados, de origen nacional o internacional, a ser destinados o de alguna manera guarden relación con sectores de competencia del Estado, las gobernaciones, las municipalidades, de los entes autárquicos, autónomos.
Es decir, el proyecto alcanzará a aquellas organizaciones que manejen fondos en relación directa con las actividades públicas. Todas estas organizaciones, de acuerdo con el proyecto de ley, deberán inscribirse en el Registro Nacional de Organizaciones sin Fines de Lucro (OSFL), que dependerá del Ministerio de Economía y Finanzas.
MÁS CONTROLES Y TRANSPARENCIA
Un punto resaltante del proyecto de ley es que las OSFL deberán registrar en sus estatutos sociales las identidades de sus constituyentes, además de su objeto, sus fuentes de financiamiento como también con un libro de registro del financiamiento nacional o extranjero, público o privado.
También deberán registrar detalladamente el uso y destino de los fondos que reciban con sus correspondientes facturas y documentos respaldatorios. Además, deberán llevar una lista pormenorizada de todos los profesionales, técnicos, especialistas, personal de cualquier índole, otras OSFL o de cualquier otra persona jurídica, nacionales o extranjeros, que sean contratados o de cualquier manera cumplan tareas o presten servicios vinculados al uso y destino de los fondos que reciban las OSFL.
Otra obligación será la de la presentación de informes semestrales ante el Ministerio de Economía. Y los organismos y entidades del Estado, las municipalidades o entidades binacionales no podrán firmar convenios con OSFL que no estén registradas y al día con sus obligaciones.
MILLONARIOS NEGOCIOS
Un claro ejemplo de las redes que se han generado con las OSFL pare recibir millonarios fondos es la dupla de excandidatos de la Concertación, compuesta por Soledad Núñez y Bruno Defelippe.
La pareja inició su camino como voluntarios, pero con el tiempo tejieron una extensa red de negocios que operan bajo el disfraz de organizaciones sin fines de lucro, todas articuladas por la empresa de Defelippe, bajo la apariencia de “alianzas”, y que cuentan con la participación de un selecto grupo de amigos. Esta intrincada red moviliza miles de dólares provenientes de organismos multilaterales, con la correspondiente contrapartida estatal, alimentando proyectos millonarios que generan lucrativos financiamientos destinados a consultorías y emprendimientos, mayormente dirigidos hacia los miembros de esta influyente élite.
Lo que en sus inicios fue un modesto voluntariado, evolucionó rápidamente hacia un próspero esquema de negocios, aprovechando proyectos públicos relacionados con áreas como el emprendedurismo, la tecnología, la innovación e incluso la contratación de personal docente. Todo ello, presentado bajo la apariencia de promover la “gobernanza” y la “democracia”, permitió a la pareja de candidatos consolidar su base política, siempre amparados en el manto de las organizaciones no gubernamentales (ONG).
El epicentro de esta expansión de las oenegés que operan alrededor de proyectos públicos, movilizando sumas millonarias de guaraníes, se encuentra en Koga Impact Lab, empresa fundada por Defelippe en 2015 con una financiación inicial de USD 900 mil del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y otros USD 700 mil de contrapartida local. Desde Koga se desprenden múltiples entidades, como la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy), responsable de presionar préstamos y promover iniciativas polémicas como las bicisendas en Asunción, entre otras.
La red de organizaciones derivadas de Koga, como la Red de Inversiones Ángel y Sistema B, se entrelaza con diversas instituciones públicas como el Mitic, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de la Mujer y el Ministerio de Industria y Comercio, principalmente Conacyt, obteniendo fondos para proyectos que, en muchos casos, benefician directamente a su círculo cercano.
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La incoherencia de Sole: siendo exministra de gobierno colorado critica a gobierno colorado
Tras la paliza electoral que recibió en las últimas elecciones generales del pasado 30 de abril, junto con el liberal Efraín Alegre, Soledad Núñez, excandidata a la Vicepresidencia de la República, continúa dando manotazos de ahogado para mantenerse vigente en la arena política y en el ruido mediático, pretendiendo instalarse como referente dentro de la oposición.
Sole reapareció con fuerzas en sus redes sociales en el transcurso de las últimas semanas, lanzando cuestionamientos contra el actual gobierno de Santiago Peña y la Asociación Nacional Republicana (ANR), liderada por el exmandatario Horacio Cartes.
Una de las últimas intervenciones de la exestudiante de la Universidad de Oxford y actual tiktoker y que desataron burlas fue su reciente comparación de la dictadura venezolana y el gobierno colorado. “No tengo ningún tipo de intención de mudarme a Venezuela, es una dictadura”, respondió Núñez a un usuario de la citada red social.
Asimismo acotó: “Mi posición es muy clara respecto a lo que se vive en Venezuela. Es bastante similar al régimen que vivimos acá en Paraguay. El Partido Colorado, hoy lo que se ha transformado, quizás una facción dentro tiene muchas similitudes al régimen que se está viviendo en Venezuela”.
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Las críticas contra Núñez no se hicieron esperar, recordándole nuevamente sus inicios dentro de la política paraguaya. Varios ciudadanos manifestaron que fue un gobierno colorado el que le dio la oportunidad de desempeñarse en la gestión pública como extitular de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) y le permitió cierta relevancia.
“Cuando fuiste ministra del régimen colorado estabas muy calladita”, “sinvergüenza fuiste ministra de la vivienda, además con un muy buen sueldo del gobierno del mismo signo político”, “ella fue parte de un gobierno colorado”, “Si este fuese un régimen al estilo Venezuela, ni siquiera tendrías chances para publicar estupideces. No te hagas de la Corina Machado, que estás muy lejos de ser. Del ridículo no se vuelve”, fueron algunos de los cuestionamientos hacia Núñez.