El Gobierno Central se vio en aprietos durante varios días a raíz del planteamiento de enjuiciar políticamente al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y al vicepresidente, Hugo Velázquez. El proceso continúa poniendo a prueba a la clase política bajo una presión ciudadana y mediática.
La firma del acta bilateral sobre la concesión de energía eléctrica de Itaipú, el pasado 24 de mayo, entre Brasil y Paraguay, desató una fuerte crisis que ha puesto a prueba a la clase política del país y tiene en vilo a toda la ciudadanía en general, que aguarda una inmediata definición del conflicto.
Este acuerdo se manejó con total hermetismo por parte de las autoridades de la Cancillería Nacional, la Administración Nacional de Electricidad (Ande) y la Itaipú Binacional. Los puntos duramente cuestionados por los opositores saltaron a la luz tras la renuncia del presidente del ente eléctrico, Pedro Ferreira, el pasado 24 de julio, por no estar de acuerdo con las condiciones del acta bajo el argumento de que favorecería solo al vecino país, perjudicando los intereses del Paraguay. Por esta razón el acuerdo fue calificado de “entreguista”.
Con el pasar de los días, se fueron divulgando los nombres de los que estarían detrás de esta supuesta negociación secreta que provocó varias renuncias en el gabinete de Abdo Benítez, como la del ministro de Relaciones Exteriores, Luis Alberto Castiglioni; el director de la Itaipú, José Alberto Alderete; del embajador paraguayo ante Brasil, Hugo Saguier Caballero, así como la del titular de la Ande, Alcides Jiménez, quien reemplazó por algunos días a Ferreira en el cargo.
El conflicto salpicó también al Presidente y al Vicepresidente debido a las declaraciones del joven abogado José “Joselo” Rodríguez, quien indicó que actuó como supuesto intermediario de ambas autoridades en las negociaciones con el vecino país, eliminando todo beneficio para el Paraguay. Durante este proceso, Abdo Benítez se llamó a silencio.
Este hecho agravó más la crisis, situación que fue aprovechada por la minoría opositora, que hasta la fecha insiste en llevar adelante un juicio político a las cabezas del Gobierno. Según algunos referentes colorados, la intención es sacar a la Asociación Nacional Republicana (ANR) del poder.
Si bien se habla de que convocarían a elecciones inmediatas, hay quienes opinan que hay precedente de que el titular del Congreso Nacional asume el cargo en el Ejecutivo, en caso de darse la doble acefalía, y convoca a elecciones para la Vicepresidencia solamente. Según algunos analistas políticos, legisladores y otros referentes, el cambio de mando iba a provocar una mayor recesión en el ámbito económico, la cual implicaría mayores gastos para nuevas elecciones, inestabilidad en el sistema democrático e institucional y un estancamiento en todas las gestiones ejecutivas.
DESACELERACIÓN ECONÓMICA
Toda esta crisis se desata en medio de una grave desaceleración económica, que según el ex presidente del Banco Central del Paraguay (BCP) Carlos Fernández Valdovinos visualiza un panorama poco alentador, al señalar que Paraguay técnicamente ya ha entrado en una recesión, lo cual conllevará mayor desempleo y por consiguiente más pobreza. Toda esta situación está llevando a un alto grado de rechazo de la ciudadanía, que aplazó al Gobierno en su primer año de gestión.