El jefe de Estado, Santiago Peña, anunció que ya se encuentra vigente la reglamentación de la Ley 7269/2024, “De prevención, control y erradicación de la violencia en el deporte”. La normativa fue promulgada por el Poder Ejecutivo el 11 de junio del 2024 y plantea una serie de sanciones para los deportistas, aficionados y organizadores que promuevan o permitan los hechos de agresividad en sus eventos.
“Cumpliendo con nuestro compromiso de garantizar un Paraguay más seguro, por primera vez hemos abordado de manera integral la violencia en el deporte”, manifestó el mandatario a través de sus redes sociales oficiales. La reglamentación de la citada ley fue establecida mediante el decreto 3337/25. La norma estipula entre las conductas de violencia no solo la agresión física, sino incluso cánticos o la portación de carteles con mensajes ofensivos en el estadio e incluso en las inmediaciones del evento.
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“Este nuevo marco legal brinda herramientas efectivas para combatir la violencia en los estadios, protegiendo a los espectadores, a la comunidad deportiva y asegurando el desarrollo seguro de los espectáculos deportivos”, manifestó Peña. En la ley también se fija el castigo para quienes financien a grupos organizados, conocidos como barrabravas. Con relación a las sanciones, independientemente a un castigo penal para situaciones concretas de agresión y destrozos, se establece multas para los infractores.
Igualmente, la ley indica que se aplicará la prohibición de acceso a los aficionados, o de la organización en el caso de los clubes. “Las medidas implementadas no solo reforzarán la seguridad, sino que también contribuirán a la convivencia pacífica, al impulso del deporte y al fortalecimiento de la economía”, comentó el presidente.
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Ganar-ganar, la estrategia internacional de Paraguay
El presidente de la República, Santiago Peña, se reunió con empresarios e inversores del sector agroindustrial del estado de Paraná, Brasil. En el encuentro en la ciudad de Curitiba, el primer mandatario mostró ante tan influyente grupo de personas una agenda de trabajo de modo de incentivar el conocimiento y reconocimiento de nuestro país como lugar propicio para el comercio y la inversión.
La reunión ordinaria de la Organización de Cooperativistas del Paraná (Ocepar) no pudo ser más oportuna. Ahí se reúnen personas y representantes de empresas de alta categoría ansiosos de expandirse y de crecer. Buscan que la rentabilidad esperada se convierta en ganancias, de modo de que el retorno del capital no se vea afectado o directamente dañado por la inseguridad, la inflación, los excesivos y engorrosos trámites e impuestos.
Ante este escenario el presidente Peña expuso ante tan prestigiosa organización del hermano país del Brasil, diciendo que en nuestro país encontrarán el ambiente favorable, agregando algunas reflexiones para atraer inversiones y crear puestos de trabajo en los países.
Afirmó el primer mandatario que para él –además de ofrecer nuestro país las condiciones necesarias para las proyecciones de crecimiento de los propietarios, gerentes y empresas ahí presentes– lo relevante consiste en producir, invertir y crecer juntos. Esta aseveración es para tomar nota. Es una línea de pensamiento relacionada de cómo Paraguay debe presentarse ante el concierto de las relaciones internacionales.
En efecto, es preciso tomar atención a que las naciones como partes actuantes en un mundo cada vez más competitivo finalmente obtengan beneficios mutuos, esto es el win–win, ganar–ganar. Esta es una secuencia a la que bien podríamos adjetivar como virtuosa desde la inversión, luego la producción hasta dar como resultado el crecimiento de las economías que conlleva puestos de trabajo y mejores salarios.
Esta forma de relacionamiento en el ámbito internacional da buenos resultados. Los países y las personas salen ganando recíprocamente sin necesidad de hacer valer aquello de que una parte gana y la otra pierde. Y no interesa si una de las partes es de menor porte, sea en territorio, población o en el mismo producto interno bruto: cuando los países compiten en un marco de cooperación mutua, el beneficio recae sobre la población.
El win–win trae provecho recíproco. Cada uno de acuerdo a sus propias realidades y de manera conjunta agregan cadenas de valor. Las oportunidades de desarrollo están ahí y se consolidan mientras sepamos valorar lo que tenemos y la otra parte tomará en cuenta porque también sabe que le conviene.
De ahí que la integración y la prosperidad compartida, tal como cree el presidente Peña a tenor de sus expresiones, se convierten en una oportunidad que no puede desaprovecharse, que no se puede esperar que suceda por sí solo porque caso contrario se pierde y hasta podría no volver a darse. Estas son las razones de fondo por las que el presidente Peña aboga en sus viajes al exterior.
De manera que no se trata solo de viajar, se trata de ser vistos y oídos en los mejores lugares, ahí donde se encuentran personas y empresas con poder de decisión. La mejor estrategia país, por tanto, consiste en hacerse notar como jugador titular y no solo de suplente. Esta visión estimula oportunidades únicas a darse en todos los lugares donde sea posible.
Es la manera en que nos tomen en cuenta en un mundo complejo que, sin duda, cada vez más requiere de energía limpia y renovable, conexión bioceánica, seguridad, baja inflación, bajo riesgo país, bajos impuestos y proyecciones de crecimiento; exactamente lo que ofrecemos como país.
Este enfoque del win–win proveniente de la mirada positiva del primer mandatario para que juntos los países se beneficien entre sí, va más allá del personalismo o de viajar para darse el gusto (afirmación esta última que denota ignorancia y resentimiento del que espera que todo le caiga de arriba sin hacer su parte).
La estrategia de hacernos notar ante el mundo como nación heroica así como también laboriosa y productiva en el relacionamiento con los demás países está en que las partes ganan, win–win, y es más que una cuestión de negociación; es una cuestión de autoestima y de confianza puesta hacia nuestra población.
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Oportunidades de desarrollo entre Paraguay y Paraná
El mandatario paraguayo participó de una reunión con empresarios e inversores del sector agroindustrial, en el marco de la búsqueda de oportunidades de desarrollo, integración y la generación de empleos para el país.
“Fuimos hasta la capital del Estado de Paraná, estuvimos en Curitiba, realmente muy, pero muy importante la reunión que tuvimos con empresarios locales, que hoy están mostrando un enorme interés en Paraguay, les estuvimos hablando de todas las ventajas, la cercanía que tenemos con el Estado de Paraná y por supuesto nosotros super interesados”, expresó el presidente Peña.
Afirmó que Paraná es un Estado con el doble de la población de Paraguay, pero tiene un producto interno bruto (PIB) tres veces del tamaño de Paraguay, además de ser un Estado con un fuerte potencial en la agricultura, el comercio, y otras actividades que puedan ser trabajados en una cooperación con Paraguay.
MAYORES INVERSIONES
“Una potencia agrícola, industrial, comercios, servicios, tecnológicos, y creemos que hay enormes oportunidades ahí también para generar mayor cooperación económica y mayores inversiones, y eso va a generar mayores fuentes de trabajo para los paraguayos”, apuntó el mandatario.
El presidente Peña presentó las potencialidades que ofrece el Paraguay para un desarrollo conjunto y complementario con la región brasileña del Paraná, durante el encuentro con empresarios e inversores.
“Desde el Gobierno de Paraguay consideramos que todavía hay mucho por hacer, trabajando juntos, Paraguay tiene que salir todavía a mostrar sus oportunidades y potencialidades, seguir trayendo inversiones desde fuera de la región”, señaló el presidente.
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Respaldo político de gobernadores a Peña potencia agenda de inversiones en Paraguay
El presidente de la República, Santiago Peña, en su visita a la ciudad de Curitiba, Estado de Paraná, Brasil, contó con el respaldo político de una delegación de gobernadores del Paraguay, en el marco de un conversatorio con empresarios e inversores del sector agroindustrial.
Los jefes departamentales destacaron la unidad de gestión y el compromiso conjunto de acompañar la estrategia de desarrollo impulsada desde el Ejecutivo.
Los empresarios brasileños manifestaron un fuerte interés en invertir en Paraguay, valorando las condiciones ventajosas que ofrece el país, como su producción eficiente, infraestructura logística avanzada, impuestos competitivos y una relevante integración regional.
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Se destacó especialmente la ubicación estratégica de Paraguay, la disponibilidad de energía limpia y a bajo costo, así como la estabilidad macroeconómica que brinda un entorno propicio para el crecimiento conjunto.
El presidente Peña, junto a los gobernadores, subrayó la intención del país de forjar alianzas duraderas con el sector privado regional. “Paraguay está listo para crecer de la mano de quienes confían en nuestro potencial”, expresó durante el mensaje que fue recibido con optimismo por los participantes.
Doble significado
La presencia de los gobernadores tuvo un significado doble: proyectar la imagen de un Estado articulado y ofrecer la confianza a los inversores sobre la continuidad de las políticas de desarrollo. La agroindustria, motor clave en las economías del Cono Sur, se posiciona como un sector estratégico para Paraguay en su proyección internacional.
Esta gira presidencial forma parte de la agenda de internacionalización económica del gobierno Peña, que busca abrir nuevos mercados, atraer inversiones y fortalecer la integración productiva con los países vecinos, consolidando a Paraguay como un socio confiable y atractivo para grandes capitales en la región.
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Crisis en Nepal: violencia y corrupción, lecciones que Paraguay no debe ignorar, señala Gamarra
El diputado colorado Rodrigo Gamarra realizó un análisis acerca de la crisis política y social que está atravesando la República de Nepal, en medio de violentos disturbios sociales que incluso está dejando nefastas cifras de fallecidos. A través de sus redes sociales, el legislador expresó que Nepal no es un simple ejemplo, sino que es una seria advertencia que debe ser observada.
En comunicación con La Nación/Nación Media, igualmente señaló que en solo 15 años, Nepal cambió 14 gobiernos. Señaló que golpe tras golpe se ha producido una sucesión interminable de conspiraciones, corrupción, alianzas rotas, prensa militante, ONG infiltradas, promesas vacías y caos institucional.
“Este último gobierno que cayó venía ya con un sistema devorado por la fragmentación política, corroído desde adentro, sin estabilidad. ONG extranjeras que manipularon también la información con intereses políticos, manipulación mediática, odio digital, corrupción obviamente dentro del gobierno también y fuera, sin consecuencias y conspiraciones permanentes. Ese fue realmente el detonante", mencionó.
Señaló que el último gobierno de ese país cayó así sin juicio político, sin moción parlamentaria, sin elecciones, con muertos, con fuego, violencia, y descontrol. Indicó que más allá de su errada decisión de censurar las opiniones en redes sociales, con los malos manejos, era muy probable que no llegaba tampoco a término.
Romantizan la violencia
Independientemente de lo que ocurra en el país asiático, el legislador expresó su preocupación por la repercusión que está teniendo a nivel local, donde existen ya ciertos referentes políticos y mediáticos que de alguna forma están anhelando que este caos se replique en el Paraguay.
“Lo llamativo de siempre, es que ciertos actores, claramente identificados con el resentimiento, el caos y la apología al vandalismo, salen a romantizar lo ocurrido en Nepal, como si las muertes, la destrucción y el incendio del Congreso fueran una revolución ejemplar”, cuestionó.
El legislador sostuvo que no se puede ser ingenuo ni ignorar ese tipo de señales, ni sacarle el ojo a esa gente, ya que se sabe bien quiénes son y lo que buscan.
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“Son una pequeña minoría con intereses creados directamente en el Estado que defienden intereses, que defienden a medios, que defienden a sectores bancarios que prestaban plata a narcotraficantes, que estaban vinculados a narcoministros, que estaban vinculados a gobiernos de desfalco”, expresó.
Agregó que para él, esta gente no quiere justicia, no quiere democracia, no quiere paz. “Lo que quieren ellos es volver a tener poder para facturar otra vez con sus medios, mover otra vez la plata sucia en sus bancos, usar la Fiscalía como garrote, manejar el Estado como si fuera su empresa. No tienen votos, ni pueblos, ni proyectos. Lo único que les queda es citar el odio y empujar a otro a luto”, lamentó.
Defender la democracia
Gamarra insistió en que no se trata de defender a un gobierno, sino que se trata de defender el sistema democrático y republicano. “En Paraguay, esto funciona como reloj suizo. Se respetan los plazos electorales, los presidentes y gobernadores cumplen su mandato, todos los partidos políticos tienen internas abiertas, listas desbloqueadas, nuestro Congreso funciona con independencia, el país es estable, ordenado, previsible”, precisó.
Destacó además que con el gobierno nacional los programas sociales están llegando a todos los rincones del país, beneficiando a los más vulnerables. Remarcó que es un gobierno que está trabajando con responsabilidad, sin estar reivindicando colores ni sectores.
“No estamos en alerta por el miedo, sino que hay que estar en alerta por un sentido de responsabilidad. No se puede dejar pasar que se glorifique la destrucción, ni que se le haya asesinado, quemado viva a una mujer por ser la esposa del presidente de un país. Entonces la violencia no es una vía legítima para llegar al Congreso, ni al poder”, remarcó.
Finalmente, sostuvo que una persona sana mental, coherente, sensata, con responsabilidad política y democrática no puede estar aplaudiendo ese tipo de situaciones. “Si podemos condenar los regímenes dictatoriales o antidemocráticos como Venezuela, o tal vez como lo habrá sido en estas situaciones en Nepal también, pero no por la vía de la violencia, ni de justicia por propias manos. Porque ahí estamos errando el camino”, concluyó.
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