La Secretaría de Desarrollo para Repatriados y Refugiados Connacionales (Sederrec) informó que ayer sábado llegaron a Paraguay 9 connacionales procedentes del Líbano, en el marco de las gestiones del Gobierno para la asistencia y repatriación de paraguayos que se encuentran en zonas de conflicto. En total, 22 paraguayos ya lograron volver al país a través de estas gestiones desde dicho territorio de Medio Oriente.
El informe de la Secretaría detalla que entre los compatriotas retornados se encuentran Esmilce Riveros y Sandra Estigarribia, “ambas con dos hijos menores de edad, quienes lograron trasladarse hasta Jordania, desde donde se concretó su retorno al país”. También fueron repatriados la familia compuesta por Jessica Lovato y sus dos hijas, que fue repatriada desde Beirut.
“Ya suman 22 los connacionales evacuados y repatriados desde Líbano mediante un trabajo articulado entre la Sederrec y la Cancillería”, indica el comunicado. “El Gobierno nacional continúa monitoreando la situación de nuestros connacionales en la zona de conflicto, para propiciar el retorno de quienes así lo desean”, señala el informe de Repatriados.
En esa ocasión la Cancillería nacional, en coordinación con autoridades brasileñas se desarrolló vuelos humanitarios para traer a 16 paraguayos al país a paraguayos desde el Líbano, con la escalada de la crisis en el Medio Oriente, por el enfrentamiento entre el Estado de Israel y las milicias libaneses proiraní Hezbolá.
El pasado 3 de octubre, el ejército de Israel lanzó 15 bombardeos contra objetivos de la milicia Hezbolá en Beirut. La Fuerza Aérea israelí informó días después había llevado a cabo una “extensa operación” en el sur de Líbano en contra de más de 120 “objetivos terroristas”.
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El líder de Hezbolá rechaza solicitud de desarme en Líbano
El líder de Hezbolá, el movimiento chiita proiraní de Líbano, afirmó ayer domingo que su milicia, muy debilitada tras una guerra con Israel, no va a “capitular” ni entregar las armas, pese a las fuertes presiones en ese sentido. “La amenaza no nos hará capitular”, afirmó Naim Qasem en un discurso televisado ante miles de partidarios en el suburbio sur de Beirut, bastión de Hezbolá, con motivo de la conmemoración religiosa chiita de Ashura.
“Que nadie nos diga hoy ‘suavicen sus posiciones’” y “entreguen sus armas”, agregó. El discurso tuvo lugar en la víspera de la llegada a Beirut del emisario estadounidense, Tom Barrack. Las autoridades libanesas deben dar una respuesta a su solicitud de desarmar a la formación chiita antes de fin de año, indicó un funcionario libanés que solicitó el anonimato.
Pero Naim Qasem afirmó que, en primer lugar, Israel debería aplicar el acuerdo de alto al fuego con Líbano, “retirarse de los territorios ocupados, detener su agresión” y “liberar a los prisioneros” libaneses. Exigió además que se inicie la reconstrucción de las zonas devastadas por la guerra que terminó en noviembre.
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En ese momento, “estaremos prontos para la segunda etapa, que es discutir la seguridad nacional y la estrategia de defensa” de Líbano, un término que incluye la cuestión del desarme de Hezbolá, agregó. Naim Qasem sucedió al carismático líder de Hezbolá Hasán Nasralá, quien murió en un ataque israelí en la periferia sur de Beirut en septiembre pasado, durante la guerra que enfrentó al grupo chiita contra Israel.
A pesar de un alto al fuego que entró en vigor el 27 de noviembre después de más de un año de hostilidades, que incluyeron dos meses de guerra abierta, el ejército israelí realiza a menudo ataques en Líbano, afirmando que apunta contra la formación proiraní. El ejército israelí debía retirar completamente sus tropas de Líbano, pero, contrariamente al acuerdo, decidió mantener cinco posiciones en el sur del país, consideradas estratégicas.
Fuente: AFP.
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EE. UU.: Secretaría de Repatriados realiza trámite para traer al país restos de compatriota asesinada
El Ministerio de Relaciones Exteriores informó este jueves que actualmente se encuentra realizando todos los trámites y acompañamiento del proceso final para la repatriación de los restos de la compatriota que fue asesinada en los Estados Unidos. El crimen ocurrió el pasado 12 de junio, pero las autoridades norteamericanas recién comunicaron el viernes 20.
Desde el ministerio manifestaron que están trabajando en coordinación con la Policía del Estado de Arkansas y la Secretaría Nacional de Repatriados para viabilizar el proceso de repatriación. Como resultado de las gestiones se logró agilizar el procedimiento de traslado, cuya etapa final ya se encuentra en curso.
“La Secretaría de Repatriados actualmente se aboca al proceso final de repatriación, a fin de que los restos mortales de la compatriota puedan llegar a suelo paraguayo para recibir el debido acompañamiento de sus seres queridos”, detallaron en el comunicado.
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Antecedentes de caso
El pasado 12 de junio, falleció la compatriota Lourdes Núñez Burgos, de 42 años, en el Estado de Arkansas, EE. UU. El viernes 20 de junio, la representación consular vía telefónica recibió la trágica noticia por parte del oficial Michael Watson. Tras el contacto se comunicó a la Cancillería Nacional e iniciaron la localización de familiares en Paraguay.
Resaltaron que por razones de confidencialidad y conforme al protocolo policial del Estado de Arkansas, las autoridades locales aún no proporcionaron más detalles sobre las circunstancias del fallecimiento de Lourdes.
Lourdes, quien era abogada y estaba trabajando en inteligencia artificial, habría sido asesinada por Stephen Keith Gantz, de 54 años, de nacionalidad estadounidense, con quien estaba casada hace 8 meses. Tras cometer el crimen, el hombre huyó de la vivienda.
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Israel elimina a un jefe de Hezbolá en el sur de Beirut
- Beirut, Líbano. AFP.
El ejército israelí bombardeó este martes un suburbio del sur de Beirut, un bastión de Hezbolá, lo que causó la muerte de cuatro personas, incluyendo un dirigente del movimiento islamista. Es el segundo bombardeo israelí contra la capital de Líbano en menos de una semana después de meses de alto el fuego en la guerra contra el grupo chiita libanés.
El ataque se produjo sin previo aviso hacia las 3:30 (0:30 GMT), durante la fiesta del Aíd al Fitr, que marca el fin del mes del ayuno del Ramadán, celebrado por musulmanes en todo el mundo. El bombardeo dejó cuatro muertos y siete heridos, según el Ministerio de Salud libanés.
Israel indicó que su ataque fue dirigido contra Hasan Bdair, un alto cargo del movimiento libanés, que fue “eliminado” en el bombardeo. Hezbolá es aliado del grupo islamista Hamás, en guerra contra Israel en la Franja de Gaza. Bdair “recientemente dirigió a agentes de Hamás y los asistió en la planificación de un ataque terrorista, significativo e inminente, contra civiles israelíes”, indicó el ejército israelí en un comunicado.
Según una fuente de Hezbolá, Bdair se encontraba “en su casa con su familia”. Un fotógrafo de la AFP constató que las últimas dos plantas de un edificio quedaron destruidas. El primer ministro libanés, Nawaf Salam, denunció una “violación flagrante” del alto al fuego, que entró en vigor el 27 de noviembre y puso fin a un año de conflicto entre Israel y Hezbolá.
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“Plena soberanía”
El presidente libanés, Joseph Aoun, condenó el ataque israelí y pidió apoyo a sus aliados para defender “la plena soberanía” del país. Sin identificar el objetivo, el ejército israelí dijo que actuó para “eliminarlo y remover la amenaza. Desde el inicio de la tregua, ambas partes siguen acusándose mutuamente de violar el cese el fuego.
El viernes, Israel ya bombardeó la periferia sur de Beirut en respuesta al lanzamiento de cohetes contra territorio israelí. Hezbolá negó haberlos disparado. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que Israel atacará Líbano “contra cualquier amenaza”.
El dirigente de Hezbolá, Naim Qasem, condenó el sábado la reanudación de los bombardeos israelíes y pidió que “se ponga fin a esta agresión”. Hezbolá abrió un frente contra Israel al inicio de la guerra en la Franja de Gaza, el 7 de octubre de 2023, afirmando actuar en apoyo de los palestinos.
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Estas hostilidades, que degeneraron en guerra abierta en septiembre de 2024, causaron más de 4.000 muertos en Líbano y obligaron a huir a más de un millón de personas. En el lado israelí, el número de muertos ascendió a 78, incluidos 48 soldados que se sumaron a los 56 muertos en una ofensiva terrestre lanzada en Líbano a finales de septiembre, según cifras oficiales.
Unos 60.000 habitantes del norte de Israel han sido desplazados, la mitad de los cuales aún no han regresado a sus hogares, según las autoridades. Según los términos del acuerdo de alto el fuego, sólo el ejército libanés y las fuerzas de paz de la ONU deben desplegarse en el sur de Líbano, mientras que Hezbolá debe retirarse al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera con Israel, y desmantelar su infraestructura militar en el sur. No obstante, el ejército israelí ha mantenido tropas en cinco posiciones calificadas de estratégicas en el sur del Líbano.
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Israel ataca Líbano tras disparos de cohetes contra su territorio
El ejército israelí bombardeó Líbano el sábado, tras interceptar cohetes disparados desde el país vecino y pese a la tregua que rige con el movimiento libanés Hezbolá, que negó estar implicado en el ataque. Los bombardeos mataron a una mujer y a una niña en la localidad meridional de Tulin, informó la agencia de noticias libanesa NNA, y se producen después de que el ejército israelí interceptara tres proyectiles lanzados desde el país vecino.
Un responsable del ejército del aire israelí informó que se dispararon seis cohetes en total. El cuerpo armado informó que bombardeó “decenas de lanzacohetes y un centro de mando desde donde operaban terroristas de Hezbolá” en el sur de Líbano.
Pero el ataque contra el norte de Israel, de momento, no fue reivindicado y el grupo chiita negó “cualquier implicación” en los disparos. “Las alegaciones del enemigo israelí forman parte de los pretextos para continuar sus ataques contra Líbano, que no han cesado desde que se anunció el alto el fuego”, denunció Hezbolá en un comunicado.
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Un acuerdo de tregua puso fin el 27 de noviembre a dos meses de guerra abierta entre Israel y el pro-iraní Hezbolá. El conflicto estalló tras meses de cruces de disparos en la zona fronteriza, donde el poderoso grupo libanés abrió un frente en solidaridad con el movimiento islamista palestino Hamás al inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023.
La tregua logró mantenerse en líneas generales, a pesar de las acusaciones mutuas de repetidas violaciones. El jefe del Estado Mayor israelí, el general Eyal Zamir, había advertido que el ejército respondería “severamente a los ataques de esta mañana”.
“No podemos permitir que se disparen cohetes desde Líbano hacia las comunidades de Galilea”, dijo el ministro de Defensa israelí, Israel Katz. Las sirenas antiaéreas sonaron en la mañana en Metula, una localidad del norte de Israel, en la frontera con Líbano. Su alcalde, David Azoulay, informó que algunos habitantes decidieron dejar el pueblo tras los disparos de cohetes. Y detalló que solo un 8% de la población regresó al lugar desde el inicio de la tregua.
Lanzadores de cohetes desmantelados
El primer ministro de Líbano, Nawaf Salam, advirtió del “riesgo de que las operaciones militares se reanuden en la frontera sur”. “Esto podría arrastrar al Líbano a una nueva guerra, con consecuencias desastrosas”, indicó, según su oficina de prensa. La agencia de noticias libanesa NNA señaló en la mañana que aviones israelíes sobrevolaron el sur de Líbano y que misiles interceptores estallaron en la zona.
Las tropas israelíes también realizan operaciones de barrido con armas automáticas en las colinas de Hamames, añadió la agencia. El ejército libanés anunció que encontró “tres lanzadores de cohetes artesanales en una zona situada al norte del río Litani”, a unos 30 km de la frontera israelí, y “procedió a su desmantelamiento”.
La Fuerza de la ONU en Líbano (Finul), desplegada en el sur del país, expresó en un comunicado su preocupación por una “posible escalada” de la violencia. Y el presidente libanés, Joseph Aoun, denunció que “la agresión [israelí] continúa contra Líbano”.
Cuando empezó la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, Hezbolá era un actor clave de la vida política en Líbano y el movimiento más poderoso del país. Pero en septiembre de 2024, el cruce de disparos entre Hezbolá e Israel se transformó en una guerra abierta con bombardeos masivos en Líbano.
El movimiento chiita, la única facción en Líbano que conservó las armas tras la guerra civil (1975-1990), salió muy debilitado del conflicto y su liderazgo quedó ampliamente diezmado. Cuando empezaron los disparos transfronterizos en 2023, los habitantes de la zona recibieron órdenes de evacuación. Cerca de 60.000 personas se vieron desplazadas del norte de Israel.
En el lado libanés, más de un millón de personas huyeron del sur del país, de las cuales unas 100.000 siguen desplazadas, según la ONU. Según los términos del acuerdo de tregua, Israel debía retirarse del sur de Líbano, donde sólo se desplegarían el ejército libanés y las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU.
Pero el ejército israelí conservó cinco posiciones estratégicas a lo largo de la frontera sur de Líbano alegando motivos de seguridad. Hezbolá, a su vez, debía desmantelar su infraestructura y retirarse al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera israelí.
Fuente: AFP