El Gobierno, a través de Itaipú Binacional, realizó la entrega a la Policía Nacional del primer lote de 250 patrulleras, 100 motocicletas y 1.500 chalecos antibalas, que representa una inversión de USD 12 millones. El presidente Santiago Peña participó del acto que se realizó este jueves en la explanada del Palacio de López, remarcando la decidida lucha contra los grupos criminales al fortalecer a las fuerzas de seguridad.
“Nosotros no vamos a mirar al crimen organizado desde la gradería, le vamos a enfrentar de pie defendiendo a la república del Paraguay. Por eso, hemos tomado la decisión de hacer esta inversión histórica de más de 500 millones de dólares en estos 5 años de gobierno”, enfatizó el mandatario.
“Somos conscientes que los paraguayos no nos sentimos seguros y por eso enfrentamos la problemática, esa fue nuestra promesa, hoy empezamos a cumplirla con hechos concretos. En Paraguay estamos cansados de las improvisaciones, y hoy no queremos ser simplemente reactivos, sino activos, anticiparnos y para eso construimos un plan estratégico para la seguridad nacional. Parte de esa estrategia es la entrega de estos equipos”, indicó Peña.
El presidente señaló que esta entrega de equipamiento es apenas el comienzo del combate que se dará al crimen organizado y expresó su total apoyo a los agentes policiales, como también al comandante de la Policía Nacional, el comisario general Carlos Benítez, así como al ministro del Interior, Enrique Riera.
“Apreciados compañeros de la Policía Nacional, este es apenas un comienzo de una larguísima lucha que pelearemos juntos y yo me pongo al lado de cada uno de ustedes, me pongo a lado del Comandante de la Policía Nacional, a lado del Ministro del Interior para luchar como uno más al frente de este gran país, dotándoles de mejores herramientas es solo una parte de lo que tenemos y lo que vamos a hacer”, puntualizó Peña.
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Titulación masiva: “La tan mentada reforma agraria la está llevando el gobierno de Peña”, dice diputado
El diputado Alejandro Aguilera destacó el compromiso del gobierno de Santiago Peña con la histórica reivindicación de la reforma agraria, al concretarse hasta la fecha la entrega de 10.000 títulos de propiedad desde su inicio de gestión a través del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
El Gobierno busca alcanzar la meta de 50.000 títulos a nivel nacional para el año 2028. Aguilera manifestó que la titulación masiva no solo busca regularizar la situación de la tierra para los campesinos, sino que también representa una inversión social significativa en el ámbito rural, permitiéndoles mejorar sus ingresos y calidad de vida.
“La tan mentada reforma agraria la está llevando a cabo el gobierno de Peña con la titulación masiva de tierras. La gestión del presidente está dignificando al campesinado, con la titulación de tierras se multiplica el valor de la propiedad, también se insertan al circuito económico, esto significa que por primera vez tendrán la oportunidad de salir de la postración y progresar”, dijo el dirigente político del departamento del Guairá.
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Primera entrega de títulos en Andrés Barbero
Las afirmaciones de Aguilera surgen tras darse a conocer que para mañana lunes 28 de julio, se realizará la primera entrega masiva de títulos de propiedad a los labriegos de la colonia Andrés Barbero, departamento de San Pedro, con la presencia del presidente de la República. El acto está previsto para las 9:00.
“La Asociación Nacional Republicana se fundamentó sobre las bases del agrarismo nacional, la defensa férrea al campesino. Peña hizo una lista de compromisos que tenía que cumplir durante estos 5 años de administración y entre ellos está resolver el problema histórico de la tierra“, comentó el titular del Indert, Francisco Ruiz Díaz en una entrevista con la radio La Voz de Ñemby.
Son 66 los primeros beneficiarios que recibirán los documentos que les acredita ser propietarios legítimos de sus tierras. Tuvieron que pasar 70 años y 11 presidentes de la República para que finalmente se empiece a entregar los títulos de propiedad a los ocupantes de las tierras de esta emblemática colonia, en la capital del segundo departamento.
“Esto será un momento histórico dentro de lo que es la reforma agraria, representa la solución de un problema que lleva 70 décadas y una muestra de que cuando existe voluntad se puede todo. En total hay 2,000 familias asentadas en la colonia, son 17.000 hectáreas", comentó.
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Titulación de colonia Andrés Barbero honra acuerdo con Italia tras 70 años
El presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Francisco Ruiz Díaz, puntualizó que se está honrando un acuerdo internacional firmado con la República de Italia con el inicio de la titulación masiva de la emblemática colonia Andrés Barbero (San Pedro), brindando una solución tras 70 años de espera.
Este lunes, el presidente de la República, Santiago Peña, tiene previsto llevar adelante su jornada de Gobierno en el departamento de San Pedro, específicamente en la colonia “Sucesión” (ex Andrés Barbero) o más conocido como Barbero Cué; donde se hará la primera entrega masiva de títulos de propiedad a campesinos beneficiarios.
En comunicación con La Nación/Nación Media, Ruiz Díaz refirió que son los primeros 66 beneficiarios que recibirán los documentos que los acreditan como propietarios legítimos de sus tierras.
Comentó que la importancia de esta primera entrega de títulos a los colonos de Andrés Barbero se debe, por un lado, por los antecedentes como asentamiento, que datan de 1951, es decir que llevan 74 años peleando por lograr la titulación de sus inmuebles.
“Estamos hablando de cuatro generaciones, por lo menos, que han pasado por el Gobierno ya 11 presidentes de la República. Es una colonia que se destinó para asentamiento humano en el año 1951. Así lo decidió el científico Andrés Barbero. Desde ese entonces, que se tiene ocupación, pero nunca se había podido entregarle títulos de propiedad a las personas, debido a problemas judiciales”, precisó.
Acuerdo internacional
Además, Ruiz Díaz manifestó que con esta entrega se da cumplimiento al tratado internacional entre Paraguay e Italia, que había sido propietaria de estas 17.000 hectáreas y que fueron donadas al Estado paraguayo para la entrega a sus habitantes.
“La colonia Andrés Barbero es un tema internacional. Se trata de la donación del Gobierno de Italia que condicionaba la regularización de la tierra en favor de los ocupantes. Entonces, hoy nosotros, con la titulación, estamos honrando este acuerdo internacional, entregando sus títulos a los ocupantes, una tierra ya regularizada con toda la garantía y la seguridad jurídica que ello implica”, puntualizó.
Trabajo público-privado
Como tercer aspecto, indicó que la concreción de todo este trabajo se da gracias un esfuerzo público y privado, entre Indert y la Unión de Gremios de la Producción (UGP), que han trabajado juntos para salvar los problemas que se estuvieron arrastrando por años y llegar a hoy a la entrega de los títulos.
El titular del Indert detalló que esta colonia Andrés Barbero es una comunidad muy grande con cerca de 2.000 beneficiarios, que habitan las 17.000 hectáreas que conforman esta propiedad y durante años ha atravesado muchos problemas. La comunidad instaló la cooperativa “Koga Poty”, que describió como un ensayo experimental muy interesante, apoyado y tutelado por la UGP.
“Son pequeños productores que decidieron unir su esfuerzo, así como unir sus inmuebles para tener escalas con eso, y demostrar que los pequeños productores también pueden ingresar a la agricultura de alta productividad o a la agricultura mecanizada. Y ellos hoy están produciendo productos que son exportados en el ámbito del comercio internacional. Son pequeñas parcelas, y que la clave siempre va a ser la asociatividad o la organización a través de las cooperativas”, dijo el titular del Indert.
Superar las barreras
“Identificamos esa tranca y, bueno, a partir de ahí trabajamos en eso y logramos destrabar, principalmente con el apoyo de la Corte Suprema de Justicia, la Dirección General de los Registros Públicos y la Dirección de Catastro, logramos destrabar el problema y con eso estamos llegando”, expresó.
Explicó que el principal problema era que ya en el pasado se realizaron tres mensuras, las cuales decía que esta colonia tenía solamente 14.000 hectáreas, y esto no era aceptado por los colonos que exigían 17.000 hectáreas. Finalmente, se llegó a un acuerdo, de avanzar en todos aquellos lotes que no tienen problemas judiciales por superposición de loteamientos, pero respetando la totalidad de las 17.000 hectáreas, esperando que la justicia resuelva finalmente lo que falta.
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Carlos Peris: “Todo proyecto de gobierno necesita sociólogos”
- Jimmi Peralta
- Fotos: Archivo
El Dr. Carlos Peris, en conversación con La Nación, aborda una breve reseña de la historia de la sociología en Paraguay, su situación actual y su proyección. En ese marco, plantea una puesta en valor práctico de esta especialidad de las ciencias humanas, que en el contexto de urgencias para el desarrollo productivo nacional nuevamente corre el riesgo de ser postergada en su desarrollo.
Entre otras tantas cosas, desarrollo de la ciencia sin dudas replica con retraso en Paraguay, algo propio del país cuyas causas pueden ser imputadas a sus condiciones geográficas, económicas, migratorias, políticas, culturales y otras tantas más. En los últimos vagones de ese aletargado tren del conocimiento sistemático y verificable, se encuentran aquellas disciplinas que suelen nombrarse de manera general como humanidades.
Ahí, en ese puñado de ramas académicas resiste la sociología, con todavía una novel facultad en la Universidad Nacional de Asunción, y luego de transitar muchas décadas de menoscabo o cajonear por cuestiones políticas a los libros de Comte, Marx, Durkheim, Weber y otros.
El Dr. Carlos Peris, en conversación con La Nación, aborda una breve reseña de la historia de la sociología en Paraguay, su situación actual y su proyección. En ese marco, plantea una puesta en valor práctico de esta especialidad de las ciencias humanas, que en el contexto de urgencias para el desarrollo productivo nacional nuevamente corre el riesgo de ser postergada en su desarrollo.
–¿Cuáles son los orígenes de la Sociología en Paraguay?
–La Sociología en Paraguay empezó a principios del siglo XX de manera muy lenta y secundaria, surgiendo como una materia más dentro de la formación en Derecho. El desarrollo científico del país era muy incipiente, el acceso universitario restringido y la oferta académica se limitaba principalmente a ciencias jurídicas y de la salud, solo en la Universidad Nacional (hoy Universidad Nacional de Asunción).
–¿Existía por entonces alguna inclinación hacía algún marco teórico?
–Los primeros “manuales de Sociología” fueron elaborados por los profesores que llevaron la cátedra, cronológicamente: Cecilio Báez, Ignacio A. Pane y Justo Pastor Prieto. Estos manuales eran positivistas y entendían a la sociedad como un todo orgánico, siguiendo los lineamientos de Auguste Comte y la escuela francesa. Esta orientación teórica se explica porque la sociedad paraguaya de aquella época estaba muy influenciada por las ideas liberales, fruto de la influencia extranjera que entró luego de la guerra contra la Triple Alianza. En sentido estricto, no se puede hablar de una disciplina científica consolidada en esa etapa. El primer texto propiamente sociológico fue “Migraciones”, de Eligio Ayala, publicado en 1941, aunque escrito en Berna en 1915.
–¿Hasta cuándo se limitó la Sociología solo como una cátedra?
–En la década de 1960 se intentó abrir la carrera de Ciencias Sociales en la Universidad Nacional, pero quedó únicamente en los papeles. Una ciencia crítica como la sociología no era conveniente para el estronismo. Un hito fundamental se estableció en 1964, cuando se fundó el Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos, cuyo principal responsable fue Domingo Rivarola. Ahí sí ya podemos hablar de una disciplina no académica, pero científica, que se materializaba en trabajos, libros y una revista en los cuales se debatían cuestiones sociológicas. Lo rural, los procesos migratorios y la estructura social eran los principales temas de investigación. Recién en 1972 se fundó la carrera de Sociología en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. Sin embargo, esta iniciativa se vio truncada en la década de 1980 cuando la carrera se cerró con la excusa de que se iba a abrir un centro de investigación sociológico. Nunca pasó, y así el intento de una sociología académica volvió a morir. Lo positivo de esta época fue la consolidación de un grupo de personas que ejercían sociología, entre los que se puede citar a Domingo Rivarola, Ramón Fogel, Luis A. Galeano y Tomás Palau como los principales exponentes.
–¿Y qué ocurre con la sociología en el país después de la dictadura?
–La transición democrática marcó un momento de renacimiento para la Sociología paraguaya. En la década de los 90 vuelve la Sociología a la Universidad Católica y, finalmente, en la década de los 2000 se abre la carrera de Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de Asunción, concretando así una aspiración que había quedado trunca, décadas atrás. Este resurgimiento respondía a una necesidad urgente: una sociedad que necesitaba más que nunca entenderse a sí misma debido a las profundas transformaciones que estaba experimentando. La democratización, los cambios económicos, los nuevos movimientos sociales y la apertura internacional requerían herramientas analíticas que solo las ciencias sociales podían proporcionar.
–¿Qué otras temáticas de estudio surgen en ese contexto?
–Los temas de investigación sociológica se fueron diversificando considerablemente, alejándose de la concentración casi exclusiva en lo rural que caracterizó las primeras décadas. La agenda sociológica se expandió para abordar las nuevas realidades del país: procesos de urbanización acelerada, transformaciones en el mundo del trabajo, políticas públicas, movimientos sociales, género, juventudes, y fenómenos emergentes como la migración internacional.
–¿Se puede afirmar que en la actualidad la sociología en Paraguay está consolidada en su desarrollo?
–Sí, definitivamente existe una consolidación, aunque todavía con limitaciones importantes. La carrera de Sociología sigue funcionando en la Universidad Católica y, algo más significativo, se desarrolla en la Universidad Nacional de Asunción dentro de la Facultad de Ciencias Sociales. Que esté en una universidad pública con autonomía es algo que la eleva y la consolida significativamente.
También existen gremios profesionales activos. La Sociedad Paraguaya de Sociología, que tengo el honor de presidir, se formalizó el pasado 21 de julio de 2025 mediante el decreto presidencial n.° 4224. Está activa desde el año 2020, ha publicado más de 5 libros, realizó talleres de capacitación a la comunidad profesional y público en general, y pertenece a la Asociación Internacional de Sociología. Además, fue partícipe en la Cámara de Senadores, junto con el otro gremio, de establecer el Día del Sociólogo/a el 30 de enero, en honor a la cátedra de sociología de Cecilio Báez.
–A pesar de sus vaivenes en este siglo, este es un gremio afín a las publicaciones.
–Las revistas emblemáticas siguen activas: la Revista Paraguaya de Sociología y Estudios Paraguayos mantienen vivo el debate académico. Los profesionales continúan formándose: muchos han obtenido doctorados de prestigio y llevan adelante investigación social de punta en el país. Hoy el quehacer sociológico abarca todos los tópicos de la cuestión social: ruralidad, educación, trabajo, desarrollo urbano, políticas sociales, violencia, desigualdades, medioambiente e ilegalismos, reflejando tanto la maduración de la disciplina como la complejización de la sociedad paraguaya contemporánea.
–¿Cuáles son los principales desafíos actuales que enfrenta la sociología paraguaya?
–El principal desafío es la falta de recursos para la investigación. Aquí, sin lugar a dudas, emerge el Conacyt, una institución que, a mi criterio, requiere una mirada más hacia las ciencias sociales. Aún hay muchas autoridades y científicos que menosprecian las ciencias sociales en su conjunto; esta es una triste realidad.
Por otro lado, me gustaría resaltar el papel de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNA, que es el lugar por excelencia donde el Estado debe brindar un apoyo sostenido para desarrollar las líneas de investigación sociológicas. La institución ha demostrado su liderazgo en la formación de sociólogos y sociólogas, y el futuro de la disciplina, en gran medida, está ahí. Con respecto a los gremios, creo que enfrentamos el desafío de hacer visible la producción sociológica paraguaya. Tenemos investigadores de calidad, pero sus trabajos circulan poco debido a la falta de recursos para publicaciones y difusión académica. Hay que instalar en el conjunto social la comprensión de por qué se necesitan profesionales de Sociología y por qué es una disciplina fundamental para el desarrollo del país.
–Y del futuro, ¿qué nos podría decir?
–El futuro de la sociología paraguaya debe pasar necesariamente por el fortalecimiento de la universidad pública. La Sociología debe seguir viva en la Universidad Católica, incluso por la propia cuestión social que busca la Iglesia paraguaya, pero es en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNA donde debe concentrarse el mayor esfuerzo de desarrollo.
Es fundamental que el Estado comprenda que al Paraguay le conviene desarrollar sociólogos y sociólogas, porque solo así se podrá pensar en un desarrollo sostenible y más justo. Hoy se habla mucho de que el Paraguay necesita más ingenieros, pero ¿de qué sirve la tecnología sin perspectiva social? La tecnología sin comprensión sociológica es, de hecho, causante de grandes desigualdades y desequilibrios.
–¿Y cómo se da ese aporte desde la academia?
–Todo proyecto de gobierno necesita sociólogos que ayuden a entender las intervenciones sociales. Las políticas públicas, los programas de desarrollo, la planificación urbana, la educación, la salud pública, todos estos ámbitos requieren una comprensión profunda de las dinámicas sociales para ser efectivos.
Necesitamos una política de Estado que invierta en investigación social, que cree programas de doctorado, que fortalezca las bibliotecas especializadas y que entienda que la sociología es una carrera fundamental para el desarrollo nacional. Es un mito que no existe salida laboral: cada vez se necesitan más profesionales capaces de analizar, interpretar y proponer soluciones a los complejos desafíos sociales del Paraguay contemporáneo.
El futuro de la sociología paraguaya pasa por una obligación política responsable de apoyar la investigación social dentro de la universidad pública y por su consolidación como herramienta indispensable para construir un país más equitativo y consciente de sus realidades.
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A un año del grado de inversión, Peña afirma: “El mundo nos reconoce como una economía seria”
La calificadora de riesgos Moody’s Ratings otorgó a Paraguay el grado de inversión el 26 de julio de 2024. Desde entonces, nuestro país ingresó a un grupo selecto de economías en el mundo con la máxima calificación crediticia, lo que significa que el gobierno es confiable para invertir y tiene una baja probabilidad de no cumplir con sus deudas.
Al respecto, el presidente de la República, Santiago Peña, recordó a través de su cuenta de X este hito importante a nivel país y aseguró que desde hace un año países importantes a nivel internacional comenzaron a ver al nuestro con más seriedad.
“Hace un año, Paraguay alcanzó un sueño largamente anhelado: el grado de inversión. Esto significa que el mundo nos reconoce como una economía seria, confiable y con futuro”, expresó el presidente Peña.
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En detalles, dijo que este sello de confianza internacional pone en la vitrina del mundo a Paraguay como un país seguro y con finanzas estables con un bajo riesgo económico y un manejo responsable de la economía. “Nos coloca en el grupo más sólido de economías de la región junto a Chile, Colombia, México, Perú y Uruguay”, señaló.
El presidente Peña remarcó algunos beneficios que esto trae a la ciudadanía, tales como más trabajo, ya que empresas internacionales miran al país para abrir fábricas, comercios e industrias. También genera créditos más accesibles, ya que bancos y financieras ofrecen tasas más bajas para que familias puedan comprar casas, autos o ampliar sus negocios.
Finalmente, indica que las obras llegan a más personas, porque con más posibilidades de inversión, el Estado puede avanzar con la construcción de hospitales, escuelas, rutas que mejoran la conectividad y acceso a cualquier zona.
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Calificadoras
Actualmente las calificaciones se encuentran de esta forma:
- Moody’s con BAA3 estable, lo que significa que Paraguay es fuerte y confiable.
- En segundo lugar, Fitch Ratings con BB+ estable, a un paso del grado de inversión.
- En tercer lugar Standard & Poor’s (S&P) con BB+ positivo, donde destacan las reformas fechas y un buen manejo de las finanzas públicas.